Naruto encendió su ordenador y espero pacientemente a que la pantalla se encendiera. Solo esperaba que lo que había escrito se haya guardado, le daba pereza volver a escribir porque sentía que no iba a ser lo mismo. 

Dio un paso atrás y se asomo a la habitación de a lado. Un hombre estaba acostado en la cama, con el torso desnudo y unas vendas torpemente atadas a su alrededor. 

El sangrado ya se había detenido y pudo coser las heridas. Al parecer lo habían cortado varias veces y muy profundo. 

Si fuera una herida de bala, no podía hacer mucho y tenia que llevarlo al hospital, algo que a Naruto no le gustaba. Los hospitales le daban miedo, más cuando era de noche, se escucha llantos y gritos de personas que están a punto de morir o que perdieron a un ser querido. 

Naruto lo observo por varios minutos y se acerco lentamente hacia él. Acerco su dedo índice a su nariz y sintió un aire cálido chocando en su piel. 

"Todavía respira" pensó el rubio. Luego observo su rostro; su rostro es muy atractivo, piel clara, pelo negro con flequillo y su cuerpo estaba muy trabajado. 

Naruto no hacia mucho ejercicio, solo para la espalda y glúteos ya que se quedaba horas sentado frente al ordenador. 

"Mi trabajo" el rubio reacciono y se alejo rápidamente del azabache para correr hacia su computadora. 

El sistema estaba pidiendo su contraseña, algo que tecleo rápidamente. Segundos después, un fonde de pantalla de un zorro apareció y con ello varias aplicaciones. 

-Por favor, por favor... que se haya guardado - murmuro. 

Le dio clic al icono de "W" y varias paginas en blanco aparecieron. 

Su historia no se había guardado. 

-¡Nooooo! - grito Naruto y estrello su frente en el escritorio - ¿Por que se me olvido guardarlo? ¿Qué rayos tenia en la cabeza? - pensó unos segundos - Así tenia mucha hambre - 

Ni siquiera le dio tiempo de comprar comida. 

Poco a poco los rayos del sol se asomaron por las cortinas de su ventana. Ya eran las seis de la mañana y Naruto no había dormido ni cenado. 

Apoyo su cabeza en el escritorio y observo la luz del sol que se filtraba en su cortina. 

-Todo es culpa de mi hermana y culpa también de ese criminal. Si no me hubiera agarrado la pierna, hubiera tenido tiempo de comprar ramen instantáneo - 

Naruto arrastro su mano hacia el teléfono que estaba a lado de la computadora y lo llevo hacia su rostro. 

Para Naruko:

¿Me vas a traer desayuno?

El mensaje se envió, pero no lo recibieron. 

Supuso que su hermana todavía estaba dormida y se resigno. Tendría que salir otra vez  a la tienda, solo esperaba no encontrarse a otro tipo medio muerto. 

Se levanto de la silla y se asomo de nuevo a la habitación. 

-Voy a salir, no voy a tardar. Si necesitas algo, puedes de... puedes tomar lo que quieras, menos la computadora, es importante para mi - 

Tomo su chamarra y las llaves de la mesa y salió del departamento. 

A pesar de que el sol brillara desde lo alto, el frio seguía calando los huesos y había demasiada nieve alrededor que duras a penas se estaba derritiendo. 

Naruto se le olvido ponerse los guantes así que puso ambas manos en los bolsillos de su pantalón y continuo su marcha.

 Al estar enfrente del establecimiento, soltó un suspiro de alivio y abrio la puerta. Un suave tintineo perforo sus oídos al entrar al negocio, la tienda estaba algo vacía, solo había una pareja de  adolescentes paseándose en el área de chatarra. 

Naruto con grandes pasos camino hacia los fideos y tomo dos charolas de ramen instantáneo. 

-Oye eres un idiota - 

El rubio que estaba concentrado en la etiqueta de los ingredientes, alzo la mirada y observo sobre su hombro a la pareja.

Los dos se estaban peleando por el sabor de la fritura. 

"¿No es demasiado temprano para que coman chatarra?" se pregunto, pero dejo de prestarles atención y tomo otro empaque. 

No vaya ser que su visitante haya despertado y no tenga que comer. 

Naruto soltó un suspiro y camino hacia la caja. 

-¿Seria todo? - pregunto la empleada. 

El rubio asintió. 

-¿Se le ofrece alguna recarga o algún pago de servicio? - 

-No, gracias - 

La cajera se mordió los labios y paso los productos en el escáner - Son ochocientos yenes - 

Naruto saco su monedero en forma de rana y conto las monedas. Los puso en el mostrador ante la atenta mirada de la señora, tomo sus fideos y se inclino como despedida. 

Al llegar a su departamento, el silencio lo recibió como siempre. 

Naruto miro a su alrededor por si algo faltaba y al ver que todo estaba en su lugar, se quito el suéter y camino directamente a la habitación. 

Su invitado seguía durmiendo y en la misma posición. 

-Te traje ramen, no se si es tu favorito - 

Silencio. 

Naruto se encogió de hombros y camino hacia su escritorio. Tomo su celular y reviso el mensaje que su hermana le envió. 

"¿Quien rayos envía mensajes a las seis de la mañana? ¿Te caíste de la cama o que? Respecto al desayuno no voy a poder, tengo que llevar a Himawari a la escuela. Puedo apoyarte con la comida :D"

Para Naruko:

Esta bien, ya compre algo :D

Naruto bloqueo su celular y se dirigió a la cocina. 

La pantalla de su celular se alumbro. 

"¿Tu saliendo de casa? ¿Es acaso el fin del mundo? D:"

El rubio saco la tetera y lo lleno de agua. Luego encendió la estufa y puso la tetera a calentar. 

Mientas esperaba, empezó a memorizar las palabras que había escrito en su historia. Tenia que volver a escribir de nuevo su libro, solo esperaba que la editorial lo aceptara. 

Estaba algo cansado de escribir historias para niños, deseaba algo mas serio. 

¡Estruendo!

Naruto brinco del susto al escuchar algo caerse, apago la estufa y salió de la cocina. 

-¿Qué? - 

Todo estaba en su lugar. 

-Mierda - 

La piel del rubio se enchino al oír una voz gruesa. Miro lentamente hacia la puerta abierta de la habitación, una sombra se proyectaba gracias a la luz del sol. 

-Ya se despertó - susurro. 

No sabia si eso era bueno o malo.