Noche de chicas parte 2/reunión de Hermanos.
Capítulo 10
La noche era joven y la querían disfrutar al máximo, no sabían cuando podrían hacer ese tipo de actividad nuevamente, así que la pasarían como nunca antes.
los minutos pasaban y ambas chica ya habían recobrado el aliento, ahora se mantenían en un silencio, para Ann un silencio cómodo, pero para Kazumi no era así, algo le rondaban en su mente una y otra vez, preocupándola en ocasiones. La menor nota su angustian reflejada en su rostro. Al principio no quería preguntar, tal vez eso no era de su incumbencia. Pero tanto le preocupa que dejo de lado este punto.
-¿Pasa algo Kaz? -Su voz salio tan baja que Kaz tardo en reaccionar, lleva su mirada hacia ella y niega.
Y nuevamente le estaba mintiendo. Tal vez ella la podría ayudar de una forma u otra. Que más da si se lo contaba, al fin y al cabo ella no diría nada a nadie. Saca de su bolso un pedazo de papel algo arrugado y se la muestra. Ann lo comienza a leer atentamente, para acto seguido abrazarla.
-¿Esto es lo que te tiene preocupada?
-Sí, ya es la segunda carta que encuentro, diciéndome lo que le ha pasado a mi madre. -Dice bajo. No quería demostrar ser débil ante ella.
Ann suelta un suspiro para seguidamente sentarse a su lado, toma la carta entre sus manos y la lee atentamente.
"Muerte y vida están en el poder de la lengua, y los que la aman comerán de sus frutos"
Termina de leer la pequeña frase de la carta para llevar su mirada hacia Kazumi, ella realmente no sabía que podría significar esa frase, busca en el rostro de la rubia un indico de lo que podría ser, pero incluso ella está desconcertada.
Ya le habían llegado cartas de ese tipo, las había relacionado con la carta anterior pero no halló nada. Era totalmente diferente. Solo decía esas insignificantes palabras.
-Kaz... ¿Sabes por qué... - No la deja terminar la frase por que Fue interrumpida rápidamente con una negación de la mayor. La chica la mira suspirando, esas cartas anónimas no le convencían del todo, y si fuera solo una trampa en lugar de una pista como le dijo con anterioridad la rubia.
Estaba algo preocupada por ella, ya que aunque no llevaban más de dos meses de conocerse era su amiga, y ahora reciente cuñada. Se supone que se tenían que apoyar y eso era lo que la menor iba a hacer. La apoyaría, le devolvería el favor a Kazumi.
Anneliese suelta un suspiro de frustración. - ¿Etsu sabe de ella?
-No, y tampoco quiero que sepa. -Su voz sale con decisión y determinación. Obvio no quería que sus hermanos se enteraran de ese suceso, no los quería preocupar de más, ya le bastaba con saber que su madre había muerto y su padre había desaparecido, como para tener que darle malas noticias.
Se lo llegó a contar a Ann porque ya no podía soportarlo más, Hiroki lo sabía al igual, pero de nada valía, él quería que la carta fuera llevada a las autoridades lo antes posible haciendo una investigación profunda del tema, ella negándose al instante. Si los policías no podían resolver un simple caso de rastreo mucho menos investigarían una simple carta, todo dependía desde el punto de vista de las personas que la vieran.
Ann juguetea con la carta en sus manos, analizando cada palabra de ella. Ciertamente ella no era una investigadora al caso como lo era Etsu y Sorato, pero no iba a perder nada con intentar ayudarla a ella a resolverlo.
-Ann... - Esta vuelve su mirada a la rubia la cual contiene sin ningún éxito las lágrimas. Ann se acerca abrazándola. Le quería transmitir su apoyo a través de ese corto y cálido abrazo.
-Todo estará bien, Kaz. - trataba de animarla de nuevo. -Tal vez si le decimos a Etsu sobre la carta y...
-¡No!
Ann se sobresalta al escuchar su negación, había gritado a todo pulmón su respuesta.
-No, por favor, nada de esto a mis hermanos. - La suplica en sus palabras enterneció a la chica. Toma su mano olvidando la carta por un momento en la mesita situada a su lado.
-Pero Kaz, ellos tienen que saber la verdad de esto, no puedes cargar tu sola este gran peso encima, te hará mal.
-No lo comprendes aún Anneliese. Si mis hermanos se llegan a enterar de esto - Señala la carta como si fuera la culpable de su desgracia. - Se querrán involucrar en el tema y eso no lo puedo permitir, tengo que protegerlos, soy la mayor, esa es mi prioridad ahora Ann.
-Te comprendo perfectamente Kazumi - Toma una pausa mirándola. Ella se lo decía de todo corazón. La quería ayudar, pero si Kazumi no colaboraba se le haría muy difícil. - Pero este tema les concierne a los tres, son hermanos, necesitan saber la verdad, ¿Qué crees que pasaría si se llegaran a enterar de que su hermana mayor está involucrada en todo este embrollo?
-Se molestarían mucho conmigo, pero no me importa Ann.
-Kazumi, comprende ahora tú, no seas tan terca mujer. -La regaña. Ya estaba cansada de escucharla decir que los quería proteger. Bien, lo hacía perfectamente y eso no lo dudaba. Pero si Etsu se llegaba a enterar de la carta podría ser una buena pista para la investigación del caso. Ella estaría ayudando sin saber que lo hacía. Sólo era cuestión de convencerla y ya sabía como hacerlo.
-Mira, tu llamarás mañana a tu otro hermano, le pedirás que venga al departamento. - Ella iba a replicar pero Ann fue más rápida haciéndole una seña con la mano para que la dejara continuar. Toma la carta que momento atrás había dejado a un lado y se la da. - Está carta se la mostrarás a tus hermanos y arreglaran este tema juntos como familia que son, yo estaré allí si lo deseas, apoyándote cuando lo necesites. Entendido - Dice seria, hablaba muy en serio.
-Ann no creo que sea...
-Entendido Kazumi - Vuelve a repetir. La rubia suspira resignada. En parte ella tenía razón, no podía ocultarle algo tan importante a sus hermanos.
-De acuerdo. - Dice entre dientes. ¿Cómo era posible que una chiquilla como ella la estuviera regañando de tal forma?
Qué patética me he vuelto
Pensaba la rubia con la mirada puesta en Ann la cual sonreía triunfante.
Una vez el tema queda por finalizado, las dos chicas se ponen a ver películas de miedo, Kazumi acostada en unos de los sofá pequeños, tapada de pies a cabeza con una sábana dejando a la vista solo su rostro, mientras que Ann estaba en el otro sofá igualmente tapada pero solo hasta su regazo, mirando atenta la tv.
Al fin y al cabo la charla había salido mejor de lo que imaginaba Ann, había hecho que Kaz aceptara una platica con sus hermanos del asunto y ahora miraban películas de terror tranquilamente, como si ya el tema fuera muerto por completo.
Las cinco y media de la mañana, la puerta del departamento donde ambas chicas la noche anterior había hecho una pijamada y ahora se encontraban durmiendo plácidamente esparcidas por los sofá, es abierta con delicadeza. El dueño del departamento entra con sigilo hacía en interior de este sin hacer ruido para no despertar a las dos chicas. Una vez adentro las mira a ambas y luego mira a su alrededor, niega con una sonrisa observando el lugar, habían algunas bolsas de dulces esparcidas por la mesita junto a unos vasos y refresco.
La menor de las dos se encontraba durmiendo abrazada a un cojín como si este se fuera a escapar, mientras su hermana dormía tapada completamente en una posición nada cómodo en la que se encontraba.
Cuando se despertaran te tenia que hablar con ella, al parecer se había enterado de algunas travesuras protagonizadas por ambas las cuales le costaron un regaño por parte del chico de recepción. La idea era que se divirtieran pero que no le costara un regaño a él.
Lleva su mirada hacia el sofá de la izquierda en la cual su hermana se remueve un poco sin lograr despertarse. Etsu suelta un bostezo, ya no podía reprimir más el sueño. Camina hasta su habitación dejando sus cosas tales como llaves, teléfono, billetera en la mesita de noche, se mete al baño despojándose de sus ropas para bañarse.
Al terminar se viste con algo simple dejando su torso al descubierto, se lanza en la cama quedando dormido al instante.
Ann se despierta tallándose los ojos, aun tenía sueño pero tenía que ver si ya Etsu había llegado al departamento. Busca su celular por el sofá, al conseguirlo mira la hora. 7:15am. Se levanta con pereza arrastrando los pies hacia la habitación notando a Etsu dormir, se acerca a él mirándolo, besa su frente una vez está a su lado, este se remueve pero sin despertarse ella se acuesta a su lado colocando su cabeza en su pecho y pierna derecha montándola arriba de él. Etsu al sentir un calor distinto al de él abre sus ojos lentamente mirándola, sonríe pasando su brazo por su cintura y así quedando dormido ambos nuevamente.
El reloj daba las diez de la mañana, los rayos del sol se colaban por las cortinas de la habitación pegando su resplandor en el rostro de ambos. Ann abre sus ojos lentamente tapando su ojos con el dorso de su mano, busca su celular para mirar la hora y bosteza. Vuelve su mirada hacía la persona que está a su lado el cual aun duerme como si no le importará que el sol pegará en su rostro, sonríe de lado para seguidamente dejar un beso en su mejilla, se levanta estirándose.
Camina hacia el baño. Una vez cambiada y lista sale de la habitación.
-Buenos días Kaz - Dice al mirar que ella se encontraba ya cambiada en el sofá mirando tv. Había recogido todo el desastre de la noche anterior y hecho el desayuno. La rubia voltea hacía donde está Ann y le sonríe.
-Buenos días Ann, ¿cómo amaneces?
-Muy bien - Responde sentándose a su lado. La rubia sonríe apagando la tv.
-El desayuno-Almuerzo está en la cocina. -Informa
-Gracias, no tenias porque.
-No es nada - Se encoge de hombros.
Ambas chicas conversaban animadamente, riendo de sus travesuras de la noche anterior. Las horas pasaban lentamente para el gusto de Ann pero aliviando a Kazumi, mientras más se tardará para ella era mejor, ya que había acordado con Ann que la pequeña platica entre familia estaba pautada para las tres de la tarde, tenía que llamar a Sorato e informarle al igual que a Etsu, pero de eso se encargaría Ann.
-Todo estará bien Kaz- Le decía por novena vez la joven para calmarla. Lo cual estaba funcionando.
-Buenas tardes -Una voz algo adormilada se escucho tras las dos chica, vuelven su mirada hacía atrás notando a un Etsu algo despeinado ahora con una camiseta puesta.
-Hasta que por fin despierta el bello durmiente - La burla de su hermana no tarda en llegar, sacándole un gruñido de molestia.
Ann se acerca a Etsu colocándose de puntillas dándole un rápido beso en los labios. Etsu sonríe.
-Hola amor.
-Hola linda. - Contesta sacándole un sonrojo a Ann. Esta toma su mano llevándolo a sentarse con ellas.
Kazumi sonrío al mirar la escena anterior, le alegraba ver a su hermano menor tan feliz con esa chica. Ahora si podría decir por primera vez que Etsu era feliz al estar al lado de una chica. Ya que ella sabía que su hermano miraba a todas las chicas con las que se acostaba como si fuera un pedazo de carne la cual devorar.
Ella pensaba que tal vez le hacía falta una chica, mandona, dominante y peleonera tal y como ella lo era, pero se había equivocado. Quién iba a pensar que una chica amigable, tierna, y servicial como lo era Ann lograra aplacar su deseo sexual en cuestión de segundos, y que se convirtiera en el chico que es ahora.
Aunque a veces se comportará como un idiota como hace días atrás. Si, ella se había enterado que el magnate, don Juan y mujeriego Etsu estuviera tan mal y decaído por no poder siquiera hablar con Ann sino lo necesario. Sin duda alguna esa chica se había metido tanto en sus pensamientos como en su corazón derrumbando ese título de mujeriego adquirido a raíz de los años por él mismo.
Por un lado se sentía aliviada y feliz al saber por boca de él mismo que gustaba de la chica, aunque fuera menor que él por una delgada línea de edad que se podría romper con facilidad. Pero por otro no apoyaba esa idea. Ya que cabía la posibilidad de que su hermano solo la estuviera tratando con tanto cariño y aprecio por una cosa. »Lograr tener sexo con ella« para luego dejarla.
Conocía muy bien a su hermano a pesar de que paso cinco años alejada de él.
Por eso le preocupaba un poco, no él sino la chica, si llegaba aa pasar exactamente lo que suponía, iba a destrozar la confianza y cariño de Ann, todo por un simple placer de él. No la quería ver llorando por su hermano, así que iba a ser todo lo posible y hablar seriamente -Junto con amenazas- Con su hermanito, cuando tuviera la oportunidad. Ya que está no era la correcta. En vez de estar pensando en la relación de su hermano debería de estar pensando en su propio problema. La carta.
-Kaz... - Llama Anneliese tratando de llamar la atención de la rubia.
-Ah, sí.
-Etsu tiene que hablar con nosotras - Informa tomando la mano de Etsu. - Luego tu le dirás lo de, ya sabes. - Esto último lo dice en susurro solo para ella.
Kazumi asiente llevando su mirada hacia Etsu, esperando a que él hable.
-Bueno chicas, quería preguntarles ¿cómo la pasaron anoche? - Etsu se pone recto en su lugar, acaricia el dorso de la mano de Ann.
Ambas chicas se miran con complicidad, acordaron no hablar del tema de las travesuras a Etsu.
-Bien, todo estuvo tan normal - Dice sin darle mucha importancia Kaz mientras miraba sus uñas despreocupadamente.
-¿Segura? - Alza una ceja mirándola. Crecían que lo engañarían. Estaban muy equivocadas.
-Obviamente, por quién me tomas Etsu, ¿Acaso no somos lo bastante grandes para cuidarnos? Por favor. - Kazumi lo mira ahora con el ceño fruncido, no le gustaba que su hermano la tratara como una niña.
Etsu gruñe ante está contestación, Ann nota su molesta y pasa su mano por sus brazos para calmarlo.
-¿Debería creer en ustedes?
-Y porque ¿no?
-Ah, no se, tal vez porque recibí quejas de ambas haciendo travesuras en el edificio. - Suelta de una.
Ambas chicas lo miran asombradas. Más Ann que Kaz, ya que la última solo mostraba una cara de irritación.
-Etsu solo bromeabamos. - Se levanta de su asiento.
-Oh si, llamando a la pizzería para que trajera no se cuantas pizzas para pagarlas el vecino, yendo a recepción y desfilar por todo el lugar, tocando a la puerta de los vecinos de arriba provocando una discusión entre ellos. - Se notaba su molestia en cada palabra, tanto que a medida que hablaba su voz se elevaba más. - ¡Kazumi, te llame para que cuidarás de Ann no para que te pusieras a hacer bromitas por todo el edificio con ella! ¡Te creí una persona responsable, pero me he equivocado, sigues siendo la misma persona egoísta e infantil de siempre!
La sorpresa en el rostro de Ann era incierta, jamás desde que vivía con Etsu lo había visto así. Y en cierta parte la asustaba un poco, tanto que se soltó de su agarre separándose un poco de él.
-¿¡Egoísta e infantil!? - La voz de la rubia salió con molestia para encararlo. - Mira quién habla, el chico agua fiesta que no sabe como divertirse si no tiene a una chica a su lado para tener sexo.
-¡Kazumi esto no viene al caso! - Ya había comenzado a gritar.
-¿A no? Entonces que es lo que si viene.
-¡El hecho de que la cuidarás y solo la incitas a hacer estupidez es!
-Ah, estupideces. Esas estupideces como tú dices nos entretuvieron - Se acerca más a él, ya le había buscado la lengua, ahora que se la aguantara. - Mirala Etsu, es tú novia, la tratas como si fuera tu esposa, reacciona, tiene diesiciete años, se quiere divertir, es solo una niña, no puede ser amargada como tú solo porque tu lo digas - Termina por gritarle. Etsu presiona sus puños para contestarle pero la voz de Ann lo interrumpe.
-No sigan peleando - Dice bajo, su voz estaba apunto de quebrarse, ellos peleaban por su culpa y no quería causar más problemas. -Esto no es culpa de Kazumi, es mía, yo quería divertirme. Al fin y al cabo soy una niña. - Mira con tristeza a la rubia la cual al escucharla solo hace que se sienta culpable.
-Ann, lo siento... No quería que...
-No te preocupes Kazu. - Los mira a ambos para luego tomar su celular y una chaqueta saliendo del departamento dando un portazo.
-¡Viste lo que ha hecho tu lengua viperina! - La regaña Etsu mirando hacia la puerta.
-¿Mi lengua? - Lo mira mal. Si las miradas mataran ya ambos estuvieran muertos - ¿Quién es el que la trata como si fuera su mujer? ¡Tú! Etsu ella solo se quería divertir, ¿acaso ya esa palabra de tu cerebro se borró?
Éste la mira rodando sus ojos, iba a ir por Ann, si seguía discutiendo no iban a llegar a nada.
-Voy por ella.
-Ni loco, seguro que comienzas a regañarla, voy yo. -Se adelanta la rubia para salir del departamento en busca de Ann.
En otra parte no muy lejos del edificio caminaba una chica con la vista puesta hacía el piso, pensando en lo que había pasado hace minutos atrás en el departamento. Se echaba la culpa de la pelea de esos dos...claro, la discusión era en torno a ella, le bajaba el ánimo, ella no quería ser una molestia para Etsu ni para Kazumi, por eso se había ido del departamento sin más. Las palabras de la rubia calaban en su mente una y otra vez.
"Es solo una niña"
Esa frase revoloteaba por su mente. Era verdad, era solo una niña bajo la tutela de ellos. Se sentía una carga más a unos desconocido. Ni siquiera eran su familia, que pensó en el momento que acepto ir a vivir junto a Etsu. ¡Nada! No estaba pensando nada. Por eso había pasado aquello y toda la culpa era de ella.
Llegó sin darse cuenta a un pequeño café, muy parecido en el cual trabajaba. Al entrar confirmó que no era el mismo, solo se asemejaba en pequeñas cosas, como los asientos, la barra donde algunos comían cuando no querían pedir una mesa y uno que otro inmobiliario.
Al estar adentro se sienta en una mesa, no quería hacerlo en la barra ya que ella quería mirar hacía la calle ahora transcurrida por muchas personas. Mira la hora en un reloj de pared del lugar dándose cuenta que ya era medio día. En cuestión de minutos todos los locales y cafeterías del lugar se llenarían con las personas ambientas que salían a almorzar para luego volver a sus trabajos satisfechos y así seguir su día.
Tomó el menú mirando los distintos platillos diferentes que allí se vendían. No entendía que decía, solo se dejaba llevar por las imágenes que se mostraban a su lado. Hace un fugaz recorrido por la cartilla para situar su vista a una en especifico. Llama a la chica que escribe las órdenes mostrándole lo que quería. La chica asiente retirándose dejándola sola.
Iba a comer para luego saber que hacer con la situación actual.
________
Kazumi caminaba por las calles desesperada, ya llevaba más de media hora buscando a la chica sin éxito alguno, toma su celular como último recurso para llamarla.
Suena, una, dos, tres veces y contesta.
-Ann que bueno que contestas. ¿Dónde te encuentras?- Dice desesperada.
-En un café - Dice como si nada. Kazumi suspira aliviada.
-¿En cuál? - Demanda saber, escucha como Ann suspira para darle la dirección.
__________
Luego de Kazumi ir prácticamente corriendo a donde Ann y disculparse con ella de parte de Etsu y ella misma. Ann lo acepta, se abrazan arreglando todo.
Ahora se encontraban en el departamento, Ann cocinaba algo mientras Kazumi llamaba a Sorato. Etsu estaba en recepción teniendo una conversación con el encargado de ese día.
Ya todo hasta donde cabía estaba arreglado. Solo tocaba hacer algo ese día y era hablar sobre la carta.
-Me costó convencerlo pero al fin aceptó - Dice Kazumi llegando al lado de Ann. Está la mira con una sonrisa.
-Eso es bueno, al menos aceptó. - Termina de cocinar, había hecho unas medias lunas de bocadillos. Mira su creación orgullosa para lavar sus manos.
-Si. Aunque, cuando lo conozcas te caerá de la patada.
-¿Y eso?
-Pues, como sabrás, Etsu y yo somos muy diferentes, tanto en pensamientos como en personalidad. - Toma una pausa mirando a Ann la cual asiente. -Si crees que nosotros somos, algo insoportables en ocasiones, dejame decirte que Sorato lo es más - Suelta una risita.
-No creo que sea peor que lo que paso hace rato con ustedes. - Ann la mira incrédula. No creía que alguien fuera peor que esos dos. O tal vez se equivocaba.
-Te equivocas, es peor. Mira él es amargado, engreído, mal humorado, nunca se queda con nada, todo lo que siente lo dice sin preocuparse por los sentimientos de los demás. En resumen, es insoportable. Etsu y yo lo aguantamos porque, bueno es nuestra sangre - Finaliza para suspirar. Ann se queda con la boca abierta. Si ese chico de verdad era como Kazumi lo pintaba de verdad iba a ser muy difícil llevarse con él.
-Entonces me prepararé. - La mira decidida. La rubia asiente para mirar la hora. Solo faltaba una hora y todo se sabría.
La última hora transcurrió entre tensión por parte de Kazumi y risas por parte de Etsu y Ann. Ciertamente los había citado allí pero Etsu aún no sabía de que trataba ya que su hermana no le había querido decir.
-Kazumi es mejor que vayas a arreglarte, ya se hace la hora, tu igual Etsu - Demanda Ann mirando la hora en su teléfono.
-Bien. - La mira - A tu habitación ¿no?
-Claro, allí hay lo necesario. - Kazumi asiente y se pierde en el pasillo llegando a la habitación.
-¿Tú me dirás por qué Kazumi anda rara ahora Y porque llamó a Sorato para acá ?- Etsu se acerca a Ann tomándola por la cintura, esta ríe y niega.
-No amor, esto te lo tiene que decir ella - Pasa sus brazos por detrás de su cuello mirándolo a los ojos.
-Pero no se vale, ¿Es algo malo o bueno? - Insiste.
-Hmm, es algo bueno, es lo único que te puedo decir - Sonríe acercándose a él y juntar sus labios.
Etsu se deja llevar por su beso apegandola más a él por la cintura para profundizar el beso. Ann sonríe sobre el beso para separarse.
-Ve a arreglarte. - Lo mira con una sonrísa.
-Bien, ya voy - Se separa poco a poco. Para mirarlo e ir al baño de su habitación.
Las minutos pasan y Ann le daba los últimos toques a las medias lunas, le echaba azúcar despolvoreada por arriba.
Tocan a la puerta y va a abrir. Al hacerlo se topa con un chico de porte serio, cabello castaño, ojos verdes de una estatura no más de 1.70. Sin duda era el hermano de Kazumi.
-Buenas tardes. Sorato ¿No? - Pregunta muy amable, sin embargo el chico la mira de arriba abajo, Ann nota este gesto, pero lo deja pasar por alto.
-Y tú, ¿la empleada?- Dice con descaro, haciendo que un tic apareciera en el ojo izquierdo de Ann.
-No, la novia de tu hermano. - Lo deja pasar.
-De seguro eres una de sus aventuras.
-¿Disculpa?
-Disculpada. - Dice no dándole importancia.
Ann lo mira irritada, lo deja en la sala y va a la habitación que comparte con Etsu.
Este se encontraba colocándose la camisa. Ann lo mira para sonrojarse. Etsu sonríe terminando de colocársela.
-¿Quién ha tocado la puerta? - Pregunta pasando los dedos por su cabello, aún estaba algo húmedo.
-Tú querido hermano - Dice Sarcástica tirándose en la cama mirando el techo. Etsu suelta una risa.
-Ay linda, ¿Así que ya lo conociste? ¿Qué te parece?
Ann alza una ceja para mirarlo. - ¿Es enserio? - Suspira.
-A ver, ¿Qué te hizo?- Pregunta, porque para que estuviera así es que ya Sorato le salió con una de las suyas.
-Tocaron, fuí a abrir le pregunte que si era Sorato y me pregunto, "¿Eres la empleada?" Le dije, "No, soy la novia" y me contesto con: "De seguro eres una de sus aventuras" me moleste y me vine antes de contestarle feo - Dice tan rápido que tiene que tomar bocanadas de aire para recuperarse.
Etsu se acerca y abraza - No le hagas caso, él es así.
-Igual, no me gustó que me tratara así.
-Tranquila, solo ignoralo ¿si?- Besa su frente una vez está a su lado. -Ahora ve a arreglarte tú, acabemos con todo esto rápido. Ann asiente para buscar ropa y una toalla e ir al baño.
-Y bien, ¿Por qué estamos aquí? - El primero en hablar es Sorato, estaba serio sentado en unos de los sofá con sus brazos cruzados.
Kazumi rueda los ojos, a veces odiaba a su hermano por ser tan directo en ocasiones de tensión como esta. Etsu mira atento a su hermana.
Todas las miradas estaban posadas en ella lo cual la ponía más nerviosa. Ann nota el nerviosismo de su cuñada y decide acercarse a ella llevándola a la cocina.
-Kaz, ¿Qué pasa? - Pregunta tomando sus manos, la cuales estaban frías ahora. Por el nerviosismo.
-Ann no puedo hacerlo. - Es lo único que dice bajando la mirada.
-Si puedes, ya estás en este punto. - La trata de animar.
-Que tal si luego de esto mis hermanos comienzan a odiarme - Dice bajo. Ann suspira y acaricia su mano.
-No lo harán, son hermanos, por más que quieran no se pueden odiar, Kaz.
-Estoy asustada - Y eso era lo que no quería demostrar. Si, ella estaba asustada. Era la primera vez que sentía ese sentimiento desde hace mucho tiempo. Ann la abraza para darle su apoyo y reconfortala.
-Estoy aquí, te ayudaré.
Luego de un par de palabras de aliento por parte de Ann, ya se encontraban nuevamente en la sala. Kazumi ahora más decidida que hace momentos atrás. Saca la carta de su bolsillo, ahora algo arrugada mostrándosela a sus hermanos.
Ya era hora de que lo supieran, y esta vez ya no estaba asustada.
Holaaaa, bueno eh aquí su actualización, para que vean que no somos malas, lo hicimos un poco más largo por las dos faltas de actualización.
Gracias por leernos, los (as) queremos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro