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Culpa.


—Tsu-kun, yo...—

—Entiendo Kyoko, no te preocupes— contestó un joven de 25 años cabello castaño, cuerpo lleno de deliciosas, dulces y pecaminosas curvas, un trasero enorme y firme y un par de ojos color miel...
Fríos, distantes...

Vacíos.

—Aquí están los papeles de divorcio, firmalos cuando quieras Kyoko, mereces ser feliz—

—Lo siento, Tsu-kun, de verdad lo siento, de verdad quería ayudarte, de verdad quería seguir con esto... ¡Perdóname!—

El joven Doncel solo se levantó de su lugar, acaricio la cabeza de su -aún- esposa dándole a entender que no pasaba nada y salió de aquella oficina después de una semana encerrado en ella.

La joven de cabellos Naranjas, ojos miel, llamada Kyoko observó al joven irse con aquel andar tan elegante, tan perfecto, tan...

Frío.

Y más lágrimas cayeron de sus ojos, ¿Que sería ahora de aquel joven sin ella a su alrededor?
Ya lo había visto derrumbarse, caer y hasta...
Hasta...

Morir.

No quería eso. No de nuevo. Pues aquella vez no sólo la enfermedad que le atormentaba al joven Vongola desapareció, ese mismo día Tsunayoshi Vongola, el cálido cielo desapareció y dejó a su paso a aquel ser frío, distante y sin sentimientos.

A un líder de mafia
hecho y derecho.

Tal y como siempre busco hacerlo aquel hombre.
Aquel que no sólo rompió el corazón de su amigo sino que también lo "mató" debido a su estúpida decisión...

.

.

.

××× Dos años antes ×××

Tsunayoshi tras suceder a Nono, tomo el puesto de décimo jefe en la familia Vongola, y aunque muchos creían el joven desistiría tras algunos días, ahora se encontraban callados pues el joven había demostrado que podía con tal trabajo.

Sin embargo, su familia se encontraba preocupada y curiosa pues resulta que desde que Tsunayoshi había llegado a su mansión se la pasaba encerrado en su oficina, y aunque podían pasar y verlo apenas y eran minutos ya que este los mandaba de misión o se encontraban ocupados y solo lo pasaban a ver para corroborar que estuviera trabajando y no flojeando -tal y como cierto tutor decía- siempre lo encontraban firmando o leyendo algún papel del montón que siempre tenía sobre su escritorio.

Más encerrarse en la oficina no tenía nada que ver con acabar con el papeleo sino que aquel lugar era el único en el que podía ocultarse de sus guardianes, de su familia...

El castaño regresó de sus pensamientos y bajo el papel que sostenía, se estiró un poco y suspiró, odiaba hacer todo eso; ocultarse, mentir pero sabia era lo mejor, después de todo...
lo que le sucedía era culpa suya y de nadie más.

Y como si "aquello" supiera que al fin estaba solo y sin espías, comenzó a toser y lágrimas volvieron a caer de sus ojos cada que aquello pasaba pues le recordaba que tenía un amor imposible, un amor unilateral y no...
No era solo por sus pensamientos o porque su amor era hacia alguien que era casi un dios o porque él no podía ofrecerle lo que una mujer si, no, no era nada de eso.

Lo que le recordaba que su amor era unilateral, que solo el sentía, eran pequeños, dulces y hermosos pétalos, pétalos amarillos que salían de su boca cada que tosia.... Mismos pétalos que pertenecían a una única y bella flor: el crisantemo.

Que de acuerdo a su madre y al idioma de las flores está significaba

Amor menospreciado...
Amor Frágil, no correspondido.

Y lo aceptaba, de verdad lo aceptaba; pues de quien se había enamorado, a quien deseaba, a quien quería abrazar y besar, era nada más y nada menos que a su tutor, aquel que le cuidaba, que le había hecho fuerte y que aún ahora creía en él...

REBORN.

°

°

Mientras el castaño luchaba con su tos y trataba de ocultar los pétalos que caían, cierto hombre de ahora 29 años se encontraba confundido.

Curiosamente no sabía que hacer y era la primera vez que le sucedía algo así.

No entendía que le pasaba pues había notado ese cosquilleo cada que miraba a su alumno o cuando notaba el brillo que este le dedicaba, confirmandole -y enorgulleciendose- que el castaño le quería.

Sin embargo, también estaba ella...

Bianchi.

Joven de 28 años cabello rosa y ojos color verde, amiga suya y que le había amado desde que era un "bebe".

No quería verla morir, no le deseaba eso pero desde hacía un tiempo había visto los pétalos que salían de su garganta cada cierto tiempo, pétalos de camelia roja, sabía el significado de aquello y creía era su culpa pues no la amaba, la quería más no la amaba, eso estaba reservado a aquel castaño, más la chica aunque lo aceptaba, tenía un plan para liberarse de su agonía y sabía que sólo podía lograrlo si el hitman actuaba como pareja con ella, así talvez "ese" reaccionaria.

Más creer eso solo los llevó a cometer el peor error que pudieron hacer pues quien pagaría caro sería el castaño cielo Vongola...


.

.

—Bienvenido Reborn-san— comentó el guardián de la Tormenta, Hayato

—¿Se encuentra Tsunayoshi?— habló serio

—Esta en su oficina como siempre, aunque la señorita Kyoko está con él— comentó sonriente el chico al saber que su jefe estaba con quien creían su amor.

Reborn asintió y con un punzante dolor en su corazón fue directo a la oficina de su alumno, pensaba, meditaba como le informaría al chico sus planes para ayudar a su amiga y estar con él, pero en cuanto estuvo cerca de la oficina se detuvo debido a que unas pequeñas risas salían de aquella oficina, aunque segundos después un grito se escucho; acción que le hizo abrir la puerta un tanto rápido, más en su mente se reprochó por actuar así ya que la escena que lo recibió no fue de su agrado.

Cierta peli naranja estaba sobre un castaño semidesnudo.

Molesto por lo que veía y sin esperar que su alumno se explicara le ordenó que en la cena se montará un banquete ya que tenía algo importante que anunciar, los jóvenes ya levantados lo miraron curiosos, pero asintieron y antes de dejar hablar a "esa", finalizó diciendo que los Arcobalenos, Cavallone, Simon y Mellfiore estaban invitados, después simplemente salió cerrando tras de sí la puerta de la oficina...

.

.

Una vez anocheció, los invitados a aquel banquete comenzaron a llegar y fueron guiados por sirvientes a sus respectivos lugares en el comedor.

En cuanto todos llegaron Tsunayoshi los invito a servirse lo que gustasen para cenar, ni bien dijo aquello todos tomaron su ración y comenzaron a comer.

Todo el ambiente entonces era alegre, algunos platicaban, otros reían de bromas, algunos más solo veían felices la escena, de pronto todos voltearon a ver a Reborn, pues un escalofrío los había recorrido a todos sin excepción, el asesino al tener la mirada de todos sobre sí, soltó de manera fría la noticia que había ocasionado aquel banquete.

—Me casare con Bianchi—

Silencio.

Nadie decía nada, pero voltearon a ver a la mujer que estaba sentada al lado de Reborn y notaron que sonreía mientras mostraba su anillo; de pronto abrazos y felicitaciones se escucharon en el lugar.

Sin embargo, dos personas parecían no sentir tal ambiente feliz: la primera, una chica pelinaranja que tenía abiertos sus ojos cual platos y la segunda, un castaño de ojos miel que miraba el suelo y apretaba sus puños.

La joven una vez salio de su sorpresa volteó a ver al castaño con dolor y tristeza, más lo que observó le hizo temer, pues el castaño parecía llevar una mano a su boca tras aquella vocecita que producía su tos, así que importando poco que dijeran algo o que se viera mal se acerco a Tsunayoshi y simuló besarlo en la mejilla para después abrazarlo, causando que varios voltearan a verlos, Kyoko notando aquello y mirando que su amigo ya estaba "mejor" se separó un poco, fingió una dulce sonrisa a Bianchi, y le preguntó cuando sería la boda, la pelirosa sonriente le contesta que en tres meses, Kyoko entonces la felicita y se despide diciendo que Tsunayoshi tiene algo que hacer con respecto a cierto proyecto de ambos y que es mejor apurarse para que puedan estar ambos presentes en aquella magnífica boda.

La chica asiente creyendo en sus amigos sin embargo varios presentes arquearon una ceja en duda pues aquello parecía más una mentira que la verdad, pero lo dejaron pasar, total talvez solo querían la parejita estar solos ¿verdad?, Tal vez el castaño también quisiera sentar cabeza como su tutor...

Si... Tal vez era eso... Tal vez.

.

.

De pronto dos meses pasaron y Vongola junto a los Arcobaleno y familia Cavallone se encontraban organizando la boda del Hitman y la escorpión.

¡todos se encontraban felices ayudando para el fantástico día!

Bueno... Casi todos, un castaño de aspecto pálido, ojeras predominantes y ojos apagados se encontraba en su -ahora- habitación llorando nuevamente pero ahora con pequeños Crisantemos en sus manos.

—¡Tsu-kun!— Gritó la joven Kyoko, pues era la única que entraba a la oficina ahora que todos estaban ocupados con la boda

—Kyo.. Cof...cof...— intento hablar el castaño más otro ataque de tos y flores lo atacó

—No hables ¿si?— sonrió mínimamente la chica —Tsu-kun esto ha empeorado más, ya no puedes seguir así por favor Tsu-kun, ¡Tienes que hablar con él!, ¡Decirle la verdad! Por favor Tsu, aun hay tiempo por...—

"Kyoko-chan, ya tome mi decisión... La operación ya esta programada así como los boletos comprados, por favor Kyoko-chan, apóyame en esto"

Fue lo que leyó la pelinaranja en la hoja que el castaño sostenía frente a sí, Kyoko asintió junto a un pequeño suspiro, odiaba la decisión que había tomado el castaño y más odiaba que fuese ella la que había dado la opción dos meses atrás, justo cuando "esos" habían anunciado todo, aunque lo había dicho por decir, por lo molesta que estaba, y creyó que el que Tsuna gritara que si, que era lo mejor, había sido por lo mismo más no fue así...

El castaño se iba a someter a la peor solución posible para aquella novedosa enfermedad: una operación.

Y talvez no fuese mala idea, quitarse la semilla de donde brotaban aquellas flores, claro no sería mala idea, solo si la consecuencia no fuera que los sentimientos se irían con ella.

Así es...
La operación tenía un costo y no, no era cara monetariamente hablando sino que al quitarte la semilla que había en tu interior, tus sentimientos se iban con ella, Ridículo ¿no?, pero era cierto y ahora el tierno, dulce y amable cielo Vongola estaba a un mes de dejar de existir.

¿Quién imaginaria lo que una simple ayuda desencadenaría?

¿Quién?

.

.

🤐🤐🤐🤐🤐

Bien... Estoy corrigiendo y editando las historias y se que ya publique una y no completa pero de esta solo fueron detalles así que la publicó XD


Recuerden que esto es jn Two-shot osea solo dos capítulos y es para la dinámica de Hanahaki del Chaos Club...

No se si lo estoy empleando bien, la verdad ame escribir esto y bueno solo diré que no abra final feliz :/

PONGO QUE ES R27 POR QUIEN QUIEN SUFRE Y EL AMOR QUE SIENTE PERO NO TENDRÁ FINAL BONITO, ASÍ QUE PERDÓN.

SOBRE AVISO NO HAY ENGAÑO EH!

Y como saben amo sus comentarios, críticas y apoyo :3

Sin más por el momento me retiro...

Ja ne 😘

Palabras utilizadas en capitulo: 1786

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