Capítulo 6

Una vez le cuelga a la rubia. Anneliese la espera pacientemente sentada en el sofá mirando la Tv. Media hora más tarde se escucha un golpeteo en la puerta, lleva su mirada hacía el lugar para seguidamente levantarse y caminar lentamente abriendo. No hacía falta ser un genio para saber de quién se trataba.

-Kaz. - Su voz sale llena de alegría al momento de darle un abrazo. Se atrevía a decir que hace mucho no sabía de ella. Bueno, desde que Etsu se la llevó al departamento donde ella estaba ahora para ver una simple película. Lo cual una pequeña visita se convirtió en una gran mudanza. Y aunque muchos pensaran que ella simplemente se fue a la primera con un desconocido no era así.

Ella de verdad necesitaba reunir todo el dinero necesario para poder pagar la mitad de la matricula de una buena universidad, y lograr mantenerse ella misma, lo cual no podía hacerlo debido a que tenía que pagar el alquiler de la pequeña casa donde vivía hace tres día atrás.

Sin duda alguna el que Etsu la fuera invitado a su departamento fue lo mejor que le pasó estando en Tokio.

-Ann. -La rubia le devuelve el abrazo para seguidamente pasar.

Anneliese la mira fugazmente. No quería tener tanto contacto visual con ella. Kazumi no era tonta y ella tampoco. Ambas ya sabían que seguía después.

-¿Cómo es que estás viviendo aquí?- pregunta Kazumi.

-Bueno... El día que pasee con tu hermano, vivimos aquí, vimos una película y se me hizo tarde, al día siguiente era mi cumpleaños, el me dijo que me quedara ya que no tendría con quien pasar, acepté y me quedé, al día siguiente me felicitó. Me propuso quedarme otro día. Lo pensé, pero no quería pasar la tarde y noche de mi cumpleaños sola.
Fuimos por ropa, él se dio cuenta que vivía en una casa pequeña y pues entre preguntas y otras le conté que tenia que pagar la pieza y la Universidad. Pareció reflexionarlo, y me propuso que me viniera a vivir con él, no pagaría estancia, pero si tendría que mantener la casa limpia y tenerle su comida.
Lo pensé... Necesitaba la plata que gastaba en la paga del lugar, además, necesitaba compañía. Pero tuve un accidente el día de mi cumpleaños. Así que, por ahora no puedo hacer nada... Y bueno, hoy terminé de instalarme. - La mira.

-¿O sea, que llevas viviendo aquí desde hace ya días atrás?- le devuelve la mirada.

Ann suspira -Sí, hace un par de días- sonríe tímidamente.

-¿Qué tal es Etsu?¿No ha sucedido algo de gravedad?- alza una ceja.

-No, para nada. - sonríe.

Pero esas preguntas nunca llegaron, a lo que respecta en ese momento, extrañando a la menor.

-¿Así que si te aceptaron?- La pregunta fue directa, para quitar la tensión en el ambiente.

-Sí, anoche me han mandado un correo de confirmación para ir a conocer la universidad y tomar mis horarios. Además, me dijeron que pasé el examen de admisión. -Su alegría se podía apreciar a kilómetros de distancia, contagiándole esa alegría a la rubia.

-Felicidades linda - La vuelve a abrazar esta vez con cariño, ese cariño que hace mucho no demostraba tan seguido ni con desconocidos. Pero ella ya no era una desconocida para la rubia, con tan sólo unos días de conocerla ya le agradaba. Y él hecho de que ahora viva con Etsu le alegraba más ya que él también confía en ella.

-Gracias Kaz.

-¿Bueno que esperamos? Vamos a comprar tus cosas para luego ir a la universidad . ¿A que hora será? - Pregunta mirándola.

-A las 13:15.

Kazumi mira su teléfono y asiente. -Nos quedan dos horas y cuarenta y cinco minutos para ir a la universidad.

-Claro. - Dice Ann y va a buscar sus cosas. Dinero, celular y llaves. Para luego salir del departamento seguida de Kazumi.

El recorrido del departamento a la librería la pasaron hablando de temas varios, ninguna quería tocar el tema de que Ann viviera ahora con Etsu tres días después de que se conocieron, ya que podría arruinarle la salida por la incomodidad del tema.

-Aquí vende todo súper económico. - Dice la rubia llegando al local. -Así que escoge todo lo que quieras no saldrá más de cien yenes - Termina de decirle mostrándole una pequeña sonrisa de confianza. Anneliese asiente y comienza a busca lo necesario. Cuadernos, lapiceros, lapices, carpetas, borradores entre otras cosas más. Una vez tiene todo lo que podría necesitar lo va a pagar.

Y como dijo Kazumi no paso de los cien yenes, lo cual eso le ayuda mucho a ella.

-¿Y ahora que procede?-Pregunta Kazumi quitándole las cosas de las manos a Ann. Etsu le había dicho que no la dejara cargar nada pesado. Él con anterioridad le había dicho lo que había pasado en el parque de diversiones.

-Yo puedo con ellos. -Se queja, pero la rubia niega.

-No, los llevo yo. - Dice firme.

-Está bien. -Habla con cansancio, ya no tenía ganas de discutir por el hecho de que no la dejaban hacer nada.

Por Dios, estaba lastimada de una mano, la cual no le dolía tanto. No se iba a morir por eso.

-Tengo que ir al recorrido de la universidad.

-Es verdad. -Recuerda Kazumi. Ya se le iba a pasar por alto eso.

Van a la parada del bus y lo esperan sentadas en la banqueta. Rato después llega el autobús.

-Yo pago - Dice la rubia una vez sentada del lado a la ventana.

-No, yo pago. - La mira. No iba a dejar que ella hiciera lo mismo que hacía Etsu.

-Ya lo veremos... - La reta con la mirada.

-Te dije que yo pagaría. -La rubia dice con burla una vez ya están en frente de un enorme edificio, lleno de toda clases de personas. Caminando por un enorme campus.

Ann ignora ese comentario al mirar el edificio más detalladamente. La estructura era algo vieja comparado con los demás edificios que habían a los alrededores. A pesar de las reparaciones y mejoras que le habían hecho, se podría apreciar los años de este.

Al frente en la entrada tiene unas letras en grande

"Universidad central de Tokio"

La vista de Ann paso de la rubia al gran edificio asombrandola, esa era la universidad a donde ella iba a asistir.

-Vamos a dentro. - La saca de su ensoñación la rubia, caminando al frente llamando la atención de algunos chicos que pasaban por allí. Pero ella no se inmutaba de eso, o era lo que daba a entender a muchos.

Ann comienza a caminar hasta llegar a su lado, para maravillarse con el lugar.

Al llegar Kazumi le da las indicaciones de como llegar a la rectoría lo cual Ann le responde con un "gracias" acompañada de una sonrisa.

-Bueno, me tengo que ir, tengo cosas que hacer-

-Y ¿qué transporte tomo para devolverme?- la mira.

-Tomas el mismo, el va en círculos, te dejará en toda la entrada.-

-Muchas gracias, Kazu- sonríe.

-De nada, bueno, ya es hora de irme- la mira con preocupación. -¿Si sabrás llegar?

-Sí, no te preocupes, estaré bien- le regala una sonrisa para que se tranquilice. -Te mando un mensaje al tomar el bus y al llegar al apartamento- dice.

-Vale, está bien- La abraza -Ten mucho cuidado- la suelta y la mira, Ann asiente y ve como se marcha Kazumi.

Ann mira a su al rededor y camina hasta llegar a la rectoría, aunque muchas miradas se posaban en ella, era obvio, la chica nueva.

El rector le da su horario y le da un recorrido a la universidad.

Mientras, Etsu se encontraba en su oficina arreglando unos papeles y algunas evidencias del caso. Tenia que tenerlo listo lo antes posible, su jefe no era muy paciente que se diga.

-Espero que esta vez si podamos tener pistas suficientes para poder dar con el paradero de los delincuentes. -Se decía el mismo revisando por tercera vez una pila de papeles amontonados a un costado del escritorio.
Se sentía frustrado, por más que se esforzaran y estuvieran cerca, siempre se les terminaban por escapar.

Suelta un suspiro de frustración, queria vengar la muerte de sus padres y estaba decidido a hacerlo, así le costará lo que le costará. 

Cuando acabaron el pequeño paseo por la universidad el rector habló.

-Bueno, ya conoces el lugar, mañana comienzas con tus clases. Le deseo mucha suerte.

-Muchas gracias, mañana estaré aquí a primera hora- sonríe, se despide del rector y se va.

Ann comienza a conocer el lugar que rodea la universidad, teniendo consigo los útiles comprados. Caminó por más de dos horas y ya sentía sus piernas desfallecer así que, se designó y se fue a parada  del bus, tal y como le dijo a Kazumi, le escribió y tomó el bus.

Al llegar, recordó que no tenía llaves, así que comenzó a dar una vuelta a la manzana, fue a una cafetería y comió una merienda, tostadas con café; se sentía bien, primera vez en la semana que paga algo para ella, terminó lo suyo y se dirigió a un centro comercial, en el cual compró un par de camisas y un par de pantalones, miró algunos locales hasta que el vio que la oscuridad de la noche se avecinaba. Así que, se devuelve a casa. ¿Será que aquel apartamento lo llegaría a llamar hogar? Ladeó su cabeza para sacar aquellos pensamientos de su mente.

Habla con el recepcionista y este le entrega unas llaves con derecho a devolución el cual Ann acepta.

Siente como el cansancio recorre su cuerpo, no se había sentado hasta que merendó. El apartamento estaba a oscuras de tal forma que le brindaba la tranquilidad que no tenia hace mucho, dejó las cosas a un lado y se tiró en el sofá y poco a poco comenzó a caer en un sueño profundo.

A los minutos, Etsu entra a su departamento, las luces están apagadas, no logra distinguir nada por tanta oscuridad.
Al encenderlas se encuentra con Ann, que estaba boca a bajo en el sofá, se remueve un poco por como impactó a sus ojos. Etsu se queda inmóvil en su lugar hasta que ella se queda quieta e iba caminando hasta la cocina.

-Buenas noches- susurra Ann un poco ronca.

-Pensé que estabas dormida- se detiene y se voltea a mirarla. -No era mi intensión despertarte -Dice sinceramente.

Ann se sienta y le devuelve la mirada.

-No te preocupes de igual forma me tenía que levantar a comer algo. - Se estira un poco en el lugar.

-Está bien, cocinaré algo.

-Bien- hace énfasis en aquella palabra.

Etsu coloca el arroz a cocinar y le pregunta a Ann con que quiere acompañarlo, no le dio tiempo de responder ya que se sintieron unos toques en la puerta. Ninguno de los dos se imaginaba quien era a esas horas de la noche.

-Yo abro, tu cocina- dijo Ann abriendo la puerta. Se encuentra con una chica bien hermosa, piel clara, ojos color marrones, cabello castaño oscuro, buena estatura, portaba una elegancia y se veía un tanto mayor a Ann.

-Buenas noches- tomo la iniciativa Ann con una sonrisa, la chica nada más la miró.

-¿Está Etsu?- alzo una ceja. Ann quería decirle que no vivía allí, pero se trago sus palabras.

-Está en la cocina preparand...- no terminó la oración cuando entró si más. Ann solo la ignoró y cerro la puerta.

-Hola mi bebe- sonríe la chica e intenta besar a Etsu, el cual este reacciona y se aleja de ella.

-¿Camile?- lo mira y luego mira a Ann, ella se encontraba un poco triste por dentro. No lo quería demostrar, quizás eran pendejadas de ella, pero él le había dicho que no tenía alguna relación. ¿Se podría confiar en una persona que le mintió una vez?

-¿Qué haces aquí?- el tono de Etsu sonaba serio pero a la vez irritado.

-¿Acaso es ilegal visitar a mi novio?- se acerca a él y lo abraza.

-¿Son... Son... Novios?- habla Ann.

-Si- dice la chica.

-No- dice Etsu al unísono de esta mirando a Ann.

-Mejor, dejo que solucionen sus problemas- forza una sonrisa y se dispone a salir a la calle.

-Si, dejanos...solos- le sonríe a Etsu.

-No, ella se queda aquí- se safa de sus brazos.

-¿La vas a defender a ella? Yo soy tu novia. - Chilla.

-Corrección, ya no lo eres.-

-Es por esa verdad- suspira y se vuelve a Ann. -Largate de aquí. Tengo que solucionar los problemas con mi novio- y esas palabras le bastaron a Anneliese para que su sangre comenzará a hervir.

-¡Ella no se va, ella vive aquí!- el grito de Etsu hizo que Camile se sobrsaltará.

-Pero amor...- la interrumpió Ann.

-Pero nada, no ves que nos incómodas en NUESTRA casa- Se acerca a Etsu. -No puedes ser la novia, porque yo lo soy ahora- entrelaza la mano de él y ambos sienten esa conexión y ese cosquilleo y electricidad en su cuerpo. -Si bien, me ha dicho que tiene una ex loca y maniática y mirate- sus palabras sonaron más fuerte de lo que debieron sonar y al ver los ojos de Camile cristalizados lo confirmó.

-Compruebalo- dijo -¡Comprueba que son novios! Gritó y con esas palabras colocaron a Ann nerviosa, pero sin pensarlo dos veces abrazó a Etsu del cuello y lo miró a los ojos y mostró una sonrisa nerviosa.

Ambos corazones latían con fuerzas, ambos lo querían desde que se conocieron. Así no perdieron más el tiempo y unieron sus labios en un mágico, apasionado y largo beso. El posó una de sus manos en su cintura y la otra en su barbilla.

Ese momento tan maravilloso fue interrumpido por la puerta. Que fue cerrada con fuerzas, Camile se había ido.

Ann se separó de él y agachó la mirada.

-Yo... Hmmm... Yo- los nervios y la pena no le daban para hablar.-Lo siento, no debí hacerlo, pero me hizo enojar, yo...- tapó su rostro y corrió hacía su habitación y se encerró.

-Ann...- susurró aún sabiendo que ya se había ido.

Etsu estaba confuso, anhelaba ese beso, ese beso le causo querer tenerla a su lado, querer protegerla y no hacerle daño. Era única, pero no quería que hubiera sucedido así.

Sintió el olor a quemado, maldijo por debajo y apagó el fogón. Se había quemado el arroz.

Se fue a un sofá y se sentó en el desesperado por la última reacción de Ann, pero se había dado cuenta, que ella se sentía atraída por él y él por ella pensamiento que le sacó una sonrisa. Mientras, ella se encontraba acostada mirando al techo, lo que había hecho no tiene perdón. De seguro él no sentía lo mismo que ella y esta vez si se quedaría sola. Quizás la eche del apartamento o de no. Las cosas no seguirían siendo lo mismo...

Ambos, debajo del mismo techo en un debate interno.