Siento el aire frío chocar con mi cuerpo y me estremezco, mi cuerpo empieza a temblar ya que solo estoy cubierta por una simple sudadera que deja entrar el frío por todos lados. Hemos estado bajando escaleras hasta salir fuera, supongo, ya que el frío es propio del mes de diciembre. Escucho la puerta de un coche abrirse y me empuja suavemente dentro de este, los pasos de Jacob se escuchan indicándome que está dando la vuelta al coche, la puerta se abre y acto seguido cierra. Me pone el cinturón de seguridad y enciende el motor del coche. 

Luego de 5 minutos de camino no puedo reprimir mis palabras más tiempo, me está molestando. 

- ¿Podrías quitarme el pañuelo y las esposas, por favor?- suelto molesta, no hay que ser tan inteligente como para saber que estas esposas molestan como el demonio.

Siento su ronca risa y el coche bajando la velocidad hasta parar. 

- Era divertido ver tus labios fruncidos por frustración- bromea agarrando mis muñecas y quitando las incómodas esposas. Siento sus dedos acariciar mis muñecas delicadamente, ese gesto hace que mi corazón se acelere, trato de zafarme pero él las sujeta fuerte pero sin llegar a hacerme daño. 

- Preciosa, esto te ha dejado marcas- da pequeños besos alrededor de mis muñecas, mis mejillas al momento suben de color, esa simple caricia me hace ser la persona más feliz del mundo, nadie me había tratado así, nadie me había mostrado tanto amor como él ahora mismo.  

Sus manos suben hasta detrás de mi cabeza para quitar el nudo con el que está atado el pañuelo, una vez hecho me quita el pañuelo y lo primero que veo son sus penetrantes ojos verdes, esos ojos que me volvieron loca desde la primera vez que los vi en la cafetería del centro comercial y que me han perseguido hasta el día de hoy. Se me sale una risita y veo como el también sonríe y sin pensarlo dos veces aferro mis labios a los suyos, con amor, un beso tierno, despacio, expresando lo mucho que nos queremos y necesitamos. Mis manos suben hasta su pelo y lo acaricio levemente. Nos separamos y le digo lo que por dos meses me estuvo ahogando.

- Te quiero Jacob.

Siento su cuerpo tensarse, sale de entre mis brazos, coge las esposas y el pañuelo y los mete en la guantera del coche. Vuelve a su sitio y fija su mirada al frente, sin decirme palabra alguna. ¿He dicho algo malo? ¿Ya no siente lo mismo? Algo siente sino no me hubiera besado antes. Mi cara debe de ser de total confusión, no entiendo su reacción. 

- ¿Qué pasa?- pregunto temerosa a su respuesta, a que diga que ya él no me quiere o que está con otra, no sé que sería lo más doloroso. 

- Ali, no... no puedes quererme- dice en tono bajo. 

Mis ojos se abren de par en par.

- ¿Cómo qué no? Tú me quieres, yo te quiero... ¿que está mal?- razono.

- No lo entiendes- dice apretando el volante tan fuerte que se le pueden ver los nudillos ponerse blancos.

-¡Pues explícame!- exclamo alterada mirándolo con furia en mis ojos, no entiendo como puede ser tan mentiroso.

Veo su mandíbula tensa y su mirada todavía perdida en el infinito de la carretera.

- ¡Habla!- susurro tocando su hombro y con la lágrimas acumulando se en mis ojos. Su silencio es mucho más doloroso.

Observo como una lágrima resbala por su mejilla, abro mi boca confusa. Quito mi mano de su hombro y miro por mi ventanilla, las lágrimas salen y no las detengo. Mis hombros caen derrotados, ya no hay nada que pueda hacer, Jacob no me quiere y no me una explicación por ello, preferiría haberme quedado allí dentro, en esa habitación los problemas no me rodeaban. La realidad es tan cruel, todo en tu cabeza es tan surrealista, todo es bonito y perfecto y de pronto chocas con la cruda realidad y ves como todos tus perfectos sueños se van rompiendo delante de tus narices. 

- Eras una misión- la voz de Jacob interrumpe mis pensamientos y llama mi atención- Trabajo para el gran jefe y me envió de misión a tu casa, tenía que ganarme vuestra confianza, fue fácil ya que mi padre os conocía y pues le surgió ese trabajo lo que me facilitó las cosas...- puse mi mano en su boca para callarlo, no quería seguir escuchando como el chico del que estoy enamorada es un ¿espía de ese tal gran jefe? Ha jugado con mi familia y conmigo de manera vil.  

- ¿Por qué jugaste con mis sentimientos? ¿Por qué no me trataste como una puta misión? ¿Por qué no me dejaste hacer mi vida?- le grito fuera de control.

Quita mi mano de su boca delicadamente y yo la retiro rápidamente quitando todo contacto con él. Me mira con el rostro triste, sus ojos ya no me expresan nada.

- Pensé que iba por buen camino, si te enamorabas de mí, sería mucho más fácil la misión pero... terminé yo loco por ti y ya no era capaz de hacer lo correcto- declaro con la voz apagada como si le costara contarme esta parte fuera la más difícil de decir.

- Eres un mentiroso- chillo histérica. 

- No, yo te quiero Ali- dice mirándome dolido.

- Ni se te ocurra decir eso- digo apretando los ojos, me seco las mejillas pero es en vano, las lágrimas no piensan parar.

Me quito el cinturón bajo la atenta mirada de Jacob, ¿acaso será ese su nombre verdadero? Salgo del coche y empiezo a caminar sin rumbo por la autovía, el miedo me inunda, es de noche y las luces del coche iluminan lo justo para ver. 

- ¿Alison qué haces?- escucho la voz de Jacob a mis espaldas pero me no me giro a verlo, no soy capaz.

- Irme lejos de ti- pronuncio para mí.

- Por favor, vuelve al coche y hablaremos- insiste.

- No quiero hablar contigo- grito para que me pueda oír.

Escucho el motor del coche que se pone en marcha, no será tan capullo de dejarme aquí o ¿sí? Miro hacia los lados y veo solo oscuridad, me abrazo a mi misma para calmar mis temblores.

- Venga preciosa, solo quiero que estés bien- la voz de Jacob me sobresalta, está con el coche a mi lado, ruedo mis ojos y sigo andando. - sube al coche, es de noche y hace frío- en eso lleva razón, mierda no me va a quedar más remedio que ir con él.

- Para el coche- anuncio sin siquiera mirarlo. 

Para el coche y doy la vuelta hasta el asiento del copiloto y entro. Apoyo mi cabeza en la ventanilla mirando lo oscuro de fuera. El silencio incómodo es palpable pero yo no pienso romperlo.

- Lo que te paso fue por mi culpa, no quiero que te vuelva a suceder Alison...yo te quiero pero es un error- dice lo último en un susurro. 

¿Soy un error? Eso no me hace sentir mejor, sé que debería odiarlo en este momento pero no puedo porque ¡Joder! Me he enamorado. 

-Ali...

- No tengo ganas de hablar- lo interrumpo, no quiero hablar más sobre ese tema, no quiero hablar de nosotros.- Quiero irme a casa, con mi familia.

- Tenemos un problema.- anuncia nervioso.

- ¿Cuál?- pregunto con la voz cansada, ya nada me sorprendería.

- Que estamos fuera del país.- dice mostrando una sonrisa nerviosa.

Resuello y apoyo mi cabeza en la ventanilla, ¡Genial! la situación se pone cada vez mejor.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Hola hermosuras!!
No me podía aguantar a subir el capítulo, así que aquí está.
Espero que os haya gustado, dejad vuestros comentarios y votos, os lo agradecería un montón.
Si queréis que dedique capítulo me lo decís.
¡¡Miles de besos!!

Att: Flavia