En konoha una de las aldeas más fuertes del mundo ninja, cada ninja con el deber de proteger sus aldeas, arriesgando sus propias vidas, todo era tranquilidad desde aquel terrible día en el que toda la aldea secreta de la hoja fue atacada por un gigante zorro de nueve colas, en ese día fallecieron muchos en la pelea contra tal amenaza.

Los más fuertes atacaron a la gran amenaza para proteger a la aldea que está en llamas, la furia de tal gigante con mirada de odio, como si de la vida de los demás no le preocupase ni un poco, nadie fue capaz de darle pelea, cierto ninja encima de un edificio, lanzando un kunai desde lejos, esto no era nada ni un ataque letal contra el zorro de las nueve colas que bajo la luna es como si tomase fuerza, imponente y de temer es su rugido a lo alto de los cielos.

Cuando pensaron que no se podía ponerse más difícil la cosa, dos bestias con colas también están aparte del nueve, entre todos fueron al ataque.

Uno que se viste de verde con lágrimas y un pulgar en alto, se despide de su hijo y konoha, abriendo las puertas internas, una gran aura como el de una bestia se desato, minato invoca a la parca para separar a la bestia de l colas en dos para sellarlos en sus dos hijos, la bestia enojada atada en cadenas.

Kyubi: -alzando su mano para matar a esos dos niños en el altar-

A una gran velocidad jamás vista antes una poderosa patada le cae en la cara al rey de los bijuus, aquel hombre que no guardo rabia ni rencor por los demás, con una sonrisa y determinación de las llamas de la juventud, ataco a una gran velocidad a la bestia, salvando a los dos bebes, la parca dividió el poder de ese Monster en dos, sellándolo en los dos rubios, las otras dos bestias fueron selladas, en un peli negro y la de las dos colas en una niña hyuga.

Minato: -mirando a sus dos hijos- no beban mucho, estudien más... cuídense del sensei y busca alguien como papá y mamá...sobre todo crean en su sueño hasta hacerlo realidad...su madre los va a cuidar.

Con sus últimas palabras murió el cuarto hokage con una sonrisa. 

CINCO AÑOS DESPUES.

En plena nevada en toda la aldea, el clima siendo tan frio que cae la nieve en los árboles y el suelo, poca gente camina siendo tan noche, una pequeña niña de pelo azul y ojos perla seria atacado por cuatro cobardes, pues aprovechan el número a su favor y palabras que ataca al corazón, tonta, fea, débil, patética, llorona, eso le recuerda lo que su padre le dice a la pequeña desde que la madre murió.

Hinata: no lo soy –dijo la pequeña llorando bajando la mirada, lastimada-

Eso no le importo ni un poco a los bravucones que solo sonríen y siguen con sus burlas a la pequeña, lagrimas solo diversión para los bastardos, pero cierto niño peli negro que estaba balanceándose en su querido columpio completamente solo en plena nevada, con una mirada llena de tristeza pues vio como los demás la pasan genial con la familia, alcanzo a escuchar un lloriqueo y palabras de ayuda hacia la nada, pues nadie está en el parque, va corriendo, llegando.

Lee: ¿Qué creen que hacen? No tienen por qué hacerle eso, váyanse –dice el pequeño peli negro quedando delante de la niña-

Brayan: miren amigos, es el niño demonio, asesino.

Hinata: -ps: ¿niño demonio?-

Lee: ¿si yo soy un demonio? Eso me dicen ¿Qué cosa son ustedes al atacar juntos a una niña?

Tras enfrentarlos a pesar de que ahora eran 6 contra uno, cansado y lastimado, no puede dejarlos atrás, lastimado por los aldeanos pues él es el niño peli negro demonio de la oscuridad, en su ayuda una niña casi de la misma edad salto de un árbol para interponerse, la niña heroína, la salvadora, ese rayo de luz, la hija del cuarto hokage que en paz descansa, naruko bajo posicionándose delante de los payasos.

Naruko: ¿Qué creen que hacen tontos? –Pregunto enojadamente hacia esos 6-

Los niños solo se excusaron de que lee el niño demonio era el que ataco a la niña peli azul, su plan al ver descubiertos es hacerle creer a la hija de la habanera sangrienta que ese niño la ataco, y para que le ataque, lee se puso de pie nuevamente.

Lee: eso es completamente falso, yo no haría algo así.

Naruko: ¿tú eres ese niño demonio de la oscuridad? –Pregunta caminando hacia el lastimado niño-

Lee: ¿niño demonio? Yo no lo soy. No soy un demonio.

Un golpe en el peli negro en su brazo lesionado recibió de la uzumaki, parándose solo extiende los brazos para seguir protegiendo a la niña de ojos perla, ya que desde que tiene memoria, todos le tratan de lo peor, lo ignoran y marginado, lo votaron del orfanato a la fría calle.

Rock lee: la protegeré de los demás, también de ti naruko uzumaki, aunque me queden pocas fuerzas no la dejare –con conmoción hablo cerrando los ojos-

La niña noto sinceridad en ese niño al que llaman demonio, rápidamente gira para ver a esos niños, pero ya siendo tarde, ellos le golpearon con una roca en el coco, cayendo desmayados, ellos solo sonrieron.

Martin: de esto solo te culparan a ti, podemos matarte y después ser héroes, por decir que rescatamos a naruko namikaze uzumaki –sonriendo-

Lee en completo silencio ve la probabilidad de esto, pues no mostraría temor ni miedo, ve la nieve en una rama de un árbol que está por encima de esos pequeños bastardos.

Lee: ¿les gusta la nieve? –Pregunto agachándose aun con los niños en su espalda, sujetando una bola de nieve-

Martin: ja a quien no le gusta debilucho –contesto de forma arrogante-

El herido peli negro lanzo la bola de nieve hacia ellos, que al verlo se agachan.

Brayan: tu puntería tan mala como tú, ja fallaste demonio.

Lee: eso crees tú –sonriendo con gotas de sangre cayendo de su boca y frente-

Definitivamente como lo dijo el pequeño huérfano, la bola de nieve golpeo la rama del árbol, la nieve acumulada cae de lleno hacia abajo, tapando por completo a esos pequeños molestias, sonriendo, con la pierna temblando las levanto a las dos, corre hacia el bosque para salir de aquí cuanto antes, pues esa trampa no le dará mucho tiempo, pues no sabe pelear, debe de salvar a la niña rubia y la niña peli azul.

Lee: debo alejarme cuanto antes –se dijo a sí mismo-

Corriendo dejando manchas de sangre en la nieve, rastro que los seis malcriados siguen para hacerle pagar la humillación por la nieve que tienen en los calzoncillos.

Escapando corriendo, dejándolos atrás, logro perderlos, sonriendo sin ver por delante, piso un pedazo de hielo, resbalándose caen hacia abajo por la nieve, estando cerca ve como hay una cascada, al chocar sangro más, cuando se iba a ver como caen los dos, sin pensarlo ni calcularlo, salto, usando sus pies se sujetó de una rama, y con las manos le sujeto a los dos de las manos antes de que cayesen a una muerte segura al caer por una catarata, gotas de sangre que cae desde su cara a las dos niñas.

Lee: no se preocupen, yo no abandono a nadie –sonriendo- aunque este herido y golpeado, no les dejare caer –hablando a las niñas desmayadas-

Resistiendo por unos minutos, sus brazos se comienzan a cansar y por la paliza que recibió de parte de esos bravucones no está en buenas condiciones, cuando pensó que nada podría salir mal.

Lee: bueno esto no se pone peor.

Cuando dijo esa frase, la rama del que sujeto con los pies, se comienza a quebrar por el peso de los tres sumados más carcomido el interior de la rama por termitas, al escuchar cómo se quiebra poco a poco, sudo de temor, viendo a los otros, dos, tiene dos opciones, soltarlos y hacer que jamás los vio o ayudar hasta el final con honor hasta el final.

El niño rubio con marcas en sus mejillas abrió los ojos al sentir gotas de algo que le cae en sus mejillas, débil y lastimado, no era la primera vez que le lastimaban los aldeanos ni los niños, pero al sentir que alguien le está sujetando de la mano, mira hacia arriba, con la mirada borrosa vio un cabello negro antes de volverse a desmayar por tanto cansancio y sueño acumulado.

Lee: decido con honor hasta el final –sonriendo-

Con las últimas de sus fuerzas pues siente que sus ojos se quieren cerrar, los lanzo a los dos hacia arriba, al ver que cayeron en el pasto que amortiguó que se lastimasen, con una sonrisa de ver que hizo algo bien, la rama término partiéndose.

Lee: ahí te voy san pedro –mirando el cielo va cayendo lentamente-

Va cayendo hacia el agua en cámara lenta mirando el cielo, recordando a la única persona que le ayudo, la que le dio un hogar, cariño, tiempo, felicidad, calor de una rica sopa y enseñanzas de un platillo, cerrando los ojos a pesar de que va cayendo a una muerte segura si llega a caer a esas rocas siente una gran paz y tranquilidad, imaginando a esa persona que le salvo, su abuelita que en paz descansa.

Por suerte del destino por así decirlo, cayó cerca a las rocas, su cabeza solo choco en el agua, estando flotando por el agua que se llegó a tranquilizar, manchas de sangre de su nariz sigue cayendo que se mezclan con el agua, se va firme hacia adelante, el niño rubio despertaría después de que sus heridas se curasen lo suficiente que ya no siente el dolor.

Naruko: ¿Cómo llegue aquí? –Pregunta mirando por todos lados-

Recordó que esos cuatro que le seguían le habían golpeado y pateado hasta que perdió el conocimiento, ve a su costado a una pequeña niña manchada con gotas de sangre sobre la cabeza, al tocarse la cara también se da cuenta que tiene sangre.

Naruko: ¿sangre? Pero si no es mío, ¿de quién será? –volvió a preguntar pese a saber que nadie le contestaría, mirando el cielo-

Sacudiendo a la pequeña oji perla, pues también esta lastimada, al ver que no se levanta, la sacude, resignándose, la carga sobre su espalda para llevarla, no puede dejarla en pleno nevada, caminando lejos de la catarata, dándose cuenta que están lejos de konoha.

Naruko: sí que estamos lejos, este camino está manchado de sangre, la nieve esta roja.

Tras correr por una hora, se cansó, dejando a la pequeña niña debajo de un árbol y sentándose a su lado, nota que por fin despertaba.

Naruko: ¿Cuál es tu nombre? –Pregunta viéndola de cerca-

Hinata: -sonriendo- h-hinata, ¿tu nombre c-cual e-es?

Naruko: naruko uzumaki –contesto sonriéndole-

Hinata: gracias por salvarme –agradecida y nerviosa le dice a la niña peli rubio-

Naruko: -ps: creo que no fui yo quien le haya salvado- no hay de qué.

Hinata: un momento –haciendo memoria- no fuiste tú, fue un niño pelo oscuro y ojos oscuros, cola de caballo, y cola.

Caminando llegan a salvo, un niño rubio buscando por todas partes como loco, hasta busco en la basura.

Naruto: hermana, estas ahí dentro –dijo viendo adentro del tacho de basura-

Naruko: estoy detrás de ti hermano.

La uzumaki miro a los demás aldeanos, pues de vez en cuando intentaban atacar a sus dos hijos, eso desataba un infierno, kushina no es agradable cuando se llega a enojar, cuando su cabello se eleva en nueve partes y esas peligrosas cadenas de diamantina que salen de la espalda, significa peligro.

Naruto y naruko: eso significa peligro.

Hinata se asustó rápidamente parándose detrás de ambos hermanos, la enojada madre paro su desenfrenado ira contra muchos de los malos aldeanos, mira hacia sus dos tesoros, corre hacia ellos.

Kushina: naruko, naruto la encontraste –alegrándose corrió más rápido-

Al llegar los abrazos no se hicieron espera más, dándole besitos en la mejilla, desde la muerte de minato, ellos dos son los únicas dos luces que tiene, al separarse y secarse esas lágrimas de miedo y temor de no ver más a su linda hijita, aunque conservase a naruto, no quiere que los dos se separen.

Kushina: hola niñita está perdida, te ayudare para que llegues a casa.

La uzumaki le ayudo a la niña que alegues por esos ojos se nota que viene del clan hyuga, con la niña sobre los hombros va al complejo hyuga, al llegar toco la puerta, un sirviente abrió la puerta, al dejarla no vio, como cuando se encontró con su padre, la niña lleno de lágrimas corrió hacia su padre, pero desde que su esposa murió ya no es el mismo, mucho más frio y severo, no la abrazo solo se hizo a un lado.

Hiashi: ya volviste, pasa para adentro –tan frio como siempre lo es su carácter-

DE REPENTE SE ME OCURRIO, ESPERO QUE LES GUSTEN. 

CREO QUE LEE FUE EL QUE MAS SE ESFORZO, POR ESO LO PONGO COMO UN JINCHURIKY, SI LES GUSTA VOTEN Y COMENTEN.

SOY FOXTROP2NOVIEMBRE XD Y NOS VEMOS.