5. Oportunidad
Taehyung estaba saliendo de la universidad cuando recibió la llamada de Hyungwon, un abogado que se convirtió en un buen amigo suyo cuando fue enviado por su padre en su busca.
Pese a que el castaño tenía claro que bien podría tratarse de un espía pagado por el Señor Kim para mantenerle vigilado, nunca dejó de tener contacto con él.
Fuera del tema de su padre, Hyungwon le ha sido de mucha ayuda en cuanto a conseguir ofertas de trabajo como modelo. En la agencia donde pertenece ya le conocen bien e incluso algunos de sus compañeros bromean con que el abogado está enamorado entre las tripas de Taehyung pero que no se anima a confesarse porque había mentido al haber dicho que es heterosexual y de seguro le resultaba vergonzoso retractarse.
El abogado le llamó para quedar con él en un restaurante que estaba cerca de la universidad. Necesitaba replantearle por octava vez aquella oferta que le brindaba uno de los escritores más exitosos afiliados a la empresa de su padre. Decidió asistir a la cita con el abogado sabiendo que era imposible que aceptara algún trato u oferta que viniera de la compañía del Sr. Kim.
***
—Necesitas el dinero Tae, sino, ¿cómo vas a emprender? Quieres llegar a ser un empresario sin la ayuda de tu padre, ¿no? Pero sin ofender, gastas todo el dinero que consigues en el tratamiento de tu madre. Esta es una oportunidad que te permitirá ahorrar una parte para comenzar con tu sueño.
—Ese dinero viene de mi padre, no lo quiero, hyung-nim —repetía con un mal disimulado fastidio, a pesar de que su deseo de revolear los ojos lograba ser correctamente reprimido, las torceduras de las comisuras de sus labios dejaban al castaño en evidencia.
Se extrañaba de que el abogado estuviera más serio de lo que se permitía imaginarlo alguna vez. Esperaba que pronto dejara de insistir en el tema y dejara pasar como las veces anteriores, sin embargo, para su vaga sorpresa no fue así esta vez.
—No Tae, no seas tonto y terco. Ese dinero viene de tu trabajo. Es igual a lo que haces en otras industrias de la moda o de la música. Eso es lo que hacen los modelos o actores. No permitas que el odio hacia tu padre te haga perder la oportunidad de este contrato, te pagarán muchísimo por esto. ¿Y qué tal si te toman en cuenta para el papel principal cuando inicien el proyecto de llevar la historia a los teatros?
Hyungwon hace una pausa y le mira elevando una ceja cuando se percató de la media sonrisa burlona que se le escapó al castaño. No continuó hasta que Taehyung mostró interés luego de una breve disculpa.
El abogado carraspeó para proseguir.
—Como te decía, ¿qué tal si el escritor acepta alguna de las ofertas que ha recibido para llevar la historia a los salones de teatro o a la pantalla grande, si tomas este pequeño papel tendrías ventaja sobre otros actores con más experiencia, ¿te imaginas?, tu fama se alzará hasta el infinito, esos libros serán mundialmente conocidos, por lo que tan solo con aparecer en la portada tu rostro será amado y aclamado en todo el mundo.
Por vez primera a Taehyung le pareció que la oferta era realmente atractiva, más de lo que se podía permitir, tratándose de que la fuente está 100% conectada a la empresa de su padre. ¿Y si Hyungwon tenía razón en que no está analizando las cosas desde un ángulo más objetivo? Debía hacer a un lado su gran orgullo para poder analizar la situación con más claridad.
—Claro que... bueno, creo que en algo tienes razón. Y no odio a mi padre, solo que él no merece que mamá o yo le perdonemos, ella se enfermó de esa manera por su culpa.
Era cierto, Tehyung no sentía odio hacia su progenitor, pero no era menos cierto que su corazón guardaba un resentimiento muy grande hacia el hombre que debía llamar padre. El propietario de la editorial GoldenBooks lo había abandonado a él y a su madre cuando apenas era un crío para formar otra familia, nunca tuvo otros hijos con la que fue su nueva esposa, la cual había muerto hacía aproximadamente dos años. Después de la muerte de la señora Kim el padre de Taehyung le buscó, o más bien, le mandó a buscar con Hyungwon, insistía en reunirse con su hijo, pero ¿cómo aceptar tal invitación después de lo que había hecho, después de vivir una vida cargada de agonía a lo largo de sus años y ser por completo ignorado y olvidado?, ¿cómo?, cuando ni siquiera fue él mismo a dar cara.
Taehyung asistió a aquella primera y última cita con su padre, sin embargo, no fue a presentarse delante del Sr. Kim en su oficina con la intención de escuchar lo que sea que él tuviera que decirle, sino para escupirle en su cara que se tragara su mundo y lo volviera a cagar como quisiera, que se metiera su fortuna por el acceso que se sitúa donde no da el sol y que no se atreviera a tener la coraza de llamarlo hijo, porque él solo fue criado por su madre, su abuela y sus tíos. Nunca lo tuvo cuando lo necesitó, y ahora no necesitaba de él y no deseaba saber de su existencia. Sin esperar ninguna respuesta del presidente, se giró en sus talones para salir de su oficina con la frente muy en alto.
—Tienes que hacerlo, Tae —insistió Hyungwong.
Taehyung revoleó los ojos, pero sonrió leve antes de aceptar, porque entendía que su amigo el abogado tenía razón, además necesitaba más dinero para las medicinas que eran parte del tratamiento médico de su madre. Ella empezó a sufrir ataques de epilepsia unos cuantos meses después de ser abandonada con su hijo por el hombre que amaba.
Debido a la falta de sueño ella podía tardarse hasta 72 horas seguidas despierta, sus nervios se hicieron añicos y las muchas horas sin dormir por el alto nivel de insomnio acompañado de una mala alimentación bien hicieron estragos en su sistema cerebral, teniendo como resultado la llegada de aquella enfermedad incurable, pero que se podía mantener bajo control con el debido tratamiento médico. Al principio sus ataques epilépticos eran controlados con mucha facilidad, pero con el tiempo se han convertido en intolerantes a cualquier medicamento simple, a medida que su organismo se acostumbraba a los medicamentos suministrados, el tratamiento debía ser reemplazado por uno cada vez más costoso.
Para el castaño, aceptar este trabajo era como dejar que su propia saliva, la que había escupido hace dos años atrás, cayera sobre su cara. Pero Taehyung podía hacer eso y más por ella, por su amada madre. No le importaba que quién iba a pagar directa o indirectamente era la empresa de su padre. Nunca lo diría a viva voz, pero estaba desesperado.
El cobraría los honorarios por su trabajo, no estaba pidiendo limosna. No estaba pidiendo nada a su padre. ¿Verdad?
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