INTRODUCCION A LA MAGIA IV
Había llegado el momento más esperado, un desenlace a unos juegos algo improvisados pero definitivamente este final le daba un toque de epicidad. Todos se imaginaban un desenlace distinto, por un lado se esperaba que el bando de Candy arrasara en las pruebas o que al menos ganara por amplio margen.
— Los veo a todos expectantes por participar. Ya veo que no puedo hacer nada por impedírselos, además creo se lo han ganado todos. Serán libres de librar esta prueba final como prefieran, tanto quien les habla como los demás altos mandos nos iremos. Exactamente tienen una hora y pasada esta, quien termine mejor parado será declarado triunfador — Dijo el director luego de aparecer un momento y así mismo esfumarse.
Todas las barreras que separaban a ambos bandos fueron diluidas, junto a una intensa lluvia que llegaba tan rápido como el director se fuese. Todos cruzaban miradas intensas y clamaban mediante gritos la necesidad de un comienzo rápido para dar provecho al tiempo dado.
Un elemento comenzó a tomar mas protagonismo del que se esperaba. El aguacero era contundente, la gran cantidad de agua que no paraba de caer entregaba un momento de calma a la contienda próxima a darse. Como si todos esperaban a que bajase un poco la intensidad, se calmaron e incluso dejaron de gritar.
Sonidos desgarradores nacientes de un cielo que poco a poco parecía despejarse. Entre las muchas nubes grises se dispersaban zonas en donde entraba la luz. Lo que parecía ser el termino de una tormenta, no era mas que el preludio de una tempestad aún mayor.
De cada agujero en el cielo, en un principio con muy poca intensidad, se asomaban luces. Cada uno con color distinto, que segundo a segundo aumentaba en potencia. A tal punto que ya no existía estudiante que no se encontrase mirando a los cielos, muchos de ellos ansiosos por saber si aquello era parte de los juegos.
Desde las perforaciones emergieron distintas luces, tan radiantes que no se lograba dilucidar que era lo que provocaba tal nivel de luminosidad. Estas comenzaron a girar en circulo, formando una especie de arcoíris circular en el cielo. Todos aplaudieron este espectáculo, menos Candy que parecía olerse lo que iba a suceder luego.
Nik al ver a su contrincante prepararse para el combate, hizo lo mismo. Pero totalmente confundido pues no veía intenciones en Candy para atacarle a el. Así que decidió unirse a ella en intención al menos. La pareja de contendientes miraba a los cielos preparándose para una batalla de la que no estaban listos.
Una luz se separó del resto. Era la de color rojo, que se mantenía en el centro del circulo que aún mantenía una alta gama de colores diversos. Prontamente comenzó a hacerse mas y mas grande, lo que provoco una gran exaltación entre todos los estudiantes, que parecían gozar del aparente espectáculo presentado.
Al acercarse mas y mas, las risas fueron disminuyendo hasta volverse nulas. No había una sola alma que no fuera testigo de lo que iba a cambiar por completo la historia de todos.
La luz poco a poco se iba haciendo mas nítida, dejando entrever cual era la fuente de tal llamativo resplandor. La sorpresa fue mayúscula, cuando el foco pareció apagarse por completo y de ella emergió una gran figura monstruosa.
Un gran dragón de color rojo surcaba los cielos. No solo era imponente en tamaño, además gozaba de un ropaje de fuego que lo cubría por completo. Había un jinete sobre el, que apenas si se lograba ver como un pequeño punto negro entre las llamas de la bestia.
En ese momento Candy pensó en lo importante que era unirse entre todos los estudiantes para enfrentar a esa amenaza latente. Pero como si le leyeran la mente, un rugido del dragón seguido de la llegada de infinidades de meteoritos rojos ardientes, invadieron todo el lugar. Esto provoco que los estudiantes huyeran del lugar, todos menos Candy.
Nik, quien estaba en shock por los acontecimientos presenciados no dudaba y quería salir huyendo de allí. Pero al ver a la que debía ser su enemiga, con ganas de querer enfrentar sola a ese mal, no dudó y se le arrimó encima. Incitándole que debían correr lo mas lejos de allí, tirando por los brazos y haciendo gestos para escapar, ya que era lo único que podía hacer en ese momento, no le salían las palabras.
Ambos cruzaron miradas, y en ese momento Nik lo comprendió. Siempre odió el echo que coincidieran en las miradas con Candy. Pero ahora era distinto, en los ojos de ella veía una ganas de demostrarle sobretodo a el, de las cosas de la que ella era capaz de hacer.
Por otro lado, Nik solo buscaba salir de allí. Pero su cariño por aquella que debía ser su enemiga pudo más. Tomó un respiro hondo para tomar lugar al lado de Candy. Quien esperaba que la dejasen sola, estaba dispuesta a morir con tal de demostrar que ella era la mas fuerte, su rostro y actitud así lo demostraba.
Todos los demás estudiantes estaban lejos. Nik extrañado, intentaba buscar posibles estudiantes que estuvieran atrapados, pero por algún motivo o simple suerte nadie había resultado herido. Fue cuando solo quedaban ellos dos que la lluvia cesó, y los meteoritos junto con ella.
El dragón estaba quieto, posando sin siquiera batir sus alas para parecer flotar sobre los dos jóvenes, que lo miraban incrédulos pensando en como podrían enfrentar a aquella criatura.
Un suspiro de alivio vino por parte de Nik, quien al ver al dragón marcharse junto a las otras luces de colores, pensó que todo ya había acabado. Pero desde el lomo del dragón parecía caer algo a toda velocidad. Que llegó al piso rápidamente, a pocos metros de la pareja de estudiantes, nació entra las llamas una sombra.
Aquella tenia aspecto humano, pero claramente no lo era. Una figura totalmente translucida y oscura. Lo mas parecido a un conjunto de emanaciones provenientes de la magia mas oscura jamás vista. La que no dio respiro alguno, cargando en ambas manos una intensa magia oscura que segundo a segundo se intensificaba.
El dúo no dudó, con una sola mirada se entendieron. Nik quería unir sus magias, buscando potenciarse mutuamente para vencer a aquello fuese lo que fuese. Pero Candy, con una mirada altanera y dando un paso al frente, se manifestaba buscando ser solo ella la que busque el enfrentamiento.
Nik no quiso discutir, se quedó atrás asumiendo su papel de apoyo, de quien ahora era su compañera. Para sus adentros aun seguía esperando que eso fuera parte de la prueba, pero pronto entendería que esa posibilidad era nula.
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