Namjoon

— Espérame aquí, iré a buscar a mis socios —Le digo a Jin, el cual simplemente asintió, causando que sonriera.

Tan pronto como tuve la aprobación de Jin, salí de mi oficina.

Claramente sabía dónde buscar a mis amigos, en el único lugar donde siempre nos encontrábamos.

— Necesito que se reúnan todos —Dije, entrando a la sala de juntas.

Todos dejaron de hablar, para mirarme, atentos a lo que estuviera por decir.

— ¿Qué sucede?, Te fuiste sin explicarnos nada y ahora vienes solo para decir eso —Rió Minnie.

— Quiero que vengan, Jin desea conocerlos.

En cuanto mencioné a Jin, ellos se sorprendieron, y casi al instante, comenzaron a reír.

— ¿A Jin?, No gracias, estaremos mejor si no lo vemos —Dijo Young-Jae.

— Cierto, no queremos que nos contagie su fealdad —Dijo Jackson, atento a su juego de la gran pantalla que había en la sala de juntas.

Minnie rió —Mejor quédate con nosotros, él se va a aburrir de esperarte y se irá.

— Sí, será mejor —Dijo Young-Jae.

— ¡Cállense todos! —Grité, y tan pronto notaron mi rostro serio, dejaron de reír.

— No quiero volver a escuchar que hablen así de Jin, y no los estoy invitando a que conozcan a Jin, es una orden.

— Nam, ¿Por qué de repente actúas así?, Hace unos meses te reías con nosotros de Jin —Dijo Minnie, aparentemente preocupada.

— ¿Estás irritado por qué tuviste que cortar con Mina por Jin? —Preguntó Sehun, el cual no había hecho ningún comentario hasta ahora.

— Claro que no, pero a partir de ahora, quiero que le tengan respeto a Jin, así que ahora mismo salgan todos, conocerán a Jin.

Mis amigos comenzaron a salir, uno por uno, cómo si fueran unos niños regañados, yo solo los miraba salir.

Minnie cerró la puerta en cuanto vio que todos los demás habían salido.

Rodé los ojos — Minnie, ¿Qué haces?.

Minnie se acercó a mí, comenzando a abrazarme.

— No hagas esto Nam —Dijo, mirándome a los ojos.

— ¿Hacer qué? —Pregunté.

— Casarte con Jin, tú no lo amas —Dijo, entre pucheros.

— Minnie, tú - —Me interrumpió.

— Te amo —Dijo — Y tú también me amas, ¿Recuerdas?.

— Minnie, por favor olvida eso ya.

— ¡No!, No me puedes pedir que olvide nuestro amor, tú y yo estaríamos juntos si yo no fuera beta —Minnie comenzaba aferrarse a mí, volviendo a insistir con nuestro pasado.

Es verdad que ambos tuvimos algo más que una amistad, y que lo que sentíamos era más que un gusto, pero eso había terminado.

— Minnie, por favor, no insistas, no pienso dejar a Jin, ya hablamos de esto, te quiero, pero no de esa manera —Comenzaba a alejarla de mí.

— Pero- —

— Ahora, vamos con Jin, por favor —La interrumpí, ella rodó los ojos, con aparenta molestia.

Al salir de la sala, observé cómo los demás nos esperaban afuera, fingiendo no haber escuchado nada.

No hablamos del tema, y simplemente los llevé en dirección a dónde quedé de verme con Jin.

Y en cuanto lo encontré, sonreí al mirarlo, esperando a que regresara.

— Disculpa la tardanza, estaban un poco ocupados con sus trabajos —Dije, justificando a mis amigos.

— No hay problema —Dijo Jin, acercándose a nosotros.

Tomé a Jin del brazo, éste me miró, sorprendido del gesto, pero hice caso omiso y lo acerqué con mis amigos.

— Señores, les presento a Kim Seokjin, mi futuro esposo —Presenté.

— Un gusto —Sonrió Jin, de una manera que no podía descifrar.

Ellos miraban a Jin casi con la boca abierta, aparentemente sorprendidos del cambio de Jin, casi como yo el día que nos reencontramos.

— Jin, ellos son mis socios, Jackson, Young-Jae, Sehun y Minnie.

— ¿En verdad eres Jin? —Preguntó Young-Jae, tan imprudente como siempre.

— Imagino, que mi aspecto ya cambiado desde la última vez que nos vimos, pero déjenme decirles, que ustedes siguen luciendo exactamente igual —Habló Jin, mirando a cada uno de los chicos.

— Bastante —Susurró Minnie, con un notorio tono molesto.

— Sí —Habló Jackson, boquiabierto aún.

— Él es muy atractivo, ¿Cierto? —Pregunté, enfocando mi mirada en Jin.

Éste me miró un par de segundos y después volteó la mirada.

— La verdad, estoy casi sorprendido, eres un Omega realmente guapo —Dijo Jackson.

— Yo también debo admitirlo, cambiaste tanto, pero eres muy atractivo —Dijo Young-Jae.

— Dejen de actuar como perros —Habló Minnie.

Era lo mejor, comenzaba a enojarme con los elogios que hacían de Jin.

— Sehun, ¿Cómo has estado? —Dijo Jin, Sehun no había dicho nada cuando llegamos.

— Bien —Contestó Sehun, se notaba la incomodidad.

— Ha pasado mucho desde que hablamos, desde el preescolar para ser exactos —Volvió a hablar Jin, prácticamente recordando nuestra infancia.

Y podía entender el punto al que quería llegar.

— Pensé que no lo recordabas —Dijo Sehun.

— Por supuesto que lo recuerdo, ¿Cómo olvidar al que fue mi amigo en el preescolar, y me abandonó para ser parte del grupo de Namjoon —Dijo Jin, sonriendo y hablando en un tono sarcástico.

— Jin, creo que ya es suficiente —Dije.

— No, creo que no lo es Namjoon, digo, mira, literalmente tuviste que darle trabajo a tus amigos de la infancia, ¿No te parece algo estúpido?, Sobre todo porque sus puestos son altos.

— ¿Envidia acaso? —Preguntó Minnie, con una sonrisa burlona.

— No, por supuesto que no, jamás envidiaría a alguien que necesita de otros para ser alguien en la vida —Habló Jin.

— ¡Cállate imbécil! —Gritó Minnie, acercándose a Jin para lanzarle un golpe.

No permití que golpeara a Jin, tomando su mano.

— ¡Ya fue suficiente Minnie! —Grité, alejandola de Jin.

— ¡Pero Nam, escuchaste lo que me dijo! —Trató de defenderse.

— ¡No es motivo de intentar golpearlo, no te permito que toques a mi futuro esposo!.

— ¿Pero qué rayos te sucede? —Dijo Minnie, con las lágrimas apunto de salir.

Salió corriendo, y a su paso la siguieron los demás chicos.

Suspiré, con el corazón palpitando a mil.

Volteé a mirar a Jin, quien se encontraba mirando hacia abajo, con los brazos cruzados.

— ¿No dirás nada? —Pregunté.

— ¿Sobre qué?, No tengo nada que decir —Dijo, ahora con su mirada sobre mí.

Si había algo que me gustaba de Jin, era su mirada, nunca había conocido alguien con la mirada tan penetrante, pero a la vez tan suave, una combinación que puede parecer casi irreal, pero Jin podía hacerlo.

— No tenías porque defenderme, podía hacerlo solo —Volvió a hablar.

— Tenía que hacerlo.

— Ah, ¿Cómo en la escuela? —Dio una risa corta pero burlona —Me parece gracioso.

— ¿Qué cosa?.

— Que pretendas fingir que te importo, y que desees protegerme de las mismas personas a las que mandabas a golpearme, no lo sé, simplemente me causa gracia.

— Jin, si hiciste eso solo por el pasado que tuvimos, no -.

— ¿No debe importarme ahora?, Bien, tomando en cuenta que prácticamente fue una de las experiencias más traumáticas de mi vida —Cada vez el tono de voz en Jin era más alto, haciéndome ver lo molesto que se encontraba.

— Jin, es mejor que nos vayamos ahora —Dijo un chico rubio, que se acercaba a Jin, tomándolo del hombro.

— ¿Quién eres tú? —Pregunté.

— Es mi amigo, Jimin —Dijo Jin, comenzando a caminar.

— Jin no te vayas —Traté de detenerlo, pero su amigo no lo permitió, jalando a Jin con él.

Y en cuanto noté que Seokjin no se encontraba, sentí una punzada fuerte en el corazón.

— ¡Yoongi! —Grité, caminando en dirección hacia mi oficina, con un sentimiento de enojo y tristeza.

Yoongi apareció en cuestión de segundos, corriendo — Dígame, señor —Habló.

— Quiero que me traigas mi café, ahora mismo —Abrí la puerta de mi despacho.

Yoongi puso el café enfrente de mi escritorio, casi instantáneamente después de la orden que le di.

— Es que no lo entiendo, ¿Qué tengo que hacer para que deje de actuar de esa forma? —Digo, tomando un sorbo de café.

— Usted está haciendo un gran trabajo señor Kim —Dijo Yoongi, acomodando los papeles de la mesa, los cuales estaban regados por todo el espacio.

— ¿En verdad? —Pregunté.

— Claro —Respondió, pero sabía que lo decía para no hacerme enojar.

— Dime la verdad, o te despediré.

Yoongi pensó unos cuantos segundos, acomodando sus lentes, para después suspirar.

— Mire, no conozco bien el tipo de relación que lleva con ese joven, pero con lo que pude ver el día de hoy, me parece que es mejor que no insista con él, y con eso me refiero a que lo deje tranquilo unos días, por el comportamiento que tenía el joven parecía que iba a tener un ataque de ansiedad —Contestó Yoongi, él era una persona reservada en cuanto opiniones, sobre todo en situaciones tan personales, pero era muy sincero.

— Lo arruiné todo —Dije, ocultando mi rostro entre mi escritorio.

— Si me permite opinar, esto puede tener una solución, así que no se preocupe demasiado, el joven parece ser alguien comprensivo —Y con eso, Yoongi salió de mi oficina.

Lancé un suspiro frustrado— Eso espero.