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Hospitalizada /De regreso a casa

Capítulo 19

-¿Qué sucede amor?- voltea el castaño al ver la cara de enojo de su chica, quien venia en silla de ruedas. Una punzada en su corazón se hizo mostrar al momento de ver su amor sin poder caminar, odiaba a esos Malnacidos que le habían hecho tanto daño... Y no descansaría hasta encontrarlos.

-¿Que, qué sucede?- su enojo la hacia ver linda ante los ojos de Etsu, su cejas encontradas y su rostro colorado. La hacía ver tierna. -¡QUE YA ME QUIERO IR DE AQUÍ! ¡FUERON MUCHAS INYECCIONES, NO ME PUEDO LEVANTAR DE AQUÍ, HAN SIDO MUCHA PASTILLAS QUE HE TRAGADO!- Etsu sonríe al verla tan alterada.

-Tranquila amor- susurra Etsu, la voz de ese hombre quien también le dedicaba una sonrisa hizo que su mal genio e histeria desapareciera, solo con escucharlo, ver sus ojos, la ventana a su alma, quienes reflejaban tranquilidad al igual que su sonrisa. Esa hermosa sonrisa que calmaban las tormentas que llevaba por dentro.

-Ya me quiero ir- agacha su cabeza.

-¿Qué te colocó así?

-Los exámenes.

-¿Los exámenes?

-Sii, porque si no tenia que tomar algo, tenían que inyectarme o colocarme y meterme en máquinas raras- resopla. Y el chico, sin dudarlo suelta una carcajada la cual es calmada por la cara de enojo de Ann.

-Tranquila amor, es para saber qué tienes y cómo estás. - Ann, resignada, suelta un soplido.

-Tienes razón- intenta levantarse olvidando el dolor de sus costillas y su cuerpo en general. Suelta un gemido de dolor y se queda quieta en su lugar, Etsu corre inmediatamente a su lado.

-¡Anneliese!

-Lo siento... Sólo quiero ir a la cama... - Etsu suspira y asiente, la toma entre los brazos, siendo lo más cuidadoso posible y la coloca en la cama siendo seguido por el enfermero que traía a Ann en la silla. Se repara hacia él cuando lo ve acomodando los dispositivos que van conectado a la máquina en el cuerpo de Ann.

-Los exámenes vendrán el algunas horas. - dice al terminar y sale de la habitación.

-Ya escuchaste amor, solo falta esperar.

-No me han dicho cuándo me darán de alta.

- Yo sé cuando amor.

-¿¡Y por qué no me has dicho!?

-Estás enojona- ríe.

-Es el color blanco, ¡me encanta! Pero en cantidad me vuelve histérica y enfermiza- se cruza de blanco. -Pero no me cambies el tema.

-Solo prometeme que no vas a gritar.

- Está bien...

-¿Lo prometes?

-Lo prometo.

-Bueno... Sales en una semana.

Han pasado algunas horas y Ann comenzaba a sentir cada dolor que le habían causado en su cuerpo.  Le habían aplicado un sedante para el dolor y así podrían hacerle los exámenes con facilidad. Pero, al pasar las horas, todo dolor a comenzado a surgir en todo su cuerpo.

Con ayuda de Etsu, Ann se encontraba acostada en la camilla.

-¿Te sientes mejor?- susurra el chico.

-No...

-Al menos ya no estás tan histérica. -ríe por lo bajito provocando una sonrisa de Ann.

-No podré soportar una semana aquí- hace un puchero.

-Claro que sí. Ya verás que se irán volando los días.

Ann asiente y cierra los ojos.

-Tengo sed, ¿me traerías un poco de agua amor? Por favor...

Et asiente y va en busca de agua para su amada. Camina hasta ver una enfermedad.

-Señorita-  llama su atención. La chica al ver tal belleza intenta conquetearle.

-¿Qué se le ofrece señorito...?- lo mira de arriba a bajo u viceversa. Era mucho deleite ver a ese chico y era inusual que uno llamará su atención.

-Etsu, Etsu Ken.

-¿Necesitas algo Etsu?- muerde su labio inferior y como acto seguido relame sus labios.

-Claro. Necesito agua.

-Con gusto hermosura- sonríe. -¿en botella o en vaso?

-Necesito que lo lleve a la habitación de la Señorita Johnsons. Y si puede llevar una jarra con agua y nos vasos se lo agradecería.

-Claro, y ella es su novia...?- pregunta con curiosidad.

-No- sonríe Etsu al igual que la chica. -Mi futura prometida- sonríe aún más al ver como se le borra la sonrisa a la enfermera.

-Creo que tendrá que ir a buscar el agua por usted mismo. - gira sobre sus talones dispuesta a irse.

-Que mal servicio, menos mal y soy amigo del dueño, presentaré una queja ante él sobre la situación que se ha presentado. - la chica se paraliza y furiosa voltea a encararlo.

-No puede hacer eso.

-Claro que sí, según los términos y condiciones del hospital dice que deben atender bien a sus pacientes y acompañantes. También, dice que no se puede coquetear con los anteriores mencionados o por lo menos no se puede hacer en el hospital y menos en turno laboral. - dice Etsu con una sonrisa victoriosa.

La chica se tensa, necesitaba el trabajo, necesitaba ese dinero. No podía darse el lujo de perderlo. Así que respira hondo y de da vuelta.

-En unos minutos tiene su agua señor Ken...

-Muchas gracias Señorita- se da media vuelta y se va para la habitación de Ann.

-Entonces... ¿Tengo mis costillas fracturadas?- dice Ann en un hilo de voz.

-Sí, pero en un par de días estará bien. Sus órganos se mantienen en perfecto estado. Pero, los hematomas en tu cuerpo... Se van a ir tan rápido...estás un poco desnutrida Ann, debes comer y reponerte, al igual que deshidratada. Te lo digo con toda sinceridad porque eres joven y me imagino que con muchas ganas de salir adelante y cumplir tus metas, y como doctor mi deber es que estés bien y como persona quiero que sigas adelante sana y salva y cumplas cada meta trazada. -dice el doctor con una planilla en manos leyendo los resultados. Etsu entra sin tocar, no sabiendo que allí se encontraba el doctor.

-Lo siento, no sabía que se encontraba aquí doctor.

-No se preocupe Ken, es más, lo necesitábamos aquí, le he leído los resultados de los exámenes...

-Y...¿cómo le fue?- pregunta Etsu con nerviosismo.

-Como le explique a tu novia pero de forma más resumida: está deshidratada, mal alimentada y tiene sus costillas fracturadas. Va a necesitar comer e hidratarse y sobre todo descansar y para eso estás tu, para encagarte de su bienestar - mira a Etsu para luego mirar a Ann. -Y tu, coloca de tu parte, hiciste un berrinche para no tomar pastillas. - Etsu alza una ceja y Ann suspira. -Necesitamos que coloques de tu parte Ann y reitero necesitas descansar y estar bien. -Ann no dice más, solo asiente y suspira.- ahora, te dejo descansar, tengan una buena tarde. - sonríe y se va.

Ann aprieta sus labios para evitar que sus ojos se inunden de lágrimas. No quería llorar, no quería vulnerar a Etsu.

-Tranquila amor- se acerca a Ann y sonríe -Te cuidaré y estarás muy bien, lo prometo. - Besa su frente y se sienta a su lado. Ella cierra los ojos al momento que su amado comienza a acariciar su cabello.

Estarás bien Ann, estarás bien, ya estás a su lado.

Sonríe Ann.

-¿Qué sucede amor?

-Ya estoy aquí contigo, es mejor que cualquier cosa- sonríe.

-Exacto amor, ya estás conmigo- suspira.

Entra una enfermera distinta a la anterior, se veía de más edad, era una mujer madura, en sus manos traía una bandeja que contenía una jarra con agua de vidrio con dos vasos del mismo material.

-Disculpa la demora.

-No se preocupe, gracias. - se levanta Etsu regalándole una sonrisa. La señora asiente y se va.

-¿Aún tienes sed amor?

-Sí amor. -Et asiente y sirve dos vasos con agua, uno para él y otro para ella.

Pasaron horas y horas hablando, sonriendo y claro, besándose.

Al pasar una semana, Etsu se encuentran firmando los papeles para sacar a Ann del hospital. Mientras, Ann se encontraba con una enferma ayudándola a asearse y cambiarse.

-Con cuidado señorita Johnsons- le dice la enfermera mientras Ann se coloca la camisa.

-Listo- sonríe al terminar de cambiarse.

-Ya sabe, se toma la pastilla a las horas precisas y debe comer y tomar mucha agua.

-Sí señora- le sonríe Ann mientras tocan la puerta.

-Pase- dice Ann. 

-¿Lista amor?

-Sólo falta peinarla y ya- dice la enfermera.

-Yo la ayudo, debe descansar ha de estar muy cansada. No se preocupe.

-Está bien. Chao señorita, no quiero volver a verla por aquí. O por lo menos en mal estado. - sonríe y se va.

Et se posiciona detrás de Ann y comienza a peinarla.

-¿Emocionada por regresar a casa?

- Sí, la extraño muchísimo.

-Pero sabes que no puedes hacer absolutamente nada. Sólo comer y descasar.

-Lo sé, lo sé.

-Vamos- dice al terminar de peinarla. -Espera- la frena al verla queriéndose levantar. Ella para en seco.

Etsu inicia una llamada, toma las cosas de Ann y al comenzar hablar por teléfono sale. A los pocos minutos, regresa sin nada en manos y sonríe.

-Ahora sí, vamos. - la carga con cuidado y salen del hospital. Al frente de la puerta del hospital hay un taxi. Suben a el y lo llevan hacia el apartamento.

-Señor, espere un momento, Ann. Tú también.- toma las maletas de Ann. No sabia que llevarle así que le llevó otra maleta. Otra aparte de la que había llevado el día de su rescate.

Llega al apartamento. Las ubica en el cuarto donde anteriormente dormía Ann y deja las maletas a un lado y baja corriendo en busca de Ann.

-Llegué- le paga al conductor, la toma entre los brazos y sube con ella.

-Llegamos amor- Ann sonríe al ver nuevamente a lo que ahora le llama hogar.

-Al fin- sonríe -¿me podrías dejar aquí en la sala? Quiero caminar un poco.

-Pero...

-Por favor, tengo las piernas oxidadas- lo mira y sonríe. -Si quieres me apoyo de ti.

-Está bien. -Suspira. La baja con cuidado y la toma de la cintura.

Pero que mujer tan terca me he ganado yo.

Piensa Etsu y niega sonriendo. Caminan por la sala hasta la habitación.

-Me quiero colocar algo más ligero amor.

Etsu asiente y la coloca sobre la cama y la ayuda a recostarse y claro, se hicieron presentes las muecas de dolor por parte de Ann. Aunque, trataba de disimular para no preocupar más a Etsu, él era consiente del dolor que estaría pasando por su cuerpo. Etsu odiaba con su alma verla así, pero odiaba aún más a los culpables de su estado.

-No te muevas- Ella asiente resignada ya que con cualquier movimiento un dolor intenso aparecía en su cuerpo.

Etsu rebuscó entre sus cosas una pijama liguera, algo que le brindará comodidad a Ann.
Encontró un pantalón de lana y una camisa tiras, era de color azul cielo y negro respectivamente. Sonrió cuando un recuerdo cruzaba por su mente. 

Flashback

-¿Qué haces? -Pregunta curioso yendo hacia la cocina por un vaso con agua. Ella tenía puesto un pantalón de lana de un color azul más claro que el de él y una blusa de tiras negras, descalza.

-Una peinilla. De lo contrario mañana amanecerá peor. -Responde aun sin mirarlo.

Etsu sale de la cocina tomando del vaso, señala hacia una repisa al lado de la tv.

-Allí hay una. -Ann dirige su mirada hacia donde le dice y asiente.

Busca una silla al no alcanzar la peinilla, ya que se encontraba mucho más alta de donde llegaban sus brazos.

-Ann cuidado y caes. -Dice desde la puerta de la cocina. Ella lo mira para bajarse.

-Taran... No me caí. - le saca la lengua. Etsu niega y va a dejar el vaso a donde pertenece.

Ann se sienta en el sofá comenzando a desenredar su cabello. Lo parte por la mitad para hacerlo más fácil. Se hace dos trenzas como una niña.

Y nuevamente le llega a la mente a Etsu el hecho de que diga que no es una niña, aunque haga lo contrario. Él suelta una risa una vez la mira.

-¿Qué? Es la única forma de no parecer bruja.

-Pareces una niña. -Se sienta al frente de ella mirándola para perderse en sus ojos. -Ve a descansar ya.

-Sí señor. Se levanta colocando su mano en la frente como si de un militar se tratara.

Etsu ríe por sus ocurrencias, para luego levantarse. Se acerca más a ella y la mira de la misma forma que momentos atrás. Ella queda paralizada por su cercanía y la forma en la que la mira. Ante todo acto de él, ella lo mira para mostrarle una sonrisa.

Él lleva sus miradas a su labios ahora curvados hacia arriba y se acerca más a su rostro. No sabía el porqué, pero eso sentía. Siente sus respiración chocar con la de él. La mira ahora a los ojos y luego a sus labios desviando su mirada

Fin del flashback

Ese momento, en ese momento fue cuando los primeros sentimientos aparecieron en ambos hacia ellos.

Etsu tomo el conjunto, llegó hacia ella y la vistió con cuidado.

-Con esta ropa fue que pasé mi segunda noche aquí.

-Lo sé, el recuerdo me golpeo.

-Sii... Era mi cumpleaños.

Etsu sonríe y la mira.

-El día que viniste a vivir aquí. El día que te incrustaste en mi corazón. Te amo.

-Te amo- Etsu junta sus labios con el de ella dando paso a un largo beso cargado de sentimientos y ternura.

Holaaa chicos, lamento la tardanza pero me había quedado sin ideas. Disculpen! Pero bueno. He aquí su capítulos. les gustó, no se les olvidé votar. Besos.

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