CAPÍTULO 02
Nota: Por favor, leer las aclaraciones al inicio del primer capítulo.
CAPÍTULO 02
Jimin lo observó en silencio, la sorpresa inicial por la visita repentina del chico chocó en su mente, un surco apareciendo en la piel lisa de su frente tratando de adivinar la razón por la cual estaba allí frente suyo.
— Debe haberte tomado por sorpresa mi visita — la voz de Jungkook era letárgica — habías mencionado sobre estudiar en la biblioteca, supuse que estaría bien preguntar si querías estudiar junto a mí.
Con un asentimiento suave de su cabeza Jimin le dejó saber que podría acompañarlo. Lo pensó nuevamente, no halló ningún problema con eso.
— Necesito darme una ducha y regresaré — su respuesta satisfizo, al contrario.
Fugazmente Jimin barrió su mirada sobre el cuerpo frente suyo, las apreciaciones que había escuchado en rumores sobre Jungkook eran diferentes a lo que podía observar, considerarlas exageración podría ser poco. Sacudiendo la cabeza hacia su costado se retiró de allí en dirección hacia los vestidores.
No podía evitar sentirse incómodo con la imprevista presencia de Jungkook, no recordaba haber entablado alguna conversación con él en el pasado, nada lo suficientemente importante como para obligarlo a venir. Hallo a varios de sus compañeros en el interior de los vestidores, algunos en las duchas y otros alrededor de los casilleros.
— Capitán — le llamó uno de ellos en cuanto ingresó hacia la zona de las duchas.
Jimin se detuvo girando parte de su torso para encararlo.
— Escuché que el equipo de la otra universidad está por alcanzar nuestra marca — Jimin observó a su compañero quien tenía una expresión ligeramente preocupada en su rostro.
— Eso solo significa que debemos entrenar más — fue su respuesta — incluso si no fuera cierto, nuestra primordial razón de entrenamiento es superar la marca del equipo del año pasado.
— Si, creo que tienes razón — el chico bajó su mirada.
— Creo que debemos concentrarnos en superar nuestras propias marcas individuales y luego las grupales, eso nos sería de mucha ayuda.
El chico elevó su mirada estaba vez con un atisbo de alegría.
— Lo haremos capitán.
Jimin asintió a sus palabras, se dirigió de nuevo hacia las duchas.
Le tomó varios minutos retirar por completo el cloro de la piscina de la piel de su cuerpo, escuchó al resto de sus compañeros entrar y salir de la ducha con el paso del tiempo. Se preguntó si realmente Jungkook continuaba esperándolo allí afuera.
En cuanto terminó de ducharse, los vestidores casi estaban vacíos, un par de chicos estaban terminando de vestirse para cuando Jimin se acercó hacia su casillero, empujando el candado semi abierto con sus dedos este cedió al instante.
— Nos vemos mañana capitán — dijeron los chicos en voz alta.
— Adiós — respondió Jimin con suavidad.
Comprobó que se hallaba solo en los vestidores, regresó su mirada hacia el casillero intentando recordar si había dejado sus libros en el interior para no tener que regresar hacia el campus por estos.
Por suerte estos se hallaban en el interior, suspirando tomó un par de prendas que estaban a la vista. Sacó los libros del casillero para guardarlos en la mochila que había traído consigo inicialmente a la práctica.
Escuchó la voz del entrenador fuera de los vestidores, un alarido que le indicaba que debía estar lidiando con alguna situación con sus compañeros allí afuera, ellos eran adultos, pero las travesuras siempre estaban presentes entre ellos.
Él tal vez había participado en alguna de estas.
La paciencia del entrenador se agotaba con facilidad por lo que era un blanco perfecto de bromas para sus compañeros, había algo hilarante en la forma en que el hombre los regañaba usando su silbato como su punto fuerte.
Un sonido en particular captó su atención demasiado rápido, girando el rostro frunció el ceño tratando de averiguar el lugar de donde provenía, no halló nada en su rango de visión. Estaba seguro de que sus compañeros habían abandonado los vestidores momentos atrás.
Tal vez había sido su imaginación.
Jimin regresó la mirada, decidió vestirse para salir de allí. Sus dedos empujaron sus pantalones hacia arriba para abrocharlos con el botón, de nuevo había un ruido proviniendo de la cercanía.
Esta vez estaba seguro de que no se trataba de su imaginación, girando sobre sus talones trató de buscar al culpable.
— ¿Hola? — era tonto, pero fue lo único que se le ocurrió.
No hubo respuesta alguna como era de esperarse.
Jimin frunció el ceño, tomó la camiseta entre sus manos, pero por tercera vez el ruido llegó a sus canales auditivos.
— Carajo — maldijo entre dientes para avanzar en medio de los casilleros.
Tal vez se trataba de alguna jugarreta por parte de sus compañeros de equipo.
Al girar por una hilera de los casilleros se detuvo abruptamente para evitar chocarse con el cuerpo que halló frente suyo. Elevando la mirada se encontró con un par de oscuros iris, Jimin no se sentía acomplejado por su altura, después de todo superaba el promedio. Pero logró sentirse ligeramente intimidado por la poca diferencia de centímetros que había entre ellos.
— Lo siento, ¿te asusté? — cuestionó.
Se trataba de Jungkook.
Jimin suspiró aliviado, al menos no sufriría por alguna mala broma.
— Lo siento — insistió el chico frente suyo — solo quería un poco de agua — mostró una botella plástica entre sus manos.
Probablemente la había obtenido de la máquina expendedora de los vestidores. Una que claramente no debería estar allí, pero que el entrenador había conseguido para ellos.
— Está bien — respondió Jimin después de varios segundos — no hay problema.
Jimin se percató de que Jungkook estaba esquivando su mirada, su rostro se había girado hacia un costado como si se sintiera incómodo por alguna razón. Parpadeando confuso lo observó.
¿Qué sucedía con él?
Luego lo recordó, la camiseta seguía entre sus manos, le pareció inusual su reacción ya que lo había visto fuera de la piscina minutos atrás, terminó de vestirse frente al chico tratando de ignorar el incómodo silencio que surgió entre ambos.
Bajando la mirada pudo ver que el chico estaba sosteniendo la botella entre sus manos con más fuerza de la necesario, la visibilidad de las venas fue notoria en el dorso de sus manos.
— ¿Jungkook? — le llamó.
Consiguió la atención del mencionado quien retornó su mirada hacia el frente.
— Lo siento, no era mi intención incomodarte — había una expresión de vergüenza llenando su rostro.
— Está bien, no te preocupes por algo como eso — Jimin sintió un par de gotas caer directamente sobre sus hombros y cuello.
Su cabello seguía húmedo, la toalla estaba en su casillero.
— Secaré mi cabello y saldremos — dicho esto regresó sobre sus pasos.
Jungkook esperó pacientemente por él, el más bajo regresó momentos después con la mochila llena con libros. El camino hacia la biblioteca fue silencioso, caminaban al costado del otro con sus miradas hacia el frente.
El más alto decidió cortar el silencio con su preocupación.
— Jimin — le llamó sin girar a verle o detenerse — lamento haberte asustado allí atrás, le pregunté al entrenador si estaba bien ir por un poco de agua, él me habló de la máquina expendedora.
La botella continuaba entre sus manos, con menos líquido que al principio.
El capitán de natación movió su vista hacia él, Jungkook continuaba caminando sin apresurar el paso.
— Debo admitir que me tomaste por sorpresa, realmente no muchos saben sobre eso — respondió con voz firme — tenías sed hombre, no hay lio.
La preocupación se esfumó del cuerpo del más alto, la rigidez que Jimin había notado en él desapareció, una sonrisa amable tiró de la comisura de sus labios.
Al ingresar a la biblioteca hallaron una mesa vacía, los libros se acumularon sobre esta a medida que los usaban, Jimin notó que el contrario tenía una forma particular para estudiar, él estaba tomando notas que luego dejaba adheridas en las páginas de los libros.
Los minutos que transcurrieron terminaron convirtiéndose en horas, Jimin suspiró aliviado al haber tomado la decisión de estudiar allí, era cómodo el silencio a su alrededor y la forma practica en que Jungkook le ayudaba con sus pequeñas notas.
Sin embargo, la molestia en su estómago que exigía por comida lo detuvo, revisó la hora en su móvil confirmando que había pasado la mayoría de la tarde en la biblioteca. Inevitablemente se sentía cansado física y mentalmente.
Jungkook pareció notarlo.
— Deberíamos descansar un poco — dijo el más alto.
Jimin tomó su palabra cerrando el libro de texto enfrente suyo.
— Tengo un poco de hambre — confesó Jimin observándolo — deberíamos dejarlo hasta aquí por hoy.
— Creo que tienes razón.
Jimin guardó sus pertenencias en su mochila, el contrario imitó su acción.
— ¿Estás libre para cenar algo? Hay un restaurante cerca del campus, su comida es deliciosa — comentó Jimin captando la atención del más alto.
Después de todo, lo había ayudado a estudiar, pensó en que debía devolverle el favor de alguna forma.
Jungkook asintió con alegría, ambos abandonaron la biblioteca minutos después.
El recorrido fue menos incómodo esta vez, Jimin pudo entablar una conversación ocasional con el contrario, el restaurante los recibió con aromas deliciosos que llenaban sus fosas nasales, Jimin observó el menú sobre la mesa.
Por su constitución él solía ordenar una gran variedad de comida, se preguntó si el chico frente suyo se sentiría incómodo con ello, pero para su sorpresa Jungkook también ordenó una cantidad considerable.
Se preguntó mientras cenaban hacia dónde se dirigía esa gran cantidad de comida que el azabache enfrente suyo consumía, de nuevo había dudas en su mente acerca de la musculatura oculta del chico por las prendas anchas que usaba.
Tal vez su metabolismo quemaba con rapidez las calorías, o simplemente Jungkook se ejercitaba. Una campana de advertencia sonó en su cabeza, él estaba cuestionándose demasiadas cosas acerca del chico.
Sacudiendo la cabeza terminó de cenar, compartieron la cuenta y decidieron salir del restaurante, la brisa fresca de la noche los abrazó.
Jimin se sentía cansado, un bostezo se apoderó de su boca con fuerza, sus pasos lentos obligaron al chico a su costado a igualar su ritmo.
— Debes estar cansado — comentó Jungkook — no solo físicamente.
Con un asentimiento le dio la razón.
— Supongo que no nos estamos haciendo más jóvenes — bromeó con una suave carcajada.
Había una sonrisa divertida en el rostro del más alto.
— Creo que tienes razón — respondió.
Jimin se detuvo en la esquina, girando su cuerpo encaró al chico con la intención de despedirse de este para dirigirse hacia su casa, pero el acercamiento del cuerpo contrario hacia el suyo lo puso alerta.
Los dedos largos, delgados de Jungkook se detuvieron sobre el flequillo de su cabello.
— Ah, lo siento, tenías una pelusa — el chico sacudió sus dedos.
Parpadeando con inocencia Jimin asintió a su acción. El chico no parecía ser consciente de sus propias acciones, le pareció divertida su personalidad.
Sin embargo, una pequeña molestia en su torso se formó al recordar las constantes burlas de las cuales era objetivo el chico.
— Gracias — fue su respuesta — es tarde, debería ir a casa.
Jungkook asintió con una sonrisa para despedirse momentos después, él tomó el sentido contrario a la vía para desaparecer del rango de visión de Jimin, el más bajo llevó sus dedos hacia su flequillo para mover las hebras sobre su frente.
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