Jin

— Si quieres puedes irte, puedo irme en autobús —Dije, retirandome el cinturón de seguridad del automóvil de Jungkook.

Jungkook negó — No te preocupes, te acompañaré, al menos hasta la entrada del consultorio médico —Rió Jungkook.

Empecé a sentir como una sonrisa se aparecía en mis labios con su respuesta, ni siquiera era algo forzado, era como si en automático lo hiciera, abrí la puerta del auto, saliendo casi igual que Jungkook.

Jungkook esperó hasta que llegara a su lado para volver a caminar normalmente, no hubo alguna plática relevante en el proceso de camino al hospital, pero no era incómodo, incluso podría decirse que era reconfortante mantener un silencio tranquilo.

Las puertas automáticas del hospital se abrieron, comenzando a caminar entre los pasillos, mi vista se alzó, mirando directamente a la persona que caminaba enfrente de nosotros.

Kim Namjoon.

Jungkook sonrío, saludandolo al instante, energéticamente, cómo el solía ser, Namjoon respondíó la duda de Jungkook, hasta que mencionó estar enfermo, era raro que Namjoon llegase a enfermar, era alguien sano, casi nunca lo había visto ir a consultas cuando estábamos juntos.

Quería preguntarle exactamente para que fue a consulta, pero mis labios no querían moverse, no cuando él y yo ya no éramos nada.

— Disculpen, pero ya debo retirarme, fue agradable verlos, nos vemos después —Habló él, antes de que pudiera decir algo, despidiéndose de nosotros.

Observé cómo caminaba hacia la salida, hasta que por fin no logré visualizarlo más.

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— Vas muy bien con tu tratamiento, creo que en un par de meses, podremos terminar con tu tratamiento.

Sonreí —Eso espero doctor, ya ha pasado muchos años desde que inicié con el tratamiento para tener inactivado a mi lobo, pero no había visto tanto progreso en años.

— Por lo que veo, has mejorado mucho gracias a tu estado de ánimo, tu tratamiento no podía avanzar mucho, debido al estado sentimental que te encontrabas, pronto sanarás tanto de salud, cómo sentimental.

La sonrisa en mí desapareció, en cuanto recordé a Namjoon —Doctor, quisiera preguntarle algunas cosas —El doctor dió una respuesta afirmativa, dándome a entender que podía realizar mi pregunta —¿Usted tiene un paciente llamado Kim Namjoon?.

— Sí, es mi paciente —Contestó.

Sentí algo de felicidad cuando confirmó, ahora podía realizar mi verdadera pregunta.

— Noté que hoy vino Namjoon a consulta, ¿Está enfermo?, ¿Qué tiene?.

— Yo le haré otra pregunta, ¿Qué es de usted Kim Namjoon?.

— ¿Namjoon? —Dije, parpadeando un par de veces, pensando que contestar —Pues es... Un conocido —Dudé al responder, sin saber que decir exactamente.

—Discúlpeme paciente Kim, pero no puedo proporcionar información de mis otros pacientes, a menos usted sea directamente familia del paciente.

Suspiré pesadamente, antes de responder —¿Ser esposos cuenta como familia? —El doctor Kim asintió, suspiré un poco, antes de responder de nuevo — Kim Namjoon es mi esposo.

El doctor pareció pensar, hasta que luego, dió una sonrisa, como si le divirtiera la situación —En realidad, ya lo sabía, solo faltaba que usted lo confirmara.

¿Qué?.

El doctor comenzó a buscar en su computadora, fue cuestión de segundos para que volteara a mirarme.

— Su esposo toma un tratamiento parecido al suyo.

— ¿Qué?, ¿Cómo que parecido?.

— El tratamiento de su esposo es más potente, una vez le comenté que los alfas llegaban a tener a otro Omega para evitar este tipo de tratamientos, sin embargo, su esposo tienen un tratamiento que, se podría decir era casi obligatorio.

— ¿Obligatorio? —Pregunté.

— Hace dos años su esposo tenía tan solo dos meses contemplados de vida.

Abrí los ojos a más no poder, como si fuera un cuento, algo irreal, no podía creer que el mismo Kim Namjoon que yo conocía pudiera morir.

— A diferencia de usted, su omega era el único que moriría, pero en el noventa porciento de los casos solo se convierten en betas, el señor Kim estaba en un estado de gravedad alto, la recomendación que se le hizo fue estar en el tratamiento, pero también conseguir una nueva pareja sentimental, ya que eso elevaba las probabilidades para que el tratamiento fuera más efectivo.

— Y, ¿Él aceptó? —Pregunté, impaciente por la respuesta.

— No, se negó, a pesar de que que comentamos que el tratamiento no aseguraba su recuperación o siquiera la posibilidad de vivir, él siempre se negó, diciendo que él solo necesitaba el tratamiento.

Escuchar eso, era como si pudiera sentir como un balde de agua con hielo, cayendo directamente hacia mí, la cara de la otra moneda me estaba siendo revelada, como si el destino me dijera que no solo fui yo la víctima.

— Perdone, doctor —Reí nerviosamente —Es que en verdad, lo que me dice, me parece irreal, ¿Cómo fue posible que todo eso pasara sin siquiera darme cuenta?.

— Comprendo, y mi intención no es causarle dudas ni mucho menos conflictos éticos, mi intención solo fue responder sus dudas.

— Gracias doctor.

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— Has estado muy pensativo desde que saliste de la consulta, ¿Hubo alguna mala noticia? —Preguntó Jungkook, en cuanto entramos al automóvil.

— Estoy bien —Dije.

— Estabas feliz antes de entrar a la consulta —Comentó Jungkook —Disculpa, si no quieres decirme, no tienes que hacerlo.

— Si lo pienso, era algo obvio, no podía ser yo el único con un problema después de estar separados, pero me parece irreal, no es algo de él.

Jungkook me miraba, parecía que no comprendía nada de lo que le decía, pero aún así se mantuvo en silencio, escuchandome.

— Namjoon estuvo apunto de morir hace dos años, y a pesar de la noticia que recibí, aún así no me siento capaz de perdonarlo, hay algo que simplemente no me lo permite, ¿Está mal?

Jungkook parpadeó un par de veces, dió un pequeño suspiro, y volteó a mirarme — No te sientas mal por eso, sé que en este momento tienes un sentimiento de culpable, pero creo que cada uno cometió sus errores, aunque fueran grandes o pequeños, fueron errores que provocaron que se lastimaran mutuamente, y, a pesar de que es triste escuchar lo que Namjoon pasó, él cometió errores que a ti también te lastimaron y dejaron marcado, no sé que fue exactamente que te dijo el doctor, pero no te preocupes por lo que te digan los demás, todo lo has hecho por tu felicidad, no dejes que influyan en la decisión que tomaste con Kim Namjoon acerca de su relación, claro, a menos que seas tú quien quiera cambiar esa decisión.

— Nunca tuve un momento de felicidad, y cuando creí que la tendría, me fue arrebatada por las mismas personas que me atormentaban desde pequeño, es algo patético si lo piensas bien, en mi vida jamás tuve algo mío realmente, nada de lo que he hecho es reconocido, y siempre seré el malo para todos los demás.

— Pues los demás son unos idiotas, no se dan cuenta de lo increíble que es Kim Seokjin, un buen hijo, amigo, compañero, que siempre está dispuesto a ayudar a quienes lo necesitan, y que su familia y amigos más cercanos lo aman por eso y más, incluyendome.

Me quedé callado, agachado, mirando mis manos ante lo último que dijo Jungkook.

— Sé que para ti siempre seré solo seré un colega, o quizá, un amigo, y lo acepto y aceptaré, pero no sabes la envidia que le tengo a Namjoon por estar casado con el Omega de mis sueños —Sonrió con una sonrisa cerrada.

— Perdóname Jungkook.

— ¿Por qué?.

— Porque jamás podré enamorarme de ti, estoy tan agradecido contigo, por todo lo que haz hecho por mí, pero no creo que pueda corresponder tus sentimientos jamás, al menos no de la misma forma.

Jungkook agachó— Lo sé, sé que sigues amando a Namjoon, y es lógico, ha sido tu esposo por- —Jungkook no terminó de hablar, pues lo interrumpí en cuanto comencé a escucharlo hablar.

— Yo no lo amo, dejé ese sentimiento por él hace años, y eso no va a cambiar.

— Claro —Respondió Jungkook, aún así, su tono de voz me hizo saber que no lo decía convencido, pensando que yo seguía amando a Namjoon.

La preocupación y el amor son cosas totalmente diferentes entre sí, nada que ver.