Mis padres se acaban de ir, van a pasarse una semana en Italia, piensan celebrar su aniversario en el Ristorante Grotta Palazzese, nos enseñaron fotos del sitio y he de decir que es hermoso.

Supongo que como todos los que nos quedamos somos jóvenes y pues la casa se queda sola, tenemos la necesidad de hacer una "grandiosa fiesta" (palabras de mi hermano). Sinceramente no me entusiasma tener una fiesta en casa, mis ánimos no estaban para ver a las personas bebiendo como si el mundo se fuera acabar pero bueno...parece que todo estaba ya pensado. Mi hermano y Jacob salieron a por las bebidas y yo estoy en la habitación de mi hermana tratando de convencerla para que no se vaya a casa de la tía Helena.

- Pero Alycia...me dejarás sola aquí- la miro con cara de perrito abandonado- con dos chicos que van a montar una fiesta, rodeada de gente borracha- me lamento mirándola con la misma carita. 

- Por favor, no seas tan dramática que tampoco es para morirse- dice rodando los ojos y con una risita asomándole por los labios.

- Pero si no conoceré a nadie - me quejo.

- Llama a Eveline, además seguramente vendrá gente de tu instituto- intenta convencerme de que estaré bien. Eveline ya sabe que hay fiesta en casa pero es que ella ve a un chico guapo y pierde la cabeza (eso incluye olvidarse de mí) entonces no es alguien fiable.

- Vale, como tú digas- respondo con fastidio levantándome de la cama.

- No te enfades, sabes que no puedo quedarme con esta cosita- dice acariciando su panza con ternura.

- Me acabas de convencer- reímos y la ayudo a terminar el bolso.

Salgo fuera para despedirme de mi hermana y saludar a la tía Helena que ha venido a buscarla.

- Hola cariño- me saluda mi tía agitando su mano.

- Hola tía, ¿cómo va todo?- le pregunto desde fuera del coche.

- Ya sabes con mucho trabajo- mi tía es la jefa del teatro más famoso de esta ciudad. Lleva trabajando allí mucho tiempo, desde los 18 años ese teatro ha sido su vida. 

- Ya estoy tía- dice Alycia colocándose el cinturón de seguridad.

- Bueno, nos vamos- arranca el coche y antes de salir dice- Ah! Y usted señorita no beba tanto- dice señalándome con el dedo.- Adiós.

- Chao!- mi boca se abrió causa de la sorpresa ¿Cómo se enteró de que había una fiesta? Se suponía que nadie de la familia se podía enterar, ya que nuestros padres no lo saben, porque claramente no nos dejarían. Tuvo que haber sido Alycia, es que no se puede callar, bueno pero si mi tía me dijo eso es porque no se lo dirá a ellos, así que no hay de qué preocuparse. Pff! Luego llamaré a Alycia para echarle la bronca por ser tan bocazas.

Entro en casa y subo a mi habitación, Jacob y mi hermano aún no han regresado así que no hay mucho que hacer, bueno realmente no tengo que hacer nada porque ellos son los que comprarán todo, al parecer yo era la única que no sabía del viaje de mis padres ya que todos tenían pensado lo que hacer. Miro mi móvil y tengo 3 llamadas perdidas de mi amiga y un mensaje de ella también.

De Eveline:
¡¡¡¡¡QUIERES COGERME EL TELÉFONO!!!!!

Escribió en mayúscula eso quiere decir que está un poquito alterada, su fuerte no es la paciencia. Marco su número y me tiro en la cama.

-Al fin apareces- dice enfadada.

- No te enfades- le tiro un beso y ella gruñe, lo que me provoca una risa.

- No te rías- dice callándome- tenemos que pensar que disfraz ponernos- anuncia emocionada y yo me quedo paralizada. 

-¿Disfraces?- pregunto fastidiada.

- Si, disfraces ¿no lo sabías?

- ¿Es que soy la última en enterarme de todo?- me quejo levantándome de la cama, camino hasta mi armario, lo abro y me quedo mirando mi ropa, bueno más bien buscando algún disfraz de años anteriores que pueda utilizar, eso es lo malo de enterarse en mismo día de la cosas, no tengo un disfraz decente que ponerme porque no loca me pondré el disfraz de un oso, creo que Eveline me mataría. 

- Alison, ¿estás ahí?- pregunta mi amiga confundida.

- Eh sí, estoy parada enfrente de mi armario y solo tengo el disfraz de oso que es bastante calentito, si voy con eso las burlas de mi hermano me lloverán- y las de Jacob y todos los de la fiesta, se supone que tengo 18 años.

- No te preocupes, de eso me encargo yo- y me la imagino sonriendo maliciosamente.

- A ver ilumíname- dijo con voz cansada.

- Nos vemos en la puerta de tu casa en 10 minutos- cuando dice 10 minutos es que ya está vestida.

- Vale- digo y cuelgo.

Cierro el armario y me miro al espejo, estoy bien vestida, bueno para ir de compras estoy bien. Bajo al piso de abajo y entro al salón para esperar, me prendo la tele y recuerdo que no tengo dinero y mi hermano no está aquí...

- Llegamos- anuncia Alex al entrar a casa. De un salto me levanto y voy a verle.

- Hola hermanito, ¿me puedes prestar algo?- le digo mostrando mi gran sonrisa.

- Algo de qué- dice despreocupado caminando hacia la cocina.

- Dinero, ya sabes para comprarme un disfraz decente para esta noche, ya que de todo me entero de última- me quejo y le miro mal, uf! tengo que ir pensando en buscar algún trabajo.  

- Ah sobre eso pensé que ya sabías- ya, porque soy adivina.

- Pues no, no lo sabía, me puedes dar por favor- si no me lo da ahora creo que pasaré al plan de amenazar con mis padres (si, aún funciona eso)

- Toma- sonrió satisfactoriamente y le doy un beso en la mejilla y el timbre me avisa que Eveline ya llegó.

- Gracias, ah! y ahora que me acuerdo, tía Helena sabe de la fiesta.- le lanzó un beso desde la puerta. 

-¿Cómo?- alcancé a escuchar antes de cerrar la puerta principal. Já! ahora sé que estará nervioso mirando el móvil cada cinco minutos.

- ¡Hola!- saludé a Eveline con dos besos.

- ¿Preparada para comprar?- pregunta con una sonrisa.

- No estoy muy segura- respondo dudosa.

- Quieres por favor, escoger un puto disfraz- dice mi amiga exasperada Llevamos media hora en la tienda de disfraces y aún no encuentro el mío, Eveline se pilló uno de Blancanieves pero sexy y yo no sé que coger.

- Coge uno sexy, quiero ver la cara de Jacob cuando te vea- expresa juguetona Eveline.

Y yo que estaba evitando pensar en él, ¿de qué se irá a disfrazar? Todo lo que se ponga le queda bien, ya está Alison, no pienses en él. Seguramente estará con alguna chica, ahora que lo pienso mi hermano llegó solo y habían ido los dos, sé que fui yo la que lo rechazó bueno no fue un rechazo, fue más bien un nos conocemos mejor. Voy a seguir el consejo de mi amiga, voy a dejarlo con la boca abierta.

- Está bien, voy a por algo sexy- anuncio buscando entre todos los disfraces.

- ¡Esa es mi amiga!- grita emocionada.

Bueno al final no cogí ninguno sino que Eveline me prestó uno que tenía ella del carnaval pasado, es de policía pero no una común, una muy sexy y ceñida. No sé si mi hermano me deje estar así vestida pero bueno dudo que ponga mucha atención en mí, la fiesta estará lleno de chicas con disfraces y ese es el paraíso de mi hermano, ¿será también el de Jacob? No puedo dejar de pensar en si él se fijará en alguna que no sea yo, no me comeré más la cabeza con eso, voy divertirme y ya está. 

- Verás cómo se fija en ti- dice Eveline, ¿estará leyendo mi mente?

- Hay más chicas y nosotros no tenemos nada, es libre de hacer lo que quiera- digo apenada, tomando un sorbo de mi café.

Luego de escoger el disfraz e ir a recoger el que me pondré en su casa decidimos venir a tomar un café aquí en Cafee Toucher, hacen muy buenos cafés y unos pasteles deliciosos. 

- Pensé que ya habíais hablado de lo que tú sientes hacia él- comenta mi amiga con curiosidad.

- Y lo hicimos pero como soy tonta lo dejé ir- todavía no le he dicho lo que pasó ayer. 

- ¿Lo dejaste ir?- pregunta extrañada. 

- Bueno, me pidió ser su novia pero le dije que no...

- Le dijiste que no- interrumpe elevando la voz.

- Déjame terminar- tragué saliva- le dije que no por miedo, por miedo a que me pase lo mismo que con Brandon, todo está muy reciente, no sé si seré capaz de llevar una relación estable, no sé si podré confiar en otro chico otra vez.- confesé con la mirada perdida en el café y los ojos llorosos. 

- Pero tú no tienes que pensar en algo estable, sabes a lo que me refiero- añade picarona intentando subir mis ánimos, si ella supiera que Jacob no solo me gusta en ese plan, pero aún así sonrío.

- Ya, pero te olvidas que me pidió ser su novia- le recuerdo, no creo que quiera solo un poco de diversión conmigo, quiere algo más serio.

- Solo te puedo decir que te guíes por tu corazón, haz lo que creas que es mejor para ti.- declara mirando con esa sonrisa, dándome la seguridad que necesitaba.- a mí el chico me parece bueno para ti- añade guiñándome el ojo.

- Tanto hablar de mí y ¿tú qué?- digo y termino el café restante.

- ¿Yo qué?- dice con un nerviosismo palpable y me percató de que cuando le pregunté de chicos también se puso nerviosa.

- ¿Te has vuelto lesbiana?- pregunto con intriga. 

- ¿Qué dices?- responde extrañada por mi pregunta.

- Es que como últimamente no hablas de chicos ni nada pues pensé que te habías cambiado de....

- Que va, es solo que quiero estar más centrada en mis estudios y dejar los tíos de lado por una temporada- declara mirando su taza de café como si intentara convencerse a sí misma de lo que está diciendo porque siendo sincera no me creo ni una palabra de lo que dice, le pega mejor algo como que está saliendo con alguien que lo que acaba de decir.

- Haces bien- respondo sin más pero pienso sacarle lo que le pasa de verdad.

Miro mi reloj y veo que ya marca las 6:23 de la tarde, creo que es hora empezar a arreglarse para "super fiesta"

- Si queremos estar listas temprano será mejor que vayamos yendo- le digo a mi amiga que aún no ha separado su mirada de la taza.

- Si, vamos- dice levantándose del sitio y recogiendo las cosas.

La tomo del brazo y la hago parar en su labor.

- ¿Te encuentras bien?- pregunto preocupada, parece que este tema le afecta.

- Si, estoy bien- eso es justo lo que se dice cuando se está mal pero no sé porque me esconde que le pasa- Estaré en tu casa a las 10:00.- finaliza con una sonrisa que sé que es falsa.

- Pago yo.

Me acerco a la caja y pago los dos cafés, le recuerdo a Eveline que a las 10:00 en casa, nos despedimos y me voy andando hasta casa. 

Estoy algo emocionada por lo que pueda pasar hoy en la fiesta, quiero impresionar a Jacob y pienso recuperarlo y decirle todo lo que siento por él, voy a ser valiente y arriesgarme a una relación con él porque es lo que el corazón me pide, porque es lo que quiero hacer y porque ¡LO QUIERO! 

Llego a casa y lo primero que veo es mis peores temores confirmados, Jacob hablando en la cocina con una chica rubia y de muy bien cuerpo, se les ve muy amistosos charlando hasta con risas y entonces caigo en la cuenta de que me equivoqué con él, pensé que realmente significaba algo en su vida pero veo que los milagros no existen y que todos los tíos son iguales, me siento fatal conmigo por ser tan estúpida y sentir algo por él cuando sabía que podía salir perjudicada, ¿en serio pude pensar que estaba enamorado de mí? ¿que tendría sentimientos hacia mí? Tengo unas inmensas ganas de gritar por ser tan tonta...

- Hola Alison- la voz de Jacob interrumpe mis pensamientos. Hago contacto con sus ojos pero aparto mi mirada rápidamente.

- Ah hola, yo ya me iba- digo con una sonrisa falsa, y sin mirar a la rubia me marcho a mi habitación con lágrimas amenazando con salir pero intento retenerlas, no quiero derramar otra lágrima por él, creo que no las merece.

Me meto en la ducha y siento como el agua recorre todo mi cuerpo como si estuviera quitando todos los problemas de mi cabeza.

- Mira que eres idiota Alison- susurro a mí misma.

Luego de sacarme y plancharme el pelo, estoy enfrente del espejo con todo el maquillaje esparcido por el suelo.

- Vale, ahora un poco de brillo labial...y lista- termino mi sencillo maquillaje que ha quedado muy bien para ser la primera vez que me lo hago yo, normalmente dejo a mi hermana o a Eveline que me lo hagan.

Miro la hora y veo que son las 9:45, en cualquier momento Eveline llegará.

- Me niego a ponerme el de oso- digo para convencerme a mi misma de que me tengo que poner el de policía sexy si no quiero hacer el ridículo con el oso. 

Me miro al espejo y ¡Vaya! no estoy tan mal, pero nada mal. 

- ¡VAYA!- exclama mi amiga al entrar en la habitación- Estás guapísima- dice mirándome y siento que está siendo sincera.

- Y tú también estás guapísima!- el conjunto le queda genial, bueno a ella le queda bien todo.

- Ya hay varias personas abajo- me anuncia.

- Vamos.

Al bajar, puedo visualizar a unas cuántas personas que no me son conocidas, entro en la cocina y veo a mi hermano que está disfrazado de bombero y al lado se encuentra Jacob disfrazado de ¿¡Policía!?, no puede ser...ni aunque nos hubiéramos puesto de acuerdo.

- ¿Y ese vestido tan...cortito y apretado?- cuestiona mi hermano con el ceño fruncido.

- ¿Y ese mono tan rojo?- contraataco con mi ceño fruncido también y una ligera sonrisita en mi labios.

- No vengas con tus bromitas- dice mi hermano serio.

- Alex por favor, va a ver una fiesta y seguramente habrá tías con faldas más cortas así que no te quejes- reclamo para que me deje en paz, no estoy para sus quejas de hermano mayor.

- Vale, vale- acepta aún con el ceño fruncido.

Asiento con la cabeza e inconscientemente miro a Jacob y veo que está mirando su móvil ajeno a su alrededor, su actitud me duele, ya que esperaba por lo menos que me echara una mirada de esas que me ponen nerviosa pero no, está sumido en su móvil mostrándome indiferencia.

- Voy a buscar a Lisa- anuncia Jacob y sale por la puerta de la cocina. 

Y lo dice sabiendo que estoy presente y mi hermano no ha dicho nada, ayer me dijo que Jacob hablaba de mí y hoy ya está hablando de la tal Lisa, eso me hace pensar que soy una más y que a mi hermano no le importa.

Por estar pensando en ojitos verdes, corrijo: Jacob, no me he percatado de que mi amiga no estaba, ahora entenderéis porque quería venir con mi hermana también, seguro ya está hablando con algún chico, salgo al salón y noto que está algo más lleno que cuando bajé y he de decir que no me equivoqué cuando dije lo de las faldas más cortas. Muchos ya tienen vasos rojos en las manos, si que son rápidos en cuanto a las bebidas. 

Un amigo de clase (creo que se llama Albert) me saca a bailar una canción muy pegajosa, muevo mis caderas al ritmo de la canción, visualizo de lejos a Eveline hablando acaloradamente con un chico, por su expresión corporal deduzco que está discutiendo, pido disculpas a Albert y voy directamente hacia dónde se encuentra mi amiga, el chico la toma de la mano y se la lleva fuera, yo los sigo, no me gusta ese chico y ni lo conozco.

- Eh, suéltala- grito al chico y mi amiga me mira sorprendida.

- No quiero- dice el chico girando su cara y mi sorpresa fue máxima.

- ¿Steven?- pronuncio su nombre con rabia, quien se mete con mi amiga se mete conmigo.

- Hola Alison, un placer volver a verte- dice con educación fingida.

- Yo no puedo decir lo mismo- respondo con una sonrisa visiblemente falsa- Vamos Eveline- digo dándome la vuelta para entrar.

- No Ali- me sorprende la respuesta de mi amiga.

-¿Qué?- digo girándome lentamente.

- Que me quedo con Steven, no te lo quería decir porque sabía que te pondrías como loca y que no me apoyarías en mi decisión pero he vuelto con él, es mi novio quieras tú o no- dice decidida tomando la mano de Steven y retándome con la mirada.

-¿Es tu novio? ¿No te acuerdas lo que te hizo? No te voy a impedir que vuelvas con él pero quiero que te acuerdes de quién te puso el hombro cuando el idiota este te dejó. Eras una puta apuesta.- grito encolerizada, realmente me está afectando, quiero que entre en razón y se dé cuenta de que está cometiendo un grave error.

- ¿Vas a seguir recordándome el pasado? Que sepas que Steven ha cambiado, ya no es el mismo de antes- dice alzando la voz y mirando de reojo al estúpido de Steven.

- Con que te ha dicho eso, ¿y qué más mentiras te ha contado?- pregunto mirando mal a Steven el cual está serio en su sitio pero sé que por dentro se está cachondeando de esta situación.

- Sé que no lo vas a entender así que déjalo, me voy- grita exasperada y se da la vuelta dejándome allí parada, mi mejor amiga me ha dejado por su ex novio, por el ex novio que la engañó. Me siento fatal, no creí que esto pudiera pasar, mi amiga me abandona. Siento una lágrima recorrer mi mejilla.

- Las personas no cambian Eveline- digo con la esperanza de que mi amiga me escuche y recapacite acerca de su decisión aunque sé que ya es tarde para eso. Bajo la cabeza y me cubro la cara con las manos para que las personas no vean mis lágrimas.

Siento el motor de un coche y levanto la cabeza y veo la camioneta de Jacob aparcando en frente de la casa y de ella se baja la rubia que antes estaba en la cocina con Jacob, ¡genial! la fiesta no se puede poner peor.

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Hola Hola hermosuras!!
Pues aquí os traigo un nuevo capítulo. Al fin hemos sabido que le pasaba a Eveline ¿piensan ustedes que es la mejor decisión?
Dejadme en los comentarios que pensáis del capítulo y una estrellita que no cuesta nada. Si hubiera algún error no olvides decírmelo.
Besitoooooos miles y...
GRACIAS POR LAS 1000 VISUALIZACIONES.
Nos leemos!!

Att: Flavia