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Una Respuesta.

Capítulo 8

Los pensamientos de Anneliese se nublaron mientras el corazón de Etsu estaba acelerado. Tenía miedo, temor de que ella lo rechazará, quizás el Karma le daría su lección de vida después de todo lo que él había hecho.

Por otro lado, Ann se encontraba feliz en su interior. No sabia que decir, que hacer, incluso, se le había olvidado como respirar.

-Ann...- la voz de Etsu sonó en un leve susurro. Temía a su reacción, a su respuesta.

-Etsu... Yo...- Etsu la interrumpió.

-Puedes pensarlo y no decirme enseguida, date tu tiempo.- Al decir esto Anneliese sonrió y Etsu sacó todo su aire. Se iba a tomar su tiempo.

-No seas apresurado, sí. Si quiero ser tu novia- Responde con una linda sonrisa, el cual le causa muchas cosas a Etsu, en esas abrazarla hasta más no poder.

La Alegría de los dos era inmensa, que luego de un largo abrazo de este, demostraron su felicidad en un largo y dulce beso.

-Me alegra que hayas dicho que si, no sabes cuánto. - sonríe. -Pero, debemos ir rápido a la universidad- Ann asiente con una sonrisa, toma su mano y la entrelazan para luego ir caminando juntos hasta el centro de estudio donde ingresaba Ann.

Al llegar a la universidad, Etsu la decide acompañar hasta su salón.

-Et, sé como llegar, no te preocupes, debes estar cansado, no camines más- sonríe Ann.

-No te preocupes linda, yo te llevo y te espero en el salón de música, estudié aquí en mis tiempos. -Dice

-Lo dices como si fueras muy viejo. -Se ríe ante su ocurrencia sacándole una sonrisa a Et y este no dice más hasta llegar a su salón. -¿No te aburrirás?

-No, te estaré esperando- sonríe y se acerca a ella y la acorrala contra los casilleros- No me gustó estar alejado de ti una semana. Así que haré todo lo posible para no dejarte sola ni un instante de tu vida. -Bastaron esas palabras para que el sonrojo de Ann apareciera. Lo cual a Etsu le causó unas inmensas ganas de besarla, y ¿para qué contenerse? Ya era su novia.

Se acercó más a ella y la besó. No dejó espacios entre sus dos cuerpos.
Etsu saciaba la necesidad de besarla cada vez más, lo cual, su intensidad era aún más.

Un carraspeo se escuchó a espaldas de Etsu, el cual, no le prestó atención, hasta que se escuchó uno más fuerte, Etsu, se separó de Ann con delicadeza y volteó. Ni más ni menos que el rector.

-Señorito Ken, señorita Johnsons. Esto es una Universidad, un centro de estudio, tendrán tiempo de demostrarse... Amor a más luego. - La seriedad de este, se notaba desde millas de distancia.

-Lo siento señor rector, no volverá a suceder. - Et tomó la misma seriedad que el rector.

-Eso espero. - fueron sus únicas palabras y se fue.

-Siga esperando- Etsu retomó el beso que no había terminado. Por su parte Ann sonreía en sus labios por la impaciencia de ese chico.

-Vaya, vaya, vaya. Si así es aquí, me imaginó como será en sus casas. - se escucho la voz de una fémina a espaldas de Etsu.

Los dos conocían esa voz. Para Anneliese, era su insoportable compañera de salón. Y para Etsu, la irritable hermana de Camile.

Etsu se colocó al lado de Ann y la mira.

-Segunda semana en la Universidad y ya eres la envidia de todas. -Sonrió con maldad la peli roja.  

-Hola Rosie- sonrió Ann. -Vaya, pero ya veo que si, nadie despega la mirada de Etsu. -Echa un vistazo a su alrededor. -Afortunadamente es mi novio. - la miró fijamente.

-De seguro está contigo por lástima. - rió.

-¿Y tú qué sabes?- La sangre de Ann comenzaba a hervir.

-Se metió con mi hermana, luego la dejó y se metió en las bragas de otras tipas- soltó Rosie.

Ann soltó una risa sarcástica. -No tengo la culpa de que tu hermana fuera una perra. Que solo se le ocurre meterse en los bóxer del mejor amigo de ese tiempo su novio. - Al finalizar, recibe una bofetada por parte de Rosie. Odiaba que hablaran mal de su hermana.

Ann no le gustó eso, así que se abalanzó sobre ella y sin darse cuenta comenzó a golpearla con su mano lastimada.

La ira no la dejaba pensar ni sentir dolor. Cuando la iba a tomar por los cabellos, unas manos la tomaron por la cintura y la levantó sin esfuerzo alguno.

-Sueltame Etsu, sueltame que ella tiene que pagar. -Se removía mucho que Et paso sus brazos por su abdomen abrazándola.

-No Ann ¡Te estás lastimando! ¡Además, te ganarás una expulsión! - alzó la voz Etsu. Ann relajó sus músculos y trató de controlar su respiración. Más de la mitad de los estudiantes tenían la mirada fija en ellas.

-Pero que mujer tan agresiva. - se levanta limpiando la sangre que salia de sus labios. -Deberías meterla a esas peleas que hacen con animales. -Rió.

Ann se preparó para pelear pero Etsu la tenía abrasada.

-Primero que todo. Tu iniciaste Rosie, segundo, Ann no es ningún animal, quizás tú. Pero a mi novia, la dejas en paz. Y tercero, esas peleas son ilegales. -La mira -Y ahora, nos tenemos que ir,  se hace tarde. - Toma la mochila de Ann que yacía tirada en suelo y se la lleva junto a él.

Al llevar unos pasos más de distancia, suben unas escaleras.

-Ann, no vuelvas a hacerlo, si quieres mejorarte no hagas esfuerzo con esa mano. -La miró.

-Pero, me sacó de quicio- hizo un puchero.

-Trata de mantenerte en tus casillas, ella buscará molestarte.- toma su barbilla y le da un corto beso. -Ahora, suerte en clases- busca su celular y anota su número. -Apenas salgas, llámame- besa su frente, la deja en la puerta de su salón. Al verla ubicarse se va al salón de música. Su salón preferido mientras estudiaba.

Fue una clase larga para Ann, al finalizar tuvo que dejar todo lo utilizado limpio, lo cual la atrasó.

Cuando ya recogía sus pertenencias escucha la puerta abrirse detrás de ella, pensaba que era Etsu, por lo cual se apresura y al voltear ve a un chico alto y delgado, con un porte burlesco, cabello castaño, ojos del mismo color. La cual la mira de arriba abajo inspeccionandola. 

-¿Anneliese Johnsons?- dice el chico.

-¿Qué se le ofrece?- dice segura de si misma.

-Eres más hermosa de lo que dicen. - Camina hacia ella acto que hace efecto contrario en Ann, ella retrocede por cada paso. - Eres muy linda para estar con Etsu- la respiración de Ann se vuelve un poco irregular, pero él  lo nota. - Tranquila. No muerdo, tampoco te voy a comer, pero... si se trata de ti...- relame sus labios mirándola de arriba hacia abajo. -Podría hacer una excepción. -Esas palabras le bastaron a Anneliese para correr hacia la puerta, pero él la atrapó, la tiró al suelo, causándole un golpe fuerte a Ann, no perdió el tiempo y se acomodó encima de ella. -No sabe lo que le espera a Etsu, esta es mi venganza, por su culpa Camile está mal, tu y él  pagaran. No me quiere volver a ver, según ella su "Relación" con Etsu se terminó por mi culpa. Ese maldito... ¡Ella lo quiere a el y a mi no! Yo soy mejor qué el. Vamos hacerlo sufrir y tomaré su punto débil - sonríe y busca el cierre de su pantalón.

-Tu debes ser Daniel- sonrió amargamente Ann- No es mi culpa que el me quiera a mi y no a esa perra- palabras que le causaron otra bofetada, está vez más fuerte, la tomo del cuello e hizo que lo mirará.

-Vuelve hablar así de ella y creeme, te ira peor. - la obligó a besarlo mientras lloraba sin poder gritar. Ann llevaba una camisa de botones, el cual Daniel quitó.

Mientras Daniel la toqueteaba, Ann intentaba gritar y soltarse, le coloco un pequeño pañuelo en su boca. Y con sus brazos y piernas la aprisionó.

Por otro lado, Etsu, ya preocupado, al ver la universidad vacía y sin tener llamadas o mensajes de Ann decide ir a su salón mientras la llamaba. Algo en él intuía que algo iba mal. Ella no contestaba llamadas, así que apretó el paso.

Al llegar al salón donde estudia Ann, abre la puerta y sus ojos mira aquella escena, Ann llorando con su camisa abierta y ver a esa persona, que le ha quitado a una mujer que fue todo para él. Esa persona que le está haciendo daño a quien ahora protegía. Su sangre hervía y con su furia libró a Anneliese de Daniel. Incorporó a Ann y la abrazó tan fuerte como pudo, ella lloró fuertemente, le había causado daño.

Se cegó por la rabia y se levantó. Ann, sacó el pañuelo de su boca y trató de cubrirse, no tenía botones su camisa.

-¡Me las vas a pagar desgraciado!- se acercó a él.

-¿Qué me harás? Eres un cobarde. Lástima que llegaste, o de no, ella fuese mi..- un golpe en secó le proporcionó Etsu.

Golpe tras golpe. Etsu golpeaba, Daniel respondía. Ann aún seguía asustada. Etsu ya lo tenía, lo tenía por el cuello, los golpes eran más fuertes y venían acompañado con mucha sangre.

-¡Etsu!- gritó Ann. -¡Para por favor!- dijo junto a un lamento.

La respiración de Etsu era irregular, los puños los tenia apretado. Al escuchar la suplica de Ann se detuvo y se limpio el rostro y sus manos.

-Largate de aquí y ahora.- Su voz resonaba por todo el salón. -Tienes poco tiempo libre, largate antes de que te lleven preso por intento de violación. ¡Largate!- y sin más Daniel se levantó y corrió como si no hubiese un mañana.

Etsu se acerca a Ann con las facciones de su rostro más relajados, la abraza como hace unos minutos atrás y la permite llorar.

-Tranquila, todo está bien. -Acaricia su cabello. -¿Te hizo daño?- Ann asintió y este gruñó de rabia. -No se volverá acercar a ti. Eso te lo juro- Dice mientras Ann sorbe  nariz.

-Vamonos, ya me quiero ir. -Dice Ann con la voz quebrada. Etsu se quita su chaqueta y se la coloca a ella. Toma su mochila, se la cuelga en los hombros y la carga.

Etsu toma un taxi y se dirigen a su apartamento.

Al llegar, Ann se encontraba dormida, el agotamiento y el suceso que ocurrió minutos atrás habían acabado con toda su energía.

Etsu, con mucho cuidado, la lleva a el apartamento, abre la puerta como puede y la acuesta en el sofá.

Se dispone al prepararle comida y cuando ya está lista la levanta.

-Ann- susurra, ella se remueve en el sofá y el acaricia su cabello. -Levantate, ven a comer algo. -Y como puede ella se levanta.

Etsu ayuda a Ann llegar al comedor, sirve la comida y cenan en silencio. Al finalizar, él la manda a tomar una ducha mientras el lavaba los trastes y hacia lo mismo que ella.

Ann se dirige a su habitación, estaba agotada, saca su ropa para dormir, luego se dirige a la ducha. Era viernes, mañana no tendría que ir a trabajar ni estudiar. Se levantaría tarde, tampoco vería algunas caras ni entraría a su salón.

Al terminar la ducha, se cambia como puede y se acuesta.

-¿Ann?- Etsu entra a su habitación al ver que pasaban minutos después que cerró su ducha.

El tenía el cabello alborotado, también acababa de salir de la ducha. Llevaba puesto un pantalón de lana y una camisa blanca.

Sonríe al verla dormir, llevaba su camisa, la que le había prestado la primera noche que se había quedado, junto a un short, se acuesta a su lado. La abraza y ella se acomoda a su lado, sus brazos eran fuertes, no iba a permitir que algo malo le sucediera, era su prioridad ahora. Ella lo salvó de la oscuridad donde el estaba metido, ella hizo que sus sentimientos rotos volvieran a cobrar vida. Pero, él no sabía que el también la había salvado. De la soledad, tristeza. Ella se sentía segura a su lado. Se olvidaba del dolor y la pesadilla de su pasado.

Aún les faltaban conocerse más, a él le faltaba conocer su pasado, a ella le faltaba conocer más de él. Son el uno para el otro, ambos se salvaron de la soledad, ambos reconstruyeron sus sentimientos. Ambos, sin darse cuenta. Estaban dispuestos a dar todo por el otro.

Y así, la noche se apoderó de los sueños de cada uno y los pensamientos dejaron de rondar por su mente.

Al día siguiente, Ann es la primera en levantarse, intenta moverse, pero unos brazos la tomaban fuertemente por la cintura, se voltea lentamente y se encuentra con el rostro de Etsu. Se veía tan tranquilo y tierno dormido. Su respiración era pausada. Ann pasa cuidadosamente las manos por su rostro. Inicia por su nariz, luego por sus labios, sus cachetes, su barbilla y luego su cabello, mete los dedos en su cabello, era muy suave y sedoso. Etsu se remueve y Ann por acto reflejo quita sus manos de su cabello.

-Hmmmm, no te detengas. Se siente bien. -Dice Etsu un poco somnoliento aún con los ojos cerrados.

-Pensé que estabas dormido. -Ríe Ann y vuelve a pasar sus manos a su cabello.

-Me desperté cuando te comenzaste a mover. - abre los ojos.

-Lo siento- susurra.

-No te preocupes linda. -sonríe.

Ann le devuelve la sonrisa y se abraza más a él.

-Ann...- la llama.

-¿Si?- Alza su rostro.

Etsu la mira un poco dubitativo, no estaba seguro de lo que le iba a pregunta. Toma un respiro antes de iniciar. -¿Y tu familia?- solo tres palabras. Tres palabras que le recordaron en un instante su pasado, la llevaron a un doloroso viaje hacia el pasado.

-¿Crees en Ángeles y Demonios?- dijo en un susurro entendible. Esa pregunta que le fue formulada a Etsu, lo dejo atónito.

-Si... ¿Por qué...?- La pregunta que le daba inicio al relato de Ann.

He aquí su capítulo. Hasta el otro sábado.

Con amor, sus escritoras.

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