Yo siempre fui una sofocadora. Tengo miedo de sofocarte a ti. Pero no puedo detenerme. Soy una tonta frágil. Siempre lo quiero todo para mí. Y a veces desearía sólo irme y dejar todo para descansar de mí misma y de todo el desastre que soy. A veces desearía haberme quedado dentro del vientre de mi madre y no haber salido nunca. Sé que quizás tu entiendes cómo se siente todo eso.

Pero nunca estaré segura porque tengo miedo de acercarme y asustarte. A pesar de que sé todo sobre ti, siento que no sé nada. Nunca lo sé. Sólo sé que cuando me acerco ya tu te has ido. Siempre tenemos tanto para decirnos y nada al mismo tiempo. Cómo desearía que si yo te leyera estos sentimientos míos tú los compartieras. 

Yo quisiera que tú te quedaras conmigo lo que me queda de vida, porque no me gusta estar sola cuando sé como soy. Y sé que a ti tampoco te gusta estar solo. Quisiera que cuando este azul se vuelva gris y estos huesos se vuelvan frágiles tú estuvieras allí. 

Yo quiero estar para cuando tu azul se vuelva gris. Quiero estar para cuando tus huesos se vuelvan frágiles.