Cada vez que recuerdo la escena del baño, las lágrimas salen nuevamente con más fuerza sin poder retenerlas. Miro de reojo a Jacob que está concentrado en la carretera, se ve muy guapo de perfil, me quedo unos minutos observándolo, y su voz me interrumpe.

- ¿Quieres una foto?, la podrías llevar siempre- dice con una sonrisa que mata a cualquiera, miro al frente sacándome las lágrimas y sonrojándome por su culpa. Y evito su comentario.

- Puedes llevarme a mi casa- le digo en un sollozo, odio llorar por eso.

- No sé dónde vives.

- Pero te digo dónde es y me llevas.- lo que más me apetece es estar debajo de mi manta, con un helado de chocolate viendo películas tristes y llorando por mi desgracia.

-No- le miro sorprendida por su respuesta- no voy a dejar que te metas debajo de una manta y llores.-¿cómo sabe lo que voy a hacer? 

- Prefiero la manta- le digo en voz baja.

Para el coche a un costado de la carretera y coge mis manos, su tacto me provocó un cosquilleo en el estómago, por qué me pasa esto joder, con él todo es diferente, me hace sentir cosas que ni Brandon en medio año. Joder Brandon, le odio muchísimo, como me pudo hacerme eso. Noto como mis ojos empiezan a humedecerse a causa de los recuerdos.

- Eh, mírame- me dice Jacob con voz suave- no pienses en eso ahora, te llevaré a la mejor heladería de por aquí.- sonrío levemente- no dejaré que esa hermosa sonrisa se borre- ese comentario provoca que me sonroje, bajo la cabeza para impedir que él me vea así.

- Me encanta cuando te sonrojas- susurra arrancando el coche, joder otra vez me sonrojo, pero qué coño me hace este tío. 

- ¿Por qué no me dijiste que Brandon me los ponía?, si sabías quién me lo hubieras dicho.- le pregunté, quería saber por qué me dejo que viera aquello.

- Porque no me creerías- dijo como si fuera lo más obvio- estabas ciega con él.

- Si me lo hubieras dicho, habría hablado con él y...

- Él te hubiera dicho que es mentira y que sólo te quiere a ti y luego follarían, asunto resuelto- dice con asco y odio.

- ¿Por qué le odias? No te hizo nada- le pregunto molesta, no sé ni porqué defiendo al estúpido de Brandon.

- Tú no sabes nada.- dijo tajante- y ponte el cinturón- añadió fríamente.

No entiendo su actitud, hace un momento diría yo que estaba cariñoso y ahora me trata mal, este chico es todo un misterio y está lleno de secretos, que me apetecen desvelar. 

- Mejor me llevas a mi casa- le digo secamente.

- Será lo mejor- afirma serio. No esperaba que dijera eso, pensé que iba a decir que no, y que iríamos a la heladería, me entraron ganas de llorar y y no por Brandon, si no por la actitud de Jacob, os lo juro pensé que pasaría el mejor día con él, me estaba empezando a caer bien.

-¿La dirección?- pregunta serio.

Le expliqué por donde ir y ya estamos en la puerta de mi casa. Me quito el cinturón, cojo mis cosas y me bajo de las camioneta sin decir palabra, él tampoco hace, ni dice nada para que me quede así que bajé y cerré de un portazo. Jacob ni protesta sólo se va. Veo como se aleja la camioneta y entro en casa, veo que no hay nadie, mis padres trabajando y mi hermana para la universidad, y me invade un sentimiento de soledad, suspiro y subo a mi habitación. Dejo las cosas en el suelo y me acuesto en mi cama con mi manta encima, entonces como si las lágrimas supieran lo que tienen que hacer, salen a montones como una cascada por mis mejillas. Pasado unas horas siento como mi cuerpo cae entre los brazos de Morfeo.

(...)

Abro los ojos y noto la almohada mojada por las lágrimas, me levanto y veo que son las 4:20 de la tarde, seguramente en casa aún no ha llegado nadie, saco del armario mi pijama de ositos y me encamino al baño para darme una buena ducha caliente. El agua caliente cae por todo mi cuerpo y estoy unos minutos debajo de ella, creo que ya no lloro porque he gastado todas las lágrimas que tenía. Me pongo mi pijama y bajo a comer algo, abro el refrigerador y saco una jarra con zumo de naranja y me caliento en el microondas un sándwich que había quedado de ayer. Dejo la mitad del sándwich, el apetito ha desaparecido, me bebo el zumo, enjuago todo en el fregadero y subo a mi habitación. Tengo 10 mensajes en el móvil, 1 de mi amiga, y 9 de Brandon, a los cuales no voy a responder.

De Eveline:
Brandon ha estado toda la tarde preguntándome si sabía de ti, cuéntame qué coño ha hecho ese capullo. Te quiero.
No puedo evitar sonreír, si se entera le corta los huevos.

De Alison:
No te preocupes mañana te cuento. Te quiero.

Después del mensaje, apagué el móvil no quería saber del mundo exterior por lo menos hasta mañana.

Abro mi ordenador y busco la peli de mis bajones, El Titanic. Luego de un tiempo escucho que la puerta de casa se abre, le doy pausa a la peli y bajo a ver quien es. Al bajar toda la tristeza que tenía se esfuma al ver a mi hermano Alex delante de mí, no me lo pensé dos veces y bajé los escalones que me faltaban y lo abracé. Al separarme me vio y preguntó preocupado:
- ¿Qué coño te hizo Brandon?

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Hola hola!!

Espero que me digáis que os parece el capítulo, a partir del día 19 de junio trataré de escribir cada dos días, eso no quiere decir que estos días subo uno.
Si hay alguna falta me decís.
En multimedia: Brandon Dixon e Isabella Cox.
Besos y abrazos
Att: Flavia