El perro sólo llevaba apenas unas horas dentro de la casa y ya había destruido sus zapatos para interiores, de uno había mordido la punta y del otro el talón; Taeyeon se había despedido en la noche después de hacer su bendita voluntad y dejar al perro en su sala, a ella no le importaba saber dónde el perro iba a dormir, cagar, comer, etcétera, sólo quería molestarle, o al menos eso era lo que pensaba el hermano menor.

Kim recogió los zapatos y busco un par de repuesto para tenerlos listo cuando regresará de ir a hacer ejercicio, se vistió con ropa deportiva y bajo a la sala para empezar su rutina, el perro que se había quedado dormido encima de un sillón por la noche, detecto su presencia y de forma automática se levantó, movió la cola de un lado a otro y dio unos pequeños ladridos cómo si quisiera saludarlo. El perro del que no sabía el nombre, lo siguió mientras corría por el vecindario y Taehyung temía que pudiera ser atropellado. En medio de su recorrido el perro se detuvo y orinó en una de las jardineras de la calle, al darse cuenta Taehyung también se detuvo y dejó caer agua de su botella encima del orín, esperando que ningún vecino hubiera visto. Tomo al perro en brazos y regreso con él a casa. No llevaba bozal, ni correa, ni bolsas para las mierdas por lo que no podía seguir su recorrido de forma tranquila.

En casa puso el perro en la sala y apenas lo dejo en el piso  el perro volvió a orinarse por lo que el alfa se trago un par de maldiciones, se apresuró a ir a cambiarse, antes de que sus hijos despertarán e hicieran un escándalo decidió regresar al perro de dónde había salido por lo que busco los documentos de adopción para investigar la dirección del lugar. Aún en contra de la opinión de su hermana y la de sus hijos, no tenía tiempo para dedicarle aún perro, no podía cuidar ni a sus propios hijos, el perro era una carga más a su lista de trabajo. Taeyeon había sido muy irresponsable está vez y sino empezaba a ponerle límites entonces pensaría que podría salirse con la suya.

El nombre de la fundación le pareció ligeramente familiar pero no recordaba donde exactamente lo había escuchado, por lo que decidió ignorarlo y se dirigió a la dirección que indicaban los documentos del animal. 

Cuando finalmente llego, se trataba de una casa de tamaño mediano con un extenso jardín donde ya estaban correteando algunos perros, el perro en sus brazos ladró y lucho contra Taehyung para que fuera devuelto al suelo, inmediatamente el perro corrió y empezó a ladrar como si estuviera saludando a los demás canes.

Lo miro interactuar por unos segundos hasta que algo choco con su pierna, cuando bajo la mirada se encontró con el rostro de un infante, parecía un niño no mayor a cinco años, con las mejillas regordetas y hoyuelos que le recordaron al hombre que no había podido sacar de su cabeza desde el día anterior.

El niño frunció el entrecejo y en su mirada había un rastro de miedo. 

—Hijo ven aquí —desde la distancia se escucho una voz que le erizo la piel desde la punta de sus pies, hasta la cabeza, y cuando alzo la mirada no podía creer que el mundo fuera tan pequeño. No podía ser el destino, ya había descubierto que al destino le gustaba ponerle trampas.

El niño dio la vuelta y corrió en dirección a aquella persona para esconderse detrás de sus piernas. Taehyung pudo sentir la mirada penetrante de aquel hombre, estaba acostumbrado a que lo observaran, estaba acostumbrado a ser el centro de atención pero no podía soportar el interés que había despertado en aquel . . . . . . . . omega.

Oh dios, se suponía que no podía reaccionar de forma normal a las feromonas, por supuesto una vez que su marca en su difunta esposa desapareció con su deceso, volvió a sentir las feromonas de otros omegas pero no podía reaccionar a ellas, se suponían que no podían provocarle nada, pero esta feromona sentía que lo estaba embriagando en deseo y un fuerte anhelo.

El perro volvió a correr hacia su dirección y Taehyung se agacho para tomarlo en sus brazos. Finalmente cuando alzo la mirada, aquel hombre y el niño habían desaparecido. El sentimiento de preocupación por perderlo se apodero de su conciencia por lo que se apresuro a entrar al edificio y lo busco con la mirada sin encontrarlo.

Empezó a sentirse desesperado y sólo cuando una voz masculina lo llamo fue que entro en razón.

—¿En que puedo ayudarlo?

Miro al hombre, joven, castaño, atractivo, definitivamente un omega, pero no era el que estaba buscando.

—Buen día, ayer mi hermana de forma irresponsable adopto a este animal, desgraciadamente no podemos quedárnoslo.

El omega lo miró, frunció el entrecejo y pudo notar una clara molestia e ira fluyendo de él.

—¿Acaso nosotros somos un chiste para ustedes?. ¿por qué solicito la adopción si lo van a regresar al segundo día?, esta es una asociación seria, ¿Quiénes se creen que son? 

Era la primera vez que alguien le hablaba de esa forma y encima un simple omega ¿Cómo se atrevía?

—Youngjae, yo me hare cargo de esto —Nuevamente la feromona omega que lo había embriagado volvió, esta vez más fuerte, más penetrante, lo estaba volviendo loco—, recibiremos de nuevo al perro, eso no quiere decir que aprobemos su decisión, por lo que tendrá que pagar una multa, la única razón por la que lo aceptamos de regreso es porque valoramos la vida de estos animales y esta claro que un animal no puede hacerse cargo de otro.

Nuevamente Taehyung recobro lo sentidos, el omega que lo estaba volviendo loco, tenia su mirada clavada en él, pero no era una mirada desesperada por sus feromonas, era una mirada de desprecio.