Al Final De La Tormenta Llega La Paz
Capítulo 18
Las respiraciones de la chica, eran cada vez más pausadas, indicaban que ya se encontraba durmiendo desde hace momentos atrás. El sedante que el doctor le había dado, había funcionado y ahora la terminaba de revisar.
Etsu lo miraba desde la ventana con los brazos cruzados, manteniendo la compostura en aquel caso. Aunque ganas no le faltaban de bombardear al médico con preguntas referente a la salud de Ann.
El verla ahí, conectada a una máquina que le monitoreaba el pulso, con una intravenosa en su brazo derecho, su rostro pálido, sus labios antes carnosos ahora estaba agrietados, varios hematomas en su rostro, el verla así le destrozaba el corazón.
Se culpaba enormemente por lo que su querida novia había pasado. Si tan solo la fuera ido a buscar al salón en el momento que vio esa camioneta estacionada fuera de la escuela, si tan solo la fuera llamado unos momentos antes. Todo era por su culpa.
Él sabía que algo así pasaría en algún momento, pero no se llegó a imaginar que la atacarían a ella directamente; aún no lograba asimilar porque lo habían hecho en un lugar público, no le hallaba la lógica de tal ataque.
Por lo poco que logro investigar junto con Hiroki, lo que sabía era, que esos tipos que secuestraron a su novia, no estaban plenamente ligados a los que los buscaban a ellos por el asunto de su padre.
Aún no tenían un conectivo ante eso, tenían que seguir investigando más a fondo el caso para así poder hilar todas las pistas y llegar a una conclusión exacta.
De momento una teoría llega a su mente, él junto a Sorato habían estado investigando el caso de su padre, por órdenes de su jefe hace ya más de dos años, y hasta entonces no había conseguido alguna pista al respecto, hasta que Kazumi se había devuelto a Tokio de la ciudad vecina.
Esto le parecía algo sospechoso, las pistas y las amenazas comenzaron a aparecer en ese mismo mes. Dándole más trabajo a ellos.
-Etsu...
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz suave del doctor, que lo mirada con un formulario en la mano mientras anotaba algunas cosas de suma importancia.
Etsu eleva su mirada hacía donde se encontraba para asentir levemente con la cabeza, instándole al doctor que prosiguiera.
-La señorita Johnsons, ahora mismo está pasando por una situación delicada.
Aquellas palabras asombran a Etsu de sobremanera, sabía que Ann no estaba en las mejores condiciones, pero no pensó que el diagnostico fuera tan grave. Toma varias respiraciones profundas, tratando de mantener la poca calma que le quedaba en ese momento.
-Issei, dígame que ella estará bien. -Es lo único que sale de sus labios al momento de llevar su mirada hacia donde se encontraba Ann.
El doctor cuyo nombre es Issei, suelta un gran suspiro mirándolo con algo de pena.
-Todo dependerá de ella ahora, Etsu.
-¿Cómo que todo depende de ella?-Pregunta algo confundido por aquellas palabras.
-Sí, los rasguños y golpes son superficiales, nada de qué preocuparse hasta los momentos, excepto por...
Etsu lo mira, esperando que acabara de decir aquellas palabras. Sentía su pulso acelerarse cada vez más, mordía su labio por los nervios.
-Tiene dos costillas rotas, desnutrición y puede que no pueda caminar por ella sola hasta después de varios días. Además, la fiebre alta que tenía, tuvo contacto con agua fría. Al parecer no la abrigaron después de haber tenido contacto con el agua, sino hubiesen llegado a tiempo, hubiese pasado por la hipotermia, aunque no la paso, su sistema respiratorio está un poco inestable.
El chico al escuchar aquello presiona sus puños fuertemente, no dejando que la sangre circulará por sus dedos, haciendo que sus nudillos se pintaran de un color blanco. Tensa su mandíbula y frunce el ceño.
El doctor al notar su reacción suspira. Cada familiar de cada paciente reaccionaba de esa forma al darle una mala noticia. Así que ya sabía como lidiar con ese tipo de persona.
-Etsu, necesito que te calmes ahora por favor, sino tendré que sacarte de la habitación. -Habla seriamente mirándolo al rostro.
Et al notar la seriedad de Issei asiente para tratar de calmarse.
-Dijo que los golpes no eran nada grave. -Replica entre dientes.
-Solo dije que eran superficiales... -Aclara mientras carraspea. - Más los daños internos no. -Su semblante cambia a uno serio. -Hay que hacerle más radiografías y exámenes de sangre para dar un diagnóstico completo al caso, mientras tanto solo se alimentará de líquidos.
Et asiente ante eso para luego pasar su mano por su cabellera alborotándola. -¿Cuánto tiempo estará internada?
-El tiempo que sea necesario, Etsu. -Se acerca hasta él y toca su hombro en forma de apoyo. -Te estoy hablando como un profesional, Etsu, solo confía, todo estará bien con ella.
Et suspira para asentir no muy convencido. El chico nota su inseguridad y este niega para ir a ver a Ann.
-Ahora te hablo como amigo. -Esta vez Etsu lo mira atento. -Te doy un consejo amigo. Ella ha soportado mucho por ti, y solo para hacer eso, quiere decir que te ama mucho como para soportarlo, ahora está aquí, en esta cama, descansando como hace mucho no lo hacía, ¿Qué crees que pasaría si ella despierta y te ve así?
No dejó que contestará porque él mismo lo hace.
-No le gustara para nada verte así, se comenzaría a preocupar y si te ve preocupado, ella se preocupará, y no queremos eso. -Dice recto. -Queremos su mejoría, tú la quieres ver mejor ¿No es así?
-Sí...
-Entonces, trata de cambiar ese semblante en tu rostro, y muéstrale a ella que todo va a estar bien, que se recuperará pronto, y podrán ir a casa. -Es lo último que dice para luego mirar a la paciente.
-Gracias por eso. -Dice apenado Etsu. El doctor sonríe de lado.
-No es nada, ahora te dejo sola con ella. Al despertar llevala a hacer estos exámenes. -Le entrega unos récipes, Et asiente y el doctor sale de la habitación, quedando solos ellos dos.
Etsu se acerca a ella lentamente, hace apenas unas cuantas horas la habían internado al hospital, luego de que la rescato, se montó en una de las patrullas y con algo de desespero le ordenó conducir hasta el hospital.
Fue una suerte el que consiguiera a Issei, uno de sus amigos doctores en la guardia, no pudo haber pedido mejor persona para aquel trabajo. Sabía que él guardaría el secreto de Ann allí en el hospital. No se podía arriesgar nuevamente a que la tuvieran vigilando. Sabía de antemano que ya esos criminales estaban en la cárcel.
Pero mirando la posibilidad de que esos tipos no eran los que los tenían amenazados, cabía la posibilidad. Solo una pequeña parte de ella, que ese secuestro solo fuera un despiste de su verdadero objetivo.
Etsu gruñe ante esa posibilidad, toma su teléfono y le marca a su hermano, este no tarda en contestarle.
-¿Qué pasa ahora, Etsu?
Tan amable como siempre.
Pensaba Etsu rodando sus ojos, se aleja de Ann para no despertarla llegando hacia el gran ventanal de la habitación.
-Un, "hola hermano" no dañaría a nadie Sorato. -Escucha como este gruñe ante eso y se le forma una pequeña sonrisa en los labios.
-No estoy para tus estúpidos juegos, para tu información estoy ocupado haciendo tu trabajo, solo porque tu andas de permiso por estar viendo a tu noviecita.
-Lo siento por eso, pero no estuviera de permiso si no fuera importante. -Se encoge de hombros.
-Como sea, ¿Qué es lo que quieres?
Se notaba la irritación en la voz. Etsu niega y toma varias bocanadas de aire.
-Creo que tengo algo que puede ayudarte al caso.
No hay respuesta del otro lado de la línea, así que Etsu sigue hablando.
-Creo que todo esto del secuestro solo fue una distracción.
-¿A qué te refieres, Etsu?
-A que, los desgraciados que han secuestrado a Ann, no tienen nada que ver con el caso que estamos investigando. Como dije antes, es una distracción de nuestro verdadero objetivo en el caso.
Escucha como Sorato bufa ante eso, y se queda callado.
-Sora...
-Etsu, tu novia debe de saber algo, ella convivió más con ellos que tú. -Toma una pausa para luego proseguir. -Tienes que hablar con ella, es más ¿Cómo es posible que llegues a esa conclusión, si tú no estabas en el caso?
El chico ladea la cabeza, jugando con la hoja de un arbusto cerca de la ventana, cierra sus ojos y los abre para mirar hacia afuera.
Tenía que contarle a Sorato la verdad, al fin y al cabo él no era un idiota que se podría engañar con facilidad.
-Sora, yo estaba mirando el caso en cubierto.
-¿Quién te ayudo? Porque digo, te habían restringido el acceso a la página desde que supieron que tu noviecita estaba secuestrada.
Tan analítico como siempre, pensaba el peli castaño, por algo Sorato era un rango menor que él, ambos tenían habilidades envidiables por muchos en la compañía, Sorato era el número #6 y Etsu el número #3, habiendo solo una pequeña diferencia entre ellos.
Es que los hermanos Ken, desde que llegaron a la comisaria, no dejaban de sorprender a su jefe, por eso en poco tiempo habían subido de rango, siendo envidiados por muchos allí, incluso por Nawem y Maki.
-Etsu, necesito que me contestes...
-Midori me ayudo. -Confiesa de una vez.
-Sabes que no lo podemos involucrar en esto más de lo que está.
-Lo sé, pero no tenía opción. Tú no me ayudarías. -Dice, esperando la contestación de su hermano, la cual nunca llega.
Etsu escucha un revuelo detrás de él, lleva su mirada hasta la cama donde se comenzaba a remover la menor.
Tenía los ojos cerrados, al parecer estaba teniendo un sueño. No, una pesadilla. Etsu la mira preocupado.
-Solo piensa lo que te dije, Sorato. -Es lo último que dice para colgarle, no esperando una contestación de su parte.
Se acerca con paso apresurado hacia donde esta Ann y toma su mano con delicadeza.
-Ya estoy aquí mi amor. -Susurra para darle un casto beso en el dorso de su mano.
Ella se remueve en su lugar, varias lágrimas recorrían por sus mejillas, soñaba con ese momento que suplicaba que no la golpearan, pero los hombres no le hacían caso, la seguían golpeando hasta que ella quedara inconsciente.
-¡No, déjenme! -Suplicaba entre el sueño mientras se removía en la cama.
Su pulso se había acelerado de sobremanera, mantenía sus ojos cerrados fuertemente. Etsu la mira comenzando a preocuparse, presiona su agarre de su mano mientras trataba de que se calmara.
-Ann, amor soy yo... Despierta, nada de lo que pasa ahora es real. -Su preocupación era evidente.
Ann comenzaba a sollozar, mientras negaba, Etsu toma su mejilla con delicadeza y daba pequeños besos en esta.
-Ann, mi amor por favor. -Susurraba palabras tranquilizadoras en su oído.
Ann deja de forcejear perdiendo las pocas fuerzas que le quedaban, su respiración se normaliza al momento de abrir poco a poco los ojos y toparse con los de él.
Cuanto habían ansiado despertar y mirar esos ojos nuevamente mientras estaba encerrada en aquel lugar, sentir nuevamente su tacto rozar su mejilla, sentir sus labios como hace mucho no lo hacía. Y ahora estaba allí, con un rostro lleno de preocupación. Tal vez por cómo se encontraba, apenada con eso aparta la mirada.
Etsu la mira interrogante por su reciente reacción, toca su mejilla con delicadeza habiendo que lo mirara.
-Estoy contigo mi amor, ya estás a salvo. -Susurra mirándola ahora con amor, ese amor contenido solo para ella.
Ann suspira asintiendo con un poco de dificultad, aún su cabeza dolía, al igual que su cuerpo, pero trataba de mostrarse fuerte ante él.
-Ho-Hola... -Dice en un hilo de voz.
A Etsu le destrozaba verla así, tan frágil, golpeada. Sentía su sangre arder en aquel momento, juraría que iba a matar a los que le hicieron eso a su pequeña, pero ya eso no corría de parte de él, sino de la comisaria. Cierra los ojos y los abre para sonreírle, solo como él lo sabe hacer.
-Hola mi amor... -Susurra pausadamente.
Ann le muestra una pequeña sonrisa y este besa su frente.
-Te he extrañado...
-Yo también mi amor... -Toma su mano entrelazándola.
Ann le da una vista rápida a Etsu, examinándolo inquisitivamente.
-No has estado comiendo. -Dice bajo.
Etsu traga seco apartando la mirada hacía ella.
-Etsu.-Intentaba de soñar molesta, pero su garganta le dolía.
-Ann, ahora lo que me importas eres tú. -Dice de forma dulce rozando su dedo por su mejilla.
-Pero te tienes que cuidar tú también. -Masculla bajo.
-Mi amor... -Trataba de hacer que no se alterara.
Ann levanta su mano con algo de dificultad, alcanzando así a ver su muñeca con algunas marcas rojizas y otras ya cicatrizadas. Aparta la vida de esa parte de su cuerpo para poder tocar la mejilla de Etsu.
Los vellitos de su barba raspaban con su mano, dándose cuenta que Etsu no estaba cuidando su higiene personal. Sabía de ante mano que él odiaba cuando estos le comenzaban a crecer, lo hacían ver mayor aparte de incomodarlo. Ann hace una mueca con sus labios en total desacuerdo. Etsu siente la vista de ella clavada en los de él y suspira.
-Etsu.
-Ann, tranquila, tienes que permanecer calmada. -Le decía para que no tratara de alterarse, era lo último que quería.
La menor suspira derrotada y asiente.
-Te amo.
-Yo también te amo, Etsu. -Trata de acercarlo a ella, Etsu se inclina poco a poco, sintiendo sus respiraciones mezclarse.
Relame sus labios al tenerla tan cerca y junta sus labios con los de ella, en un beso lleno de amor y dulzura. Sus labios se movían al compás de los de ella.
Ella lo acerca más a su cuerpo, lo necesitaba ahora más que nunca, Etsu gruñe al sentir como ella muerde su labio inferior en un acto coqueto. Ambos se demostraban lo mucho que se habían extrañado en esa interminable semana para ambos.
El chico se apega más a ella, tratando de profundizar el beso, no negándose a ello. Pronto el aire les faltaba y nuevamente tuvieron que separarse.
Etsu la miraba, ella también, ambos se amaban y ese acto solo sellaba su amor verdadero.
-¿Cuándo me dan el alta? -Preguntaba la chica comiendo lentamente una gelatina.
Etsu pasa su mano por su cabello. ¿Cómo decirle que no saldría por un rato largo?
Ann no nota ese acto, el mayor agradece el que tuviera más pendiente de la gelatina que de él.
-Pronto mi amor, pronto. -Le sonríe y esta asiente. -Al terminar de comerte la gelatina, tengo que llevarte a hacerte unas placas.
Ann eleva su mirada hasta él y hace una mueca.
-Por eso es que no me gustan los hospitales, además de que todo es blanco. ¿Acaso no hay más colores?
Etsu ríe ante eso negando.
-Al parecer no, pero no me cambies de tema Ann, terminate la gelatina para poder llevarte a hacer los exámenes, mientras más rápido salgas de todo eso mejor.
-Está bien... -Alarga las palabras no muy de acuerdo con ello.
Etsu asiente mirándola detenidamente, en sus brazos había varios magullones tomando un color rojizo y otros morados por el tiempo de estos, su cuello tenían marcas de unos gruesos dedos alrededor de este.
El mayor traga seco al mirarla, aparta su vista de ella y mira hacia la ventana.
-Tu reacción me dice todo Etsu. -Dice con seriedad, el chico la mira sorprendido.
-¿A qué te refieres amor?
Él no era tanto, sabía a lo que Ann se refería, a su apariencia, a como se veía ahora mismo.
-Sabes a que... -Tenía el ceño fruncido mientras cruzaba sus brazos en su pecho.
Etsu suspira para tomar su mano, ella lo aparta molesta.
-Ann, no te pongas así.
-Cómo quieres que no me ponga así Etsu, si hasta tú me miras así, con desprecio.
-Estás equivocada... -La mira serio.
-¿En qué según tú? -Alza una de sus finas cejas, levemente molesta.
-No te miro como dices, solo miraba lo que esos tipos te han hecho, sabes que te amo tal y como eres.
Ann se mantenía seria, estaba un poco sensible en aquel momento, no fue fácil por lo que paso y que Etsu la mirara así la molestaba pero más que todo la desanimaba.
-Mientes... -Masculla apartando la mirada de la de él.
-No lo hago, Ann, nunca te mentiría. Porque te amo, me has cambiado completamente, me estoy entregando completamente a ti. Quiero pasar el resto de mis días a tu lado. -La mira con amor. -Anneliese, te amo. No dudes de lo que siento por ti. -Susurra esto último, sintiendo como sus mejillas quemaban, estaba sonrojado.
Era la segunda vez que se abría tanto con ella de esa forma, de verdad estaba cambiando, y solo por ella. Ann lo sentía, nunca le había demostrado lo contrario desde que comenzó a vivir con él.
Sentía que sus ojos se le cristalizaban, aquellas palabras habían sido tan hermosas, se le notaba la sinceridad. De momento se sintió una tonta al pensar así de Etsu. Él había sido una buena persona con ella, un buen novio, la había rescatado. Y ella se comportaba de esa forma.
-Etsu... Lo...
No termino la frase debido a que la puerta se abre, dejando ver al doctor una vez esta se cierra.
-¿Preparada para los exámenes?
Ann estuvo a punto de negar, pero no lo hizo al ver que Etsu la observaba, suspira y asiente.
-Sí...
Bufa ante eso y mira a Etsu.
Este le sonríe para acercarse a ella.
-Todo saldrá bien...
-Eso espero.
Holaaaaa queridos lectores :3
Al fin nuestra pareja vuelve a reunirse :3 espero que les haya gustado. Sí es así, no olviden por votar. Y a ver, comenten sus shipeos a la hermosa pareja.
Gracias por su apoyo, los apreciamos mucho, nos vemos en otro sábado.
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