Epílogo
—¡Mamá, ya estoy listo! —grita Aryehn desde una parte de la casa.
—Sube al auto, Henry ya nos espera —grita Arya en respuesta.
Aryehn toma su celular y sale de la mansión hasta la entrada de esta, antes de salir revisa las notificaciones y lee un mensaje de su padre que ya los espera en el recinto principal.
—¡Mamá, Papá ya está esperándonos! —grita Aryehn comprobando que su traje esté bien puesto.
Arya baja con su vestido tinto ajustado del busto y suelto de la cintura a las rodillas.
—¡Mamá, qué guapa! —dice Aryehn acercándose a ella para besarla en la mejilla—. ¿Ya nos vamos?
—Sí, ya nos esperan allá todos —afirma ella tomando el brazo que su hijo le ofrece.
Aryehn se ha convertido en un apuesto adolescente de diecisiete años, caballeroso y muy formal como su padre. Arya lo observa con orgullo, está contenta de verlo tan feliz.
Henry abre la puerta de la limusina y estos abordan. Los escoltas los siguen en otro auto detrás, pero ellos los ignoran como si no estuvieran. Se han vuelto parte de su vida, y aunque Arya tuvo reticencia a aceptarlos, al final aceptó por el bien de su familia.
—La tía Bea, está a cargo del catering —informa Arya a su hijo.
—¡Qué bien! Les he presumido a todos mis amigos su comida, espero que no los decepcione, aunque nunca lo hace, es la mejor —dice Aryehn orgulloso de su tia Bea.
—Sabes que no lo hará, nunca probé la comida de su mamá. Pero tu abuelo, Gerard, una vez dijo que heredó su talento y que lo mejoró, yo le creí —dice Arya preparándose para cuando vayan a llegar al recinto.
En cuanto se estacionan, un valet parking se acerca y les abre la puerta.
Baja Aryehn seguido de su madre, este ofrece su brazo y ella lo vuelve a tomar. Ambos son escoltados a la entrada y una vez que llegan al salón dónde será la recepción todos se giran a verlos.
Los flashes de un par de periodistas a cargo del evento no se hacen esperar. Aryehn camina al lado de su hermosa madre y ambos suben al podio. Debajo en primera fila, está su mejor amigo, Robín, con su esposa Alana y un pequeño rubio ojos azules y tremendas pestañas como las de su madre. Junto a ellos, está Daniel quien se ha casado con Emma, la hermana de Robin, así que todo ha quedado en familia, en seguida está Sebastián, Bea y con sus dos niñas.
Arya los ve, está contenta de verlos ahí, luego de todo lo que pasaron, han encontrado la paz que tanto necesitaban. Sin embargo, no estaba su esposo. Lo busca entre la multitud y no lo encuentra.
El maestro de ceremonias comienza su discurso una vez que Arya y Aryehn están acomodados.
—La fundación Mirella Harley, les da un cordial bienvenida a esta primer entrega de reconocimientos por buen desempeño a la primera generación de graduados de la High School "Gerard Emory".
Los aplausos de la gente no se hacen esperar y los graduados están todos con sus birretes sentados y eufóricos.
—Para eso, es un placer invitar a nuestra presidenta y fundadora, Arya Harley, para darles unas palabras.
De nuevo todos comienzan a aplaudir y la doctora se pone de pie ante el podio.
—Sean bienvenidos a este hermoso lugar, uno que comenzó a gestarse en mis años de estudiante en Boston. Durante todo ese tiempo, en mi corazón estaba el anhelo de alcanzar mis sueños, pero no tenía el presupuesto, ni el apoyo familiar que se necesitaba. Pero entonces, una luz en mi camino fue ese impulso que yo necesité, me ayudó dándome las herramientas que necesitaba para forjar mi destino y entonces lo entendí. No podemos querer cambiar el mundo solo con anhelos, tenemos que trabajar por nuestros sueños y dar esas herramientas a otros para que también los forjen.
Así nació fundación "Mirella Harley" —dice Arya, pero guarda silencio, las personas que recién entran la dejan sin palabras. Ayden camina empujando la silla de ruedas del hermano de su esposa, por fin había sido liberado. Cumplió su condena y ahora era un hombre libre. Detrás de él, los gemelos de diez años siguen a su padre con paso firme—. Disculpen, la fundación "Mirella Harley", creada en honor a nuestra madre —señala a su hermano que es puesto en primera fila por su esposo e hijos—, la cual, fue una mujer que amó a alguien que no era de su sangre con el mismo cuidado y respeto que el de una madre. Ella me enseñó el amor incondicional que una persona puede tener por alguien con el que no está ligado, me mostró lo que es un corazón generoso y ocupado del bienestar de los suyos.
Es gracias a ella, y a la generosidad de mi esposo Ayden Emory, quien con su visión de la vida creamos el instituto "Gerard Emory", donde jóvenes, como ustedes, pueden obtener las herramientas, el conocimiento, la disciplina y la pasión por salir adelante. Ustedes, la primera generación que abre el camino para todas las personas que vienen detrás, son la punta de lanza y algún día, ese futuro abogado, pediatra, cineasta, bailarina de ballet, doctora o presidenta que está ahí sentado con su birrete, estará parado aquí presidiendo las palabras para una nueva generación. ¡Muchas felicidades, graduados! ¡Que su brillo jamás se apague, que sus ilusiones jamás se pierdan!
Todos los presentes aplauden efusivamente, mientras Ayden sube al podio para darle un ramo de flores a su esposa. Arya las recibe con entusiasmo y le da un beso casto en los labios.
Ayden se acera al oído susurrándole unas palabras y ella se sonroja.
El maestro de ceremonias vuelve a tomar el micrófono y comienza la entrega de reconocimientos. Es hasta el final que hace una mención especial.
—La fundación "Mirella Harley" y el Instituto "Gerard Emory" hacen un atento reconocimiento a un joven que con su voluntariado ha ayudado a cambiar vidas y a mejorar el rumbo de estas. ¡Aryehn Emory, muchas felicidades!
Aryehn se sorprende, pues él estaba en calidad de acompañante de su madre, nunca esperó que recibiría un reconocimiento. Uno a uno de los maestros del instituto lo felicitaron y le entregaron una placa conmemorativa.
Los gemelos Alyssa y Austin se unieron a la celebración y se subieron junto a sus padres para abrazar a su hermano mayor.
Al día siguiente, la fotografía de los Emory aparecía en todos los tabloides nacionales e internacionales.
—Nos vemos tremendamente guapos —señala Ayden desde la sala de su casa.
Arya se acerca y mira la foto.
—La verdad es que sí, nuestros hijos están creciendo demasiado rápido, cariño —dice Arya con melancolía sentándose junto a su esposo—. Estas vacaciones serán una locura.
—¿Segura que quieres ir hasta Londres? —pregunta Ayden abrazándola.
—Sí, la reunión de este año será espectacular —dice ella sin dejar de ver la foto de su familia—. En serio nos vemos muy guapos.
Ayden suelta la risa por cómo ella lo dice.
—Pero tú te ves sexi...
—Me veía, te encargaste de destrozar ese vestido —comenta ella.
—Es que el cierre no podía bajarse.
Arya ríe ahora.
—¡Mamá! ¿Vamos a ir con el tipo Ian? —pregunta Alyssa entrando a la sala con su mochila cargada de muñecas.
—Sí cariño.
—¿Irá mi tía Maya y mi tía Scarlett? —pregunta de nuevo la chica.
—Sí, vamos todos, ¿por?
—No, no más —dice y llega Austin.
—Es que le gusta el hijo de la tía Scarlett.
—¡¿Qué!? —inquiere Ayden poniéndose de pie, pero los gemelos sueltan la risa.
Alyssa corre hasta su padre y lo abraza de la cintura.
—¡Mamá, ya llegué! —dice Aryehn entrando todo sudado.
—Ni cuenta, me di que te fuiste a correr —confiesa su madre quitada de la pena.
—¡Es que quiere ponerse guapo para cuando vea a las gemelas de mi tía Maya!
—¡Cállate! —dice Aryehn tirándole la playera empapada de sudor a su hermano—. Y a ti te gusta la hija de Zoé e Ian.
—¡¿Qué!? —es ahora Arya quien replica.
—El desayuno está listo —informa Sebas a la entrada del comedor. Todos los Emory caminan hasta él hablando sobre quien le gusta a quien.
Sebas deja todo listo en el centro de la mesa y se sienta junto a ellos para degustar el desayuno que su amada esposa ha hecho, sus hijas de cinco y tres años están sentadas junto a él. Estos se unen a la mesa y comparten el alimento como parte de una sola familia.
Alyssa, Austin y Aryehn discuten sobre quien está enamorado de quien e intentan echar de cabeza sus gustos con sus padres. Arya y Ayden sonríen al escucharlos. Por un momento Arya se queda sonriendo mirando esa locura en el comedor. Todos sirviéndose comida, hablando, bebiendo jugo y café.
—¿Es lo que soñaste? —pregunta Ayden cerca de su oído.
—Esto es mejor.
—¿Con esta locura?
—Con todo.
☆゚・*:.˛˚ღღ゚~εïз~ ღღ゚・*:。.・*.☆
Ha llegado el final y os agradezco de corazón el que se dieran el tiempo de leer esta historia. Espero que la hayan disfrutado y se hayan conmovido.
Gracias por sus comentarios, sus votos y agradezco valioso tiempo.
Si les ha gustado esta historia no olviden seguirme en redes, estoy como ginyalesautor y en mi grupo de f a c e b o o k como Ginya Les. Mi grupo de face lo encuentran como Lectoras de Ginya Les, ahí encontraran noticias sobre mis proyectos y nuevas historias. ¡Abrazos y besos para todos! ❤️️😘
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro