Narra Lili:
Hoy comienzan las clases después de las vacaciones de invierno, la verdad se pasaron muy rápido Dylan y yo estuvimos ayudando mucho a Cole con las grabaciones de su nueva película, la mayoría de veces fuimos al set a verlo grabar y ayudarlo en lo que podíamos, más bien íbamos a molestarlo a él no le gusta que vayan a ver cómo graba...
bueno sigamos... hoy me levante como de costumbre temprano me bañe me cambie y baje a desayunar, mientras bajaba por las escaleras vi que Cole y Dylan estaban acostados en el sillón con dos chicas a sus lados, la verdad no me importo ellos siempre son así, un día una y otro día otra mas... a veces es bastante irritante ver entrar y salir chicas que ni ellos mismos saben sus nombres, el caso baje a despertarlos y a sacar a las chicas de casa

Lili: chicos ya deben dejar de traer chicas diferentes cada noche —digo muestras cierro la puerta después de sacar a las dos chicas de ahí—

Cole: que, te molesta acaso?

Lili: no pero ya es bastante raro ver chicas por todos lados, apuesto a que ni saben sus nombres —me cruzo de brazos—

Dylan: si era algo de... —piensa— sabes que —se levanta del sillón de un salto— tienes razón no tengo ni idea de cómo se llamaba —va hacia la cocina a buscar una pastilla para la resaca—

Lili: ustedes dos son increíbles! Cómo pueden jugar así con ellas

Cole: nosotros no jugamos, ellas vienen a nosotros...

Dylan: donde están las malditas pastillas! Me duele la cabeza! —grita desde la cocina—

Lili: eso les pasa por tomar y luego acostarse con cualquiera!

Dylan: si, si, ya te escuchamos... —se recuerda en el marco de la puerta que separa la cocina y la sala— pero donde están las pastillas

Lili: están... —me interrumpe—

Cole: aquí! —agarra las pastillas y se las gira a su hermano quien las agarra a la primera—

Lili: wow, a pesar de estar ebrio tu nunca pierdes tus reflejos... —me voy hacia la cocina a preparar el desayuno—

Cole: aprende, nunca perdemos nuestros reflejos es... —lo interrumpo—

Lili y Cole: algo que todos los Sprouse's los tenemos! —imitó la voz de Cole—

Lili: siempre lo dices! —gritó desde la cocina—

Cole: y parece que tú prestas atención a todo...

Lili: debo hacerlo... —voy hacia el comedor— aquí tienen sus desayunos —dejo los platos y las tazas de café sobre la mesa y me dispongo a comer algo—

Dylan: esto es exquisito —apunta su plato con el tenedor muestras toma un sorbo de café—

—tocan la puerta—

Lili: yo voy... —me levanto de la mesa y voy a abrir la puerta—

Lili: chicos! Hola

Cami: holaaa!! —grita—

Cole: Cami... nos dejarás sordos algún día! —todos reímos—

Cami: a mi no me critiques señor mujeriego... —lo señala con el dedo—

Cole: ey, ey, no soy ningún mujeriego... —se toca el pecho como si el comentario de Cami lo hubiera ofendido—

Lili: no claro —abro los brazos— entonces porque había dos chicas en los brazos de ustedes esta mañana?

Cami: entonces? —se cruza de brazos— no eres mujeriego, eres demasiado mujeriego!

Kj: no le hables así a mi amigo eh! —se acerca a Cole y Dylan y hacen ese saludo raro de hombres ya saben el que nadie entiende—

Lili: tu tampoco puedes hablar, eres igual que ellos —señaló a los gemelos— son tres gotas de agua ustedes

Cole: okey, ya basta, vamos a clases, se nos hará tarde... como siempre!

Lili: tu eres el que dura 3 horas bañándose! Ni yo tardo tanto —agarro mi mochila—

Cole: esta cabellera no se mantiene sola —pasa sus dedos por su cabello recién lavado—

Cami: ya vamos!