Capítulo 12
La señora Alessandra se encargó de guiarme por toda la mansión en cuanto terminé de desayunar, mostrándome cada uno de los lugares que habían en la mansión, y, no podía negar que su personalidad me recordaba demasiado a la de mi madre.
Durante el camino, me contó que está mansión tenía más de cincuenta años, que durante ese transcurso, iba siendo agrandada por la familia Kim, siendo el principal hogar de Namjoon desde que nació.
— ¿Los padres de Namjoon viven aquí también? —Pregunté.
La señora Alessandra negó —Ellos por el momento están viviendo en Estados Unidos desde hace cinco años, siendo el señor Kim el único en habitarla, o bueno, era —Dio una pequeña risa, eso explicaba porque no asistieron a la boda —Joven Kim, en verdad me alegra que el señor Kim tenga alguien con quién compartir esta gran mansión, es cierto que el señor Kim ha tenido una vida llena de lujos, pero no alguien que lo acompañe en la soledad que vive.
— Usted conoce a Namjoon desde hace mucho, ¿Cierto? —Pregunté, ella asintió en respuesta —¿Cómo era él?, Quiero decir, ¿Él era un niño amable?.
Estaba consciente de que quizás, Namjoon no reflejaba su verdadero yo a las personas que lo rodeaban en su vida diaria, a diferencia de su vida escolar.a
Ella pensó un momento —Él siempre fue alguien noble, sí, se las ingeniaba para meterse en varios problemas, pero amaba estar con sus amigos, ellos siempre han estado con él, hacían que se sintiera mejor.
— ¿Mejor? ¿De qué?.
— El señor Kim siempre fue alguien solitario desde pequeño, entrenado para creer que es superior a los demás, pero él, no deseaba sentirse así, él quería tener amigos, recuerdo cuando entró al preescolar, él había preparado todo, se alistó desde temprano, me ayudó a preparar su desayuno, estaba completamente feliz y emocionado.
De pronto, pensar en Namjoon haciendo esas acciones cuando era niño, provocó que diera una pequeña sonrisa, y me recordó el día que asistí a mi primer día de escuela.
— ¿Y qué pasó? —Pregunté, estaba tan enganchado que deseaba saber lo que diría la señora Alessandra.
— Sus compañeros fueron malos con él ese día, regresó con el uniforme, manchado de lodo, lloró mucho, me contó que él se acercó a ellos, pero sus compañeros lo alejaron, diciendo que solo era un niño rico más, estaba desconsolado, no quiso ir a la escuela por días, luego de eso, sus esperanzas para hacer amigos murieron.
Era como yo.
— ¿Hicieron algo para detener a quienes lo molestaron? —Pregunté, me causaba mucha impresión conocer más de la vida de Namjoon, cuando tenía mi edad.
— No realmente, sus padres no hicieron mucho caso sobre ese tema.
— ¿Por qué? Namjoon es su único hijo, ¿No?.
— Aunque quisieran, los señores Kim son personas muy ocupadas, no podían detener sus labores por un asunto escolar de su hijo, por eso me encargaba yo de cuidarlo.
— ¿Así que Namjoon recibió acoso todo ese tiempo?.
Negó —Por suerte, fue transferido a otra escuela, en dónde conoció a sus actuales amigos, el joven Jackson y Young-Jae fueron los primeros en ser sus amigos.
Lo recordaba, ellos fueron los primeros de la banda, luego de ellos se unió Sehun y al final Minnie.
— ¿Los interrumpo? —Preguntó Namjoon, entrando a la sala en dónde nos encontrábamos.
La señora Alessandra sonrió —Joven Kim, regresó más pronto.
— Sí Noona, quise venir más pronto para ver a Seokjin —Dijo entre una sonrisa, enfocando su mirada en mí.
No pude evitar bajar la mirada, de alguna manera me sentía apenado cuando lo miraba directo a los ojos.
— Me parece bien joven Kim, los dejaré solo, si necesitan algo llámenme —Habló la señora Alessandra, retirándose del lugar para dejarnos solos.
— ¿Te sientes mejor? —Preguntó Namjoon, sentándose a un lado de mí.
Asentí — Debo agradecerle a la señora Alessandra, mi resaca se ha ido.
Namjoon sonrió.
— ¿Qué pasó ayer?, No recuerdo nada de lo que sucedió después de tomarme una copa.
Namjoon pensó —Pues, estuviste gritando y caminando por el salón unos minutos, todos te miraron, así que salí contigo un momento afuera, allí seguiste jugando y bailando un poco, hasta que te quedaste dormido.
— No puede ser —Oculté mi rostro con las manos, la vergüenza me invadía, seguramente los invitados debieron reírse demasiado.
— No fue tan grave, en verdad.
Poco a poco retiré mis manos, para mirarlo a la cara —¿Por qué me trajiste a tu casa?.
— Tu padre me pidió que vinieras aquí, vivirás aquí ahora.
— ¿Y cómo es que tengo está pijama?, ¿No habrás... —Realicé una pausa, mirando mal a Namjoon.
Namjoon parecía ofendido — Claro que no, las empleadas fueron las encargadas de cambiar tu ropa.
— Bueno, te creo —Suspiré.
— ¿En serio? —Rió Namjoon — Eso es nuevo.
— Ya, silencio —Di una pequeña sonrisa —Mis cosas, iré en un rato a mi hogar, digo, a la casa de mis padres por mis pertenencias.
— No te preocupes por eso, ya arreglé todo para que un camión de mudanza pasé por tus cosas, ropa, etcétera.
— Bueno, déjame hacer algo al menos—Bufé molesto, no me gustaba que quisieran hacer algo que yo pudiera.
— Pensé que no te molestaría, siempre me equivoco —Namjoon sonrió.
Hubo un momento de silencio entre nosotros, el cual Namjoon cortó.
— Sobre ayer, quisiera que habláramos de eso nuevamente —Dijo Namjoon, asentí en respuesta —En verdad quiero que estemos bien como pareja.
Namjoon tomó mis manos, entrelazandolas, mi respuesta tardó unos segundos
— Ya te dije mi decisión Namjoon —Hablé, cortando el acercamiento que ambos teníamos.
Me levanté de mi asiento, dispuesto a retirarme, pero tan pronto lo hice sentí la mano de Namjoon detenerme, para luego jalarme hacia él.
— Suéltame, Namjoon —Lo empujaba, pero mi fuerza no era suficiente en él.
— Dices que te incómoda que esté contigo, te desagrada, entonces, ¿Por qué tú corazón palpita tan rápido? —Dijo, haciendo que mis mejillas se pintaran de rojo.
— Imbécil, deja de decir tonterías —No podía hacer nada.
— Déjame darte un beso —Dijo Namjoon, lo miré con sorpresa —Por favor, quiero darte un beso.
— ¿Cuando te volviste cursi? —Pregunté, entre una sonrisa burlona, me parecía gracioso que el gran Kim Namjoon pidiera un beso como un si fuese un pre-adolescente.
— Desde que me empezaste a gustar —Dijo, acariciando levemente mi rostro con su mano libre.
Lo pensé un poco, si podía darle un poco a Namjoon, podía dejarme en paz al menos unos momentos.
— Está bien —Dije, rodando un poco los ojos.
Namjoon sonrió, tomando entre sus brazo mi cintura, no podía decir que su tacto me era indiferente, Namjoon era un experto en cuanto seducción, lo sabía, hacía que con solo ese gesto sintiera mi estómago contraerse.
Namjoon se acercó cada vez más a mí, ambos cerramos los ojos en automático, juntando nuestros labios por fin.
Namjoon comenzó con un beso lento, pero apasionado, debía decir, que esté era el único beso que tengo en realidad con Namjoon, y contrario a lo que imaginaba, besaba de maravilla.
Por impulso, rodeé mis brazos alrededor de su cuello, apegandolo más a mí.
Y realmente, pude olvidar por unos segundos mi pasado con Namjoon,
Sabía que jugaba con fuego al momento en que el beso siguió, cada vez más intenso, pero no me importaba demasiado, quemaba tan bien.
Las manos de Namjoon entraron en mi ropa, comenzando a acariciar mi piel, en respuesta jadeé, sin cortar el beso entre nosotros, sentía la misma necesidad que él, todo era demasiado ardiente.
Un sonido molesto retumbó en el armonioso silencio que había.
Era el celular de Namjoon, cortamos el beso debido al ruido, que mal momento de arruinar las cosas.
Mientras Namjoon sacaba su celular, yo comenzaba a buscar aire entre mi respiración cortada.
— ¿Qué sucede? —Dijo Namjoon cuando contestó, igual que yo, con la respiración entrecortado, yo miraba atentamente sus expresiones, él mordió su labio —No puedo ir ahora — No oía la voz de la persona con quién hablaba, suponía que era Yoongi —Estoy algo ocupado —Me miró, con esos ojos penetrantes que lo caracterizaban, ojos de dragón, hizo volver a sentir un calor en mí nuevamente.
— Es mejor que vayas —Dije, acomodando mi ropa luego de que Namjoon la levantara.
Namjoon suspiró —Estaré allí en unos minutos Minnie —Abrí un poco los ojos, elevando una ceja, ¿Con qué Minnie?.
Me resultaba un dilema saber el comportamiento que tuvo Minnie el día que fui a su empresa.
Namjoon cortó la llamada.
Tosí un poco antes de hablar —Supongo que debes ir.
— Volveré en unas horas, tengo que hacer unos asuntos pendientes en la empresa —Dijo Namjoon, asentí en respuesta aprobatoria, sin querer hablar con él.
Namjoon se acercó a mí, en un intento de darme otro beso, pero me alejé antes de que pudiera hacerlo.
Él no dijo nada, solo suspiró, retirándose de la sala.
Con un sentimiento incómodo, tomé mi celular, dispuesto a marcarle a Jimin y Hoseok para poder hablar con ellos.
Maldito Kim Namjoon.
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