9. Los celos de mi novio
Yo estaba sentado en mi sillón favorito de la sala leyendo el periódico matutino cuando Hyungwon apareció a las 8:30 de la mañana en el umbral de la puerta de mi apartamento. Lo primero que pregunta antes de dar algún paso hacia dentro es si Yoongi no ha llegado aún.
Al igual que a Yoongi, también le había dado a él mi contraseña porque es mi único amigo de confianza, ya que hace muchos años había perdido contacto con Namjoon. Nos conocimos el primer día que asistí a la universidad, él me fue de mucha ayuda para orientarme con todo lo relacionado al campus y algunas otras informaciones extrauniversitarias y fue mi compañero de horas libres y de ocio a lo largo de nuestras carreras, a pesar de no estudiar la misma licenciatura, nos convertimos en inseparables.
Le respondí a mi amigo que Yoongi nunca llega tan temprano, pues es bastante dormilón, seguramente no se levantaría a tales horas a menos que fuese necesario.
—Lo sé, pero con lo que pasó ayer, he de pensar que hoy no es un día común para tu novio.
Mi amigo dijo esto casi como si me estuviera contando un chiste muy gracioso por vez que ocupaba el asiento contiguo del sillón donde me encontraba sentado. La pequeña risilla que soltó después de hablar me invitó a preguntarle qué pasó ayer.
Yo alcé una ceja en respuesta.
—Pues ayer V, el modelo que te conseguí, tuvo que soportar la entrevista más extraña de toda su vida —continuó diciendo al percatarse de que yo no dije nada, más esperaba una explicación a sus anteriores palabras—, leímos el contrato entre algunas pausas que pedía tu novio para consultarme puras estupideces en privado, creo que trataba de encontrar un medio para no contratar al modelo. Para no hacerte la historia tan larga, te cuento que al final hizo una llamada y luego tuve que acceder a agregarle una cláusula al contrato a su petición.
No entendía bien el chiste sobre todo aquello que me contaba, más bien sonaba como "algo" un poco vergonzoso, por no decir: muy. Decidí dejar pasar eso de las pausas y las consultas estúpidas porque lo del asunto de la cláusula me parecía un tema más relevante.
—¡Sabía que te ibas a interesar en eso primero! —exclamó como cuando alguien se entera de que sacó un 10 en un examen.
Hyungwon comenzó a reír a carcajadas antes de responder, lo que provocó que me sintiera más curioso.
—Perdona que te diga esto, sé que no son asuntos de mi incumbencia, pero creo que le importas mucho a ese rubio, sin embargo, no percibo ese mismo interés de ti hacia él.
Y así era, tal como él mismo lo dijo, todo muy cierto, incluyendo el hecho de que no es un asunto de su incumbencia.
Él debió percatarse de la seriedad que sus palabras me produjeron.
No es un tema del que disfrute hablar. Mi relación con Yoongi no es más que algo que yo acepté solo porque sí, todo empezó en la época de nuestra adolescencia porque quería hacerle sentir complacido y, pues, de una forma que ni yo mismo sé como explicar, aun estamos juntos.
No suelo hablar de ello porque me recuerda lo culpable que me siento, ya que a lo largo de todos estos años todo el peso de nuestra relación lo ha llevado Yoongi sobre sus hombros, realmente me siento muy agradecido con él. Creo que se merece toda la felicidad del mundo y si soy yo quien se la puede dar quedándome a su lado, no se la negaría, después de todo él fue mi primer amor y ha hecho todo por mí, incluso se atrevió a enfrentar al homofóbico de su padre.
Carraspeé dos veces en lugar de dar una respuesta clara y sincera a Hyungwon.
—¿Sabes?, antes creí que estabas perdidamente enamorado de tu novio porque nunca volteas a ver a nadie más. Pero otras veces me confundes, porque tu forma de amar es muy rara, amigo.
—Sí, te doy toda la razón, es cierto, pero Yoongi está bien con ello, me ama a pesar de lo raro que soy. Así es que... ¿por qué mejor no me muestras el nuevo contrato? Quisiera leer esa nueva cláusula —corté el rollo de la conversación y extendí mi mano izquierda para que Hyungwon me prestara la carpeta que había sacado de su maletín y que mantenía sobre su regazo.
Leí con detenimiento, la clausula era breve, pero mis ojos y mis labios se abrieron con desmesura hasta casi dolerme las comisuras. No podía creer que esto fuera idea de la compañía de la editorial. El señor Kim no sería capaz de hacer algo como esto a ninguna persona que le prestara sus servicios.
—No es que yo fuera a enamorarme, como bien dijiste, no soy de las personas que se interesan en ver hacia otros lados, pero si fuera el caso, ¿a quién se le ocurrió tal abuso? ¿No crees exagerado imponer una multa de 20 veces los honorarios a pagar por el servicio?
Por un lado, me parecía hilarante, pero por otro, me resultaba bastante extraño porque en los anteriores contratos la compañía no incluía ridiculeces como esta.
La risa de Hyungwon me estaba empezando a molestar en cierta forma, pero al mismo tiempo, de una extraña forma, me hizo reír a mí también.
—Pues creo que —en verdad mi amigo quería hablar, pero la risa no le permitía hacerlo de forma correcta—... deberías preguntarle a tu lindo novio, porque no sé con quién habló por teléfono.
Cuando al fin se calmó me dijo que lo importante es que el modelo no tuvo ningún problema para aceptar. Así que eso me tranquilizó, al menos contábamos con el tal V que mi amigo juraba que nadie más sería más perfecto para representar a mi personaje protagonista.
—De acuerdo —asentí sonriendo—, de todas formas, es imposible que yo me vaya a enamorar de alguien más.
—A pesar de ser un novio tan seco, aburrido e insípido, puedo decir que Yoongi tiene mucha suerte al tenerte.
—Gracias por el crédito, mi hermano —reí más fuerte por vez que pensaba para mí mismo evitarle un disgusto a Yoongi preguntándole por algo que realmente carece de importancia, además, prefería esquivar una discusión con él y luego tener que soportar sus melodramas.
Puedo apostar que fue idea de él. No sé qué más hacer con los celos de mi novio.
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