8 de Enero de 2014

Bienvenida al mundo, amiga mía. Mi nombre es Verónica, pero la gente me llama Vero. Tengo 15 años de edad y estoy aquí para contarte mi día a día, de felicidad y superación. 

Pero primero necesito que me conozcas como algo más que una simple niña, por eso con mi humilde cariño y corazón te dedico este sincero autorretrato de mí: 

Mujer esbelta, cuerpo de piel fina y bronceada. Cintura pequeña y caderas anchas. Piernas largas y gruesas. Pies normales y uñas que en su principio se hallaba dibujada una media luna. Manos pequeñitas y delicadas, hechas para dar amor, dar caricias y trabajar en lo que se me daba bien; La repostería. Chica sensible, enfadica y de carácter nervioso. Cabezota en todo momento y justiciera hasta el final. Buena persona y con un gran corazón. Fiel compañera de la música y chica de voz dulce al hablar. Llorona siempre que podía y respetuosa ante todo aquello que era bueno conmigo. Luchadora por mis sueños y amorosa pero reservada, y más con esa persona, que me enseñaría a luchar hasta el final, aunque me encontrara o deseara  la nada...Y sí, de ese nada hablo, el oscuro y vacío. Amante de los lobos y brusca con los insectos. Y sobre todo, nada ni nadie podía hacerme bajar la cabeza...Ni rendirme ante la vida misma.

Y eso es todo lo que soy, o lo que creo ser. Todavía no me concia muy bien, pero las experiencias de la vida era lo que me hacía ser quien era. 

Hasta aquí por hoy Pastelito, que así te llamaré, porque sé que aunque solo eres un cuadernito sin vida, si fueras una humana podrías llegar a ser tan dulce y débil como yo.

*Vero*