Capítulo III: ¿Quién es él?¿Audrey?
A la mañana siguiente, desperté muy temprano. Las tinieblas aún cubrían mi casa, hoy era el día que sorprendería a mi mami. Me movilicé hacia la cocina, escuché ruido; alguien llamaba a mi puerta, empezaron a decir "Mami Valeria". Mi curiosidad me llevó hasta la ventana y pude observar a un hombre alto, de tez blanca, tenía una cabellera un poco largo de color negro, bajé para despertar a mi abuelita y avisarle sobre la persona que llamaba a la puerta.
-Mami despierta, alguien te busca- digo inmediatamente.
-¿Qué sucede?¿Quién me busca?-dice medio adormilada.
-Es un chico, lleva bastante tiempo llamando- digo un poco furiosa.
-Ahh- incorporándose en la cama- debe ser el invitado que he estado esperando.
Atendemos la puerta, el chico saluda y pasa.
-Hola, Scott. Pensé que llegarías un poco más tarde- dijo mi abuela un poco intrigada.
-Es que el vuelo se adelantó- respondió sonriendo- he visto a alguien asomarse por la ventana antes de que me abrieras, mami Valeria- dijo mirando hacia todos lados en busca de ese alguien que no recordaba de sus visitas.
-No te preocupes era mi Audrey, quien te estaba viendo- dice sonriendo.
-¿Audrey?¿Quién es?- dice entusiasmado.
Audrey estaba detrás de la puerta y al oír su nombre sale.
-Mami, ¿Quién es el?- señalando al chico de cabellera larga.
-Él es Scott, un niño que cuidaba antes de que llegarás a vivir conmigo- dijo con alegría.
-Hola, Soy Scott- extendiendo la mano- tu abuela me cuidó desde que nací, pero luego me aleje de ella, porque me fui a vivir a un lugar fuera de aquí.
-Para mí es un gusto- respondiendo el gesto- Soy Audrey, soy su nieta.
Inmediatamente mi madre le enseñó a Scott su habitación. Para mí cambió desde ese día, fui invadida por un extraño silencio provocado por aquel visitante.
Con el pasar de las horas noté a Scott distante conmigo, no intentó acercarse, siempre permaneció sentado en le mismo lugar mirando hacia el horizonte. No esperaba que siempre este a mi lado era una extraña par él, pero esperaba aunque sea que una palabra saliera de su boca y rompiera así este silencio incómodo.
Al ver estas circunstancias yo debía ser la persona que traspasara ese hielo.
-Disculpa mi atrevimiento, pero puedo hacerte una pregunta- dice tratando de romper esta barrera de sensaciones. Mi corazón se aceleró mil por hora. Mi voz temblaría mientras hacía la pregunta. Scott era intimidante, a pesar de que emitió su saludo muy apacible y de manera cortés. Suena a que este chico tiene un buen temperamento, como si fuera dos personas distintas en una sola.
-Si- responde- ¿Qué deseas saber?
Me observa detenidamente con expresión alguna en su rostro- ¿Qué relación tiene tú familia con mi madre para que de pequeño te cuidara mi abuela?- dije, sé que fui directa pero el causaba en mí un pánico que no logro comprender,
-He escuchado que eran vecinos nada más, pero es algo extraño- dijo sumiéndose en sus pensamientos.
-¿Qué es extraño?- digo intentando sonar relajado, pero no lo hago.
-Que desde que llegaste al mundo te dejaran al cuidado de un desconocido- dice pensativo- En fin, agradezco esa decisión que me ha hecho conocer a una mujer maravillosa.
-Mmm- trato de comparecer- En serio, piensas eso de mi madre.
-Ella me ha enseñado a valorar las cosas en esta vida. Me ha inculcado apreciar cada minuto, segundo, escoger y tomar decisiones correctas, a elegir siempre vivir y no decaer y sí he caído me he levantado; virtudes que no se enseñan en un.....-dice disminuyendo su voz.
-¿En un ...?- tratando de alentarlo.
-En unnnnnnn- pensativo- hogar donde tus padres están muy ocupados. Ella ha sido fundamental en mi vida.
-Pienso lo mismo. El tiempo que he pasado a su lado es maravilloso. He reflexionado muchas situaciones. Ella es mi gran amor, admiro su fortaleza y dedicación, las entregas que tiene sobre lo que le apasiona. Sinceramente, no sé qué haría si ella algún día se fuera de mi lado- unas pequeñas lágrimas amenazaban en salir de mis ojos, pero las retengo.
-Te entiendo- alcanzando el dorso de mi mano- yo daría por tener una vida así, pero debo cumplir con mi familia.
-Gracias- correspondiendo el movimiento.
Continuamos dialogando toda la tarde y el tiempo nos tomó por sorpresa, de pronto, era de noche. El resplandor de la luna ingresaba por el traga luz que había en la pequeña habitación donde nos encontrábamos y en ese momento caímos en cuenta de que era muy tarde.
Mi madre llamo para que cenemos. Fue una linda velada, pude notar un ambiente tranquilo y agradable, siempre era así en mi hogar. Nunca pasaba absolutamente nada que destrozara estas sensaciones.
Scott y yo compartimos la misma alegría provocada por la misma mujer, teníamos algo en común.
Al observar mi plato, no pude evitar sonreír, había preparado mi comida favorita.
-Audrey, ¿Es tú platillo favorito?- dice sonriendo.
-¡Sí!- chillo
Terminamos de cenar, él se dirige a su habitación que irónicamente quedaba cerca de la mía, no es coincidencia, la residencia es pequeña pero muy acogedora, logré divisar que en el lugar había un instrumento musical, pienso que es de él. Esa habitación siempre había permanecido cerrada, creía que estaba vacía, pero ahora lo entiendo todo.
-Disculpa, no cierres aún tú puerta- espeto, observándolo girarse y brindarme una sonrisa cálida, aunque un poco forzada.
-Ok, la has visto, cierto- dice un poco avergonzado, pero sorprendido-
-Sí, ¿Sabes entonarla?- dije muy emocionada.
-No sé, creo que debo descansar y tú también- en tono sombrío.
-Por favor, sí quisiera escucharte- dije suplicante.
-Está bien- dice en un suspiro, tomando la guitarra.
-Bueno, si quieres subamos a la terraza es un lindo lugar para este tipo de eventos- dije sintiéndome un poco avergonzada- "Sonaba mejor en mi cabeza" -pensé.
-Suena extraño, pero si quieres-dice un poco distraído.
Subimos a la terraza, tomando asiento cerca del balcón que adornaba la estancia. Comenzó a entonar una melodía muy linda, placentera. Decidí cerrar mis ojos, pues el sonido era muy audible a pesar de la brisa que tocaba nuestras caras; rozando cada poro de la piel. En mi memoria aparecieron unas imágenes de mis primeras etapas de vida, sentía como mi cuerpo se relajaba.
Say you love me more than you did before
And I'm sorry it's this way
But I'm coming home
I'll be coming home
And if you'll ask me I will stay
I will stay
-Audrey, ¿Estás bien?- interrumpe una voz en mi espacio, dejando de sonar la melodía.
-S-sí.... Es-Estoy bien- digo con lágrimas en mis ojos.
-Te trajo recuerdos- dice posando su brazo en mis hombros- sé que es duro, pero respira- envuelve sus brazos alrededor de mi cuerpo.
-Gracias- correspondiendo el gesto.
Permanecimos así un buen rato, luego nos separamos. Decidimos actuar como si no pasará nada, tomando rumbo a nuestras habitaciones.
Scott's POV.
Toda la tarde la pasé con la nieta de Valeria. Fue un poco extraño, pero continuo manteniendo mis conceptos de las mujeres. Debo actuar como siempre, solo ella ha sido un poco diferente al estereotipo marcado en mi mente. Puedo rescatar que aquí habrá mucha diversión.
Después de regresar de la terraza con Audrey, cada uno se dirigió a su habitación. Estaba recostándome en mi cama, me levanté al recordar que debía comunicarme con mis padres para avisarles que estaba bien.
Me dirigí a mi mochila y saque mi laptop para redactar el informe de mi estado en la casa.
Queridos padres:
He llegado en óptimas condiciones. El día de mañana daré inicio a misactividades. Espero que todos se encuentren bien. En este momento, comenzaré adescansar. Les envió saludos.
Hola a todos!!!
¿Cómo están? Espero que bien. Aquí les traigo un nuevo capítulo de la historia de Scott y de Audrey. Espero que les guste, si es así no olviden regalarme su estrellita.
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