6
Jungkook no volvió a ver a su Omega destinado después de ese primer encuentro, hasta un mes más tarde.
El Omega se puso frente a él en la barra, y supo de donde veía ese aroma tan embriagante que volvía a su lobo loco.
—¿Cómo te llamas? —preguntó, Jungkook no respondió, lo primero que se le vino a la mento fue su esposo y su hijo en brazos.
—¿Qué vas a ordenar? —fue lo único que dijo, el joven pareció mirar los pastelillos y escogió un pay de zarzamora. Jungkook lo ignoró todo el tiempo, preferiría no tener contacto con él, cuando le regresó su cambio, el joven tomó las cosas y se fue.
Se detuvo después de dar tres pasos y se volteó para mirar a Jungkook, por primera vez ambos se miraron a los ojos.
—Mi nombre es Park Jimin, creo que soy tu destinado.
—Lo siento, no creo ser tu destinado.
—Entre en celo apenas te vi y mi lobo se puso muy feliz, como nunca antes lo había estado. Estoy seguro que somos destinados.
—De verdad lo siento, pero no me pasa lo mismo contigo, será mejor que te vayas.
Sabía que mentía, y también que le había roto el corazón a ese joven. Pero era demasiado tarde para ellos, él era un hombre casado y amaba a su esposo.
De verdad lo amaba, los sentimientos que estaban cambiando poco a poco no se debían a que dejará de amar a su esposo, se debían a los incontrolables deseos de su lobo.
Él seguía manteniendo a Hoseok en su corazón, peleando con su propio lobo que quería sacarlo a la fuerza.
Su cuerpo se relajó cuando el joven se dio la vuelta y se fue decepcionado. Trató de ignorar la tristeza concentrándose en su trabajo.
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—Será mejor que se quede conmigo esta noche, es obvio que no quiere verte.
Jungkook miró de reojo a su hijo que jugaba con figuras de acción frente al televisor.
—¿Estas seguro que Jimin no se molestará?
Jungkook lanzó una última mirada a su hijo para comprobar que no hiciera algo peligroso y salió al pasillo, entrecerró la puerta para que su hijo no escuchará.
—Sé que esto es nuevo para Jimin, pero él debe hacerse a la idea de que tengo un hijo. Si él se molesta por eso, no habrá forma de que podamos estar bien juntos, como una pareja normal, pero Jimin es paciente y sé que me quiere.
—No estoy seguro de dejarlo.
Jungkook rodó los ojos.
—Hoseok, no le va a pasar nada —Jungkook tomó el hombro del Omega y pudo sentir su tristeza, parte era culpa de Sunyeol, parte era culpa suya. A pesar de que había marcado a Jimin aún podía sentir las emociones de Hoseok, al tocarlo podía saber que Hoseok no había dejado de amarlo. Eso lo hizo sentir miserable—. También quiero que Sunyeol pase tiempo con Jimin, que ambos se adapten a la presencia del otro.
—Yo soy su appa.
—No estoy diciendo lo contrario —Jungkook sonrió por verlo celoso— Tú eres su único appa y Sunyeol te ama.
—Dijo que me odia Jungkook.
—Eso es mentira, estaba enojado por lo del Chihuahua, ya verás que después se dará cuenta de que hizo mal y que te ama más que a nada en este mundo y de nuevo va querer ir a tu lado. Sólo dale tiempo y date tiempo también.
Hoseok no parecía muy convencido pero asintió, Jungkook lo miró hasta que entro al departamento, regresando al propio, corrió a lado de Sunyeol y lo miró, estaba jugando mientras aguantaba las lágrimas.
—Appa me odia porque le grite.
Jungkook se sentó a su lado y le dio un beso en la frente.
—Hoseok te ama, pero nunca más vuelvas a gritarle y mucho menos a decirle que lo odias. Debes respetarlo y amarlo porque Hoseok lo único que ha hecho es amarte y consentirte.
Sunyeol asintió mientras se tallaba los ojos.
—Puedo ir con appa.
Jungkook negó y Sunyeol empezó a lagrimear.
—Appa necesita tiempo para él, necesita descansar y cuidarse. Además este es tu castigo por gritarle, no verás a tu appa hasta el próximo lunes.
—Entonces de verdad appa ya no me quiere ver —empezó a llorar más fuerte—, porque soy malo.
Jungkook lo tomó en brazos, dándose cuenta de que cada vez estaba más grande y que tendría que dejar de consentirlo tanto o iba a empezar a descontrolarse.
—Ya te dije que tú appa te ama mucho, pero tienes que dejarlo descansar, además yo también quiero pasar más tiempo contigo. ¿No quieres pasar tiempo conmigo?
Sunyeol asintió limpiándose las lágrimas.
Cuando Jimin llegó miró la escena frente a él y se quedó quieto.
—Nos toca cuidarlo —mencionó Jungkook con una sonrisa de oreja a oreja.
—Pero es jueves —dijo Jimin de forma tímida—, se supone que nos toca los fines de semana y sólo unas horas.
—Pasaron algunas cosas y se quedará más tiempo con nosotros, no te preocupes Hoseok está al otro lado por si lo necesitamos, espero que sea sólo para situaciones extremas.
—Ok, prepararé la cena, será bueno tener un niño en casa, no debe ser gran problema, yo cuide por un día a los gemelos de mi jefe cuando murió su esposa, eran incluso más pequeños que Sunyeol, no puede ser tan difícil.
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