Capítulo#1
Su asquerosa mirada
Mi nombre es Irene, y no, no soy Irene de Red Velvet, soy Irene Acosta, ya quisiera ser así de famosa y linda, pero no, la naturaleza no le favorece a todo el mundo, solo soy una chica plana, amante a los libros, a las películas más malas, a la música y sobretodo, a los chismes. Y prescisamente me enteré de uno muy random en cuanto crucé las puertas de la universidad dónde me quedaré durante toda mi vida universitaria.
Hablaban de Poe, y yo por supuesto de ilusa creí de repente que se trataría de mi difunto escritor favorito, pero nah, nada que ver. La conversación alcanzaba niveles estratosféricamente cuchiplamchescos, ¿me comprenden? Hablaban de un chico sexy, el cual querían ver, ya que oyeron sobre que destilaba seguridad y no se qué, y pues por más que intenté poner la oreja no pude entender muy del todo sus comentarios.
En fin, tampoco es que me interese esa persona, por lo que comentan debe tratarse de un imbécil al cubo.
Y bueno, me dirigía hacia el condado de edificios de lujo a los cuales no iré, por supuesto que una chica como yo no estaría ahí ni aunque se prostituyera, aunque si dependiera de eso ni clientes tendría. En fin, retomando el tema anterior, fui directo al edificio número “no tengo idea” de los tantos que habían, solo de pensarlo puedo imaginar lo prestigiosa que es esta universidad. Desde pequeña quise tener una vida universitaria, sin preocupaciones ni tormentos, nada más relevante que el agobio de estudiar filología, pero bueno, por supuesto que a mi madre se le ocurrió insitarme a pasar el examen de admisión por el cual pasé meses estudiando y preparándome para entrar a la universidad, y ahora que estoy aquí no planeo tirar todo mi trabajo por el retrete. Me esforzaré muchisiisisisisisimo. Ahora que lo pienso debería haberle quitado un par de sisisi a mi muchisisisiisissimo.
Y por fin después de media hora de caminar con mi jodida maleta siendo arrastrada por mí, pude llegar al edificio, tomé el jodido ascensor y subí hasta el piso 7, el último por cierto, cada edificio de estos de segunda clase que es para los becados tienen 7 pisos, los de los ricos se limitan a 4 pisos ya que supongo que cada apartamento tiene al menos dos pisos. Pero en fin, no me centraré en ese tema tan poco importante para mí.
Llegué a mi apartamento por fin, y pude ver que había una chica ahí, al parecer desempacando.
— Hola— habló ella animada— ¿Eres mi rooming? Genial, soy Lucía, pero para mis amigos soy Lucy, y te pediría que me llamaras así ya que espero que este sea el comienzo de una linda amistad— estiró su mano— Por cierto, estás realmente hermosa, soy lesbiana pero no me gustas, aunque depende de si yo te gusto a ti, aunque no creas que es un coqueteo, no, se trata de una presentación. No te coquetearía ya que tengo novia, pero bueno, no es un tema realmente importante ¿Te gustan los gatitos?
Que chica tan peculiar.
Lo más inquietante de todo este tema es que ni siquiera sabe cómo me llamo y ya sé demasiada información suya.
— Si— le respondí tras pestañear varias veces, obviamente confundida Susana.
— Bien, ¿Cuál es tu nombre simpática chica?
— Soy Irene— respondí con tranquilidad. Demasiada diría yo.
— Pero chica, anda, entra, no te comeré— hizo un gesto con la mano de poca importancia— Adelante, ven, te ayudaré con el equipaje.
Ella me ayudó a entrar la maleta mientras yo cerré la puerta detrás de mí. Caminó junto a mi maleta a donde sospecho será mi nueva habitación. La seguí a paso silencioso, aún no comprendo del todo su locura, pero me agrada.
— Bien, esta será tu habitación— me dijo prendiendo la luz— Puedes decorarla como desees, el reglamento no dice nada al respecto, eso sí, si vas a coger con alguien no grites mucho, estas paredes no se ven muy seguras.
— Si, tranquila, no tengo intenciones de coger con nadie— confesé escandalizada por la facilidad con la que ella se expresaba. Suena a mí pero diciendo las cosas, mes sorprendería la cantidad de barbaridades que hablo conmigo misma y las colosales respuestas que digo en mi mente, pero bueno, al final digo algo completamente distinto para evitar problemas a largo plazo que me resulten agobiantes— Solo vine a estudiar.
— Cuando veas los chicos guapos que hay pensarás diferente— habló— Parecen personas traídas del Edén o yo que sé.
— Ja, gracioso, es imposible que hayan personas así a no ser claro Shawn Mendes, por supuesto— comenté sin pensar.
— Eres divertida— rió— Y sí, él es una de las pocas personas en el mundo que me hacen dudar de mi orientación sexual, pero bueno, luego recuerdo las tetas de Billie Eilish y se me olvida completamente la masculinidad de ellos.
Tiene sentido si lo miras desde mi perspectiva.
— Bueno, al menos tendré una compañera de habitación con la que hablar de chismecitos frescos— dijo ella ensanchando una linda sonrisa. Ahora que la observo, ella es linda, sus ojos son verdes, no un verde tan notable, pero solo se ve si la miras de cerca, sus facciones son delicadas, cuerpo realmente bien formado, parece que va al gimnasio, solo que no exagera su musculatura, solo se ve mantenida correctamente, su tono de piel es moreno y su cabello es negro con mechas moradas.
— Me gustan los chismes— confesé.
Yo por el contrario era palito de esos que sostienen finitas hojas en las plantitas esas del jardín de mi mamá. Sin mucha voluptuosidad, con caderas no tan anchas, pechos para nada llamativos, trasero con posible celulitis y una fina cintura, claro, estoy muy segura de mí misma a pesar de dar vergüenza ajena, porque ese es el único sentimiento que siento al mirarme al espejo. Jejeje.
Mi cabello es negro natural, y muy lacio, mi cara es pequeña y me atrevería a decir que linda. Pero bueno, si me miras bien y después de dar esta descripción. Soy todo lo opuesto a lo que una protagonista de un libro se refiere, rompo todos los estereotipos esos que el wattpad ha fomentado. Pero ñeee, tengo confianza y es lo único importante.
En fin, después de una charla tranquila con mi compañera de apartamento en la que nos hemos ido contando datos personales de cada una como que nos dio alguito de hambre, y con alguito me refiero a que me comería el Titanic si me lo ponen delante.
Así que ella me propuso salir a comer a algún sitio, ella por lo visto es clase algo alta, es la hija del secretario general del rector de la escuela, por ello está becada, aunque me he podido dar cuenta de que no es para nada inculta a pesar de ser una enchufada, y no es que la vea así, es solo que básicamente es lo que es.
Y bueno, salimos del complejo de edificios y con ello también del campus de la universidad Pattinson, y no, no me refiero a Robert Pattinson, sino al hombre que fundó este lugar en 1934. Pero no estamos aquí para una clase de historia, sino que para comer carajo, muero de hambre.
Ella me guió hasta una cafetería no muy lejana del campus, al llegar notamos que había cierta cantidad de personas, todos parecían estudiantes de la universidad. No estábamos atentas a eso y por tanto, nos sentamos en una mesa cerca de la cristalera, y como no, del bote de basura también. ¿A quién diablos se me ocurre poner un bote de basura dentro de un maldito establecimiento y al lado de una jodida mesa?
— Bueno, espero que no tarden tanto en atendernos, muero de hambre— le dije a mi compañera quién chateaba con alguien con la cara prácticamente a centímetros de la pantalla de su celular.
— Mira— puso su boca en una O y giró el teléfono pasándomelo para poder ver de qué se trataba. Era una imagen de Instagram, un chico de cabello negro, ojos marrones claros, nariz perfilada...carajo, ¿era un ser de luz? Ese atractivo realmente no siento que sea de este planeta, pero me mantuve obviamente quieta y con mi cara de asesina serial hambrienta con expresión tranquila y neutra, como si no estuviera a punto de alcanzar un orgasmo solo de ver a ese chico. Pasé a la otra fotografía y el mismo chico traía un chaleco abierto dejando ver su marcado abdomen, una sonrisa descaradamente sexy y un maldito pantalón que cubría lo demás.
— ¿Quién es?— me limité a preguntar y luego vi de que se trataba la publicación. ¿LA MARCA DIOR?
— Es un chico que es muy popular aquí, comentan que es el tataranieto de un escritor famoso— mis sentidos se alertaron— Oí hablar sobre él mientras llegaba aquí, y obviamente quedé en shock al ver su hermosura.
— Ja, ni que estuviera tan bueno, hay mejores que él.
Bastante que te lo querías coger con los ojos.
Pero no es un dato relevante, mejor calla.
— ¿Bromeas?— inquirió ella, estupefacta— ¿En qué mundo vives?— volvió a inquirir— Niña, por Dios, no es el tataranieto de cualquier escritor, sino de uno realmente popular en el horror. Creo que me habían mencionado que era un tal Pou o algo así.
— ¿Pou?— arrugué mi nariz— No conozco a ningún escritor que se llame así— elevé mis hombros— Tal vez sean solo rumores y ese chico solamente se limite a ser una cara bonita que posa para marcas famosas, eso es todo.
— No solo famosas, sino que costosas— habló— Dior es una de las marcas más caras del mundo, cualquier ser mortal en la faz de la Tierra, que digo la Tierra, el universo de hecho, sabe a la perfección ese detalle.
— Si, ya, ni que fuera del todo importante.
Por suerte, un chico muy amable llegó a nosotras preguntando lo que tomaríamos, ambas hicimos nuestro pedido y él se limitó a anotarlo y asentir sonriente diciendo que pronto lo traerían. Esperamos pacientemente mientras tanto.
— Bueno— rompió Lucy el silencio— De todas maneras, opino que no sé aún que curso tomar.
Hablaba de los cursos optativos, los que son complementarios solo para subir la nota, por supuesto, no eran obligatorios, pero si para los becados sin influencias en el más allá.
— Yo tampoco— le dije— Doy demasiada literatura, así que esa va descartada— opiné, ya que mi carrera de por sí tenía demasiado de eso— Tal vez elija Plástica o escultura. ¿Qué opinas?— pero mi pregunta se quedó en el aire porque mi amiga quedó completamente pasmada mirando algún punto detrás de mí. Claro, estaba sentada frente a ella de espaldas a la puerta, claramente no podía ver lo que sucedía detrás mío— ¿Qué sucede?— pregunté confundida volteándome para ver lo que la tenía así de shockeada, y al darme cuenta de lo que era puedo decir que claramente tenía buenos motivos para quedar así de traumada. Porque en estos momentos yo debería de tener una cara de estúpida embobecida.
Se trataba del chico buenazo que acabamos de ver en Instagram. Y como dice Damiano de Måneskin en esa clásica canción de ellos, Oh Mamamia ma oh Mamamia oh.
¿Las caídas tienen alas? Porque me acabo de quedar como un queso. Ay, era al revés, creo que mis pensamientos perdieron sentido y mi oxígeno no llega a la cabeza. ¡Se me olvidó respirar!
— ¿Él no es...?
— Su nombre es Alexander Poe, el tataranieto de Edgar Allan Poe— miré a mi amiga que terminó de hablar— Lo busqué en Google— sonrió ampliamente y ahí es cuando yo me quedo con cara de imbécil mayúscula.
¿Es el hijo del hijo del hijo del hijo de mi escritor favorito?
No.Puede.Ser
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro