Capítulo 17
Me acomodo en la cama y agarro la sabana hasta mi pecho cuando la mirada penetrante de alguien se acumula en mi cuerpo. No cabe duda que el susto esta palpante en mi sistema nervioso. Hasta la piel la tengo chinita. Está bien que no decida mirar a mis espaldas, podría haber un demonio deformado atrás mío. Hasta podría estar cantando una melodía mientras peina mi cabello con las uñas. Ugh, eso si da terror.
Inspiro profundamente, giro con rapidez y no hay nadie. Me siento en la cama y frunzo el ceño. Genial, el demonio decidió correr. Se supone que yo debo correr y gritar como niñita. No fue misión cumplida. Ok, me he salvado de tener un tremendo susto. Pero aseguro, que ni con eso me iba al cielo. Al final... ¿Por qué rayos mi puerta esta abierta? Soy miedosa, pero no creo eso de que un fantasma la haya dejado así. ¿Acaso no la cerré ayer? Estoy mal en peor, me falla las neuronas.
Me miro en el espejo y me quedo quieta, estática. La palidez en mi rostro es impactante. No hay manera de negar que estoy fatal. Parezco un fantasma. Esta reacción a mi piel, es frustrante. El miedo de saber que estoy dejando de "existir" invade mi espina dorsal. Apoyo mis manos en el lavamanos y pienso las consecuencias de seguir aquí. Muero lentamente y lo noto. Veo lo que hace conmigo este estado. Espiritualmente me pudro. Fui al cielo y todos ahí son jóvenes. Yo quiero ser así. ¿Por qué papá no me permite estar a su lado? ¿Por qué dijo algo sobre las manos? No encuentro la respuesta a la pista que dio.
— ¡Diablos! — Aprieto los puños a ver mis manos vacías.
<< Es ilógica su referencia. >>
Golpeo la cerámica harta de buscar al vacío. Y maldita sea la dureza, me dolió. Tendría que estar en el cielo como es debido, no aquí para seguir sufriendo. Me siento del asco. Para ser sincera me doy pena, mucho más de la que tenía. Me sigo mirando al espejo y me estremezco, siento que algo no va a salir bien. Los siento hasta las cutículas.
Me muero de hambre. Aunque sea un espíritu, me ruge con ferocidad la pasan. Vuelvo a la habitación, tomo mis prendas necesarias y me vuelco al baño de nuevo para asearme.
Tardo unos segundo en llegar a la conclusión de que tengo que alejarme lo más pronto posible. Quizás debería tomar este momento para acercarme. El otro día fue diferente porque hubo controversia con su padre. Hay que ver si no me llevo una mirada de malos amigos después de preguntar. Bajo el último escalón, veo sus espaldas y decido llenar el comedor de alegría....Bueno si es que se podría decir alegría.
— ¿Todo bien? — Inquiero dejándome caer en la silla.
— Buenos días. Sí, todo bien — Me dice en tono frio. Aunque intenta disimular la sonrisa.
— Sí, y yo soy Blanca Nieves — Me frunce el ceño por mi comentario y yo sonrió por mi sarcasmo — ¡Ya dime! Sabes que puedes confiar en mí — Revoloteo su cabello — ¿Problemas con tu novia? — Bromeo. Pero dejo de hacerlo cuando lo veo suspirar cansado.
— Al parecer tienes el sueño pesado
— ¿Eh?
— Tuvimos una pequeña discusión — Exhala. Agacha la mirada y juega con su jarro verde — Se vuelve irritante de vez en cuando.
— No sé mucho de relaciones pero.... — Digo en tono serio. Me mira inquietante — La ciencia dice que las mujeres nos volvemos irritantes cuando nuestro cuerpo cambia por un nuevo inquilino.
Intento ocultar mi malestar con una sonrisa. Es difícil mantenerme a raya cuando tengo que mencionar a su novia. Mi corazón lo siento llorar. Está claro que me vuelvo loca por él, especialmente cuando se asusta, no es frecuente verlo en ese proceso.
— Pero si yo siempre....... — Se calla y entrecierra sus ojos cuando mi risa ronca y arrastrada sale sin mero aviso. Entonces, me lanza una risa perversa. Oh no. No es bueno — Corre....
Corro a toda prisa alrededor de la enorme mesa y lo miro del otro lado. Espera ver donde cojo rumbo para agarrarme. Parece un cazador. Levanto los ojos un segundo y observo su sonrisa perversa. Un deseo caliente me invade el vientre. Se me corta la respiración. No puedo apartar mis ojos de los suyos. Le divierte mi expresión. Trago saliva. Todo mi cuerpo ha colapsado de angustia, felicidad, terror, ansiedad. Dios, mi corazón me dispara y la sangre me bombea por todo el cuerpo. Para empezar, nunca me ha gustado ese típico juego donde debes correr y escapar para que no te toquen. Lo odiaba porque perdía.
Le sonrío, cojo la iniciativa y me echo a correr para el living. Hago una maniobra y me deshago de su agarre. Si, por unos breves segundos, me atrapo. Entre risas y quejas, le hago un baile triunfante. Se lo ve derrotado, cansado. Se cruza de brazos y golpetea el suelo con su pie. No debió decirme que corra. Entreabro los labios para que me resulte más fácil respirar....y deliberadamente me muerdo el labio inferior cuando sus ojos impasibles y penetrantes se cierran y abren en cámara lenta. Oh, es tan seductor. Vale, como que la electricidad magnética me golpeo las nalgas. Frunzo el ceño e intento centrar mi caprichosa atención en lo que tengo que hacer.
Por alguna razón, su mirada firme me confunde y me enciende. El brillo en ellos, me quema las neuronas. Sonríe mostrando sus dientes blancos y perfectos. Contengo la respiración. Echo un pequeño vistazo a la puerta de salida con la intención de salvar mi mente puerca. Trago saliva y corro hacia ella. Seguro que si hubiera funcionada. Dado que no es mi caso, decido patalear cuando me agarra de la cintura y me alza por los cielos.
— ¡Ya ya ya! ¡Me rindo! — Carcajeo a todo volumen.
— No te muevas.
En cuestión de segundo, me encuentro en el piso. Se inclina sobre mí, me separa las piernas y avanza entre ellas. ¡Jesús! qué bien se lo ve encima de mí. Me arden las mejillas de la vergüenza. Estoy sofocada. Siento calor, frío. Todo al mismo tiempo. Con su mano, toma las mías y las coloca encima de mi cabeza. Apoya una mano a lado de mi oreja. Me mira a los ojos y sonríe. Su trato es dulce y su mirada tierna. No estaba segura si debería, pero la necesidad de tenerlo a mi lado hizo que no lo piense mucho. Tomo la fuerza y me balanceo hacia delante, de modo que queda de rodillas y yo encima abrazándolo.
Se queda inmóvil y me observa con ojos de sorpresa y brillo de triunfo. Me siento completa. Siento el peso de su barbilla en mi cabeza y me aprisiona en sus brazos marcados y fuertes. Su pecho es cómodo, duro y suave. Escucho su corazón y tiene las mismas aceleraciones que el mío. Mis pensamientos ahora se sumergen en el paraíso del amor. No quiero despegarme jamás. Mi voz de la parte mala como siempre que arruina todo me dice que no importa si él tiene novia, y la buena, reprocha por eso.
«Me estoy convirtiendo en la mala de la película.»
— No quiero dejar de abrazarte — Sin despegarme, abro los ojos rápidamente al darme cuenta lo que dije.
<< Rayos. >>
<< Rayos. >>
<< Rayos.>>
<< ¡Pensé en voz alta! >>
¡Mierda! ¡Voy a matarme!
<< ¿No se me pudo ocurrir otra cosa? >>
Quiero morir en éste momento. Revivir, tener otra vez el accidente y volverme a morir. Literalmente como dice la palabra ¡MORIR!
— Entonces, no lo hagas
Apoya su frente en la mía. Tiene los ojos cerrados y su respiración junto conmigo se han vuelto irregular. Parpadea, abre los ojos y me lanza una mirada dulce. Bendito sean los arcángeles de los cielos y universo, como lo amo. Me besa suavemente en la frente. Me pasa un mechón de pelo por detrás de la oreja y no puedo dejar de sonreír. Trato de controlar mis pensamientos que ahora vuelan de un lugar a otro sólo a sentir esa palabra entrar a mí cerebro. Los sentimientos de amor que tengo por él, corren más rápido que cualquier océano. Sólo desearía que él pudieras saber cuánto significa para mí. Que supiera cuanto deseo tenerlo a mi lado.
«Querer a alguien que no puedes tener, duele.»
Me aparté un poco para mirarlo, y no sé qué pasaba entre los dos en éste instante, pero de algo estaba segura, quería besarlo. No podía, pero quería. Él como si oyera mis pensamientos, se acerca hasta quedar centímetros de distancia. Juro por mi vida que nuestros corazones era lo único que se escuchaba. Lo que alguna vez tuvo sonido, se desvaneció al chasquido de los dedos. Todo a nuestro alrededor dejó de emitir ruido y lo único que se podía oír era nuestra agitada respiración, nuestros corazones bombeando y la corriente llegar a los dos.
Me envuelve ese sentimiento pesado de no saber cuál lado va a predominar. Adoro su compañía y al carajo si tiene novia. Pero duele saber que esto no va a ir más allá, porque a pesar de que no somos correspondidos, hay amores que duran para siempre aunque no estén juntos. Así que voy a exigir el beso ahora antes de que sea tarde.
Y como mi suerte es patética al igual que yo, mi deseo quedará para después. El maldito cafetero nos hizo separar. Y mágicamente, el ruido volvió.
«Maldita desgracias. Escúpele a otra persona.»
— ¿Café? — Pregunta nervioso
— Sí — Respondo enseguida
«Estúpido pitido»
— Si tanto deseas besarlo, hazlo.
— Tiene novia. Y como toda mujer, o de las pocas que quedan, respeto eso. En parte.
— Sin embargo él no pensaba igual.
Por muchos años deseé mi hilo rojo de la vida, una historia para siempre. Ahora todo ese libro que alguna vez hice se quedara en el olvido. Porque él puede ser mi sueño, pero no será en la vida real. Nuestros caminos tienen rumbos distintos. Me siento como si estuviera esperando algo que no va a suceder.
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Hola mis fantasmitas!!!!! 👻👻👻¿Cómo están?
No me manten por no subir los capítulos como prometí, pero hubo unos problemas en la historia que tuve que rehacerla
Espero que me entienda.
Y ahora!!!!!!!.
Nuevo capítulo refrescante, picante y mágico para ustedes.
Nos leeremos mis fantasmitas!!!!👻❤❤
*Voten
*comenten
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