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capitulo 2: falle no pude graduarme, conociendo a gai-sensei por primera vez.

La familia, la compañía, la amistad es lo que a una persona le hace sonreír, divertirse con otros aunque sea una sola vez trae consigo una diversión sana, ver como muchos están jugando en ese parque, balanceándose en un colombio, armándose de valor y una sonrisa, el peli negro llamado demonio de la hoja se acerca con grandes esperanzas como la primera vez que lo intento, pegando un salto cae cerca de pie.

Lee: buenas compañeros, como les ha tratado la vida –sonriéndoles amigablemente el niño- ¿puedo jugar con ustedes? En este hermoso día.

Pero pese a querer demostrar lo amigable y buena persona que puede ser, solo recibe lo mismo que la primera vez que lo intento, como la segunda vez, la tercera y varias veces, busca a un amigo, a hinata no lo volvió a ver por la calle, de seguro su padre no la dejaba salir, los pequeños niños solo se rieron de sus cejas, diciéndole "cejas públicas" "no gracias chico demonio, no vales nada" "fuera no jugaras con nosotros" "quien quiere estar a tu lado cejas feas" eso lo hizo retroceder unos pasos hacia atrás, era difícil demostrar su amabilidad.

Lee: -ps: ...no soy un demonio....-

De repente le lanzaron piedras, los niños, los padres que vieron lo cerca que esta aquel niño demonio cejas grandes, le lanzan también piedras hacia la basura, el pobre niño peli negro de cejas algo grandes, solo se cubre de las piedras para no le cayese en la cara, un puñetazo lo tira al suelo, una patada en su estómago lo elevo, cae girándose en el suelo con una mano en el estómago, se levantó pese al dolor, con su decisión de ser un ninja en su mente tan joven, se aleja al ver que lo siguen corriendo, el también apura su velocidad lo que le permite su pequeño entrenamiento desde hace días, al escapar ve que hay dos caminos.

Lee: -ps: no puedo llevarlos, encontraran mi nuevo hogar, debo hacer algo....piensa...piensa-

Un bombillo en su cabeza se prende, sujetando una piedra del suelo, se coloca detrás de un árbol, su espalda apegada para no ser visto, con la poca fuerza que le quedaba lanza la piedra hacia un árbol, con algo de suerte la piedra reboto del árbol a otro hasta que se alejó, el ruido lo capto el molesto aldeano, persiguiendo el ruido se alejaron por dirección errónea, el pequeño lee regresaría al parque al notar que esta despejada.

Lee: solo solito estoy... -bajando la cabeza-

Viendo el colombio, se sube arriba, sentándose mira el paisaje del bosque, puede ver las cosas que lo niños se olvidaron en este parque, suspirando estando triste, tras una hora en el frio de la noche, ahí mismo se duerme, cuando despertó ya amaneció, los rayos en sus ojos provoco que caiga al suelo, sobándose la espalda con su cola, se levanta del suelo, se le cae su libro verde con la imagen de un tal ninja jounin con el cabello en forma de tazón y expandes verde y una gran sonrisa, levantándolo.

Lee: no puedo olvidarme mi libro –sacudiendo el libro, lo vuelve a guarda en su bolsillo- buscar comida y a entrenar.

Se aleja del parque, sabiendo perfectamente en donde se encuentran las manzanas de ese árbol del bosque, subiéndose como si fuese un mono rápido ágil, sujetando una fruta roja, soplándole un poco lo soba contra su ropa, causando que la fruta estuviese limpia y brillante tanto como una buena sonrisa y su ganas de vivir pese a este infierno de que siempre le estén dando paliza e intentos de matarlo, comenzando a comer las manzanas, sujetando unas cuantas más, bajando, lee de nuevo su libro, un entrenamiento de la juventud, corriendo por los alrededores hasta que llegue a sentir que sus propias piernas quieran rendirse ante el cansancio y si paso, al querer correr de nuevo se tropezó cayendo al suelo, sacudiendo su cabeza comienza a caminar.

Suspirando cansadamente, se quita su único polo colocándolo a secarse, con el intenso calor en cuestión de un grato se secó, colocándoselo con facilidad, meneando su cola, se para delante de un tronco, siguiendo el paso de otra página, guarda el libro, un golpe directo, girando un patada, un palmazo, un codazo, golpe, golpe, golpe, golpe a golpe, sin saber cuánto ha entrenado, un golpe por el costado del árbol hizo que su mano comenzase a sangrar, cayendo antes de caer colocaría su mano.

Lee: no, no, no y más no –vuelve a lanzar otro golpe-

Entrenando, después de un grato más, con las manos lastimadas, su oído pudo escuchar esa voz amigable de su única amiga, la única que no le dice demonio ni le dice feo cejas, "lee kun" eso dibujo una sonrisa en su rostro, dándose media vuelta.

Lee: hinata, hinata chan –se acerca corriendo-

Hinata: h-hola. 

Al estar ya cerca, se dejó abrazar, la abrazaría con el mismo cariño de amistad, si no fuese porque sus manos están algo ensangrentadas, esto le extraño a su amiga de ojos perla, al separarse pudo ver que lee kun guardo sus manos detrás de la espalda silbando disimuladamente.

Hinata: e-estas bien, ¿p-porque ocultas tus manos? –Con sus nervios señala hacia su amigo peli negro y algo grande cejas-

Lee: muy bien –sin pensarlo, sonríe sacando sus manos muestra un pulgar en alto-

La sorpresa de su amiga fue grande, como que sonríe con unas manos ensangrentadas, sacándose su pequeña mochila de su espalda, sentándose en el pasto seguido por su amigo peli negro, parpadeando al verla que busca algo rápidamente, sacando una vendas blancas, eran largas, y agua desinfectante, sujetándole de las manos le unta un poco, la sangre cae, cerrando un poco su ojo derecho.

Hinata: e-estarás mejor –con una tímida sonrisa está envolviendo la mitad de los cinco dedos hasta la mitad del hombro- esto te ayudara.

Lee: hai hinata chan –mirando al cielo, agradecido con el de arriba por tener una amiga como ella- estoy así porque he comenzado a entrenar, como tal maito gai.

Hinata: e-el de tu libro –termino de usar las vendas largas en ambos brazos de lee-

Lee: si lo es, no lo conozco, pero creo que si entreno como el, puedo hacer una diferencia, forjare mi camino ninja –cerrando el puño, ve sus nuevas vendas con una sonrisa.

Hinata lo espero, lee le abrazo agradeciéndole estas vendas, girando con ella en sus brazos, parando de girar, pego su frente con la de ella, un rubor rojo en su mejilla sale por estar tan cerca, su cola girando.

Lee: gracias hinata chan Prometo siempre usare uno iguales –dice rápidamente separándose del abrazo, sonriéndole-

Hinata: n..n-no hay de que –dos de sus dedos lo hace chocar sonriendo-

La felicidad es como una estrella fugaz en el cielo, no todo debía ser bueno, llego el momento en el que su amiga debía marchase, pero no lo logro, su padre la ve a su hija patética con ese niño demonio, el solo le sonríe, acercándose la sujeta de la mano se va, debía ella entrenar para ser la heredad de la rama principal, eso dejo triste al niño peli negro, solo otra vez, se va caminando pese a que sabe que le están mirando como una plaga, como el de un insecto, malas miradas llenas de odio, eso solo recibe cuando camina por las calles de la aldea de konoha.

Pasando por casas, el clima no estaba de su lado, de nuevo llueve en toda la aldea, los demás se van a resguardarse a sus casas, solo un tonto se quedaría bajo la lluvia, lee se quedó ahí, mirando por la ventana ve la familia algo que solo tuvo por corto tiempo, ve como un padre y una madre abrazan con cariño a su hijo, juegan y se ríen abiertamente, mirando otra ventana ve algo similar.

Lee: familia...-aguantando las lágrimas, solo camina hacia otra casa-

Sin darse cuenta camina hacia una cierta casa muy grande, donde vive una familia conformado por una madre peli roja con sus dos hijos peli rubios de bigotes en sus mejillas, acercándose a la ventana, logro verlo a esos dos valiosos héroes, otra veces ha visto como los mismos aldeanos que le buscan hacer daño, su trato con naruto y naruko es diferente, pues siempre buscan darle regalos y buenas palabras, ni sabe porque le llaman héroes, bajando los brazos más decaído cuando ve como la madre abrazo con amor a esos dos uzumakis.

Naruto: te queremos okaa-san –correspondió el abrazo con una gran sonrisa-

Naruko: tenemos suerte de tenerte, no quisiese saber que significa estar solo.

Kushina: ustedes son mis mayores tesoros, los dos.

Lee: -ps: ya la recuerdo a naruko la ayude en aquella ocasión, me alegro por ella, mejor me voy a pasear por otra parte-

Alejándose de la ventana vuelve a caminar bajo la lluvia, si no fuese por su primera amiga, su única compañía y amigo seria la lluvia, pues por más que va de un lado a otro siempre está ahí, caminando un poco triste con unas lágrimas que se van con la lluvia del ambiente, pisando charcos del suelo, un pequeño juego que él juega, corriendo siente que de alguna manera no está solo, aunque este solo, ve sus vendas, las mismas vendas que hinata le ayudo.

Al caminar por un lado diferente, escucho un aullido, acercándose nota a una señora algo subido de peso gritándole a su perro, y pateándole, con los abiertos ve al animal como a el mismo, subiéndose a la bardad, arriesgaría a que esta señora llame a los demás aldeanos, pero maltrato animal no puede dejar que le sigan lastimando, bajando de la bardad por el otro lado.

Señora gordis: perro inútil –con una correa le lanza un correazo al pobre animal-

Lee: alto –no lo pensó se colocaría en el lugar del animal, recibiendo el golpe en la frente, comenzando a caerle sangre- métase con alguien de su tamaño y gruesor.

Señora gordis: demonio monstruo, por tu culpa murió mi hijo.

Lee: ni lo conozco, yo no mate a nadie, no soy un demonio –la lluvia le limpia la sangre que baja entre la frente-

La malvada señora descargo su ira en un pobre niño por proteger a un perro, cada correazo era más fuerte que el anterior, con el cuerpo temblando agacha la mirada, notando una manguera bajo los pies de la señora odiosa, agachándose por suerte esquivo el correazo, sujetando la manguera sacudiéndola, se enredó en un pie de esta señora, con fuerzas tiro rápido de la larga manguera, tirando a la señor subida de peso al suelo de espaldas.

Señora gordis: maldito eso me dolió.

Lee: y los correazos cree usted que a mí no. Vámonos señor perro.

Con un ladrido el perro demostró que le entiende, ambos se alejan corriendo tras saltar la bardad, con el cuerpo adolorido se aleja de ese lugar, con una nueva compañía, al notar que están lejos, lee cae apoyando su espalda en un árbol, respirando cansado y por los fuertes correazo que recibió en su cuerpo, el perro se subió encima del regazo del niño, moviendo la cola comenzando a lamerle la cara.

Lee: jajajajajaja no jajajaja ya párale –dice riéndose por segunda ocasión sabe es lo que es reír-

El árbol le tapo de la lluvia, pero eso no elimina su hambre, no puede comer manzanas, de nuevo debería ir a por la basura de los muchos tachos de metal, ahora que lo pensó se preguntó a si mismo que son esas cosas llamados celulares, es algo nuevo en konoha de la modernidad que está en el otro lado de la tierra, caminando sigiloso ya estando detrás de las casa, sujeta la tapa alzándola la coloca despacio.

Lee: shi –le dice al perrito- debemos de hacer silencio.

Perro: -solo babea-

Lee: espero encontrar algo bueno, al menos una pierna de pollo frito con algo del pellejo –en un susurro hace a un lado la basura, papeles, lápices rotos, un celular roto en dos-

Tras seguir buscándolo, ambas colas se menean de un lado a otro, la del niño y la del perruno de cuatro patas, tapándose con una mano sigue buscando, encontró brócoli cocido en perfecto estado y un hueso con pedazos de carne pegada, volviendo a taparlo se aleja seguido por el perro sin nombre.

Lee: ¿quieres brócoli o hueso con esta carne? –En comprillas muestra la comida del basurero-

El perro come la carne y mastica el hueso, lee come el brócoli al lado del perro, pensando un nombre, pensando, pensando, nunca pensó en algún nombre, al pensarlo mejor, sujeta al perrito, escupiéndole un poquito de saliva para pronunciar el nombre por el cual le va a poner al perro rescatado de esa bruja.

Lee: te llamo, loto el perro –ya soltándolo ve menar al perro- supongo que ese nombre te gusta. Ven sígueme a casa.

Corriendo ahora con su nueva compañía, llegan a la cueva, ayudando al perro al entrar en la cueva, lee apila unas ramas que encontró cerca de ahí, según lo que vio en su libro, con piedras se puede crear una chispa, sale rápidamente regresa con diferentes piedras, flotando piedra con piedra, intentando, cada piedra que no enciende lanza las piedras afuera de la cueva, termino hasta que solo quedaron dos.

Perro: -se acerca flotando su rostro en la espalda de lee-

Lee: tranquilo estaremos bien, solo me queda dos –flotando con fuerza las dos últimas, una chispa sale en las ramas- bueno aunque fueron las dos últimos, seguiré intentándolo.

Ve como las ramas se encienden, sentándose frente a estas ramas, sacándose su única vestimenta para secarlo con las llamas que alumbraron la cueva, bostezando al igual que el perro, el tal animal se adentra más adentro de la cueva ladrando para que le siga su nuevo amigo humano, el pequeño niño lee le sigue con una madera en llamas.

Perro: -sigue ladrando caminando en la oscuridad-

Al seguir corriendo no noto que ya llego al final de la cueva, lee y el perro chocó con la pared rocosa con fuerza, saliéndoles una gota en la cabeza.

Lee: vaya tortazo –cayendo lentamente aun apegado en la pared-

Perro: -ladro un poco en acuerdo, también cayendo lentamente-

Finalmente cayeron sobre la retaguardia, sobándose el dolor de la cara, lee le soba al perrito, es más importante su nuevo animalito, su recientemente mascota que el mismo, el animalito llego a llorar, hace tiempo que esa señora no lo trataba con tanta amabilidad en una caricia en su cabeza, lee solo sonríe, al levantarse los dos, camina de regreso el niño tropezó con una roca en la cueva, cayendo al suelo de cara, el perro intenta ayudarlo a que se ponga de pie.

Lee: tranquilo, estoy bien, no pasó nada –levantándose con un poco de sangre saliendo de su frente-

Mirando la piedra más de cerca con la llama del tronco, la roca tiene una extraña forma, no parece una piedra, pero al tocarla siente una piedra, se va de regreso cerca a la entrada con loto, se sientan cerca a la fogata.

Mirando la noche, sujeta la frazada al ver que el perro se echó en la cueva, le tapa con la frazada de tigre, deseándole dulces sueños, dejando los tres libros, se aleja no tanto de la cueva, ve un tronco comenzando a golpearlo, sintiendo el dolor, sacudiéndose, corre en el bosque, encuentra una liana en el suelo, sujetándola, la usa como si fuese una cuerda de saltar, saltando hasta que su sudor y la sangre se combinaron con la lluvia, al ya no aguantar mas, termino cayendo al suelo.

Perro: guao –sale de la cueva va hacia lee niño-

Al llegar a su lado, usa sus patas delanteras en la espalda del niño, al estar desmayado el llora, loto el perro usa su boca mordiendo el pantalón marrón del niño, esforzándose lo lleva arrastras de regreso adentro del lugar al que llama hogar, solo es una cueva oscura.

Una dos horas después, lee despertó viendo de nuevo su marca en su estómago, una cosa oscura en círculos, mirando sus hombros esos dos dibujos muy extraños, ignorándolo, se echa en el suelo, tapándose a sí mismo y al perro loto.

En complejo de un fuerte y respetado clan, la única amiga del niño demonio peli negro, está entrenando golpes y patadas giratorias, tropezando cae ante la mirada de su hermana menor, y su prodigio primo, y la mirada de un decepcionado padre líder del clan, esto tras alejarse de lee cuando le vendo sus manos.

Hiashi: tan lamentable como decepcionante.

Eso es un duro golpe en la niña, se alejó corriendo a su habitación, teniendo pocas cosas en su habitación, unos binoculares con los que ve el cielo, ve las estrellas y la luna llena, pero ahora ni eso la animaría su tristeza y pararía las lágrimas que fluyen de su rostro, tan pequeña y ya fallaba, porque en el clan tenían que tener talento, porque tanto odio, un día gris, ni puede jugar en la lluvia con su amigo, que le enseño a girar bajo la lluvia, puede provocar una sonrisa.

Hinata: bueno a ver que puedo ver –con unos binoculares ve desde su ventana-

La razón de usar unos binoculares aun no dominaba ni podía activar el byakugan a su voluntad, no había muchos que caminaban en esta fuerte lluvia, pero si un niño con polo blanco y pantalón marrón, sandalias azul, y cola.

Está caminando bajo la lluvia, salpicando en el charco, como el salto la bardad, rescatando a un perro, como salió herido con la frente sangrando, ella baja para salir, su padre no le dejaría ir, suspirando vuelve a subir, sentándose en su cama, rascándose un poco el abdomen, notando ese extraño tatuaje oscuro circular, recuerda a ver visto uno igual en el abdomen de rock lee.

Pasando los días y años, actualmente aún son llamados perdedores, de el por toda la aldea y ella por su propia familia, a lee le dejarían ingresar a la academia ninja, escuchando las clases, comiendo, buscando hacer más amigos, su única y verdadera amiga es hinata chan, pero nada nadie se acercaba al chico demonio oscuro.

Lee: -ps: en serio aun no cambian las cosas-

-: la gente me sigue tratando mal, estoy solo, mi perrito loto sigue conmigo pero en mi cueva, ahí también tengo un gallo, por suerte los dos animalitos no se odian, más bien se apoyan, porque la gente no es como ellos, me siguen viendo como si fuese la basura más grande del mundo, menos mal tengo a hinata chan, lástima que no está en mis clases, ella está en un año de estar aquí, sé que no puedo hacer ninjutsus ni genjutsus, solo tengo taijutsu.

El sensei ataske nos está haciendo correr alrededor de esta cancha, corriendo junto a estos de la misma clase, corriendo con decisión y firmeza, bajo el calor de konoha, junto a esos molestos chicos que parece que no les paso lo mismo, de sentirse humillado, aquellos que le gustan sentir débil a otros, aquellos que encuentran diversión en molestar al más tranquilo y amable, en su camino es algo solitario.

lee: -corriendo-

Bardo: sin ninjutsu no eres nada –comenta mientras corre cerca de lee-

Akumo: ni genjutsu eres tan patético chico demonio –sonriendo-

Tuko: tonto lee, tonto lee, tonto lee –repitió una diez veces más como si de una canción tratase-

Lee seguía corriendo pese a estas burlas que le ponen triste, ve al ataske sensei que solo los mira, de verdad no les dice nada, se sintió peor cuando este sensei solo sonríe como si estuviese compartiendo las mismas opiniones que esos niños que más parecían monstruo, tapándose las orejas se aleja corriendo del campo de entrenamiento, de regreso al bosque donde se siente mejor, estando solo.

Golpeando y pateando un tronco, día, tarde, noche, lloviese, nevase, sol, granizo, nada detiene su entrenamiento, le demostraría a todos que con entrenamiento es capaz de superarse, llegaría a ser el ninja más fuerte, será algún día hokage ya lo verían, alguien algo tímida ve como él llega a tanto, como se esfuerza por sus sueños.

Pero esconderse a su amigo no podía engañar, deteniéndose, corre hacia ella, abrazándola provocando que se sonroje y algo de humo saliendo de las orejas, lee con leve sonrojo mueve su cola que por extraño se parecía al de un mono.

Hinata: m-me descubriste lee kun.

Lee: claro me alegra verte.

Hinata: cómo vas, te graduaras.

Lee: eso espero –separándose del abrazo- ser genin es mi primer paso para demostrar a todos los demás, que no necesito pertenecer a un clan para ser fuerte, que sin ninjutsu ni genjutsu puedo ser más fuerte. Como para ser un noble y de confianza un hokage.

Se despidió de ella con otro abrazo la ve alejarse, sonriendo al verla, se sintió cálido al tenerla en un abrazo, es diferente de cuando eran más jóvenes, ahora sentía que la veía más bonita que la luna, entrenando con ganas de luchar, entrenar y tal como lo dijo gai sensei en su único libro, los otros libros copias fueron quemados por los demás, solo lee tiene uno, aquel que le vio entrenar pese a que le llaman demonio.

Con su entrenamiento especial busco la mejoría desde hace tiempo, pero pese a eso, llego el día esperado en que su esfuerzo seria visto, se da vuelta encontrándose a ese prodigio el mismo que odia a hinata chan, el viene atacarle para demostrarle que un perdedor siempre será un perdedor.

Neji: por más empeño que pongas, no puedes cambiar el destino.

Lee esquivando los golpes de palma de tal prodigio, con el que ya ha peleado unas tres veces en la que termino perdiendo, ahí también esta tenten la otra con un clan, los movimientos son muy veloces, esquivando y protegiéndose de lo que puede, unos cuantos ataques su cuerpo lo recibió, de un golpe cae al suelo.

Tenten: pierdes el tiempo lee, mejor no lo intentes.

Lee: no, yo tarde o temprano te mostrare que si el destino está escrito, yo escribiré mi propio destino con solo mi voluntad –dice levantándose con el cuerpo dañado-

Para empeorar las cosas, por más esfuerzo que puso, no logro graduarse, viendo los resultados en esa pizarra afuera de la academia, buscando una y otra vez su nombre, quizás lo vio mal, al no encontrar su nombre, solo pudo escuchar cómo se ríen de el por ser un fracaso.

Aldeano: bueno que se podía hacer, un fracaso no puede ganar.

Neji: -se aleja sonriendo-

Tenten: -bajo su rostro, pues lee no es el único que no logro ingresar-

Pero a diferencia es clara, tenten es abrazada y consolada por sus dos padres, lee solo retrocedió escuchando esas mismas palabras, de verdad nada de lo que hizo no funciono, pese a su voluntad, pese a su esfuerzo no sirve de nada, sale corriendo seguido por su perro, llegando a ese mismo tronco, se sienta en el suelo.

Lee: falle, falle hinata chan –con lágrimas y la cabeza baja y su cola agachada- acaso siempre seré un perdedor....

Cayéndose lentamente su libro, una lagrima cae en la portada de un maito gai con el pulgar en alto, abriendo los ojos al escuchar unos pasos, su amiga no se había ido, se quedó ahí, al verla pudo sonreír aunque débil, sonrisa es sonrisa, ella levanta el libro de su amigo.

Hinata: s-se te ha caído –sonriendo tímidamente, de tras de ella un atardecer-

Lee: h-hinata chan –ps: sé que falle, pero verla, tenerla aquí, me hace sentirme mejor...- v-ven vamos a pasear.

Caminando bajo el hermoso atardecer, lee no sabe que siente, no puede dejar de verla, como es posible que su peor día se volvió uno bueno, se sentía fatal por no poder graduarse como genin, pero a lo mejor es por tener a su lado a hinata, verla y su seguridad siempre es lo mejor, caminando por los bosques, van al único lugar que le dejan entrar a lee.

En este lugar, venden curry especiales solos para valientes, aquellos que no le tengan miedo al picante, y venden rollos de canela el favorito de la hyuga, sentándose en un asiento estando juntos, tocando la campanilla, se quedan a esperar.

Hinata: ¿p-porque estabas llorando lee kun?

Lee: no pude graduarme, pensé que lo lograría, pero si tengo que esperar un año mas, eso hare, me esforzare con mayor esfuerzo que antes –con un destello brillante en sus ojos lleno de motivación- gracias a ti.

Hinata: a-a mí –jugando con dos de sus dedos, tocando al otro dedo tímidamente-

Lee: si gracias a ti, me sentía fatal, pero mírame, ahora estoy mejor.

Ancianita shuner: buenas tardes a mis dos mejores clientes.

Leehina: buenas señora, como le ha ido.

Ancianita shuner: bien muchachos, el negocio va bien, aún tengo a mis clientes fanáticos del picante, ¿Qué les sirvo? O les sirvo lo de siempre.

Hinata: a mí lo de siempre.

Lee: a mí también, extra picante.

Ancianita shuner: muy bien sale 10 rollos de canela y 8 tazones de curry extra picante –dice yendo a la cocina tapada por una gran manta blanca-

Lee: si es verdad, no puedo deprimirme ni rendirme –deja su libro verde a su costado- tu no lo harías hinata chan. Tampoco lo haría maito gai.

Un ladrido viene desde afuera del restaurante, lee sabe que es su mascota loto, cuando iba a salir, el perro entra corriendo, sentándose en un asiento al lado de su amigo humano peli negro en cola de caballo.

Perro: -ladra-

Lee: señor deme también un tazón de curry pero de carne sin picante, para loto.

Mientras esperaban, lee escucha como le va a hinata en la academia ninja, como ella tiene muchos compañeros, una peli negra la última uchiha carácter lejano, un peli rubio con bigotes alegre pero del mismo carácter que la uchiha, su hermana de nombre naruko es tranquila y amable, los demás también parte de clanes, a lee no le molesto pero cuando comento de acerca de cómo le trato neji, sintió que la sangre hervía, apretó el puño, pero se tranquiliza al verla, devuelve la sonrisa.

Hinata: y eso es lo que pasa en la academia, iruka sensei es una buena persona.

Lee: si tú lo dices, yo lo creo.

No volteo pero pudo escuchar que alguien pidió amable para sentarse en el asiento, cargando a loto lo coloca en sus piernas, pidiéndole que no coma el curry picante, no quiere verlo correr tan asustado como la última vez, con una leve mirada ve que alguien sujeto su libro verde de la juventud, al girar para argumentar que ese libro es de su propiedad, él lo limpio y a leído de cómo seguir.

Lee: disculpe pero ese libro es...-ps: wow es el, es el de la portada, es la bestia azul de konoha-

Maito gai: vaya no pensé que aun quedase mi libro, ¿verdad querida? –dice asombrado y preguntando a su novia, una peli negra sentada a su lado-

Shizune: si, recuerdo haberte visto llorar cuando tu libro lo botó y lo quemaron.

Hinata: lee kun me conto que lo encontró tirado.

Lee: deme su autógrafo –dice rápidamente sacando un bolígrafo- hinata chan con tu celular, podrías tomarme una foto con él, disculpe señor maito gai puedo tomarme una foto con usted.

Maito gai: claro, pero primero quiero comer –tocando la campanilla metálica- deme un curry extra picante.

Shizune: a mi rollos de canela.

Ancianita shuner: enseguida –dice desde la cocina-

Lee mira a su ídolo, pudo leer todo respeto a él, y las frases de la vida, llamada juventud, shizune sonríe al ver a su novio como él está sonriendo de ver que hay al menos un libro y alguien que le admira, agradecido que es lee aquel que a entrenado tanto, desde una ventana le llamo su atención de cómo se entrañaba, si él se graduaba lo entrenaría, pero sospecha de que el sensei hizo trampa, pues lo mínimo el niño pudo graduarse pero no que extraño que solo el de los niños no pudiese graduarse como genin.

Lee: oh verdad disculpe mis modales –dice sonriendo mostrando un pulgar arriba- soy rock lee.

Hinata: y-yo soy hinata hyuga.

Maito gai: mucho gusto conocerlos, es agradable ver un amor tan juvenil.

La peli azul se sonrojo fuertemente botando humo de sus orejas al ver la mirada de su amigo lee brillante al verla, por su parte no pudo evitar sonrojarse, con que enamorado, esto se sujetó el corazón que late más rápido que cuando corre por konoha, se siente bien, con decisión protegería la sonrisa de la bella flor azul de ojos perlas.

Shizune: me llamo shizune –sonríe aguantando un poco la risa, de ver la reacción de los dos- y este es tonton.

Tonton el cerdito: -alza su pequeña patita-

Lee: este es mi perrito, loto el perro.

Perro loto: -saca la lenga-

Maito gai: soy maito gai la bestia azul de konoha –también muestra un pulgar en alto-

Tras comer la comida, la cual maito gai les invito la comida, leehina salió junto a la pareja, para irse por diferentes rumbos, lee se va con su amiga al bosque, la bestia azul usa su gran velocidad se sube encima de una gran roca, una pequeña bellota llama la atención de lee viendo hacia arriba.

Maito gai: quieres ser un gran ninja.

Lee: sí.

Maito gai: entonces yo seré tu maestro.

Lee: si –comenzando a llorar de la emoción-

Maito gai: no llores, aún no hemos comenzado tu entrenamiento juvenil.

Lee: hai gai-sensei.

Shizune: si quieres yo podría ser tu maestra hinata.

Hinata: será un placer señorita shizune –dice agradecida-



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