Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

44. Helena


No dejo que mi madre termine de hablar, instintivamente cuelgo, sintiéndome desconectada de la realidad. Mi hermano... en el hospital.

—Helena, ¿estás bien? —Me pregunta una de mis compañeras de baile pero yo la ignoro y me dirijo con velocidad hacia la salida del instituto de danza.

Una vez allí, ubico el auto de Antonio, que me presta para ir a mis clases de baile, y me subo en él. Me quedo un rato ahí, sin moverme, hasta que siento que las lágrimas bajan por mis mejillas. Las limpio con rapidez y me dirijo al hospital donde siempre nos atendemos.

"Tania me lo advirtió".

"Soy una perra".

"Él me presta sus cosas sin esperar nada a cambio".

"Nunca me ha alejado, yo fui la que se apartó".

"El orgullo me ha hecho perder muchas personas, pero no quiero que él se encuentre dentro de ese grupo".

"No quiero perder a mi hermano".

Tengo ese tipo de pensamientos mientras conduzco con rapidez hacia mi destino. No suelo manejar rápido pero esta situación lo amerita. Casi choco con un imbécil, así que le toco el claxon con desesperación. Aclaro que fue culpa del tarado, pero mis reflejos son buenos, así que lo esquivo y sigo mi camino con rapidez.

Al llegar al hospital, me dirijo con rapidez a la recepcionista.

—¿Dónde está Antonio Villanueva? —Pregunto con desesperación.

La tipa me ve de mala manera por no saludar, pero no estoy en condiciones de ser cortés, ¡necesito ver a mi hermano!

Me da el dato y me dirijo ahí con paso rápido. Choco con algunas personas pero no me disculpo. De nuevo siento las mejillas húmedas pero no tengo tiempo de limpiar mis lágrimas, sólo necesito verlo. Al ver la habitación donde está ingresado, abro la puerta con rapidez.

Todos voltean hacia mí pero yo sólo veo a Antonio, que me regresa la mirada con atención. Suspiro con alivio, aunque todavía siento que estoy en una realidad alterna. Ahí se encuentran Vanesa y su hermana pero no les hago caso, incluso las empujo levemente para que se quiten de mi camino.

—Helena, ¿qué...? —Escuchar su voz me hace volver a la realidad. Está bien, justo enfrente de mí. Tiene puesto un yeso y un soporte inmovilizador de brazo, pero está consciente... vivo.

—¡Antonio! —Expreso y me suelto en llanto. Acorto la distancia entre nosotros y lo abrazo, procurando no lastimarlo. Me devuelve el gesto con su brazo derecho y lloro en su regazo.

—Helena, me estás asustando —dice preocupado. Nunca en la vida había llorado enfrente de él hasta este momento.

—¡Antonio, creí que te había pasado algo horrible! —Exclamo entre lágrimas—. ¡Lo siento, lo siento! ¡Perdóname por ser tan mala contigo!

—Estoy bien —dice con voz tranquila.

Nos quedamos un rato más abrazados. Él acaricia mi cabello mientras yo trato de calmar mi llanto.

—Helena —dice mi madre una vez que estoy más tranquila—, te iba a decir que no fue nada grave pero me colgaste.

No respondo nada, sigo abrazando a mi hermano. Después de unos minutos entra una enfermera.

—Bien, el doctor dice que ya puedes irte —le dice a Antonio—, pero tendrás que regresar para los chequeos, le pasaremos a tus padres las próximas citas.

—Sí, gracias.

Volteo hacia la enfermera y nos sonríe con ternura.

—Aww, qué lindos hermanitos.

Y eso que no nos conoció de pequeños, éramos más adorables. Al salir del hospital, nos despedimos de Vanesa y su hermana.

—Vamos a casa —dice papá.

—Amm, yo iré en el auto de Antonio, lo dejé estacionado a unas cuadras —comento.

—No, hija, tú todavía estás alterada, ustedes vayan con su madre y yo me voy en el auto de Toño —dice. Me parece tierno que use ese diminutivo, cuando era pequeño lo usábamos más pero dejamos de hacerlo.

Mi hermano y yo nos subimos en la parte de atrás, Antonio en el lado del conductor y yo a su derecha. Él recuesta la cabeza en el respaldo.

—¡Qué día! —Suspira. Luego de unos segundos siente mi mirada y voltea hacia mí.

—Ahora yo tendré que manejar para ir a la escuela —comento.

—Sí, bueno, está bien para que practiques —ríe un poco.

Nos quedamos callados unos segundos, oyendo la música tranquila que pone mamá en la radio.

—Antonio...

—¿Sí, Helena?

—Te quiero.

Se sorprende al oír estas palabras, tenía años que no se las decía, pero voy a procurar hacerlo más seguido y mejor aún, demostrárselo con hechos. Es horrible darte cuenta de que puedes perder a las personas que quieres sin siquiera decirles lo mucho que las amas. El día de hoy tuve un buen susto, pero Tania tiene razón, no se debe desaprovechar el tiempo que te queda con tus seres queridos, pues no sabes cuándo será el último día que los tendrás contigo.

Antonio toma mi mano izquierda y le da un ligero apretón.

—Y yo a ti.



Awww, qué cuchi.

Ya era hora de que Helena recapacitara. La verdad no me importaba mucho que fuera mala onda con los demás pero Antonio es su hermano, además es muy lindo, él no merecía su desprecio.

¡Y solo falta un capítulo para que termine esta historia! :')

Ojalá les haya gustado el capítulo.

¡Nos vemos la siguiente semana! :D




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro