Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capitulo 2

Por medio del retrovisor delantero ese par de ojos cafes, discretamente miran al joven que yace sentado ahí cubierto por completo, ni siquiera la boca se le podía ver ya que, lleva una mascarilla.

El conductor lo volteaba a ver porque tenía un poco de curiosidad, buscaba la oportunidad de poder mirar como es en realidad ese joven. Se preguntaba si tenía alguna enfermedad, o que madura en su rostro que le dé vergüenza de mostrar.

—¿Primera vez en la ciudad?—Busco un tema de conversación porque ese silencio en el interior del auto, se estaba empezando a volver muy sofocante.

—No, es mi segunda vez.—Lex no quería responderle pero sino lo hacía todo se volvía mas incómodo.

‹No creí que las calles estuvieran tan transitadas, es por eso que prefiero el pueblo, no hay tanto tráfico. Solo quiero llegar al departamento de mi hermano mayor, correr rápidamente a la ducha.

Descansar en mi habitación no sin antes vengarme de mi hermano mayor, no le voy a perdonar tan fácil el que no haya ido por mi a la estación de tren. Se suponía qie este día lo tenía libre justamente por eso, porque iba ir por mí.›

Lex ni siquiera podía disfrutar de la vista frente a él, no sin que sus ojos duelan, lleva lentes oscuros pero sus ojos siguen manteniendosé cerrado.

—Oh, creí que era su primera vez aquí.—No pensé que me contestaría, yo solo quería que el silencio en el auto se volviera menos incómodo.—Hemos llegado.—Gracias a Dios.

Lex escuchó perfectamente el suspiro de alivio del conductor, al igual que él, el conductor estaba aliviado de que el viaje haya llegado a su fin.

—Soy el hermano de Elliot.—Le entrega su identificación a guardias de la caseta.

—No es necesario que muestre su rostro para confirmar su identidad, el joven Elliot ya nos había informado de su llegada.—Le devuelven la identificación.

Lex solo asintió con su cabeza volviendo a guardar su identificación, "siga adelante" le pidió al conductor. Tras adentrarse por las puertas de la villa privada, "las amapolas."

‹Sigo sin acostumbrarme el ver estos grandes edificios, puedo contar con los dedos las casas cerca de esos grandes edificios, no se porque Elliot no compro mejor una casa en vez de un departamento en ese edificio de mas de quinces pisos.› Lex bajo del auto, agradecido de que no haya nadie al alrededor.

De esa manera no se topará con nadie y mucho menos le mirarán con rareza por como va visto, sobre todo no le pasará como la última vez que lo confundieron con un ladrón.

—¿Quiere que le ayude a subir su equipaje?

—No, gracias.—Lleva su mochila a la espalda.—Que tenga un buen viaje.—Jala la maleta mientras se dirije a recesión.

Lex creyó que tendría problemas en recepción pero no, la señorita que confirmó su identidad fue muy amable nada que ver con la primera vez que vino a visitar a su hermano. De esa manera Lex subió al ascensor y suspiro aliviado al no ver a nadie dentro.

‹No es que sea antisocial porque quiera hacerlo, no. Es más por lo que mis ojos pueden ver, tengo un raro don de que no pedí y ni siquiera me hubiese gustado tener. Puedo saber cuándo alguien es un asesino con solo mirar su alrededor, pero no solo eso, también puedo sentir el dolor de sus víctimas...es por eso y más que me aterra mirar a las personas.›

Él salió del ascenso tras llegar a su destino que era exactamente el piso 15, con discreción miro a su alrededor y no había nadie, camina rápidamente por los pasillos.

‹Tan tan tranquilidad me está haciendo sentir incómodo, la primera vez que vine a la ciudad por una semana, fue verdaderamente horrible. Pase de ser trato como un posible ladrón a un vagabundo que tenían que sacar con seguridad, luego de eso no volví salir de mi habitación hasta que fue hora de volver al rancho...›

—¡¿Ugh?!—Su cara fue impactada contra una ancha espalda en forma de triángulo invertido, ese hombre de corto cabello, rubio. Había salido de la nada o Lex iba perdido en su pensamientos lo que lo llevó a cometer tal descuido.

‹Lo sabía, sabía que tanta tranquilidad no podía ser buena.› Sin poder controlarlo su respiración se fue volviendo agitada, y eso que ya estaba a un brazo de distancia de esa persona.

—¿Se encuentra bien?—Preguntó una persona de cabello castaño, junto al hombre con el cual Lex impacto su cara.

‹¿Quién es está persona? ¿No tiene calor con toda esa ropa encima? Nadie dijo que se estaba mudando alguien nuevo al edificio...¿Será algún acosador de mi jefe?› Dejo su amable sonrisa para ponerse a la defensiva.

—¿Quién eres?—Se posicionó delante de ese hombre formidable de cabello rubio.

Ese hombre bien medía 1.93 de alto, hombros anchos, cintura estrecha y unos fornidos brazos al igual que su complexion. Seguía de espaldas pero con solo admirar su parte trasera podías darte cuenta que es un hombre de un exquisito atractivo, tenía presencia y con solo estar ahí de pie ya ejercía una tremenda imponencia.

—¿Quién te dejo entrar?—De su bolsillo saco un celular.—¡Llamaré a la policía...!

—¡Creo que hay un malentendido!—¿Podría esto ponerse peor?—Me disculpo.—No quiero verlo a los ojos, no quiero ver a su alrededor.—Yo solo...

—¡No mientas!—No permitió que Lex terminara de hablar.—¡Seguramente eres uno de esos acosadores, ¿verdad?!—Grito.—Mi jefe él...

—¡Me disculpo pero te puedes callar!—Lex ya no podía seguir escuchando, de por sí ya se encuentra muy irritado.—Con todo respeto pero me vale una mierda quien sea tu jefe, ni siquiera lo conozco y ni lo quiero conocer.—Le lanzó una tarjeta.—Si tanto quieres llamar a la policía adelante.—Paso junto a ese hombre de cabello castaño.—Llama a ese número, es de mi hermano. Es policía.

Paso de largo sin quisiera darle una mirada al jefe de esa persona ruidosa, Lex solo quería entrar al departamento y así fue, lo que no contaba es que podría ser vecinos con ellos dos. La puerta del departamento de Elliot queda a cinco metros del departamento de esas otras dos personas.

—Por fin puedo respirar a gusto.—Dejo caer sus cosas a un lado de la puerta.—Ya puedo ir a ducharme... espera, ¿acabo de tocar una persona y no tuve dolor?—Eso fue muy sorpresivo para Lex, es la primera vez que le pasa algo como eso.

Por lo que salió del departamento en busca de ese alguien, lo estaba viendo como una posible esperanza para descubrir como deshacerse de ese don. Sin embargo salió a destiempo esa persona ya se había ido, Lex volvió a entrar al departamento.

—Eso fue fue muy impulsivo.

Antes de meterse a la ducha les llama a su padres, que ya había llegado sano a salvo, y Elliot le envío un mensaje con lo siguente; "ni se te ocurra volver a casa, te haré pedazos."

—Tal vez lo de hace un momento solo fue una coincidencia, si. Nada más que una coincidencia.—Con eso en mente se metió a bañar, solo limpiando su cuerpo se sentía de lo más relajado.

‹Un gran estruendo me hizo saltar un poco, casi me resbaló en este húmedo piso. ¿Quién será? ¿Elliot ya regreso? Pero, ¿porqué sonaría tan fuerte la puerta?›

—¡Elliot!—No había respuesta, Lex busco un buen objeto que causará dolor por si era un intruso.—¡¿Elliot?!—Grito desde la ducha, intenta encontrar su ropa interior pero no la encuentra, por lo que solo envuelve su estrecha y definida cintura con la toalla.

—¡Sí, soy yo!—Exclamó desde el otro lado de la puerta.—¿Te asusté?—Sonríe con burla—Miedoso.

—¡Maldito idiota!—Chasqueo su lengua.—¿Te pusiste la ropa que había dejado aquí?—Siguen hablando por medio de la puerta.

Vine de visita hace medió año, para ese entonces deje mucha ropa aquí, en el departamento de mi hermano. De esa manera me ahorraría espacio en las maletas una próxima vez que viniera de visita.

—Sí, lo hice.—Arquea su ceja suavemente arqueada, de un suave color azul negro como lo es su corto cabello, con un corte de marine.—¿Por qué?—No entendía a lo que quería llegar su hermano menor.

—¡Eres tan repugnante!—Sale de la ducha—¡Cuántas veces te he dicho que no te pongas mi ropa interior!—Ya tiene tantos años y sigue siendo desordenado, sucio.—¿Estás sordo?

Elliot se cubrió sus oídos ya que sabía que el discurso no acabaría con pocas palabras, que su hermanito seguiría hablado hasta que esté satisfecho.

—¿Acaso no puedes distinguir los colores y el tamaño?—Cuestiona—.¡No sabia que eras daltónico! ¿Como pudieron darte trabajo como policía? Los míos son los más grandes.

‹Creo que está es la manera que encontró para descargar su irá, por no ver ido por él.› Pensó Elliot, permitiendo que Lex le rompa sus tímpanos con esa fuerte voz.

—¿Te gusta que esa pequeña cosa ande moviéndose de aquí para allá? "¡MI ROPA INTERIOR ES MAS GRANDE!" "GRANDE"—Vuelve a repetir haciendo unas muecas con sus manos—Maldito idiota.

No era la primera vez que algo así sucedía, Elliot es así dese que tiene memoria, siempre termina usando la ropa de su hermanito. Es por eso que Lex está tan furioso.

—¿Ya terminaste?

Estaba esperando que me lanzará al suelo como siempre lo hace, ¿que pasaría? Cuando nos vemos él siempre me recibe con una patada, ¿entonces que pasa aquí?

—.....

Suspira con frustración, frota su entrecejo con molestia. Lex no podía creer que el fuera el menor por 10 míseros y muy molestos minutos. Pero lo peor es que su hermano mayor se comporta como el menor.

—Es una perdida de tiempo el hablar contigo—Niega con su cabeza—Tendre que ponerle marca a los tuyos, tal vez así dejas de ser tan ciego.—Ni yo cuando estába ciego era así de descuidado.—Aunque dudo que cambies es habito.—Con sus dedos peina su cabello hacia atrás, su expresión se volvió más madura.

—Lex, ¿no traes tus ojos de contacto?—Se preocupó.

—Ah, eso.—Suavemente toca sus ojos.

Solo entonces dejó al descubierto sus irreales ojos, él tenía una hermosa mirada almendra pero ese color en esa mirada es una cosa extraordinaria. Y es que era como estar viendo el sol mismo, no era una exageración, su ojos son dos grandes soles brillantes.

—No te preocupes, traía lentes oscuros.—Estaba bien sin recordar que tengo estos ojos.

—Ya veo.—Mierda no debí mencionar eso, estamos tan bien y lo he arruinando mencionando esto.—Si, si, lo que digas. Vete a cambiar, estás mojado el piso—Regaña.

—¿Quien es el culpable? Se suponía que me cambiaría en el baño, pero el daltónico robo mi ropa—Fulmina con la mirada.

‹En verdad odio saber lo que Elliot está sintiendo en este instante, por más que procure ocultar el hecho de que se encuentra preocupado por mí, por mi condición, es imposible ocultarlo de mis ojos cuando puedo verlo tan claro como el agua cristiana.

Ese color gris oscuro envolviendo todo su cuerpo lo dice todo, por desgracia me hace saber cuánto miedo tiene Elliot, de que un día ya no pueda soportar poseer este don y me a orille a cometer una locura.› Parecía ser que el don de Lex, también se relaciona con los colores.

—¡Que compartamos el mismo rostro no significa que también la ropa!—Vuelve recriminar—Estaba mucho mejor allá con nuestros padres.—Si alguien los escuchará pensarían que están peleando, pero no es del todo así. Ellos siempre se han llevado así.

—¡Entonces te hubieras quedado allá...!—Escuche un clic, venía de la puerta, corrí rápidamente por una toalla con la cual poder cubrir lo ojos de Lex.

—Elliot, estoy de vuelta. Traje la comida....¿Quién es él?

—¡Estás aquí!... Bueno, él es mi gemelo y hermano menor.—Sonrío rígido mientras cubría tanto cuerpo como ojos de su hermanito.

—¿Qué?

Esa persona que acaba de entrar se quedó perplejo, eso no era algo que supiera y mucho menos que Elliot tenía un gemelo, y eso que tenía bastante tiempo de conocerse.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro