Cuando YoonGi empezó a obtener conciencia nuevamente, lo primero que pensó es "Ah~ estoy muerto" después de todo, su cuerpo se sentía demasiado caliente, como si hubiera sido arrojado a una caldera y estuviera siendo cocinado.

Posiblemente estaba en el infierno, por qué. ¿Qué otro lugar en la tierra, estaría tan caliente, sino fuera el infierno mismo?

Pero eso era bueno, al menos ahora no viviría en el infierno mismo de la tierra, después de todo, desde su infancia ha vivido un infierno en vida con esa familia de cuervos.

Suspirando, abrió lentamente sus ojos pesados, es como si hubieran piedras colgando de sus párpados, costandole tanto poder abrir sus ojos. YoonGi observó su alrededor.

¿Dónde demonios es esto?

Estaba como en una cueva, bueno, lucía como una cueva pero su forma era cuadrada y las cuevas no son cuadradas... Aparte de eso, YoonGi vio las ropas que llevaba puesto y estaba vestido con la misma ropa que el jefe de aldea le había puesto.

Rojo y dorado, las ropas del matrimonio tradicional.

Entonces... YoonGi observó el lugar donde estaba postrado y era una "cama" de piedra, a su alrededor en forma de círculo habían llamas azules y rojas que lo encerraban.

Ahora entendía porque diablos sentía tanta calor cuando recuperó un poco la conciencia. Sin embargo, YoonGi sabía sin saber si de diablos era este maldito lugar tan caliente como el laberno mismo.

Pero lo más importante ahora pensó YoonGi, es: "¿Cómo diablos podía salir de este lugar?"

Una risa rebotó en toda la cueva cuadrada, Okay, YoonGi debía de admitir que el eco en esta extraña cueva era realmente potente. Casi queda sordo.

Viendo a su alrededor no encontró la fuente de la risa, pero sin hacerse esperar tanto, varias llamas se iluminaron rápidamente en el aire, YoonGi vio con sus propios ojos como una figura vistiendo la misma ropa que él, sólo que con una corona de jade sobre su cabeza, aparecía frente a él, envuelto un muchas llamas azules.

Estas llamas... Ahora recuerda, estas llamas son del mismo color que la llama misma de su aldea... ¿O debería decir de su antigua vida?

Bueno, eso no importaba, nunca le interesó la aldea y la gente de la misma.

Seguía pensando en cómo abandonar este lugar tan caliente, si seguía estándo aquí, YoonGi pensó que podría morir por tanta calor.

La figura que había aparecido se acercó hasta estar a unos pasos de distancia, el abanico blanco como el jade mismo que estaba en su mano, se posó debajo de la barbilla de YoonGi, haciéndolo mirar hacia arriba.

Aquellos ojos rojizos con toques de dorado le vieron perezosamente, sin embargo las palabras que le siguieron fueron atronadoras a sus oídos.

El dios se acercó lentamente hasta colocar sus rojizos labios cerca del oído del humano y dijo.

— Oh~ cariño, no puedes escapar de aquí. ¿Quieres saber por qué?

YoonGi trago grueso, su manzana de adán moviendose lentamente. Pregunto en un susurro. Aunque ya tenía una idea en su mente...

— ¿Por qué?

Un cálido aliento entro en su oído y su corazón retumbó nerviosamente.

— Porqué ahora eres mi esposa, y no podrás dejar mi lado. Nunca.

YoonGi recuerda que cuando aquel hombre había dicho aquellas palabras, se había congelado en su lugar, sin poder procesar lo que esa boca murmuraba.

Pensando en ese año, YoonGi no puede evitar reír un poco, ah~ él realmente era alguien... "Complicado" pero viendo ahora a la persona que duerme en sus brazos, no puede pedir más.

Este dios que tenía una faceta arrogante, una lengua venenosa y un aura vulgar, este dios que a pesar de que fue "obligado" a casarse con un humano, lo trato tan bien que... YoonGi simplemente nunca pudo odiarlo.

JiMin, el nombre del dios del fuego era JiMin, y aunque ante los ojos de los seres que residían en el infierno, era un dios vulgar, YoonGi sabía que no era así. JiMin había adoptado está cara para tratar con la inmundicia de los humanos y de los seres de este reino.

Cuando YoonGi había salido de aquella cueva extraña, el mundo ante sus ojos cambió, el cielo era de un extraño rojizo con violeta, los árboles no estaban carbonizados como lo decían en los cuentos, y el infierno no era un lugar sin vida con almas llorando, en realidad era un lugar con muchos seres que venían en diferentes direcciones, casas y bestias demoniacas que habitaban pacíficamente.

Su perspectiva del infierno, el lago de los lamentos y el lloro y crujir de dientes se distorsionó con esta extraña y dulce atmósfera.

YoonGi descubrió que el hombre que yacía dormido entre sus brazos, era el segundo en este lugar. El inframundo era gobernando por hades, y JiMin era el segundo en gobernar, ambos tenían partes del reino y no había peleas por territorio.

También descubrió que esa faceta vulgar y ostentosa de JiMin era una cara falsa, que en verdad este hombre tenía un corazón suave, le gustaban las cosas dulces y peludas. Que cuando hacían el amor, este hombre se volvía tan erótico, sensual, hermoso. Cuando entre gemidos seguía rogando por más y más, cuando sus ojos se volvían brumosos y su pecho de cubría de un erótico color rojizo, sudado, caliente, dulce y peligroso, eran cosas que YoonGi descubrió con el pasar del tiempo.

Esta persona que se comporta como un niño mimado cuando sólo están ellos dos en el palacio, es el dios del que se enamoró.

Han pasado ya tres años desde que llegó a este lugar, una vez le preguntó a su esposo, qué había sido de la aldea, si les había devuelto el fuego azul. Recuerda que la sonrisa de JiMin se agrandó y luego le mostró la travesura que había hecho.

Su fuego azul había vuelto a la normalidad pero la séptima noche del décimo mes lunar, el día vigésimo séptimo día, había quemado las cosechas y el fuego se había extinguido. Los aldeanos habían entrado en crisis e intentaron apagar el fuego pero fue Imposible, por dos noches y un día él fuego había arrasado con todo y dejándolos sin nada.

YoonGi no pudo evitar soltar una carcajada y luego besar cariñosamente a su esposo, realmente les habia castigado como se lo merecían, ahora debían de sufrir las penurias y los siete castigos divinos de un agricultor común. Simplemente magnífico, su JiMin era increíble.

JiMin se removió y murmuro quien sabe que cosa, YoonGi apretó más su agarre y beso la frente de su amado, viéndolo suspirar y seguir durmiendo. Hoy parecía ser una de esas noches en las que el sueño se le escapaba.

Pensando en el pasado, YoonGi no puede evitar recordar la confesión de este dios mimado.

Él, que nunca fue amado, no sabe exactamente cuando fue que se enamoró de este dios, sólo sabe que está persona lo hace feliz y eso es lo único que le importa.

Para JiMin es igual, él, un dios que fue "obligado" a casarse con un humano, no pudo odiarlo, antes de haberse presentado ante YoonGi, JiMin ya había leído su corazón, este humano sufrió durante toda su infancia, entonces, extrañamente JiMin deseo poder cambiar eso y darle todo lo que este humano le pudiera, después de todo, está persona era su esposa, su novia y su alma gemela eternamente.

Pensando en la confesión de este hombre, YoonGi siente su corazón cálido. Después de todo, quien más en todo el mundo haría que las llamas del palacio se desintegrarán en fragmentos de energía y formarán tan solo dos caracteres.

El día en que JiMin abrió su corazón y dejo que este humano entrará en él, fue un año después de haber vivido con él y saber cada una de sus gestos.

Había trabajado duro y había fragmentado las llamas azules de su fuego y formado dos simples caracteres, pero esas dos simples palabras/caracteres contenían todos sus sentimientos hacia ese humano.

«Te amo»

Durante diecinueve años nadie en su familia le había dicho "te amo", pero esta persona, este dios decidió sorprenderlo en su cumpleaños número veinte, y confesarle su amor. Como podría YoonGi no sentirse conmovido por sus palabras, cada gesto que JiMin hacia para él era un rasguñó para su corazón de hielo.

Recuerda que hicieron una boda, aunque ya estaban casados, decidieron hacer una segunda boda en toda las de la "ley" bajo el permiso del Rey del inframundo. Increíble que ese dios temible aceptará la boda de ambos, ofreciendo su castillo.

Ese hombre de piel lisa y pálida como la muerte misma, había dicho las siguientes palabras cuando YoonGi fue a pedir su "bendición"

«Eres un humano, con una vida corta, sin embargo mi hermano menor está enamorado de ti y tú de él, si él es feliz entonces como puedo yo, su hermano mayor oponerme a su felicidad. Es bueno que esté segundo hermano menor también se case, ahora sólo ve y procura siempre hacerlo feliz.»

Ahora, siente que haber sido ofrecido como sacrificio no estuvo mal, después de todo, sólo así pudo conocer al hombre que ama. Si regresa en el tiempo, haría lo mismo, regresaría una y otra vez a estos brazos cálidos y se refugiaría en este amor sin límite conocido.

El sonido de una puerta abriéndose, lo saco del mar de reminiscencias, viendo como la luz de pasillo se adentraba por la abertura y una cabeza pequeña entraba en la habitación, YoonGi vio los cabellos rojizos de ese pequeño y suspiro.

La puerta se cerró y pronto pequeños pasos se escucharon, la cobija en sus pies fue removida y pronto el infante de cabellos rojos se hizo campo entre JiMin y él.

Este niño, este polluelo que ha sido criado por ambos desde hace nueve meses, era en efecto una bestia mística que había sido subastada en la casa de subastas del inframundo.

En realidad, este niño era un fénix de nueve colores, está bestia mística era una de las nueve bestias mitológicas, era una de las bestias que podía cruzar por los tres reinos y tomar forma humana siempre y cuando fuera alimentado con el fuego de llama azul.

Recuerda que esa noche acompañó a JiMin a la casa de subastas por diversión, y luego la atención de su amado fue obtenida por un huevo enorme que estaba en una jaula de metal. Esa misma noche, JiMin había regresado a su habitación y traía al huevo en sus brazos.

— Criemos a nuestro hijo.

Había dicho JiMin, pero en si, se lo había aventado a él y fue YoonGi quien tuvo que "criar" a ese huevo enorme. Luego un mes después, el huevo eclosionó y salió un polluelo lleno de líquido amniótico y con tres plumas de diferentes colores en su cabeza.

Recuerda a JiMin brincar felizmente, y YoonGi no pudo regañarlo, después de todo, aunque el tuvo que "criar" a ese polluelo, JiMin también contribuyó con sus llamas de fuego azul.

JiMin se removió lentamente y abrió sus ojos aún llenos de bruma, esos hermosos ojos rojos con toques dorados eran hermosos y siempre lo estaban viendo a él.

JiMin sonrió inconcenientemente, entonces el pequeño entre ambos balbuceó feliz y tomó la mano de JiMin y la abrazo en sus bracitos, JiMin bajo la mirada para ver a su "hijo" apretar su mano y cerrar sus ojos plácidamente para domir y no pudo evitar poner los ojos en blanco.

«¿Este pollo, debería azarlo y comerlo?» Siempre se colaba a su habitación y dormía entre ellos dos.

YoonGi soltó una carcajada bajita cuando escucho ese pensamiento otros de JiMin y alcanzó el rostro de JiMin con su mano para acariciarlo suavemente.

«¿Qué hace este polluelo aquí otra vez?» pregunto JiMin a través de enlace de pensamiento.

YoonGi se encogió de hombros y respondió de igual forma. «No lo sé, quizás estaba asustado?»

JiMin frunció su entrecejo y vio aquella carita dormir contra el pecho de YoonGi y apretar su mano contra las regordetas suyas.

«Este polluelo, lo has mimado demasiado, mira ahora, durmiendo todos los días con nosotros sin dejarnos disfrutar de nuestro momento a solas»

Oh dioses, su JiMin era un gran tarro de vinagre. Tan lindo.

«Recuerda que, "este" polluelo es también tu hijo, y que tú también lo has mimado»

JiMin bufo, sus mejillas prontamente se inflaron en protesta. Joder, YoonGi quería tirarlo debajo de él y hacerle el amor hasta que el cielo cambiará y JiMin no pudiera más.

«Puedes hacerlo "esposa" este esposo nunca te dirá que no»

YoonGi bufo molesto, claro, con un niño durmiendo entre ellos era imposible hacer eso, maldición. Este hombre siempre escuchando sus pensamientos a escondidas.

JiMin se burló bajito y luego se inclinó un poco más hacia adelante y picoteo los labios de YoonGi, el polluelo se removió y gimoteo por estar tan apretando. JiMin dejo escapar un *tsk* antes de moverse y dejar espacio.

«Eres tan indulgente, quieres más a este polluelo de colores que a tu esposo»

YoonGi negó divertido. «En mi corazón, la única persona que ocupa el primer lugar, siempre serás tú, mi amado esposo»

JiMin sonrió complacido y luego bostezo con sueño. «Duerme "esposa" pronto el cielo cambiará» había murmurado antes de caer dormido.

Aunque JiMin seguía llamando "esposa" a YoonGi no le molestó, de cierta forma ese era su título legal, pero en la cama... Ese era un tema aparte.

Observó a JiMin volver a dormir, a este pequeño pelirrojo dormir cómodamente y no pudo evitar pensar.

Ah~ está es la vida que siempre deseé.

Fue ofrecido a este dios, pero se terminó enamorando de él, ahora son esposos, tienen una vida próspera, y son una familia. Una feliz familia que vivirá amándose hasta el final de los tiempos.

Nunca dejará de amar a este hombre, después de todo, él, Min YoonGi es, la esposa del dios del fuego. Por siempre, y para siempre, eternamente.

El autor tiene algo que decir:
Termine esta historia, ahora espero los votos y comentarios. Comparte para que más mochis puedan endulzar su dia~ ε≡≡ﾍ( 'Д')ﾉ

Si te gustó(?) Si es un no, enviare llamas a quemarte🔥🔥🔥

Ah~ que liberador se siente. Por cierto, aunque JiMin aqui llame a YoonGi "esposa" JiMin es el muerde almohadas y nuestra "esposa" e el Gong. No se confundan ٩(๑'^'๑)۶

٩(๑òωó๑)۶ gracias por si votaste y comentaste, estoy feliz de terminar este Twoshot~ comparte mi historia, eso me haría muy feliz.

MinMin les desea lo mejor en su día/noche~ (๑•̀ㅂ•́)و✧

Nos seguimos leyendo (｡>﹏<｡)

MinMin🔥