Capítulo 24
- Tenemos que ir al hospital- le digo asustada mirando la herida
- No podemos ir a un hospital Alison, mi...Rodolf no estará vigilando- veo como baja su mirada, después de todo es su padre...no entiendo como puede hacerle algo así a su hijo, como puede ser un mafioso y no decirle a su hijo, ya no me cae bien Rodolf, pensé que era una buena persona, pero las apariencias engañan.
- ¿Cómo vas a curar tu herida? Se te puede infectar- le advierto de algo obvio
- Me vas a curar tú misma, ve al maletero y coge un botiquín de urgencias- me informa señalando la parte de atrás del coche.
Me bajo sorprendida...¡vaya! Este chico está preparado para todo...bueno ahora que lo pienso ni siquiera tenemos documentación aquí, así que sería un poco complicado que nos atiendan, y nos harían demasiadas preguntas...¿Y si vamos a la policía? Esa no sería mala idea, ya lo hablaré con Jacob.
Llego al maletero y saco el botiquín, entro al asiento y veo a un Jacob sin camisa esperándome, visualizo la herida, es un corte que espero y no sea profundo porque no tenemos herramientas adecuadas para tratarlo. Abro el botiquín, lo primero que agarro son unos guantes, no quiero infectarle la herida. Saco las gasas y un limpiador antiséptico, lo paso suavemente limpiando la herida y alrededores, noto como Jacob tiene los ojos cerrados y aprieta la boca aguantando el dolor.
- Lo siento.- me disculpo y tiro las gasas usadas al suelo, luego recojo todo, mi mayor preocupación ahora mismo es curarle.
- Alison, pon atención a lo que te voy a decir ahora, tienes colocarme estas cintas de sutura para cerrar el corte.- me explica sacando del botiquín las dichosas cintas.
Asiento denotando seguridad, aunque me estaba muriendo de los nervios por dentro, iba a cerrar una herida y no tenía ni idea de qué hacer exactamente. Sujeto el paquete con las cintas y me leo las instrucciones, retiro las cintas de sutura del envase y procedo a colocarlas con sumo cuidado. Jacob hace pequeños movimientos involuntarios a causa del dolor, me apresuro a terminar la labor, luego le coloco una gasa sujeta con esparadrapo y finalizo.
- Listo- digo orgullosa de mi trabajo. Procedo a recoger los desperdicios que deje por ahí y noto la cálida mano de Jacob acariciando mi mejilla.
-Gracias- agradece con un tono cariñoso.
Ambos nos quedamos en silencio, yo terminando de recoger lo que quedaba por ahí y el sumido en sus pensamientos, claramente consternado por todo lo que acaba de suceder, se acaba de enterar que su padre, SU PROPIO PADRE, es el hombre más despreciable del mundo.
Claramente tenemos que idear un plan para salir de este país sin que Rodolf se entere y nos atrape antes, pero ¿cómo? No quiero ni pensar en todo los contactos que debe de tener al tanto de nuestra situación para que no nos den chance a salir de aquí.
- Jacob, ¿por qué nunca pediste una reunión con el "Gran Jefe"?- mi pregunta lo saca de sus cavilaciones y vuelve su cara a mí, realmente lo noto cansando, no sé como dio conmigo pero seguro que no fue un camino de rosas y fueron días muy largos para él.
-Sinceramente, nunca tuve la necesidad de hacerlo y probablemente nunca me la hubiese concedido.- claramente aludiendo a que es su padre y no se iba a arriesgar a que su hijo supiese el secreto.
-Jacob, ¿y qué vamos a hacer ahora?- pregunto realmente preocupada. -Tenemos que salir de aquí de alguna forma.
- Alison, tengo que pensar algo que hacer, tengo gente que me debe algún favor pero por ahora vámonos de aquí .- dice encendiendo el coche y nos ponemos en marcha.
Luego de un rato de camino ninguno de los dos había soltado una palabra, todo se tornó en un horrible silencio, cada uno pensando en sus cosas y metido en sus asuntos, tanto que ya percía un viaje de desconocidos. Lo miro por un pequeño segundo y me doy cuenta que no lo conozco, que es un desconocido para mí, sé pequeños fragmentos de su vida pero no lo conozco del todo como me gustaría, hay secretos en su interior que aún me despiertan curiosidad pero de una cosa si estoy segura y es que me quiere, o eso es lo que me ha demostrado y por ahora me vale, solo lo tengo a él a mi lado, es a lo que me aferro.
Ya no aguanto más el silencio y me dispongo a poner la radio, está sonando Secrets, ¡wow!, siento que a veces el universo me escucha muy atentamente. Jacob apaga la radio con un movimiento rápido.
https://youtu.be/EUarlq31PiI
-¡Eh! ¿Por qué la quitas?- le increpo de inmediato.
- Me gustaría estar en silencio.- responde concentrado mirando a la carretera.
- Yo te entiendo, pero por lo menos deja poner la música- le digo juntando las manos a modo de súplica. - Estoy harta del silencio.- comento y me recuesto mirando por la ventana, recordando de golpe esos días encerradas.
Escucho como la canción vuelve a sonar, y mis músculos se relajan, ni si quiera me había dado cuenta de lo tensa que me había puesto, todo este asunto me estaba llevando a mi límite.
Luego de varias horas decidimos que lo mejor era descansar y parar en algún hotel de carretera que encontremos, no puedo más y el cansancio se está apoderando de mi cuerpo y necesito volver a curar la herida de Jacob, aunque por lo que veo aguanta muy bien el dolor o no es la primera vez que le pasa, porque en todo lo que llevamos de trayecto no le he oído quejarse.
- Me dejas ver la herida, por favor- le digo en cuanto entramos a la habitación.
-Déjalo Ali, bastante has ayudado.-responde dejando su bolsa en la cama.
- No me importa, puedo hacer más- insisto acercándome a él.
-No, no es necesario.- replica lanzándome una mirada inquietante,
- Pero Jacob necesito...
-He dicho que no.- interrumpe elevando el tono de voz para hacer más énfasis en su ya negativa respuesta.
Me quedo anclada en el sitio sin poder articular palabra, ¿qué mierda de comportamiento es este? Si estamos en esta situación es por su culpa y yo no le ando reprochando nada, de hecho le he dado su espacio. Nos tomó por sorpresa lo de su padre, nadie podía imaginar tal traición pero creo que ya hemos tenido bastante tiempo para reflexionar acerca de ello, y lo que tenemos que hacer es estar unidos.
- Yo solo quiero cuidarte.- musito, intentado relajarme, no quiero que la Ali peleona salga ahora.
-Ese es el problema, no quiero que me cuides- lo miro asombrada ante su confesión y él baja la mirada- Te tengo que cuidar yo a ti, yo soy el culpable de que estemos aquí, no pasa ni un segundo en que no me sienta como una mierda por todo lo que está pasando y más aún sabiendo que el cabrón de mi padre está detrás...-me apresuro a abrazarlo, no puedo verlo de esa forma, tan abatido.
- No quiero que te sientas culpable de nada, uno no manda en los sentimientos- intento consolarlo.
- Toda mi vida lo he hecho, he anulado todo tipo de sentimientos- manifiesta con lágrimas que intenta secar pero yo no se lo permito, a veces la mejor medicina es llorar aunque verlo así me mata por dentro.
- A veces las cosas no salen como uno quiere y hay que afrontar las consecuencias.- su mirada se clava en la mía, solo puedo ver culpa en esos ojos verdes que me enamoraron y que ahora noto tan apagados.
-Ali, lo siento tanto.- suelta luego de una breve pausa, una pequeña lágrima asoma por mi ojo derecho y bajo la cabeza en un intento de ocultarlo.
Me siento en la cama derrotada y dejando escapar todas esas lágrimas, Jacob procede a sentarse también y entrelaza nuestras manos ejerciendo una pequeña fuerza, transmitiéndome esa seguridad de la que ninguno de los dos poseía hasta ese momento, necesitábamos este momento de liberación, de dejar salir toda esta presión que llevábamos tiempo guardando.
No puedo parar de pensar en lo jodida que están nuestras vidas ahora mismo, en este mismo instante, Rodolf debe estar moviendo cielo y tierra para encontrarnos, debe estar pensando que su hijo en un traidor pero ¿qué sabrá él de traidores? si parece ser que nunca se ha enamorado.
- Alison, mañana partimos para Mánchester.- su aviso me saca de mi cavilaciones.
- ¿Mánchester?- pregunto extrañada.
- Sí, tengo gente que nos puede ayudar.
-¿Estás seguro?
-Quiero estarlo.- confiesa depositando un beso en mi mano.
-Confío en ti- declaro haciendo el mismo gesto que él.
Nos sonreímos cómplices, sus manos agarran mis mejillas y acercamos nuestras caras y nos rozamos las narices en un acto cariñoso, envolviendo todo nuestro alrededor en una burbuja en la que solo estamos nosotros, nadie puede romper este momento mágico, nuestros labios se funden en un tierno beso, y a partir de ese momento me daba igual a que nos enfrentáramos, sabía que siempre íbamos a estar el uno para el otro.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Hola hermosuras.
Sé que ha pasado mucho tiempo, no recuerdo el motivo exacto por que dejé de escribir pero me veo en la necesidad, 4 años después (aproximadamente) de terminar esta novela, por ustedes, por mí y por la propia historia.
Muchas gracias por la comprensión.
Att: Flavia
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro