Capítulo 7
Durante los últimos tres días no había podido conciliar el sueño, cada vez que dormía, comenzaba a tener pesadillas, pesadillas en las que la imagen de Kim Namjoon aparecía, atormentando a aquel niño de ocho años, débil e indefenso.
Escuché el sonido de alguien llamar a la puerta.
— Jin, soy yo —Llamó Taehyung, al otro lado de la puerta.
En cuanto oigo su voz, corrí para abrir la puerta y abrazarlo.
— Te extrañé —Dije, aferrándome a él.
— Tranquilo —Dijo, notando de inmediato la inquietud que tenía.
— ¿Qué voy a hacer?, en una hora tendré que firmar ese estúpido contrato.
Taehyung me abrazó, sin decir alguna palabra, solo escuchándome.
— Taehyung, sé que debemos terminar esta relación lo más pronto posible, pero no quiero que nos dejemos de ver, prométeme que me esperarás, que aunque sea poco nos veremos, no quiero pensar la vida sin ti.
Taehyung no volvió a contestar, y esta vez se soltó del abrazo.
— ¿Taehyung?.
— Lo siento, pero no puedo esperar a decírtelo después, Jin yo- —Taehyung fue interrumpido.
— Jin cariño, tu padre quiere que vayas a la empresa, pronto llegará el joven Kim —Habló mi madre, sonreí para ella.
— En un segundo iré madre —Dije, ella de inmediato notó la situación, así que se fue sin decir nada.
— Jin, no pienso quedarme —Dijo Taehyung.
Mi corazón sintió un desgarre.
— ¿A qué te refieres?.
— No puedo soportar la idea de verte casado con alguien más, no quiero ser tu segundo alfa, maldición, ni siquiera quiero imaginarte viviendo con alguien más, Seokjin, podrá sonar egoísta, pero no lo es, no me pidas que me quede contigo, que no no haga una vida cuando tú estarás con alguien más.
— N-no lo hago por amor, debes de comprender eso —Dije, tartamudeando debido al gran nudo que sentía en la garganta.
— Lo entiendo, pero no deseo ser un simple amante, no soporto la idea de compartirte con alguien más.
— Te entiendo, p-pero, simplemente no quiero perderte.
Taehyung suspiró, dándome un abrazo.
— Tu padre ya lo sabe, en una semana me iré a Japón, dejaré mi puesto.
— ¡No! —Me aparté de su abrazo —Si te vas, no lo soportaría.
— No tengo más opción.
— Claro que sí, la tenías, podías hacer algo, por nosotros —No esperé más, salí del pasillo.
Mi día no podía ir de mal en peor, no solo mi relación acababa de terminar, también me estaría comprometiendo con la persona que más había odiado en toda mi vida.
— ¿Tienes idea de lo que cuesta esta camisa? —Escuché la voz de alguien, alcé mi mirada, y pronto miré a mi amiga, Kim Dahyun, siendo molestada y regañada por un hombre, el cual no vi su rostro ya que estaba de espaldas.
— Yo... Lo siento —Dijo Dahyun, obviamente estaba muy asustada, pues siempre era muy alegre, pero su tono solo mostraba su miedo.
— No podía esperar menos de una tonta beta, inservible.
Mi sangre estaba que hervía del coraje
— Disculpe —Fui a intervenir, casi poniéndome enfrente de Dahyun.
Y pronto me di cuenta de mi error.
Ahí estaba él, con una mirada molesta, su cabello peinado hacia atrás, y un camisa manchada de café.
Pronto su mirada cambió a una burlona.
Tan típico de Kim Namjoon.
— Oye, bonito, no intervengas en esto, el problema es con ella —Dijo, y al instante sentí el asco por el apodo que me dio él.
— Ella ya se disculpa, así que déjala en paz.
— Vaya, para ser pequeño tienes muchas agallas —Rió — ¿Sabes quién soy?.
Me limité a no responderle — Sus amenazas no me intimidan.
— Ah, claro claro, ya lo veremos en un rato —Dijo, caminando en dirección al ascensor, seguramente yendo hacia la sala de juntas.
— ¿Estás bien? —Pregunté en cuanto se fue.
Dahyun asintió, dibujando una sonrisa cerrada —Gracias Oppa, no sé que hubiera pasado si no me hubieras defendido con Kim Namjoon.
— No te preocupes por eso, si él te vuelve a molestar estaré para defenderte.
Dahyun sonrió, y después de hablar un poco, se fue directo a las oficinas.
Mientras tanto, yo debía enfrentar mi destino en estos instantes.
Cuando estuve en frente del ascensor, miré como Kim Namjoon estaba recargado sobre él, con una sonrisa.
— Hola bonito —Dijo.
Con mucho esfuerzo, logré no rodar los ojos de molestia.
— Por favor, no me digas así —Dije.
— Ah, claro, está bien, lo que pidas... Te estaba esperando —Volvió a hablar.
— ¿Para qué? —Pregunté, con cierto tono de molestia.
— Quería hacerte una pregunta, ¿Cómo te llamas? —Preguntó.
Ah, así que no me reconoce.
Reí —No creo que esa información te importe —Dije.
— Claro que sí —El ascensor se abrió —Por favor, pasa —Dijo.
Me asqueaba la manera en que podía coquetear con alguien cuando en unos minutos se estaría comprometiendo.
— Entra primero tú —Dije, y él al instante entró, con una sonrisa, yo también di una sonrisa, presionando el botón de subir del ascensor tan rápido que él no pudo salir a tiempo, con una sonrisa me despedí de él, mientras me miraba con una sonrisa.
No tuve más opción que irme caminando por las escaleras, pero de cierto modo era mejor que irme junto a Kim Namjoon.
Caminando por las escaleras me dio tiempo de ir pensando la situación que se podía presentar en la sala de juntas, debía estar preparado ante todo momento, sino, podía tomarme desprevenido.
Pero, pronto mi recorrido terminó, llevándome al pasillo donde se encontraba la sala de juntas.
Con pasos lentos, caminé rumbo a la sala, con las manos temblorosas, tomé la manija de la puerta, dando vuelta, y al mismo tiempo abriendo la puerta.
Las miradas en mí pronto estuvieron.
Kim Namjoon me miró, y pronto una sonrisa se formó en él.
— ¿Eres el asistente de Seokjin? —Preguntó, por dios, él debía ser estúpido o ciego para no darse cuenta.
— Por favor Seokjin, pasa, estábamos esperándote.
El rostro de Namjoon pronto palideció, mirándome con la boca abierta, es cierto que había cambiado, pero solo un poco.
— ¿T-Tú eres Seokjin? —Preguntó.
Solo asentí, cerrando la puerta detrás de mí.
— ¿Qué te pasó? —Preguntó, esta vez si pude rodar los ojos de molestia.
— Ya que estamos todos presentes, es el momento de comenzar con la firma de contrato —Cada uno de los integrantes se sentó en una de las sillas, con la mirada, busqué a Taehyung, sin embargo, él no estaba presente, bufé con un poco de tristeza.
— Kim Namjoon, en el contrato se establece que el matrimonio que poseerás con mi hijo, Kim Seokjin, será con bienes mancomunados, es decir, la mitad de las propiedades que ambos poseen serán compartidos, ¿Están ambos de acuerdo con eso?.
— Por supuesto —Respondió Namjoon, sin dejar de mirarme fijamente.
— Sí —Dije.
— ¿Algo que deseen agregar al contrato?
— Aunque no se haya mencionado, quiero creer que en el contrato está incluido un acuerdo de fidelidad —Mencionó Namjoon.
— Por supuesto —Respondió mi padre.
— De mi parte no habría problema, no sé si Seokjin tenga algún problema —Dijo Namjoon.
Sonreí, de la manera más hipócrita posible —Claro que no.
— Entonces, si no hay nada más que agregar, es momento de firmar el contrato.
Mi padre entregó no solo una pluma a Kim Namjoon, también a mí, él sin ningún titubeo firmó el contrato, dejando después el contrato en mis manos.
Con un largo suspiro, firmé mi sentencia.
— ¡Damos por terminado el contrato de matrimonio entre mi hijo, Kim Seokjin, y el joven Kim Namjoon!.
La gente de la sala aplaudían, como si se tratase de una excelente noticia.
Y en menos de diez minutos, la gente se comenzaba a retirar, dejándonos a mi padre, Kim Namjoon y a mí.
— Joven Kim, es para mí un gusto que hagamos este trato, estoy seguro, que se lograrán cosas extraordinarias.
— También lo creo, señor Kim.
— Si necesitan algo para la boda, no duden en preguntar, claro, a excepción de los preparativos, pues mis conocimientos en esa área son escasos, mi esposa será la encargada.
— Muchas gracias señor Kim.
— ¿Le gustaría ir a nuestro hogar a cenar?, mi esposa ha preparado una comida exquisita.
— Claro que sí señor Kim, pero antes, me gustaría hablar con su hijo, a solas.
Su comentario me alertó, ¿De qué quería hablar conmigo?.
— Oh, por supuesto —Mi padre se retiró de la sala, dejándome solo con Kim Namjoon, éste comenzó a acercarse a mí, con una sonrisa dibujada en el rostro.
— ¿Para qué querías que habláramos? —Pregunté.
— Ah, en verdad no puedo creer que el patito feo sí se convirtió en cisne —Habló, ignorando la pregunta que le hice.
— Era claro que no me iba a quedar así toda la vida.
— Me sorprende bastante las agallas que tienes ahora, eres como un nuevo Kim Seokjin, me gusta demasiado.
— Por favor, deja de fingir, y mejor dime, ¿Por qué aceptaste este trato?, no obtienes ningún beneficio con él, al contrario, vas a perder demasiado, no solo hablando económicamente, también en tu vida, ¿Por qué?.
Namjoon no contestó, en su defensa, comenzó a acercarse más a mí.
— O-Oye, ¿Qué haces?.
Pronto, Namjoon tomó mis manos, elevándolas arriba de mí y empujándome, dejándome acorralado.
— Simplemente porque pensé en lo divertido que sería molestarte, aunque, por un momento creí que sería aburrido, y pensaba retirar el contrato, pero, al verte, me di cuenta que las cosas serán más divertidas de lo que pensé.
— Suéltame —Dije, tratando de zafarme de su agarre.
Se acercó demasiado a mí, y por instinto cerré los ojos.
— Aunque no lo admitas, sé que te intimido —Susurró en mi oído, para después soltarme.
— ¿Vienes o te vas a quedar? —Preguntó, mirándome desde la puerta.
Agh, que desagradable es.
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