XXV
Han pasado casi dos meses desde que te escribí la última vez.
Quería contarte que decidí superar todo de una vez por todas. Salir de la zona de confort... Algo que tú nunca me hubieras enseñado. Pero no te lo reprocho. Sólo querías cuidarme.
Te agradecí mil veces que me salvaste y me enseñaste que en la oscuridad más profunda puede haber luces, pero esas deudas ya están saldadas. Te sigo queriendo, pero todo ha cambiado. Eres un pequeño punto azul en mis negros recuerdos. Ahora estás lejos de mí, y ésta es la última carta que te escribo.
Nunca me respondiste cuando te mostré las primeras, y espero que no lo hagas cuando leas las que le siguieron. Creo que es justo darle un buen final a las cosas que tuvieron un buen comienzo. Y como tú lo empezaste, yo lo terminaré. Aún te quiero tanto... Y te lo agradezco todo, nuevamente.
Me enteré de que conociste a una chica... No tengo idea de quién es, pero espero que ella te dé todo lo que yo no pude, y te haga sentir completo y amado una vez más. Espero que encuentres la luz en tu oscuridad.
Eso es lo que mereces hallar. Paz.
Espero que ella sea la que te dé esa paz.
Por mi parte, decidí pintar el negro de azul con el chico de ojos verdes. Son dos meses de conocerlo, pero su puro corazón reinventó el mío.
El mundo se ve diferente ahora, desde otros ojos.
Él tiene un corazón de león, y me hace sentir una reina. Y sé que me querías. Y que quieres lo mejor para mí, aunque no me lo digas más... Él es lo mejor que pudo haberme pasado desde que te fuiste.
Me curó las heridas con su locura, y logró que un corazón apagado volviera a latir. Calló las voces, y espantó los fantasmas de mi pasado con una caricia de sus dedos sobre mi mejilla.
Si todo no hubiera sucedido como sucedió, quizás no lo hubiera conocido. Así que todo te lo debo a ti, indirectamente.
Hace unos meses me hubiera reído si me hubieran dicho que volvería a enamorarme alguna vez, de alguien que no fueras tú. Pero aquí estoy, sonriendo enamorada cada día a las fotos colgadas en la pared de mi habitación.
No tenía idea de que el amor pudiera hacerte tan feliz.
Me enseñaste a amar de verdad, a perdonar, a aceptar, a dejar ir... Gracias otra vez.
No sé si has leído todo lo que te escribí, pero todo fue desde el fondo de mi corazón. Quiero que sepas eso: que jamás dejaré de agradecer todo lo que hiciste por mí intencionalmente, o sin querer.
Espero verte de nuevo algún día, pero si no lo hago, espero que seas feliz como yo lo soy ahora.
Te seguiré queriendo siempre. Amaré tu recuerdo, tu mente, tu corazón y tu alma por siempre, porque fuiste el primero en amarme de verdad. Y siempre serás el que me enseñó a soñar. Gracias otra vez.
Siempre, siempre, siempre...
Espero verte sonreír pronto.
XX
(Dedicado a mi amiga súper especial, ejemplo a seguir, escritora goals y apoyo moral, MakotoDixon)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro