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Una gran noticia

Capítulo 20

Los días pasaban para la pareja de enamorados, días en los cuales Etsu cuidaba a su novia, y estaba atento a lo que le hacía falta o necesitaba. Trataba de no hacer que se sintiera una inútil en el departamento. De vez en vez con la vista clavada en ella, la dejaba hacer uno que otro sándwich aparte de ir a buscar agua por ella misma, seguida por él de cerca.

Ahora más que nunca no se podía dar el lujo de dejarla hacer mucho. Sus heridas estaban sanando lentamente, alivianando un poco a Etsu.

Cabe destacar que mientras él no estaba a su lado por su trabajo, la llamaba constantemente para saber qué hacía, y como se sentía. Siempre recibiendo la misma respuesta por parte de Ann.

-Mi amor, tranquilo. Me encuentro mejor. -Su voz salía cansina.

Por una parte le gustaba que Etsu se preocupara por ella, y la ayudará en todo lo posible, pero por la otra; la terminaba por agobiar de sobremanera. Sabía que la quería proteger y cuidar. Pero esa parte sobreprotectora y preocupada del hombre el cual amaba la cansaba un poco.

Claro, esto nunca se lo iba a decir. No quería comenzar una discusión por ello, así que solo se lo reservaba para ella.

-Ann, ¿Ya has comido?  Recuerda que te he dejado el almuerzo en el microondas.

-Sí, ya comí amor - Sonríe un poco caminando con paso lento a la cocina, mirando de reojo el microondas.

-Ann...

-Etsu, tranquilo.

Un suspiro por su parte seguido de su voz, es la que escucha al momento de sentarse con algo de dificultad en la silla.

-Saldré temprano hoy para...

-Oh no Etsu - Se queja. Sabía porque quería salir temprano de su trabajo. La respuesta era simple. -Termina tu turno completo, yo estoy bien.

-Mi amor...

-Etsu, hazme caso. - Pasea sus manos por su cabello enrollándolo en su dedo índice.

-A las seis estoy en casa.

Ann resopla resignada. Etsu a veces era muy terco. Y más cuando se trataba de ella. 

-Está bien.- alarga las palabras. 

-Te amo pequeña.

-Y yo a ti. - Es lo último que dice antes cortar la llamada. 

Resopla mirando la comida que con tanto amor Etsu le había preparado. Se lo agradecía enormemente, pero ella extrañaba cocinar en ocasiones. Preparar algo de su comida natal para así no olvidar de dónde venía.

Un recuerdo agolpa en su mente, mirando con parsimonia el pequeño calendario situado en la barra que da a la cocina, encerrado con un gran círculo rojo la fecha en la que su mejor amiga cumplía año. Faltaba una semana y media para eso, y ella anhelaba poder estar a su lado cuando eso sucediera.

Su semblante cambia a uno de tristeza, suelta una gran bocanada de aire y comienza a comer.

Eso no iba a llegar a ser posible. Ella estaba a la otra mitad del mundo a millones de kilómetros de distancia. Eso no sería problema si se encontrará en una mejor situación. Claro que no.
Gracias a lo que había ahorrado desde vive con Etsu, podía darse el lujo de viajar y comprar lo que pudiera.

Más ahora no estaba en las condiciones adecuadas para hacerlo.

Aparta la mirada del calendario para acto seguido ponerse a comer.

.

-¡Etsu, por favor! -Suplicaba la menor con sus manos juntas al frente.

-Ann, no. -Negaba por tercera vez.

-Estar así me agobia.

-Lo comprendo pero no puedes hacerlo.

-¿Porqué? -Ahora su semblante cambia un poco a uno de irritación.

-Sabes por qué Ann, y ya no insistas más - Et la mira decidido, creía que lo iba a hacer cambiar de opinión, pero estaba equivocada.

Anneliese coloca sus brazos cruzados sobre su pecho arrugando su nariz, en una clara molestia por su parte.

Etsu la mira para acto seguido pasar sus dedos por la hebra de sus cabellos, suelta un suspiro de cansancio. Ya ni se acordaba porque había comenzado esa absurda discusión. Y muy pocos ánimos le quedaban de seguir con ella. Pero al parecer su novia no estaba dispuesta a dejarla de lado.

-Me siento muy dependiente de ti, Etsu. -Esto lo dice bajo, a veces le daba vergüenza admitirlo, pero era así.

Esperaba una contestación por parte de él, pero esta nunca llegó.

-Etsu... - La menor estaba recargada del marco de la puerta de su habitación, con los ojos puestos en su novio el cual no decía nada. Solo sus ojos clavados en las pelusitas que se le quedaban a la alfombra.

-Ann... - Finalmente habla mirándola.- Te llevaré - Es lo que dice para tomar las llaves del auto y pasar por su lado. - Colocate algo abrigado, ya ha comenzado a hacer frío.

Ann ahoga un grito de felicidad. Lo había convencido de llevarla a la cafetería donde trabajaba para ir a hablar con su jefe. Sonríe victoriosa y camina con paso lento al armario, buscando una de sus chaquetas, se la coloca y sale.

-Increíble tu forma de convencerme - La mira negando con la cabeza. Ann ríe y se acerca a él.

-Me siento encerrada. Solo quiero despejar la mente.

-¿En tu trabajo? -Alza la ceja.

-Solo voy a por mí pago. - Se encoge de hombros.

-Sabes que yo podía ir ¿No?

Ann bufa. Ya iba a comenzar de nuevo. Se coloca de puntillas y junta sus labios para callarlo. Moviéndolos al compás, Etsu sonríe de lado sobre el beso, tomándola por la cintura con delicadeza. El beso cada vez se va profundizando más. Se amaban y se lo demostraban con solo ese gesto.

-Vamos - Susurra  sobre sus labios. Ann asiente para apartarse de a poco de él, toma su mano entrelazándola para caminar.

-Anneliese - Saluda Samuel, hijo del dueño.

-Hola - Saluda con una amplia sonrísa en sus labios.

-¿Está tú padre?

El chico la examina con la mirada antes de contestar, estaba en mejores condiciones a como la había visto la última vez. Su alegría era eminente, su rostro reflejaba un brillo diferente, uno lleno de alegría, lleno de ilusiones. Sonríe de lado. Por una parte estaba feliz por ella. 

Ann espera su contestación, mientras tomaba la mano de Etsu, el cual se encontraba al margen a su lado.

-Está adentro. Pero no tardará en salir - Informa. Caminando por su lado llevando uno de los pedidos de la mesa cinco. Ann asiente y mira a Etsu.

-Esperemos... - La lleva a una de las mesas vacias para acto seguido sentarse. -¿Qué quieres?

-Nada, Etsu. Estoy bien así.

Resopla y niega tomando la cartilla que estaba situada en la mesa. La examina y sonríe.

-Un mocca y uno bien cargado sin azúcar - Habla Etsu hacia el chico que anotaba el pedido.

-Claro, ¿Algo para acompañar? -Pregunta.

-Hmm, tal vez unos pequeños panes rellenos. 

-Como diga - Termina de anotar para ir a buscar su pedido.

Ann lo miraba con los ojos entrecerrados negando. Etsu era terco.

-Amor... No quiero nada. - Bufa.

-Lo sé. - Es lo que dice para encogerse de hombros. -Pero sé que cambiarás de opinión cuando llegue el pedido. -Sonríe de lado.

Ann hace un mohín para suspirar.

-Amor... - Dice luego de un rato en silencio.

-Sí, pequeña. - Vuelve a mirarla.

Muerde su labio por dentro. No estaba segura si formular esa oración. Su mente le decía que lo hiciera. ¿Que iba a ser lo peor que pasará? ¿Que dijera que no?  Pero había otra posibilidad de que él la aceptará. Aunque no se daba muchas esperanzas a ese termino.

Etsu la nota, estaba nerviosa lo podía percibir. Acaricia el torso de su mano por arriba de la mesa, dándole un poco de confianza.

-Dime, mi vida. - Insta a que le cuente.

-Et... Mi amiga. - Comienza a hablar, aun un poco nerviosa. -Layla, ella...

Sus palabras fueron interrumpidas por la voz de su jefe.

-Señorita Anneliese.

La pareja lleva su mirada hasta el señor, el cual miraba a la chica con una sonrísa en la comisura de sus labios.

-¿Cómo te has sentido últimamente? -Pregunta. Se había enterado por boca de Etsu, que tanto su jefe como el director de la universidad, sabían parte de la verdad por su ausencia en ese último mes. Al principio le había preocupado. Pero solo bastó que Etsu le aclarará que solamente ellos fuera del FBI sabían. Y que no tenía nada de que preocuparse.

-Ya estoy mejor... - Confiesa con una resplandeciente sonrisa.

-Me alegra saber eso. Estaba preocupado por ti.

La menor no dice nada más. No sabía que contestar a ello. Solo se pudo dar cuenta que, de verdad habían personas que se preocupaban por ella. agradeciendo internamente por ese gesto tan amable de su parte.

-Supongo que vienes por el pago.

-Si y no. - Habla Etsu adelantándose a que ella contestará. 

Ambos lo miran interrogante. ¿Que planeaba Etsu?
Pensaba la menor.

-¿A que se refiere agente?

-Solo llameme Etsu. Ahora no estoy en servicio - Pide amablemente.  El señor asiente ante su petición. -Ella vino a buscar su pago y yo vengo a hablar con usted.

Ann ahora estaba más confundida. No comprendía que era eso que su novio iba a hablar con su jefe.

-Claro. - Lleva su mirada hacia Ann. -Mi hijo sale de su turno en cinco minutos. Esperalo en la barra, él te dará tu paga.

-Gracias - Se levanta de su asiento para ir hacía donde le había indicado.

Camina con paso lento a la barra, se sienta con algo de dificultad en la silla alta y espera. Aun con las palabras de Etsu en la mente.

¿Que tendrá que hablar Etsu con mi jefe?

Pensaba la chica.

Su codo en la barra colocando su rostro con suavidad en la palma de su mano. Mirando sin mirar. Su mente aun buscaba algo que le diera un indico de lo que Etsu tiene que hablar con el mayor; no dando resultados.

Se rendía. No sabía que podía ser. Aun teniendo un mes y medio de relación con Etsu. Éste aún era un enigma para ella. No lo conocía del todo. Pero sabía lo suficiente como para saber que él no haría nada para dañarla.

El chico que ya había terminado su turno, se sitúa a su frente chasqueando sus dedos índice y pulgar frente al rostro de ella.

-Oye... Ann - Ríe al ver que ella se sobresalta. - Si que estas distraída hoy.

-Lo siento - Se encoge de hombros.

-No hay problema - No le da importancia al tema - Mi padre me dijo que te diera esto - Extiende un sobrecito blanco con el nombre de ella en él.

Ann lo toma sin titubear. Sabía que era su paga.

-Gracias... - Le sonríe. Éste le devuelve el gesto de la misma forma. Para comenzar a conversar entre ellos, Ann se ponía al corriente de todo lo que había pasado durante su ausencia.

Enterándose que las ventas en la cafetería habían aumentado considerablemente en el último tiempo, dándole un aumento a cada uno de los empleados. Y ella no era la excepción.

No sabía cuanto tiempo había pasado hablando con el chico. Hasta que Etsu llega a su lado, toma su mano besando su frente, con la vista de los presentes en ellos.

-Es hora de irnos.

-Esta bien. - Lo mira con un leve sonrojo en su mejilla.

-Cuidense ambos. Nos vemos pronto - Habla el señor hacía ellos.

-Igualmente. Creo que ya dentro de una semana estaré de vuelta al trabajo.

-Eso ya lo veremos - Habla Etsu bajo. Haciendo que Ann blanqueara los ojos.

-Anneliese.

-Etsu. - Dice de la misma forma que él. Sabía de antemano que no le gustaba que le contestará así.

Los dos presentes ríen para luego despedirse.

Etsu toma su pedido, el cual había hecho anteriormente. Agradecía al chico de que había puesto todo para llevar, ganándose una merecida propina por su parte.
Toma la mano de Ann saliendo de la cafetería e ir hacía el estacionamiento, quita la alarma del auto y lo abre.

Ann lo mira de reojo, suelta un leve suspiro entrando al auto.

-Etsu... - La curiosidad la mataba. - ¿Qué hablaste con Jorgue? -No es que fuera curiosa. Solo quería tener un índico de lo que trataba el tema.

Etsu sonríe ladino entrando al auto una vez deja la comida atrás. Se coloca el cinturón, saca la llave y la introduce en la endirura para encender el auto. Pone el seguro en las puertas y pisa el acelerador. Poniendo en marcha el auto.

-De cosas - Habla al fin. Tan calmado como siempre. Ann suelta un pequeño gruñido de frustración.

-Quiero saber. - Vuelve a mirarlo. Etsu miraba hacía el frente, siempre atento al camino.

-¿Por qué tu no me dices lo que te inquietaba en la cafetería? - Cambia el tema radicalmente. 

La menor suspira, llevando su mirada avellana hacía la ventanilla, la cual es abierta al instante por ella, dejando que la frisa fresca entrara al auto y pegara en su rostro suavemente  rozando sus mejillas.

-Es algo tonto - Dice no dándole importancia a ese tema. Estaba decidida. No le iba a decir de ello. Ya se había resignado a solo felicitar a su amiga por videollamada.

-¿Con que una tontería?- Se detiene en un semáforo para mirarla de reojo.

-Si... - Habla bajo.

-Entonces que haré con los boletos del avión para ir a Colombia.

Esas palabras bastaron para que Ann volteara a verlo asombrada. No, seguro había escuchado mal.

-¿Colombia? - Pregunta. El beneficio de la duda estaba en su mente.

-Colombia - Rectifica el mayor, poniendo en marcha nuevamente el auto.

-¿Cómo? No, ¿Por qué? - No cabía en si. Aún no terminaba de procesar dicha información.  Etsu la mira con una gran sonrisa en los labios.

Era obvio que lo que quería decirle en la cafetería era ese tema. El ir a Colombia porque su amiga estaba de cumpleaños aproximadamente en una semana...
Sabía todo aquella debido a que la observaba desde la puerta de la cocina el día que marcaba el pequeño calendario situado en el mesón de la cocina.

Solo tuvo que hacer un par de llamadas para darse cuenta de lo que realmente ella quería pedirle.

-Te ví cuando marcabas el calendario. Al principio pensé que lo hacías para llevar una cuenta de tu periodo.

Esto último provoco un pequeño sonrojo en las mejilla de la joven.

-Pero descarte esa idea comenzando a sacar cuentas de la última vez que sucedió. Además de que no podía ser tu cumpleaños, ya que fue hace dos meses atrás. Y solo me quedaba una posibilidad. De que alguien cercano a ti, estaba de cumpleaños.

Termina de dar su breve explicación, dejando consternada a la menor. Su novio había deducido bien, con tan poca información. Sin duda alguna era bueno razonando.

-Etsu...

-¿Es tu amiga la que cumple años? - Su mirada estaba al frente. Ya casi llegaban al departamento.

Ann asiente para mirarlo.

-¿Nos vamos a Colombia?- Pregunta al fin.

-El viernes - Confirma. - Siempre y cuando tu sigas con las indicaciones del médico.

-Las estoy siguiendo - Se defiende. Haciendo un puchero. Etsu sonríe aparcando en el estacionamiento del edificio. Apaga el auto y la mira.

-¿Te tomaste las pastillas hoy?

Ann no dice nada más. Se le había olvidado la bendita pastilla. Etsu niega bajando del auto. La noche ya había caído, todo estaba iluminando por las luces de los faroles.

-Lo hago ahora - Se baja del auto para caminar. Toma su mano. - ¡Gracias! No pensé que...

-¿Que fuera a aceptar el ir a Colombia, con lo que recientemente te ha pasado?

Una vez más adivina sus palabras. Asiente.

-Lo hago para verte feliz. Admito que al principio me lo pensé bien. Pero olvidaba lo que era importante para ti - Acaricia su mejilla - Tu felicidad.

Ann le regala una gran sonrisa situándose a su frente. Lo toma de la solapa de la camisa que portaba Etsu bajándolo un poco hasta juntar sus labios es un suave y delicado beso. Etsu la toma por la cintura apegándola cada vez más a él.

Las personas que pasaban por su lado no importaban, los murmullos tampoco. Solo importaban ellos dos. Y con eso le bastaba para ser felices.

-Gracias

-No hay nada que agradecer, pequeña - Sonríe acariciando su mejilla con amor.

-Claro que si, haces mucho por mí.

-Porque te amo. - Confiesa. Ya se le estaba haciendo costumbre el tratarla así.

¿Quién lo diría, que una chica tierna y amigable cambiaría radicalmente a un mujeriego de primera?

Nadie lo pensaba, ni siquiera ellos lo hacían. Solo sabían que se amaban, eran felices estando juntos, y de que su historia a penas comenzaba.

Hola chicos y chicas buenas noches :)
Espero que estén muy bien, le hemos traído su capítulo semanal.
Recuerden que si les gustó, comenten y voten.

Hasta el otro sábado. ¡Feliz fin de semana!

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