Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Grupo Armado

Arya terminó su turno junto a Robín y ambos fueron trasladados a casa de Ayden inmediatamente. Arya quería llegar dónde su pequeño, lo extrañaba. Su guardaespaldas, Harry Staton, iba delante del todoterreno y de conductor iba otro de los guardaespaldas.

—Harry, vamos a la panadería que está cerca de la casa de Ayden —pide Arya.

—Señora, el señor Emory, ha pedido explícitamente que la llevemos directo a la compañía —anuncia Harry.

—¿Qué? Él no me ha dicho nada —refiere ella molesta porque él no le dijo directamente y revisa el teléfono para comprobar que no le haya llamado o dejado un mensaje.

Harry no responde nada, no quiere meterse en problemas y ella se da cuenta de que, efectivamente, Ayden no le dijo nada.

—Tendré que llamar a Olivia.

Arya saca su teléfono y llama a Olivia.

—Hola, buenas tardes —saluda a la maestra particular de su hijo.

—Hola, señorita Harley —responde ella.

—Hablaba para informarte que llegaré un poco tarde, si gustas puedes marcharte a casa, que Sebas se quede con el niño, por favor —pide Arya.

—De acuerdo, señorita Harley, ¿quiere que el pequeño la espere para comer? —pregunta ella.

—No, le avisas a Sebas que vayan almorzando, no sé cuándo llegaré —anuncia—. Nos vemos mañana, gracias, Olivia.

Arya se despide de la señora, espera que se despida y cuelga. Robín nota que ella está agobiada y le toma de la mano. No le gusta que Ayden esté tomando esa actitud con ella sin avisarle previamente.

—Todo estará bien —dice Robín y ella espera que así sea.

Cuando llegan a la compañía, tanto Robín como Arya bajan del auto y suben directamente al piso de Ayden.

—Buen día, señorita Harley —saluda la asistente del millonario.

—Buen día, Ayden me espera —le informa a ella—. Espera aquí —pide a su amigo.

Fuera de la oficina hay una salita de espera y Robín se queda ahí sentado mientras busca en Facebook el perfil de la doctora para saquearla.

—La anuncio —expresa la asistente.

—No es necesario —dice ella molesta con su prometido y abre la puerta con ímpetu.

Un grupo de hombres armados, policías, John y Ayden se giran a verla inmediatamente.

—¿De qué se trata esto? —pregunta ella al verlos todos.

Ayden la mira con expresión de desesperanza.

—Cariño, al detective Robinson ya le conoces —señala al hombre de mediana edad con su ya característica libretita en mano—. Ha venido porque encontraron al hombre responsable de dejarte la caja en tu departamento.

—¿Ya lo apresaron? —inquiere la joven doctora preocupada.

—No —aclara el detective—. Desgraciadamente lo encontramos muerto.

Arya se sorprende al escuchar esa declaración, ahora comprende el porqué de la expresión de Ayden.

—¿Fue quien asesinó a Gerard? —pregunta ella.

—No lo saben —responde Ayden por todos.

Es clara su molestia, la doctora se acerca a su lado manteniéndose de pie junto a él.

—Lo que sabemos es que el hombre la había estado siguiendo a usted por varios días —explica el detective—. Encontramos su departamento y al parecer estaba planeando secuestrarla.

Arya siente como si la tierra debajo de sus pies se removiera. La presión en su pecho sufre un vuelco al escuchar tal cosa.

—¿Cómo así? Nunca sentí que alguien me vigilara.

—Para eso he contratado a estos hombres —revela Ayden, señalando al grupo armado—. Están entrenados para mantenerlos a salvo —explica el millonario.

—Pero si está muerto, no los necesitamos ya —concluye Arya por sentido común.

El semblante de preocupación y desaliento en el rostro del afamado millonario no ha cambiado un solo momento.

—¿Qué pasa? ¿Por qué esas expresiones? —inquiere ella que no logra comprender nada de lo que pasa.

—Es que al parecer el que intentó secuestrarte no es quien está detrás de todo esto. Encontramos unas transferencias bancarias e instrucciones detalladas de lo que debía hacer —revela para todos el detective.

Arya se queda estupefacta con la información. Hay alguien que mueve los hilos y no es quien le dejó la caja a ella.

—Dios mío...

—Así es, hemos tratado de buscar el origen de las transferencias, pero no encontramos el remitente. Ha sido un callejón sin salida —revela un oficial que esta parado junto al detective.

Arya siente que puede desfallecer en cualquier momento.

Ella se pregunta que interés puede tener ella para esa persona, de la cual ignoran si es hombre o mujer. Puede llegar a pensar que fuera Eleanor, pero ella falleció hace tiempo, al igual que su padre... solo queda Jeff. Pero él le demostró arrepentimiento. A menos que estuviera fingiendo.

—¿Y si es Jeff? —pregunta Arya en voz alta.

—¿Jeff? ¿Su hermano? —interviene el detective.

—No creo —difiere Ayden—. Mi contacto en la cárcel lo ha estado vigilando y no hay nada que diga o revele que esté haciendo algo.

—Sin embargo, sí, sí es él ¿No es mejor asegurarnos? —inquiere ella preocupada.

Es más claro que teme por su seguridad y de que no quiere que la secuestren, sabe que la mayoría de las personas que sufren ese destino no tienen un buen final. Algunos suelen ser torturados y eso es algo por lo que ella no desea pasar.

—Es la única persona que se me ocurre que desee hacernos daño.

—¿Pero él tiene alguna conexión con su padre? —pregunta Robinson a Ayden.

El millonario solo niega con la cabeza.

—Ninguna —dice después—. Mi contacto es confiable. Ahora el hermano de Arya se ha regenerado y es creyente. No pierdan su tiempo en él. Estoy seguro de que él no es.

Arya siente que el desespero crece. Alguien asesinó a su suegro y ahora intenta hacerle daño a ella. ¿Quién es? Esa es la gran incógnita.

—Por el momento les volvemos a pedir que sigan cuidándose y guardando sus distancias. Es importante que cualquier cosa sospechosa o extraña que vean nos la hagan saber de inmediato. Y si un dron sobrevuela cerca, también.

—¿Aparecieron más? —pregunta Arya.

—Las fotos que encontraron eran tomadas por un dron. Así como un par de videos... —la forma en que Ayden lo dice es claro que no le gusta mucho que su intimidad sea violada de esa manera.

Arya no tiene otra opción más que aceptar todos los cambios que por seguridad de ellos se vienen.

Ella ahora es madre, de un niño extraordinario. No estuvo con él en cinco años y planea permanecer un largo tiempo a su lado para cuidarlo, darle el amor que él necesita y velar por sus intereses.

—Arya, vuelve a casa y no salgas —ordena Ayden mirándola con dureza—. Iré más tarde.

Ella quiere permanecer en la reunión, pero una creciente necesidad por ver a su hijo nace de repente.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: