Japón era lindo, estar allí después de más de cinco años se sentía bien, recorrer las calles y visitar los parques en cierta forma le tranquilizaba y más aún si lo hacia junto a HoSeok.

Estuvieron en el país toda una semana, disfrutando de la comida y todo lo que Japón les ofrecía, a pesar de haber vivido muchos años en Japón parecía que era la primera vez que iba pues se sorprendía con muchas cosas.

Muchas cosas habían cambiado, pero incluso si era así, seguía siendo bueno visitar la ciudad que paso con él la mayor parte de su vida. Estar allí por última vez antes de partir ciertamente le dolía, pero tenía que sonreír para HoSeok, para hacerlo olvidar, aunque sea por un momento, que estaba a nada de morir.

Su tiempo estaba por terminarse y quería disfrutar todo lo posible al lado de su amado, lo único que realmente lamenta de que vaya a morir pronto, era el hecho de que él planeaba pedirle a su hermoso novio que se casara con él justo una semana después de haberse enterado de que tenía un maldito tumor en el cerebro.

Y por primera vez, desde que se entero del tumor, estaba llorando, sentía que su corazón se estaba quebrando, con la cajita con dos hermosos anillos de oro blanco en su interior en sus manos. Su llanto se intensificó al darse cuenta que HoSeok había entrado a la habitación y lo estaba viendo.

El mayor se acercó a su novio y lo abrazo, sin notar aún la cajita azul marino en las manos del menor. Fue hasta que TaeHyung abrió sus manos que pudo apreciar la caja, sus ojos comenzaron a brillar producto de las lágrimas que se acumularon.

Pero Kim no se había dado cuenta que su novio ya había notado el artefacto. —¿Cuando... Cuando compraste eso?— La suave voz de HoSeok lo hizo mirar a donde estaba apuntando, sus sollozos pararon pero sus lágrimas no tenían fin.

—Hace dos meses— Contestó con simpleza y se puso de pie dispuesto a guardar la caja, el mayor hizo cuentas en su mente, rápidamente supo que lo compró poco antes de que la mala noticia llegará.

—Hay que hacerlo— Pidió. —Hay que casarnos TaeHyung— Él mencionado lo miró sorprendido, sonrió con tristeza y negó.

—Sólo lo hará más difícil, HoSeok, no... Yo no estoy seguro de poder hacerlo, no cuando... Cuando voy a morir—

—Mi amor, por favor, nada me haría más feliz que casarnos— Posó sus manos en las mejillas del menor e hizo que lo mirara. —¿No dijiste que siguiéramos siendo felices hasta el final? Entonces casate conmigo y seamos felices—

TaeHyung lo pensó, casarse los haría felices, pero entonces, haría todo el proceso más difícil... Más doloroso.

—Esta bien, HoSeok. Vamos a casarnos—

El mencionado sonrió, le arrebató la cajita y saco el anillo más grande para colocárselo al menor, este tomo el otro anillo y se lo puso al mayor.

—Te amo— Dijeron al mismo tiempo para acto seguido juntar sus labios en un beso, lento y sin prisas.

•26.03.2020