Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4


VIOLETA PASTEL

"Fotografiar es colocar la cabeza, el ojo y el corazón en un mismo eje".

—Henri Cartier-Bresson.


VENUS

Es viernes. Anoche escapé. Después que Anthony mencionó que habríamos de hacer un trato, huí cobardemente. Y por alguna razón también me siento muy avergonzada.

Pero debo agradecer a la oscuridad concedida por la noche y la multitud, pues fue gracias a ellos que lo perdí de vista cuando intentó seguirme a través de las calles de Nueva York.

Soy buena ocultándome entre las sombras, por tal motivo alguna vez me planteé ser periodista, pero llegué a la conclusión de que es agotador. Así fue cómo opté por algo más fácil, en donde no tuviera que correr ni moverme mucho, con modelos que solo posaran para mí.

Es precisamente ese sueño el que persigo, y aunque me encuentro al principio del camino, estudiando fotografía en la universidad de artes en Nueva York y hostigando a mi modelo cual paparazzi, confío que algún día habré de ser reconocida por mi talento artístico. Eso lo sé. Y cuando el momento llegue, no dejaré pasar la oportunidad.

Por otro lado, ese beso me afectó por completo.

Por ejemplo, anoche no pude conciliar el sueño. Pero esta vez no fue por el sexo desenfrenado de la habitación contigua. En realidad, fue todo culpa de Anthony Greece.

Ahora sé bien por qué suelen titularlo como El moja bragas. Puedo jurar que en mi corta vida jamás tuve un sueño erótico, pero eso cambió la noche pasada. Ya no soy virgen de sueños. Ahora puedo considerarme un demonio por completo, pues ya no queda nada más que Dios pueda salvar en mí.

Como sea...

Me encojo de hombros y le doy una buena mordida a mi banana mientras camino a través de los pasillos de la universidad, planificando mi siguiente proceso creativo fotográfico mentalmente.

Pienso infiltrarme en el vestidor de los chicos. Tuve esta magnífica idea gracias a ese último sueño. Mi nueva meta es captar por lo menos un fragmento de su culito nadador desnudo. Necesito innovar, no quiero perder el interés de mis clientas.

Pese a todo lo sucedido no pienso dejar mi negocio, después de todo es lo único que me mantiene. Además, mis compradoras pagan muy bien, mejor de lo que podría ganar con un trabajo a medio tiempo.

Verifico la hora en mi teléfono celular. Son cerca de las diez de la mañana, dentro de dos horas podré pasar a buscar a Nik, quien por suerte tiene reparo. El disparador se atoró debido a la fuerza con que lo presioné al caer sobre las botellas. Pero sigue con vida, que es lo importante. No obstante, a partir de ahora debo tener más cuidado, no me gustaría que hubiera una tercera vez y entonces no vuelva a abrir el diafragma.

¿Están listas las fotos?

Le envío un mensaje a mi mejor amiga June, quien esta mañana me hizo el favor de imprimir las fotografías mientras yo dejaba mi cámara en el técnico. Tiene 22 años al igual que yo, sin embargo, ella estudia arte y gestión cultural.

BuenQlo: Sip, ya las tengo.

Empiezo a sonreír al plantearme un boceto de lo que haré para conseguir infiltrarme en el vestidor, cuando de pronto un muchacho pasa por mi lado tan rápido, que al momento en el que choca su hombro contra el mío apenas sí voltea para disculparse. Aquel respira agitadamente mientras detiene al par de chicas que caminaban en frente de mí. A continuación, sin aire escucho que les dice:

—Anthony Greece está buscando a una chica de ojos grises.

Me paralizo, pero de inmediato siento la necesidad de huir entretanto protejo mi rostro, situando ambos brazos de visera sobre la frente.

Echo a correr entre la multitud, y mientras pienso seriamente en comprar unos lentes de contacto, de repente me estrello contra una inmensa pared humana.

El teléfono celular que llevaba en la mano golpea mi nariz mientras, la banana en cambio, a causa del impacto, es aplastada contra mi frente. Ahogo un grito al sentir que esta última ingresa en mi ojo derecho, entonces abro el izquierdo y me quedo en una sola pieza.

—¡Ay madre Dolores! —Intento parpadear, pero es difícil con un trozo de banana queriendo penetrarte el ojo.

¿Cómo diablos me encontró?

Toc, toc. ¿Karma, eres tú? ¡Te juro que cobrar diez dólares por cada foto es cuestión de necesidad!

—Violeta pastel —susurra con su gruesa voz lánguidamente, sonriendo, contemplándome con sus ojos azules llenos de diversión. Por poco siento que las piernas se me deshacen cuando lo escucho llamarme así.

—Es imposible notarte si usas esto. —Roza sus dedos en mi capucha y me aparto de un salto, frotándome el ojo, de repente sintiendo la falta el aire.

Después de empezar el negocio de la fotografía a escondidas, me vi en la obligación de frecuentar gorros y capuchas en la universidad ya que mi cabeza llama mucho la atención. No por él voy a cambiar mi hermoso cabello violeta pastel al castaño natural. Y ahora que lo pienso, ¿cómo es posible que en el bar haya logrado darse cuenta del color exacto?

Doy un paso hacia atrás, pero él da dos hacia delante e inesperadamente me abraza los hombros.

Me tiemblan las piernas. Es lo que produce su calor corporal tan cerca del mío.

—¿Qué haces? —Tiro de mi capucha todavía más, ocultándome lo mejor que puedo ya que las personas alrededor, de pronto se ven interesadas en descubrir a quién demonios el tan afamdo Anton Greece está abrazando.

—No te preocupes. —A la fuerza me empieza a guiar—. Pareces un chico por la forma en la que te vistes.

Me doy un rápido vistazo... Pantalones bombachos de poliéster color gris oscuro, zapatos deportivos blancos y una sudadera negra. ¿Qué hay de malo con eso? ¡Me siento cómoda así!

Pero gracias por el cumplido. Lo que toda mujer necesita escuchar es que ni siquiera te acercas a parecer miembro de la familia femenina.

De ese modo es cómo llegamos hasta el baño de hombres, me doy cuenta por la fila de urinales, pero por suerte parece estar vacío.

—¡Estás loco! —Pienso salir corriendo, pero se atraviesa en mi camino, situándose justo en frente de la puerta.

—Tenemos un trato pendiente —suelta con toda la tranquilidad del mundo.

—Yo no tengo nada pendiente contigo —tartamudeo y me siento estúpida. No puedo ni mirarlo a los ojos.

¿Por qué estoy tan avergonzada en primer lugar?

Por mi bienestar mental establezco lo perjudicial que me resultará pasar un minuto más a solas con él. Ni siquiera consigo mantener el ojo derecho abierto a plenitud. Me arde, lo que me lleva a guiñar cada tanto y como si tuviera alguna clase de retraso mental. Espero que no se lo tome a mal.

¡Todo estaba perfecto días atrás, cuando ambos teníamos nuestros encuentros kilométricos!

—Entonces el mundo sabrá quién es el contrabandista de mis fotografías, y al igual que yo, se sorprenderán al enterarse que resulta ser mujer, pero por sobre todo lo demás, que anoche me besó por la fuerza.

—¡Qué! —Lo contemplo incrédula, agraviada, pero claro que tampoco es la mejor idea que se me ocurrió jamás, su mirada de inmediato me intimida—. ¡Eso es calumnia! ¡Yo no te besé! —Empiezo a sentir el calor concentrarse en mis mejillas— Tú lo hiciste... —Mi voz se apaga al recapitular el momento exacto en ese pasillo apestoso, pero de alguna manera consigo recomponerme—. De todas formas, puedo mostrarle tus fotografías al decano —le recuerdo.

La gracia huye de su rostro y empieza a caminar peligrosamente hacia mí.

—Ves, los dos tenemos algo que perder —revela con mesura.

Retrocedo hasta que la pared me lo impide.

Pronto lo tengo respirando sobre mí, y a mi corazón a punto de escapar por mi boca.

¿Qué tiene este sujeto que me pone tan nerviosa?

—Bien. ¡Bien! ¿Qué es lo que quieres? —suelto desesperada ya que, con urgencia, mis pulmones solicitan espacio para respirar otra cosa que no sea su delicioso aroma.

—Nada realmente complicado. —Hace una corta pausa—. Te dejaré seguir sacando fotos de mí, pero a cambio, fingirás ser mi novia.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro