Situación Inesperada
Capítulo 13
-Llegan tarde.- Su seriedad era indescriptible.
-¡No vayas a comenzar! - La rubia bufa y mira a Ann - Te compadezco cuñada - Es lo que dice para irse dejándola con la amargura de Etsu.
Anneliese entra a la pieza pasando por su lado. - Me voy a duchar. -Informa quitando su chaqueta.
Etsu cierra la puerta tras sí sin decir nada y se va a la habitación sentándose al borde de la cama con su vista clavada en la puerta que da la baño.
No tenía ninguna razón por la cual estar molesto con su hermana y su novia, habían llegado sanas y salvas, tal como lo pidió. El hecho de haber llegado solo una hora tarde lo comprendía del todo. Estaba sobre actuando y sobre protegiéndola, sabiendo que ella se sabe cuidar sola, eso es lo que hizo durante el año que se mudo a ese país. Vivía sola, andaba sola y consiguió un trabajo ella sola, solo hablando poco del idioma. De verdad la admiraba en secreto, no se lo decía no porque no quisiera, sino porque ella ya lo sabía.
Sabía que él la admiraba y amaba y eso valía más que otra cosa.
El sonido de la puerta al abrirse es la que capta su atención, mirándola solo con una pequeña toalla rodeando su fino y delicado cuerpo. La observaba con detenimiento, admirando cada parte de su piel nívea y suave. Daban ganas de ir hasta ella y tocar esa piel tersa, sentir su suavidad y tal vez besarla.
Sin darse cuenta de sus actos sus manos fueron a parar hasta su cintura y sus labios cerca de los de ella. Ambos se observaban entre sí, él apreciando esos ojos color avellana, tan hermosos y llamativos y ella observando sus orbes marrones con detenimiento. Sus miradas se contrastaban entre sí.
Sin previo aviso Ann se coloca de puntillas hasta alcanzar sus labios y así sellarlos en un delicado beso, que a medida que pasaban los segundos éste se intensificaba, sacando varios suspiros de los labios de la chica.
Etsu la mira con una sonrisa en sus labios al separarse por falta de aire, mientras Ann jugueteaba con los cabellos de su nuca ya que tenía sus brazos alrededor de su cuello.
Las palabras sobraban en ese momento, ambos se amaban y se los querían demostrar el uno al otro en ese acto tan sagrado para ella.
Etsu la apega más a él quedando solo a escasos centímetros de su rostro, le da un casto beso para seguidamente llevarla a la cama recostandola en ella. Ahora Ann quedando bajo de él.
Las mejilla de ella estaban sonrojadas por este acto tan atrevido de su novio. Temblando sin algún control de sus cuerpos en su cama, Etsu toma su mano entrelazándolas como si los uniera un conjuro de amor en ese momento. Bastaban solo sus miradas para que sus corazones palpitaran en sincronía. Ambos sabían que pasaría a partir de los besos y las carias.
Dulcemente rozaban sus pieles. Etsu recorría su cuerpo con su mano libre, sintiendo la suavidad de está, sus manos fueron a parar hacía la toalla que la rodeaba a ella, era el momento de seguir, pero solo lo haría con su consentimiento.
Ann le muestra una pequeña sonrisa un poco tímida seguidamente de un beso, dándole a entender que podía seguir, le daba el permiso de que la amará esa noche, la tocará, la hiciera sentir amada de esas forma por primera vez.
Ahora no dudaba de sus sentimientos hacía ella, este acto sellaría su amor por siempre.
Por tanto tiempo había deseado tenerla así, entre sus sabanas a su merced y ahora que la tenía se sentía afortunado. Mientras estaba con otras chicas no había sentido nada especial, solo era simple sexo. Pero ahora con ella, bajo de él, semi desnuda y con sus mejillas sonrojadas podía decir y rectificaba que esa noche no iba a ser solo sexo, sino algo más especial, por primera vez iba a hacer el amor, con la chica que le había estado quitando el sueño por las noches, con la chica que a primera vista le llamo la atención y que podía jurar pasarían muchas cosas juntos a partir de esa noche.
Ninguno de los dos se dio cuenta cuando los masajes que Etsu le proporcionaba por sus piernas y cintura se convirtieron en caricias,ella disfrutaba sentir las manos del chico recorriendo sus piernas y lo expresaba a través de ruiditos de satisfacción que poco a poco se fueron convirtiendo en gemidos los cuales trato de callar con su mano pero él no la dejó. Sus sentidos estaban nublados por la excitación que sentía en ese momento.
-Quiero escucharte- Dijo con un leve sonrojo mirándola a los ojos, ahora oscurecidos de ella.
En ese momento el pudor era remplazado por excitación y aunque lograba contenerse para que sus cuerpos no reaccionaran eso era casi imposible.
Los besos no paraban y de un rápido movimiento él se deshizo de la toalla dejándola totalmente desnuda debajo de él, un poco nervioso deposito varios besos en el rostro de la menor, unos cuantos en su boca y otros en sus hombros para luego apreciarla.
Admitía que le encantaba esa vista de ella, mirarla tal como era, sin esa molesta tela tapándola, su vista fue a parar a su rostro. La sentía nerviosa y la comprendía. Era su primera vez, era inexperta sin embargo él no. Besa la punta de su nariz y acaricia su mejilla para darle confianza.
-Seré cuidadoso amor. - Susurra dulcemente.
La chica asiente ahora con la confianza algo renovada y lo mira para apretar su mano.
El chico le da un pequeño beso para sonreírle. De verdad la amaba y esa noche se lo demostraría. Nunca lo olvidaría.

Y así pasaron las semanas luego de esa noche, semanas ajetreadas y cansadas para el gusto de ambos, las investigación de Etsu cada vez se complicaba más afligiendolo, mientras Ann tenía cada día más y más trabajo en la cafetería, sin contar las innumerables tareas de la universidad, que gracias a la ayuda de Etsu y de su compañero de trabajo se las aligeraban.
Luego de aquella noche que ambos pasaron juntos al día siguiente Ann no sabía como mirar a la cara a Etsu. Sentía una vergüenza inmensa al verlo despertar a su lado sin ninguna prenda que lo cubriera, solo las finas sabanas que presenciaron su acto en la noche anterior, la hacían sonrojas.
Sin embargo un beso y algunas palabras de Etsu la lograron tranquilizar en cierto modo. Y como lo había supuesto Etsu aquel día, el fino lazo invisible que los unía se fortalecía cada día más, así logrando tener una relación estable, llena de alegrías, alguna que otra molestia de Ann hacía Et por no dejarla pagar. Pero su molestia se iba casi al instante de que el chico le susurrará un par de palabras al oído, sacándole una leve sonrisa al chico y un leve sonrojo a ella.
Para poder salir de la monotonía del trabajo y los estudios en la que cada día iban cayendo, Etsu un día le propone a su querida novia salir a bailar y distraerse, lo cual ella acepta gustosa. Hace mucho quería distraerse y esa propuesta hecha por Etsu le calló como anillo al dedo, aceptando al instante.
Y allí estaban ellos ahora, en la puerta de un antro, esperando en la fila para entrar a dicho lugar.
-Gracias amor- Le dice una vez están por entrar.
Etsu la mira sin entender del todo porque le agradecía. Él era listo aunque algunas veces su cerebro no procesaba la información tan rápido. -¿Por qué preciosa?
-Por traerme hasta aquí para despejar la mente del trabajo y los estudios. - Entrelaza sus manos con los de él, mostrando una pequeña sonrisa en sus labios ahora pintados de color carmín, contrastando de maravilla con su vestido ceñido al cuerpo negro. Lo cual la hacía parecer mayor. Y eso era un punto a su favor.
Ya que como siendo menor de edad no puede entrar a ese tipo de eventos, pero Etsu tenía todo arreglado, tuvo la facilidad de conseguirle una identificación falsa aumentando su edad por dos años.
En otras circunstancias eso podría ser una violación hacía las leyes establecida de su trabajo que tenía y tiene la obligación de cumplir.
Sin embargo Etsu no temía al ser descubierto. Y si él no estaba preocupado ella tampoco se iba a llenar la cabeza de ideas. Era una noche para disfrutar y eso era lo que iba a hacer.
-No es nada Ann - Besa su mano entrando a dicho lugar.
El sonido de la música a todo volumen es la que los recibe al entrar, mezclándose con los diversos olores y ruidos estrepitosos de ese lugar, personas bailando al compás de la música, otros haciendo el intento sin éxito alguno. Otras personas solo bebían y charlaban en la barra cerca de barman, entre otras cosas.
Ann la mirar el lugar sonríe ampliamente, no tanto por el ambiente sino por la pista de baile, y es que ansiaba bailar, sentía como su cuerpo se movía involuntariamente, dejándose llevar por el ritmo de la música.
Etsu la mira con una sonrisa en sus labios - ¿Quieres bailar?
-Sí... - Sus ojos se le iluminan al escucharlo. O es lo que trataba de hacer ya que la música llenaba el lugar.
El mayor toma su mano para llevarla al centro de la pista de baile. Una música rápida se escuchaba en aquel momento, haciéndolos moverse al ritmo. Ambos bailaban muy bien a decir verdad.
Las músicas rápidas siguieron por un largo rato en la cual ninguno de los dos paraban, se estaban divirtiendo como hace tanto no lo hacían.
-¡Ann voy por algunos tragos!
-¡Está bien amor! - Dice por encima de música para luego darle un casto beso.
Et se mueve ágilmente por entre las personas que bailaban y otras más conversaban hasta llegar a la barra.
-Una piña colada y un vaso de Sake - Pide al barman. Él chico atiende su orden y se va a prepararlos. Etsu espera pacientemente.
-Hola guapo...
Una voz a su lado capta su atención. El chico voltea para toparse con una mujer joven vestida muy decorosamente, mirando a Etsu como si se lo quisiera violar allí mismo.
-Disculpa, ¿Te conozco?- Pregunta a la chica muy respetuoso.
La chica se acerca más a Et incómodandolo de sobremanera.
-No, ¿Pero no me quieres conocer?
El barman que anteriormente lo había atendido le da su pedido. Etsu le paga y toma los tragos - No, tengo novia. - Y con decir esto se levanta para ir a donde se halla Ann, dejando a la chica con la palabra en la boca.
-Ten amor.- Dice al llegar a su lado. La menor agradece para tomar del vaso como si fuera jugo.
-Ann tranquila, toma poco a poco - La regaña al verla tomar de a tragos grandes, a ese paso iba a emborracharse rápido.
Está hace puchero pero le hace caso al sentirse un poco mareada. No debió haberlo tomado tan rápido.
Las horas pasaban y con ellos las fuerzas de ambos, ya eran alrededor de las dos y media de la mañana cuando el cansancio y agotamiento comenzó a golpear a Ann.
-¿Ya te quieres ir? - Etsu le pregunta al verla dormitar en el asiento de la mesa donde estaban.
-Por favor... - Pide levantándose poco a poco. Etsu toma su mano para así salir del dicho lugar, pedir un taxi y llegar al departamento para llegar a dormir. Suerte que al siguiente día era sábado y ni Ann ni Etsu tenían trabajo.

-Te espero en la sala de música amor.- Se despide de la menor en la puerta que da a su aula de clases, ya era lunes y como todos los días Etsu llevaba a Ann a la universidad, la dejaba en su salón y luego al salir ella iba al salón de música donde siempre se quedaba, para luego ir a casa.
-Claro, te amo. - Y con decir esto se despide con un beso. Escuchando uno que otro murmuro de sus compañeros de clases, siempre era lo mismo, Etsu la dejaba en la puerta del aula despidiéndose con un beso mientras sus compañeros murmuraban cosas cómo. "Es una escuela, tengan respeto" "Consigan un cuarto" "Que fluya la llama de la juventud" Entre otros comentarios.
Ann rueda los ojos al escucharlos ignorándolos, caminando a su puesto para así el profesor darle comienzo a la clase.
Etsu colocaba sus manos en el antiguo teclado, sintiendo sus piezas nuevamente después de tanto tiempo, muchas veces mientras estudiaba allí se pasaba la mayoría del tiempo encerrado en ese salón, era su favorito. Y el tocar la guitarra y el teclado le sacaban una sonrisa.
Se sienta en un banco que da a la ventana para mirar por está, un carro negro estacionado al frente de la universidad capta su atención.
Jamás lo había visto allí desde que él se quedaba en ese salón a esperar a su novia. Le parecía algo raro que ahora estuviera allí, aunque mirando la posibilidad de que solo sea el padre de uno de los estudiantes de la universidad.
Saca su celular mirando la hora, ya era tarde, de seguro Ann lo llamaría en cualquier momento.
Y así pasan los minutos y ninguna señal de Ann, lográndolo preocupar cada vez más al peli castaño.
Ann sale de su clase. Había salido más temprano de lo normal, así que comienza a caminar ella sola hacía el aula de música. No avisando a Etsu, lo quería sorprender, como muchas veces lo había hecho con anterioridad.
Aunque su destino no planeaba eso. Al doblar a la esquina,a solo seis aulas de su destino una mano la toma por detrás tapando su boca y ojos. Ann trata de moverse ya que la ha tomado por sorpresa. Esas no eran las manos Etsu, y él jamás haría ese tipo de broma.
Como puede trata de mover sus brazos y piernas, pero la inmovilizan, estaba siendo secuestrada en aquel momento, quería gritar, llamar a Etsu que la salvará pero no podía, no podía ver ni hablar.
Etsu se asoma rápido hacía la ventana, notando como ahora el auto que momentos atrás estaba allí, había desaparecido de un momento a otro. Toma si teléfono con un mal presentimiento llamando a Anneliese, pero está no contestaba.
-Mierda, lo me digas que... -Sale corriendo hacía el aula dónde Ann recibe clases, llevándose la sorpresa de que estaba vacío, completamente vacío. Corre hacía la salida llamado nuevamente al número de Ann, no teniendo éxito.
Solo había una explicación, la había secuestrado.
Holaaaaaaaaaa, ¿cómo están? Nosotras muy emocionadas por lo que se nos viene, estén pendiente.
No nos odien 😢😞 nosotras los amamos 😅 besos
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