Capítulo 28
PoV JACOB
Espero que realmente no capte el mensaje, lo he hecho bastante confuso y rápido lo que menos quiero es que se arriesgue a venir, no es bueno para ella, por una vez pido que no sea tan lista. Sé que me dijeron que había perdido la memoria o algo así, pero por su expresión pude notar un poco de asombro al verme, por lo que puedo comprobar que estos cabrones me mintieron y no le dijeron que yo estaba aquí.
- ¿Crees que venga?.- la voz de Paulo me saca de mis pensamientos.
- Espero que no.- le digo serio y me siento en el sillón mirando hacia la ventana.
Me gustaría volver a verla, aunque sea de lejos, ver como se ríe, como se acomoda su pelo involuntariamente cada cinco minutos. No dejo de sentirme culpable por la situación que estamos pasando, el amor a veces te hace perder el control tan deprisa que no te das cuenta y ya caíste. Nunca me había sentido así con nadie, después de la muerte de las personas más importantes de mi vida, todo dejó de tener sentido, el que era mi padre se sumió en su propio dolor y le dejó de importar lo que yo hiciese o dejase de hacer, y por lo que veo supo aprovechar el tiempo convirtiéndose en un jodido mafioso. Pero la conocí a ella tan terca e ingenua a veces, que no podía evitar protegerla aunque sé que ella misma sabría como afrontar esas situaciones el instinto protector siempre salía, Alison poco a poco se fue metiendo en mi vida sin quererlo y ya no pude dar vuelta atrás, misión fallida. Ahora mismo me siento con esa necesidad de protegerla, defenderla del cabrón de Rodolf, por eso accedí a este estúpido plan.
TRES DÍAS ANTES
La puerta se abre de golpe dejando pasar a Rodolf, por su cara se puede notar que algo le está molestando, algo que tiene que ver conmigo ya que llevo una semana aquí y es la primera vez que se digna a venir. No puedo disimular mi cabreo así que de un salto me pongo de pie y cruzo los brazos a la altura del pecho desafiante. La habitación se sume en una tensión incómoda, que al parecer Paulo nota y sale de esta lo más rápido que puede. Rodolf se pasea por la habitación bajo mi atenta mirada hasta que se sienta en unos de los sillones.
- Hola hijo.- suelta finalmente en tono relajado, lo que hace que me encrespe más.
- ¿Cómo te atreves? Yo no soy tu hijo.- respondo con resentimiento.
- Vamos Jacob, todo lo que hice fue por tu bien.- declara tranquilo mientras se enciende un cigarrillo.
- Por mi bien, ¿mandarme a matar también fue por mi bien?- como se atreve a ser tan cínico.
- Eso...- vacila un poco en su respuesta dándole una gran calada al piti.- Fue para advertirte que ese no era tu terreno.
- ¿Y cuál era mi terreno? Matar a tu amigo- espeto enfadado.
- Tenías que cumplir eso, era una sola cosa pero tú siempre lo complicas todo.- masculla dando un golpe seco en la mesilla auxiliar.
- Yo no soy un asesino.
- Has hecho cosas peores.- dice retándome con la mirada.
- Pero no matar a un hombre inocente.- sentencio lo más frío que puedo dejando claro que no somos iguales.
- A veces hay decisiones que uno tiene que tomar para poder seguir sobreviviendo.
- Entonces eres un egoísta de mierda, y eso te convierte en una persona horrible.- digo con asco.
- Lo sé, y por eso nunca te dije quién era, no quería tener este tipo de enfrentamiento.- verlo tan clamado diciendo todo esto sin ver un atisbo de culpa en su rostro solo me enfada más por momentos.
- ¿Para qué has venido? porque no me creo que vinieras a verme solamente.- ya no me creo nada de lo que dice, así que prefiero que vaya al grano.
Se queda unos segundos en silencio, la tensión se puede cortar con un cuchillo, quiero que se vaya y me deje en paz, no quiero ser parte de él.
- Eres listo hijo...
- No soy tu hijo.- le recuerdo bruscamente.
- Como sea, he venido a pedirte un favor.- con esto me deja más claro que este hombre es un ser despreciable.
- No te haré ningún favor, estás loco.
- Creo que me expresé mal.- dice dándole una última calada al cigarro para lego tirarlo al suelo y aplastarlo con el pie .- Te ordeno que me hagas un favor.
- Yo no trabajo para ti.- protesto serio.
- Pero lo harás.- sentencia.
- No quiero meterme en tus mierdas, déjame en paz.- replico dándome la vuelta para sentarme en la cama y ponerle fin a esta inútil conversación.
- Bueno, mataré a Alison.
Esa frase me deja inmóvil por unos segundos, me giro lentamente y lo miro lleno de odio. No puede caer más bajo, sabe que no voy a permitir que nada le pase y juega con eso, es un canalla.
- No serías capaz.- espeto.
- Claro que sí.- dice jocoso, como si no significara nada.
- ¿Qué quieres?- pregunto controlando toda la ira, sabe mis puntos débiles.
- Bueno, como sabes Alison dice que no te recuerda, o sea, vuestra historia aquí en Inglaterra pero sé que miente...
- Igual no.- lo interrumpo.
- Ella miente.- afirma.- Esa chica es muy astuta, no me fío, así que de seguro que si te ve se le caería todo el espectáculo, no podría aguantarlo.- dice con un tono de satisfacción.
- No, no lo haré.- me niego rotundamente, no la voy a hacer sufrir más.
- Tú verás, pero entonces no te culparás por dos muertes, si no que serán tres.- lo miro furioso, cómo se atreve a sacarlas en este momento.
- Eres un hijo de puta.- mascullo con los ojos vidriosos.
- Me tomaré eso como un si.- acto seguido se levanta victorioso del sillón.
- Sabes, ella no estaría orgullosa de ti.- decido jugar sucio, sé que la muerte de mi madre es un tema bastante complicado.
Sé lo mucho que quería a mi madre, se desvivía por ella,era su todo pero luego su muerte, él cambio radicalmente. Mi padre dejó de serlo desde ese instante, y pasó a ser un simple desconocido que se hacia cargo de mí y de mi hermana.
Noto como su mandíbula se tensa, cierra sus ojos y deja caer un leve suspiro. Me quedo parado observando la escena, si fuese otro hasta me llegaría a dar pena, pero a estas alturas, me da igual lo que sienta, él no me importa lo más mínimo.
Vuelve a dar un largo suspiro, carraspea y se acomoda el cuello de la camisa. Me lanza una última mirada y se encamina hacia la salida.
- Te doy tres días para que la traigas hasta aquí.- me informa y acto seguido cierra la puerta.
-¡¡Joder!!- susurro enfadado mientras le propicio puñetazos a la cama.
ACTUALIDAD
Son las 23:58 pm, en 2 minutos si Alison me entendió debería entrar por esa puerta. Estoy inquieto, camino de un lado a otro como si esperase que el tiempo pasase rápido. Mi nerviosismo crece cada minuto ya que por una parte quiero verla y saber que está del todo bien y por otra siento que la estoy traicionando, quiero pensar que ella lo verá del modo correcto, sabe que nunca la pondría en peligro, bueno...esto es arriesgarla pero prefiero esto a que que me la arrebaten para siempre.
- Mejor siéntate, si te ve así sabrá que algo no está bien.- aconseja Paulo.
Le pongo mala cara, obviamente le hago caso omiso y me quedo parado con las manos en los bolsillos con toda mi atención centrada en la puerta. Siento que estos son los minutos más lentos de mi vida. Escucho unos pasos fuera de la habitación y veo como Paulo se coloca a lado de la puerta y me indica con el dedo que me haga silencio. Mi corazón comienza a acelerarse, los pasos se van acercando y se detienen justo detrás de la puerta, el pomo de la puerta se gira lentamente, trago saliva y siento que estoy sudando por los nervios. La puerta se abre poco a poco y delante de mis ojos queda la silueta de Alison.
- ¿Jacob?- su voz se escucha baja, puedo notar su angustia.
- Preciosa.- logro articular.
Sus preciosos ojos se posan en mí, suspira aliviada y esboza una hermosa sonrisa. Acto seguido sale corriendo y se cuelga en mi cuello. Nos abrazamos unos largos segundos, inhalo su aroma, la he echado tanto de menos. Me separo y le dejo tiernos besos en sus labios y ella empieza sonreír y sé que es de vergüenza, pero me da igual, ella está aquí y es lo que me importa ahora.
- Bueno, se acabó la obra.- la voz de Paulo interrumpe nuestro momento mágico.
Alison se separa de mí, lo mira extrañada y su ceño se frunce. La tomo de la mano, para aportarle seguridad pero ella la retira rápidamente y me observa expectante.
- ¿Qué es esto? ¿Quién es él?- suelta atropelladamente como si no pudiera controlar sus palabra.
- Preciosa, por favor, relájate.- me acerco a ella pero se aleja.
- Señorita lo mejor será que se siente.- le pide Paulo indicándole el sillón.
- ¡No! ¿Qué mierda está pasando aquí?- exige alzando la voz mirándome.
- Tengo que contarte algo.- le advierto.
Puedo percibir cierto temor en su mirada, por lo que me vuelvo a acercar para abrazarla, no puedo verla así, tan vulnerable, esta vez ella no pone resistencia, solo se queda quieta, sin emitir una palabra, sabe que volvemos a estar más cerca que nunca de la boca del lobo, y no hay nada que hacer.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
¡Hola hermosuras!
Espero que les guste el capítulo y lo disfruten. Como vieron cambié la portada, ¿qué les parece?
Si queréis dejadme una estrellita y un comentario.
Un beso, se les quiere.
PD: La canción es Beautiful war de Kings of Leon.
No copies las historia, porfi.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro