La siguiente semana comienzan los exámenes, así que todavía tengo esta para relajarme. A diferencia de mis amigos o mi hermana, estoy acostumbrada a estudiar un día antes del examen, o si no ese mismo día, así que, por el momento, no estoy preocupada.

Por otra parte, noto que se está dando la misma situación de antes: Esteban trata de hablar con Helena y ella lo evita. Estoy convencida que lo mejor para él es que deje de buscarla pero sigue insistiendo. Asimismo, cuando Pamela se sienta en el receso a charlar con nosotros, mi vecino se pone nervioso. Creo que ha pensado en lo que comentó Ezequiel el otro día, así que es cortés y amable con la rubia y responde todas las preguntas que ésta le hace, pero trata de enfocarse en la conversación general y no hablar sólo con ella.

—Chicos —dice de repente Pamela—, un amigo dará una fiesta en su casa el sábado, ¿quieren ir?

—Sí —digo sin pensarlo dos veces. Ya tiene tiempo que no voy a una. Los demás no están muy convencidos.

—No lo sé —comenta Alicia—. Ya van a empezar los exámenes, tenemos que estudiar desde antes porque estarán muy difíciles.

—Oh, vamos, por eso tienen que ir. Hay que divertirse un poco antes de que empiecen.

—Concuerdo —digo.

—¿Qué dicen? —Pregunta sonriente.

—¿Estás segura que quieres que vayamos? —Se entromete Ezequiel—. No somos los chicos más geniales de la escuela.

—Oh, claro que sí. —Agita su mano—. Vayan, se van a divertir mucho —insiste.

—Podríamos ir un rato —comenta Esteban.

—¡Genial! Al rato les mando la ubicación...

Pamela se levanta de la mesa y se despide, ya que también pasa tiempo con las amigas que tiene en su salón. Seguimos hablando cosas triviales, hasta que en un momento me doy cuenta de que Esteban no participa en la conversación, está viendo directamente hacia donde se encuentra la loca sentada. Los demás también lo notan.

—Hey, Esteban, no te quedes triste porque Pamela se fue —bromea Ezequiel para distraer su atención.

Esteban reacciona y niega con la cabeza.

—No es eso —ríe forzadamente. Por acuerdo general tomamos la decisión de no mencionar Helena cuando se encuentre nuestro amigo cerca, así que tenemos que cambiar de tema.

—Bueno, ¿entonces sí irán a la fiesta? —Pregunto. Hoy me toca ser la heroína.

—¿Por qué no? —Responde Omar—. Anteriormente no hemos ido a ninguna porque Tania se ha encargado de que no nos inviten —les comenta a Alicia y Ezequiel —, podemos aprovechar que iremos con Pamela.

—Eso sí —murmura Ezequiel—. Vamos, Alicia, será divertido —dice convencido.

—Está bien —indica mi amiga luego de pensarlo un poco.

—¡Yupiii! ¡Por fin una fiesta! —Exclamo.

—Tú podrías ir a las fiestas que quisieras —me dice Alicia.

—Pero si no van ustedes no tiene chiste. —Me cruzo de brazos.

—Oye, ¿le dirás a Vanesa que vaya? —Me pregunta Ezequiel

—La voy a invitar pero no sé si quiera ir. Ves que es muy amiga de Helena y... — Pauso en ese momento. Esteban me ve con duda y los demás con cara de: "ya lo arruinaste".

—¿Y qué? —Me anima a continuar Omar. Ah, no tienen derecho a reclamarme, se supone que debían cambiar de tema y me obligan a seguir hablando. Aunque lo nieguen son unos chismosos de primera... como yo.

—No, nada.

—Vamos, ahora di. —Se mete Ezequiel.

Alicia no los sermonea por su indiscreción, la canija también quiere saber el chisme.

—Por lo que he visto, la loca no se lleva con nadie —comento para no mencionar específicamente a Pamela. He notado que se dirigen miradas de odio combinado con desagrado—, la única que la aguanta es mi hermana porque es muy buena, y su gemelo porque no tiene opción —digo, queriendo restarle importancia al asunto.

—¿Por qué piensas eso? —Pregunta Esteban frunciendo el entrecejo.

—Es lógico —comento—. Siempre que están aquí, solo habla con ellos dos. Pero ya no importa, el punto es que iremos a la fiesta. —Vuelvo al tema original, sonriendo con exageración. Espero que todos olviden mi comentario anterior.

El capítulo es corto pero prometo actualizar pronto.

Nos vemos :)