Capítulo 2
— ¿Tienes mi tarea? —Preguntó, con la sonrisa más descarada posible, por suerte, evité rodar los ojos de molestia.
— Aquí está, y también está la tarea de tus amigos —Dije, mirando de reojo a su molesta pandilla. Sehun simplemente apartó la mirada, ignorandome.
— Oye, ¿Qué tanto miras? —Namjoon me empujó muy fuerte, haciendo que me golpeara contra la pared en cuestión de segundos.
— Nada —Respondí en cuanto recuperé el aliento, bajando la mirada al suelo.
— Más te vale mi puerquito, oye, mañana tienes que hacer mi tarea de biología, no olvides que debo salir con el mejor promedio de la secundaria, por ahora te voy a dejar descansar, ¿No crees que soy muy considerado contigo?, deberías agradecerme —Preguntó Namjoon con la sonrisa más descarada.
No respondí, simplemente me quedé callado.
— ¡Oye imbécil!, te dijo que le agradecieras —La amiga de Namjoon volvió a empujarme, pero sin la misma fuerza de éste.
— Minnie, Minnie... tranquila, él lo hará por sí mismo, ¿No es cierto? —Namjoon me preguntó con una sonrisa.
Lo miré completamente serio, sin embargo, no le respondí, .
Su mirada pasó de ser una burlona a una molesta, entendió que no lo haría, y eso lo hizo enfurecer, pero esta vez, no recibí ningún golpe, solo otra risa, más burlona que la anterior.
— Algún día lo necesitarás, créeme, y ese día, lo disfrutaré como no tienes idea.
Volvió a empujarme, haciéndome caer, haciendo que mis gafas se cayeran un poco, cuando las acomodé vi que ninguno de mis acosadores estaban ahí.
Rodé los ojos, antes de querer tomar mis cosas, noté como una chica comenzaba a acercarse a mí.
— Oye, ¿Te encuentras bien? — Preguntó en cuando estaba lo suficientemente cerca de mí.
— A-Ah, sí claro, estoy bien, muchas gracias por preguntar — Dije, con voz temblorosa, esperando que no haya visto como era molestado unos segundos antes por Kim Namjoon y su pandilla.
— ¿Quieres que te ayude? —Ella se agachó tomando algunas de mis cosas para después entregármelas.
— Gracias —Agradecí, y en cuanto tuve todas mis cosas a la mano quise irme.
La realidad es que a mis doce años era alguien tímido respecto a las chicas, pues no era común que se acercaran a mí, y como siempre, todo esto era por culpa de Kim Namjoon.
— Oye, no te vayas —Ella me siguió y caminó a mi lado.
Acomodé mi cabello, nervioso —Gracias por ayudarme.
— No hay que agradecer, ¿Cómo te llamas? —Me preguntó, sonriendo.
No quería decirlo, porque tenía miedo que al responderle se alejara de mí como todos los demás, todos estaban conscientes de que era el "puerquito" de Kim Namjoon.
— Soy... Soy Kim Seokjin.
— Ah, pues mucho gusto, yo soy Myoui Mina, encantada de conocerte—Ella dio una sonrisa.
No pude evitar sonreír al mismo tiempo.
— ¿En qué grado vas?.
— Acabo de entrar a esta institución, soy de primer año.
— Oh, yo también soy de primer grado —Mencioné.
— ¿En verdad?, quizá puedas ayudarme, no conozco bien esta escuela, soy alumna de intercambio, vengo de Japón.
Aunque dudé un segundo, terminé aceptando, sabía que era arriesgado, pero por primera vez quería arriesgarme, por ella, era como una luz radiante que quería conocer.
Los siguiente meses fueron los más felices que había vivido, Mina y yo comenzamos a salir en menos de dos meses.
Por los miedos que llegué a tener, mantuve mi relación en secreto, deseando que no la molestaran por mi culpa, solo nos podíamos ver en la azotea del instituto, pero ambos estábamos felices.
No puedo describirlo, pero fue uno de los sentimientos más fuertes y reales que tuve, ella me hacía querer ser el mejor alfa, claro, aún no sabía mi rango, pero sentía que sería un buen alfa para ella.
Todo iba de maravilla, parecía un sueño que no tendría final.
Pero, desgraciadamente desperté demasiado pronto.
Hubo un día, en el cuál Mina no fue a la azotea, nuestro lugar de encuentro de todos los días.
Me preocupé, pues ella nunca faltaba, pero aún así decidí esperar a encontrarme con ella al día siguiente.
Pero también faltó.
En esa ocasión estaba tan asustado, jamás había hablado con ella fuera de la azotea después de iniciar nuestra relación, pero era más mi preocupación que sin dudarlo salí a buscarla.
Y mi sorpresa fue grande cuando la vi, pero ella no estaba sola, el brazo de Kim Namjoon rodeaba su cuello, en un abrazo que parecía de lo más romántico y tierno para cualquier persona, menos para mí.
Ese día pude sentir la furia recorrer todo mi cuerpo, al ver la forma en que Mina miraba a Kim Namjoon, como si fuera lo más increíble en todo el mundo, la mirada desinteresada de Kim Namjoon en ella, pero con una sonrisa tan burlona, él sabía lo que estaba haciendo, y lo disfrutaba como el loco que era, la furia estaba comenzando a apoderarse en todo mi ser poco a poco, y antes de que pudiera pensar racionalmente lo que estaba a punto de hacer, pude sentir como mis pies caminaban en dirección a ellos, para luego lanzar un golpe directamente en el rostro de Namjoon.
La cara de Namjoon mostró sorpresa en ese momento, pero no duró mucho tiempo así, pues tan pronto como supo que estaba pasando respondió mi golpe con otro incluso más fuerte.
Pronto, todos estaban presenciando la pelea y espectáculo que hacíamos.
Los amigos de Kim Namjoon no tardaron en aparecer como siempre, me sujetaron antes de que pudiera lanzarme contra Namjoon, las burlas solo se enfocaron en mí, todos sabían que estaba perdiendo como siempre.
Cerré los ojos, esperando a que comenzaran a golpearme la pandilla completa Kim Namjoon, solo escuché la risa burlona de Kim Namjoon, haciendo que volviera a abrir los ojos, en cuanto él lo notó, se levantó de su asiento y volvió a reír.
— Te dije que te arrepentirías —Limpió su rostro, con una sonrisa dibujada.
— Eres un... ¿Por qué lo hiciste? —Pregunté, con el corazón destrozado, cada vez me era más difícil contenerme para no terminar llorando en frente de todos, solo eso sería el colmo, mi mirada se enfocó en Mina, la cual hasta ese momento no había hablado —¿Por qué me hiciste esto?, creí que me querías.
Ella me miró unos segundos, con una mirada indescifrable, por un momento creí que se sentía mal por lo que le había dicho, pero en cuanto vi que se dio la vuelta para ignorarme, supe que no le importó mis sentimientos, haciéndome sentir como un completo idiota por seguir creyendo que ella le importaba lo que sintiera.
— Dime, ¿Qué es lo piensas ahora?, segundón —Preguntó Namjoon, acompañado de una sonrisa burlona.
Al decir esa palabra, mi coraje y valentía regresó a mí como una bala, zafándome del agarre de los dos amigos de Namjoon, YoungJae, golpeándolos y dejándolos en piso.
Me lancé contra Namjoon, él no hizo mucho, pues sus amigos siempre eran sus guardaespaldas, y en ese momento estaban noqueados.
Ni siquiera pude contar cuantos golpes había dado a Kim Namjoon, solo podía recordar que cuando le di el último golpe, lo tomé de la camisa, obligándolo a mirarme.
— ¡Te juro Kim Namjoon, que me recordarás toda tu vida!, ¡Voy a tener una empresa más reconocida que la tuya, tendré la revista financiera más grande del mundo, seré un gran alfa, y tú rogarás que te dé un empleo!, ¡Lo juro, pagarás por todo lo que me has hecho desde el primer día de clases!.
Podía recordar su mirada, no demostró sentir nada, tan indiferente a todo lo que le había dicho, y cuando vio que había terminado de hablar, simplemente rió y dijo:
— Eso ya lo veremos, te recuerdo que aquí solo eres un simple alumno, si yo lo pido, serás echado de este instituto, y no solo aquí, en todos lados soy más influyente que toda tu familia, siempre te atormentará el nombre Kim Namjoon, seré una huella imborrable en tu vida, ¿Lo sabías?.
Me miró con desprecio, aún más de lo que yo lo miraba, como si fuera la persona más desagradable e insignificante que haya conocido en su vida.
— Y no importa cuanto quieras ser mejor que yo, nunca lograrás lo que yo tendré, no serás más que un simple sirviente para mí, sé que en cualquier momento, vendrás conmigo a pedirme un favor, y ese día, sabré que será tu gran humillación, ese día, sabré que acatarás cualquier orden que yo, tu jefe, te haga a ti, mi sirviente.
Luego de eso, mis recuerdos eran vagos.
De todo lo que había pasado, podía recordar perfectamente la mano de mi padre abofetearme en cuanto llegué a mi casa, luego de ser expulsado definitivamente de la escuela.
— ¿Cómo pudiste hacer tal estupidez?, ¿No pensaste?, ¿Acaso eres idiota?, ¿Cómo se te ocurre golpear al heredero Kim?.
No respondí, agachando la mirada, no podía sentirme más humillado de lo que estaba.
— ¡Contesta! —Volvió a gritar mi padre, cada vez más molesto.
— Cariño, por favor, tranquilízate —Habló mi madre, tratando de defenderme, aunque sus acciones no calmaran a mi padre.
— ¡No Hyuna, tu hijo cometió el peor error de su vida, ha arruinado la nuestra por las estupideces que ha hecho con el heredero Kim Namjoon!.
— ¡No hables así!, él es también tu hijo —Gritó mi madre, molesta por el tono de voz de mi padre.
Mi madre y padre se alejaron de mí para poder discutir solos, pero aún así podía oír las múltiples frases que dijeron ese día.
— ¡Jamás me hubiera casado contigo!, debí quedarme con Ahn So-hee, ella era mucho mejor que tú.
— ¡Cállate, no me compares con ella, yo no soy esa idiota!.
— Debiste pensar bien las cosas antes de quitarle el novio a tu amiga, querida.
Así fue como me enteré que fui un error, que mis padres no debieron estar juntos, y si ellos no estuvieran juntos, yo jamás tendría que haber vivido todo esto.
Podía recordar cómo terminé llorando solo en mi cuarto, preguntándome cual había sido el mal que yo había hecho para tener que vivir algo así.
Ese fue el segundo peor día de mi vida.
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