Caminé hacia mi oficina, con mi cara adormecida por el sueño y los párpados casi caídos.

— En serio te ves mal —Dijo Minnie, soltando los documentos semanales con su secretaria.

— Cierra la boca —Caminé derecho, evitando seguir la burla de ella.

— Supongo que no te importa lucir mal para Namjoon.

— Por supuesto que no me importa —Dije serio.

— Es por eso, que elije personal con buena apariencia.

Me detuve en seco, para voltear a mirarla — ¿A qué te refieres?.

— ¿No has visto a su nueva asistente?, Es una joyita, bonita, inteligente, de buen gusto, todo lo contrario a ti.

— Cállate, no me interesa escuchar tus estupideces —Caminé con molestia a mi oficina.

No sabía que Namjoon había contratado una nueva asistente, siempre había sido solo Yoongi.

— Tremenda estupidez.

Mi celular comenzó a sonar, al levantarlo, noté que se trataba de Jungkook, decidí ignorarlo, apagando mi celular.

La puerta se abrió, apareciendo detrás de ella Hoseok con una gran sonrisa.

— Hola hola jefe, ¿Qué necesita hoy? —Preguntó, entrando a mi oficina.

— Ah, Hoseok, ¿Sabes si ya llegaron los documentos contables?.

Hoseok asintió —Sí, pero no los tengo yo.

— ¿Cómo que no los tienes tú?, Eres el único que se encarga de eso.

— Kim Namjoon me pidió que le entregara los documentos a la nueva chica.

— ¿Nueva chica?, ¿De verdad contrató a alguien más? —Pregunté, Hoseok asintió —¿Y qué pasó con Yoongi?.

— Lo ascendió —Hoseok sonrió felizmente.

— Wow, me alegra escucharlo —Sonreí igualmente al ver a Hoseok emocionado —¿Ya conociste a su nueva asistente?.

— Es muy bonita, no recuerdo su nombre, pero fue muy amable, es más joven que todos, se nota su emoción, a veces dan ganas de regresar a esa época para tener esas alegrías que los jóvenes tienen —Sonrió Hoseok.

— Imagino —Di una media sonrisa.

— ¿Quieres conocerla?, Está todavía en el despacho de Namjoon.

Asentí, caminando con Hoseok a la oficina de Namjoon, por algún motivo sentía la necesidad de conocerla, por como se expresaban de ella, era muy bonita.

Hoseok tocó la puerta, esperando escuchar una respuesta aprobatoria de Namjoon.

En cuanto la puerta se abrió, la imagen de una chica apareció para recibirnos.

Bonita, joven y con clase.

— Buena tarde, pasen —Dijo la joven, dejando la entrada libre.

Hoseok entró sin pensarlo, sin embargo, yo tardé un poco más, caminando un poco miedoso.

Namjoon no nos miró, estaba leyendo unos papeles.

— ¿Por qué no me consultaste para contratar a tu nueva asistente?.

Miré como Hoseok abría los ojos, seguramente pensando que no debía decirme.

— ¿Quién te contó? —Preguntó, mirándome.

— Minnie me dijo que la contrataste —Hice una pausa, esperando a que él dijera algo —Sabes bien que yo también me encargo de la contratación del personal.

— Yo no fui quien la contrató, fue Minnie, la recomendó, y como tal, no está contratada, tiene un mes de prueba en la empresa.

— Con mayor razón, Minnie no debía tomar decisiones que no le corresponden.

— Escucha, ella no está contratada definitivamente, si ella falla, te prometo que tú te podrás encargar al cien del nuevo personal, solo deja que pase el mes.

— Si me permite opinar —Habló la chica, esperando una muestra de aprobación —Le prometo que daré lo mejor de mí, no pienso fallarle tanto a usted cómo a mi jefe —La chica me sonrió.

Por algún motivo, me sentía un poco mal al comportarme así de él.

— ¿Cómo te llamas? —Pregunté.

— Ahn Yujin, señor —Ella volvió a sonreír.

— No lo sientas personal, es solo que no me gusta que tomen las decisiones de mi trabajo.

— No se preocupe señor, lo entiendo perfectamente, pero, cómo le comentaba, le prometo que daré lo mejor de mí.

Miré la ropa bien planchada y combinada de la joven Yujin, y luego miré mi ropa, un pantalón de mezclilla algo viejo, una camisa azul y un saco café muy holgado.

Por supuesto, debía hacer comparaciones en momentos como este.

Una llamada resonó en el teléfono fijo de Namjoon, este respondió, diciendo en cuestión de segundos "Dígale que vaya a la sala general, por favor".

— Tenemos que ir a atender a un cliente, por favor, Yujin, encárgate de los seis libros contables y entrégamelos mañana en la mañana.

La señorita Yujin asintió, dando una respuesta aprobatoria.

— ¿Vamos? —Preguntó Namjoon, en cuanto estuvo frente a mí, yo solo asentí, caminando a un lado de él.

Cuando salimos de su oficina, al comienzo del camino fue como el de siempre, callado, hasta que de repente, Namjoon comenzó a a hablar.

— ¿Estás molesto por qué Minnie la contrató? —Preguntó, sin mirarme, sin detenerse, seguramente casualmente.

— Solo porque no me lo consultaron, pero ella se ve muy amable y responsable, aunque, le has dejado demasiado trabajo —Respondí.

— No es como si le dejara el camino fácil para el trabajo, si ella en verdad desea el trabajo, debe trabajar igual o más que Yoongi.

Reí —Pensé que solo la dejarías escribiendo un artículo y ya, ella se ve como tu tipo ideal.

— ¿Mi tipo? —Preguntó Namjoon — Mi tipo ideal cambió hace mucho, creo que ya deberías saberlo... ¿Tú no tienes tipo ideal?

— En realidad, eso no me interesa, hace mucho que cosas así dejaron de ser importante.

— Hablas como si fueras un anciano.

Subimos al ascensor, para mi mala suerte, estaba vacía.

"Genial" pensé sarcásticamente.

— Tampoco es que sea joven como hace años —Respondí.

Namjoon oprimió el botón de subir, empezando a moverse el ascensor.

— Aún así, a cualquier hombre le gustas.

Parpadeé, comprendiendo lo que estaba pasando — Por favor, guardate esos comentarios de mal gusto.

Namjoon se giró hacia mí, mirándome muy de cerca —¿Acaso me equivoco?, Actúas como si no supieras el efecto que causas en los demás, a veces llega hasta ser molesto.

— ¿Molesto?, ¿Molesto para quién?, Yo ni siquiera soy relevante.

Namjoon fue hacia los botones del ascensor, oprimiendo uno que no pude ver con claridad, pero al notar como se detuve en seco, supe que había parado el ascensor.

— ¿Qué demonios crees que haces? —Pregunté, comenzaba a molestarme por la acción de Namjoon.

Éste se acercó de nuevo a mí, cada vez más, di algunos pasos hacia atrás, hasta dar tope con la pared del elevador.

Namjoon tomó mis manos, elevandolas y pegandolas en la pared.

— Suéltame maldito —Dije, tratando de zafarme de él.

— ¿Por qué crees que todo el mundo te mira aunque no digas nada, aunque solo estés sentado, aunque solo respires?, Para todos los alfas que te miran eres el Omega más hermoso que ellos puedan conocer, ¿Y cómo crees que me hace sentir eso?, No sabes cómo muero de celos con solo pensar que ellos desean hacerte algo.

— ¿Qué estupideces estás diciendo?, Suéltame.

En cuestión de segundos Namjoon unió sus labios con los míos, empezando un beso forzado y alterado.

Quise quitarlo, empujarlo, y probablemente patearlo, pero en su lugar, poco a poco comencé a corresponder su beso.

Namjoon me soltó, y yo simplemente enredé mis brazos en su cuello, ambos juntandonos más.

Las manos de Namjoon bajaron hasta mi cintura, aprisionandola con un poco de fuerza, no pude evitar jadear entre el beso, se sentía emociones combinadas, las cuales no podía expresar, pero lograba estremecerme completamente,

En cuanto comencé a sentir como mi Omega despertaba, detuve el beso en seco.

Namjoon me miró sorprendido, parecía que iba a decir algo, yo solo fui hacia el elevador, intentando presionar el botón del piso tres para irme, pero Namjoon me tomó del brazo, evitando que lo hiciera.

— Jin.

Namjoon quiso acercarse de nuevo a mí, lo único que se me ocurrió para detenerlo fue darle una bofetada, zafandome de su agarre.

— Jin, escúchame —Dijo Namjoon.

— ¿Qué quieres decirme?, Eres un idiota, ¿Cómo te atreves a reclamarme o siquiera molestarte?, Jamás hiciste nada para defenderme de ese imbécil que se aprovechó de que estaba drogado hace dos años, maldito, ¿Creíste que iba a caer de nuevo ante ti como hace dos años?, ¿Se te olvida que hiciste lo mismo meses después de dejarme?, Eres de lo peor, solo jugaste conmigo en ese momento porque sabías que te perdonaría, porque sabías que estaba tan enamorado, pensaba que todo podía regresar a la normalidad, pero ya no soy como hace dos años, el estúpido Seokjin se fue.

— Seokjin —Cuando Namjoon comenzó a hablar, la puerta se abrió.

— Por tu culpa mi Omega estuvo débil durante un año, casi a punto de morir, todo hubiera estado bien si no hubieras jugado así con él, ¿Pero eso te importa?, Claro que no, ¿Eres feliz con Minnie?, Yo espero que sí, cuando decidiste creerle a ella en vez de mí, me demostraste quien te importaba más.

— ¿Tú crees que mi alfa está bien?, Por supuesto que no, todos los malditos días debo tomar pastillas para que su enfermedad no avance más, ¿Crees que eres el único en sufrir?, Solo imagina lo que sentí cuando ví esas imágenes tuyas, no sabes cómo me morí de dolor al solo imaginarte con alguien más.

— Imagina lo que yo sentí, cuando ni siquiera mi propio esposo me creyó, por suerte, ese tipo solo necesitaba tomar fotos para exponerme, porque te juro que no se que hubiera hecho si él hubiera abusado de mí.

— ¿Cómo sabes eso?.

— Porque al día siguiente fui a realizarme laboratorios, y salieron negativos a cualquier tipo de contacto sexual.

— ¿Y jamás me mostraste esos documentos?.

— ¿Cómo querías que lo hiciera?, El día que fui a buscarte no quisiste recibirme, todo el tiempo no hacías más que evitarme, ¿Así querías pruebas?.

— Debiste decírmelo desde un inicio.

— ¿Sabes una cosa?, No sé ni porque discuto contigo, hace mucho dejó de importarme si eso te interesa o no, es tu problema.

— Por supuesto que es mi problema, eres mi esposo.

— Solo por compromiso, sin mencionar que prácticamente, me has obligado seguir casado contigo, dímelo, ¿Por qué te niegas a darme el divorcio?, Hace mucho que tú y yo estaríamos mejor separados que juntos.

— Nunca, nunca te pienso dar el divorcio, te dije que seguiremos juntos hasta el último momento.

— Entonces espero que puedas seguir soportando estar prácticamente soltero, créeme, te conozco y sé que en cualquier momento irás tras una nueva conquista.

Oprimí uno de los botones del elevador, y, para mi suerte, en cuestión de un par de segundos se abrió en el tercer piso, saliendo, había tanta gente, que aunque Namjoon quisiera detenerme, no lo hizo.

Era todo.