Hoy nos hemos levantado un poco mejor de ánimo, no sé si por el momento vivido ayer o si porque realmente necesitábamos descansar. La herida Jacob se encuentra mejor de lo que esperaba, él dice que no me tengo que preocupar, que la herida ya no es un problema; yo no estoy muy confiada pero igual no le pienso discutir sobre el tema, parece ser que es un experto en esto.

- ¿Es la primera vez que te haces una herida así?- me atrevo a preguntar aún sabiendo la respuesta.

- Pues no, no lo es.

- ¿Muchas peleas de pequeño?- bromeo intentando sacarle hierro al asunto, tampoco quiero que las cosas se tensen por mi curiosidad.

- Y de adulto, ya te puedes imaginar.- dice colocándose con mucho cuidado la sudadera. 

Claro que lo puedo imaginar, trabajando bajo las órdenes del Gran Jefe, no quiero ni saber a los trabajos sucios que lo enviaba. Cómo su propio padre podía hacer eso, creo que nunca lograré entenderlo. Rodolf sabe en primera persona todo lo que sufrió su hijo, todo a lo que se tuvo que enfrentar, sucesos tan dolorosos como son la muerte de familiares, él también vivió eso, eran su mujer y su hija, sabe lo que se siente por lo que no me cabe en la cabeza su comportamiento hacia su hijo, prácticamente lo dejó solo. No quiero ni pensar como tuvieron que ser esos años para él, sobrevivir a todo ese pesar sin una mano que lo ayudase.

-Jacob,¿te puedo hacer una pregunta?- suelto con un tono bastante relajado.

-Intuyo que la pregunta va por lo personal...o ¿me equivoco?

- Bueno ya me conoces.- digo un poco vacilante. Me tomo unos buenos segundos para formular bien la pregunta.- ¿Qué le pasó a tu madre?- digo por fin y su cuerpo enseguida se tensa.

- Ya sabes, murió.- esta última palabra la dice casi en un susurro, como si aún no lo aceptase.

- Si, pero ¿cómo fue? ¿qué le ocurrió?- insisto aún sabiendo que puede traer consecuencias.

- Murió de cáncer Ali, no quiero hablar del tema.- declara tajante y percibo que no está tan receptivo con este tema como yo pensaba.

-A veces no es malo hablar de estas cosas, te ayudan a...

- ¿A qué me ayudan ahora Ali? A nada, no me ayuda en nada. Ni es el momento para hablar de ello, ni quiero así que por favor, no insistas.- espeta con cierto enfado y dándome la espalda dando finalizada la charla.

Y otra vez mi curiosidad interrumpe todo momento bueno que pueda tener con Jacob. Siento mucho lo que le paso a su madre, pero yo solo quería saber más sobre él para poder comprenderlo mejor.

-Lo siento.- mascullo con un hilo de voz, lo que menos quiero es fastidiarlo más.

- No pasa nada preciosa, solo que no es el momento para estas cosas.-comenta más relajado y propiciando un cariñoso beso en mi mejilla.

No se habla más del tema y nos ponemos en marcha rumbo Mánchester, espero que valga realmente la pena porque estoy harta de huir, quiero ir junto a mi familia y olvidar toda esta pesadilla.

(...)

- ¡Mierda!- suelta Jacob pegando un golpe al volante.

-¿Qué ocurre?- pregunto sobresaltada.

- He estado dándole vueltas al por qué nos encontraban tan rápido, quiero decir por mucho que huyéramos de esas situaciones siempre iban un paso por delante, y es porque nos tienen vigilados.- explica cabreado mientras fija su mirada en la carretera.

-  Pero ¿cómo?

-El coche, Albert nos vio cuando escapamos, y se quedó con la matrícula y con el modelo, cómo pude ser tan estúpido.- manifiesta haciendo un mohín con los labios.

- Joder, entonces ya sabrán a dónde vamos.- el miedo empieza a recorrer todo mi cuerpo, probablemente nos estén siguiendo ahora mismo.

Miro desesperada hacia atrás intentando visualizar algo fuera de lo común, algún coche sospechoso o algo fuera de lo normal. Todo parece correcto, nada levanta sospechas por lo que me tranquilizo y miro al frente jugueteando con mis dedos, intentando disimular mi nerviosismo.

- Preciosa, no dejaré que nada te pase.- intenta tranquilizarme tomando mi mano.

- Lo sé, pero con ellos pisándonos los talones no puedo estar calmada, deberíamos abandonar el coche.- sugiero seriamente llamando la atención de su mirada.

- Si lo hacemos no llegaremos a Mánchester a tiempo.

- Es la única solución que veo, nos pillarán allí.

- Lo dejamos en cuanto estemos en la ciudad.- accede finalmente aunque por mí cara puede notar que no estoy muy de acuerdo.- Luego nos perdemos entre la gente, no nos encontrarán.

Aunque su plan no me inspira demasiada confianza no puedo objetar nada, no se me ocurre otra idea. Él conoce estas ciudades mejor que yo, solo me queda confiar en que todo salga bien y su contacto en Mánchester no nos falle, ciertamente tengo esperanzas de que los dos nos iremos a casa juntos y dejando toda esta mierda atrás, es lo único que anhelo ahora mismo.

Luego de dos horas de viaje llegamos nuestro destino, siguiendo el plan entramos a la ciudad y dejamos el coche cerca de un parque, que por lo que veo se encuentra en el centro de la ciudad ya que las calles se ven bastante concurridas. Salimos pitando y nos mezclamos entre la gente, veo que Jacob aprovecha y hace una llamada que no dura más de 15 segundos. Me agarra del brazo suavemente y nos metemos por una calle, no aguanto más la incertidumbre y me paro en seco, atrayendo la atención de este que me mira extrañado. 

- ¿A dónde vamos? No quiero más secretismos por favor.- inquiero mirándolo circunspecta, con la intención de saber la verdad.

- Venga Ali, tienes que fiarte de mí.- dice inquieto tomando otra vez mi mano pero la aparto rápidamente.

- ¿A quién vamos a ver?

- Vale te lo cuento en el camino no hay tiempo que perder.- dice derrotado y echando a andar.

Lo sigo ocupando un sitio a su lado, su paso es rápido y me cuesta pillarle el ritmo, viendo que me quedo rezagada, afloja su paso y comienza a hablar.

- Su nombre es Ian, antes trabajábamos juntos, hacíamos trabajos juntos hasta que decidió dejar toda esta mierda y Alex y yo lo ayudamos a salir...

- ¿¡Mi hermano!?- interrumpo asombrada, ¿qué me perdí? Alex vino aquí a estudiar, esta parte no me pega.

- Vaya, lo siento, pero él ya no está metido en nada de esto.- intenta justificar su metida de pata pero hago caso omiso a su excusa.

- ¿Fue así cómo os conocisteis?- le pregunto dolida, de ser así me mintió en mi propia cara descaradamente, los dos.

- No, la historia que te conté es cierta, él me ayudó a salir de...esa etapa.

- Pero ¿cómo es qué trabajó para el Gran Jefe?

- No lo sé, él me ayudó para que entrase y trabajase con él.

Mi cara de sorpresa no la puedo ocultar, todo lo que me está contando es demasiado para mí, muchos secesos que procesar. Por eso Alex volvió a casa repentinamente, quería dejar todo esto atrás. Estuvo trabajando para Rodolf, no me lo puedo creer, todo esto me parece surrealista como sacado de una película. 

- Hemos llegado.- interrumpe Jacob sacándome de mis cavilaciones.

Me señala un largo pasillo que por lo que se podía observar al final de este había un patio rodeado de pequeños apartamentos. Nos disponemos a entrar pero Jacob me frena, levanto la mirada y veo a dos tipos saliendo del pasillo, enseguida todo mi cuerpo se tensa y empiezo a tener una mal presentimiento. Jacob da pequeños pasos hacia atrás y yo lo imito.

- Ali, escúchame atentamente, cuando yo te diga corre.- murmura sin quitarle ojo a los tipos.

- Jacob...

- Ahora, corre preciosa.

Mi instinto es no moverme y quedarme estática en el sitio, no pienso dejarlo solo, después de lo que hemos pasado juntos , me niego. Este se percata y me mira suplicante, me da pequeños empujones para que me mueva. Los dos hombres se percatan y echan a correr hacia nosotros.

- ¡Alison, vete!- me grita desesperado y esta vez acato su orden.

Salgo disparada calle abajo, el miedo se apodera todo de mí y me nubla los sentidos, mi único objetivo es que no me atrapen. Por un instante miro hacia atrás y la escena que veo me aterra, Jacob está ensalzado en una pelea contra esos dos pero uno de ellos le propicia un puñetazo justo en el lado que tenía la herida, este cae al suelo y aprovechan para darle brutales patadas. No puedo seguir viendo ese atroz espectáculo, necesito protegerlo, como él lo ha hecho conmigo, no puedo huir, es momento de actuar y echa una furia me dispongo a auxiliar a Jacob, pero un fuerte golpe en la cabeza me hace caer al suelo negándome toda posible movilidad, siento que mi cuerpo se va relajando, no puedo creer que este sea el final de nosotros, me rehúso a que esto termine así pero poco a poco esos pensamientos se va disipando ya que pierdo el conocimiento y otra vez vuelvo a ser víctima de puto Gran Jefe.

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¡Hola hermosuras!

Aquí les dejo otro capítulo, ya casi estamos llegando al final.

Espero que lo disfrutéis y si os gusta dejad un voto y un comentario.

PD: Si veis algún error no dudéis en decirlo.

Muchas gracias.

Att: Flavia