Tras aquella masacre y humillación para los 5 obeliscos, toso el mundo estaba sorprendido de sobremanera, puesto que vieron a bestias nunca antes vistas ser invocadas. 

Algunos aplausos comienzan a sonar y tras eso vino todo un coro de los mismos.

Musashi: ¡SILENCIO!

El sonido se corta de manera abrupta y todos lo miran confundidos

Musashi: ¿Ahora si aplauden y me felicitan verdad?, ¿qué habrían hecho si no hubiera derrotado a estos cinco? No respondan, que yo ya sé la respuesta: Nos habrían humillado a Alexis y a mí por las idioteces que dijo Chazz. 

X.  No, en verdad te ganaste nuestro respeto

Musashi: Por mí todos ustedes a excepción de Zane y Alexis; se pueden ir a la mierda.

Alexis: Musashi, creo que lo mejor es que nos retiremos, ha sido un día bastante malo para los dos. 

Musashi: Muy bien, vámonos, peeeerooo anteees (corre por una bandeja y coloca algunos platos con comida, una botella de vino y dos copas) Ahora sí podemos irnos. (todo el mundo lo mira perplejo)

Musashi: ¿Se les perdió algo?

Todos vuelven a lo que estaban.

Alexis: ¿Siempre piensas en algo verdad?

Musashi: Tal vez, tal vez no. Vamos al cuarto.

(una vez en el cuarto)

Alexis: Esas invocaciones fueron increíbles.

Musashi: Por un momento pensé que no la contaba. Cuando invocaron al mago quinteto con sus 4500 de ataque jeje.

Alexis: Pero ganaste al final.

Musashi: Hmm, 50/50, me consideraré satisfecho cuando humille a Chazz, así como él te humilló.

Alexis: No lo hagas, si lo humillas a palabras serás igual a él, deja que tus cartas hablen por sí solas

Musashi: Bien bien. Por ahora comamos algo, si no vamos a pasar una cena agradable en el salón principal, al menos podemos hacerlo entre los dos en nuestro cuarto

Alexis: (sonrojada) no lo digas así, se puede interpretar de otra forma

Musashi: Vaya, así que eres pervertida jajaja

Alexis: NOOO

Musashi: Cálmate, era una broma.

Alexis: ¿¡CÓMO QUIERES QUE ME CALME DESPUÉS DE ESO!?

Musashi: (pensamientos) mierda, sí que la hice enojar jeje. Perdóname Alexis, no fue mi intención.

Alexis: Hmp. Mejor vamos a comer.

Musashi: Está bien.

(Mientras comían)

Alexis: Oye Musashi, ¿tus cartas tienen alguna historia detrás de sí?

Musashi: ¿Aparte de que sn de mis padres?

Alexis: Sí, algo como la historia del mago oscuro de Yugi y el ojos azules de Kaiba.

Musashi: Hmm, ahora que lo recuerdo, sí la hay.

Alexis: Cúentame.

Musashi: Muy bien. 

Musashi: (se levanta de la mesa y comienza a recoger los platos de la cena) Todo comienza cuando gané el torneo que me permitió venir aquí. Tuve el honor de hablar cara a cara con Maximilian Pegasus.

Alexis: ¿El creador del juego de monstruos? ¡No puede ser!, ¡Cómo pudiste!

Musashi: Fue una especie de "premio extra no oficial" por decirlo de alguna forma, cabe decir que él fue el organizador del torneo. Cuando el torneo acabó habló por los altavoces felicitándome por mi victoria, tras eso solicitó hablar en privado conmigo. 

Flashback (mientras Musashi le cuenta a Alexis)

Pegasus: ¡Felicidades joven duelista! Sus habilidades son dignas de admirar y bastante impresionantes. El premio es suyo, pero también me gustaría hablar en privado con usted, ver esas cartas y jugadas me trae muy buenos recuerdos. Un guardia lo llevará a mi ubicación en una hora. 

Musashi: (asiente)

Salto de tiempo, 1 hora. (museo de la ciudad)

Pegasus: Es un gusto verlo joven Musashi, sus padres estarían orgulloso de ver en quién se ha convertido.

Musashi: ¿Cómo sabe mi nombre?

Pegasus: Tus padres eran buenos amigos, fue una verdadera lástima lo que pasó con ellos.

Musashi: ¿Conoció a mis padres?...¿cómo eran ellos?

Pegasus: Tu madre era una mujer peli negra de ojos rojos, era bastante adicta a todo lo que tuviera que ver con juegos de mesa y apuestas de por medio. Tu padre era un hombre peli negro de ojos azules, igualmente bueno en los juegos de mesa. Los presenté el uno al otro, se conocieron y posteriormente se enamoraron, se casaron y dieron la noticia que tendrían un hijo. Ambos me apoyaron cundo mi esposa falleció, algo por lo que estaré eternamente agradecido.

Pegasus: Cuando me dieron la noticia de que tendrían un hijo, les obsequié una baraja única en su tipo: Las cadenas de la barrera de hielo. Hice mención que la baraja te fuese entregada al cumplir los 14 años de edad, pero por algunas circunstancias tuvo que ser antes de lo previsto

Pegasus: La baraja era para ti. 

Musashi: He de agradecerle por esto ya que me permitió salir de la porquería de vida que llevaba antes de empezar como duelista.

Pegasus: Lamento que hayas tenido que pasar por eso.

Musashi: Ya es cosa del pasado, pero, ¿sabe qué pasó con mis padres?

Pegasus: Sí, ellos murieron sacrificando sus vidas para sellar a las bestias sagradas en tres naipes y evitar que destruyeran el planeta entero, más aún si tomamos en cuenta el hecho que los tres dragones aún no recuperan su poder del todo.

Musashi: Fueron héroes jeje, mis viejos eran increíbles

Pegasus: eso es innegable.

Musashi: Hace un momento mencionó a tres dragones, ¿a qué se refiere?

Pegasus: Acompáñame (se levanta de su asiento y comienza a caminar hacia una sección privada)

Varias tablillas de piedra estaban e los muros de aquella estancia, mostrando a seis criaturas, tres dragones y tres seres alados.

Pegasus: Todo lo que ves fue relatado por los antiguos egipcios a partir de fragmentos de algunos registros que encontraron con el pasar de los años. Los registros eran increíblemente viejos, mucho más que la propia civilización egipcia. En resumen lo que te voy a contar son solo interpretaciones de lo que pudo haber pasado.

Musashi: Está bien.

Narra Pegasus:

Hace miles de años, existía un mundo repleto de magia: humanos y bestias de ensueño podían ser vistas conviviendo de manera cotidiana. 

Todo era paz y tranquilidad, hasta que llegaron ellos, las "tres bestias sagradas". Comenzaron a destruir todo a su paso. La gente moría por montones, puesto que dichas bestias absorbían su almas para ganar más fuerza. 

El mundo se unió, y crearon todo tipo de máquinas para enfrentarse a las bestias, pero aún así... fueron cayendo todas y cada una de las tribus, una por una.

Al final solo cinco de estas quedaron en pie, y en un acto desesperado, llamaron a sus respectivas deidades y guerreros más poderosos: 

Los "Flambell" llamaron a su deidad con el mismo nombre; los "valle brumoso" invocaron a "Sophia, Diosa del Renacimiento"; los X-saber llamaron a su general más poderoso "Gottoms"; los "barrera de hielo" llamaron de igual forma a sus tres generales más poderosos: Grunard, Gantala y Raiho; y los humanos, siendo los más numerosos, construyeron máquinas aún más grandes y fuertes, además de armar a sus tropas hasta los dientes.

Las tribus pelearon con toda su fuerza, en una cruel y sangrienta batalla. Miles murieron...la batalla parecía perdida, ya que las bestias estaban cerca de devorar su almas. 

Antes de que eso ocurriera, los Barrera de Hielo con sus últimas fuerzas, y siendo ayudados por las demás tribus que con lo poco que les quedaba, les consiguieron tiempo frenando a las bestias; rompieron el sello que contenía a los tres dragones más poderosos que jamás hayan pisado el planeta.

Cuando todo parecía perdido, ya que sólo quedaban unas pocas personas con vida. Ellos aparecieron: Gungnir, Brionac y Trishula; rompiendo el enorme glaciar que los contenía. Se posaron frente a los pocos humanos que quedaban y rugían con fiereza ante las bestias sagradas, que igualmente intentaron robar sus almas, pero parecían sorprendidas, ya que al intentarlo, no pudieron.

Fue una batalla de magnitudes jamás antes vistas, el planeta entero había sido congelado. Al final los dragones de la barrera de hielo ganaron y sellaron a las bestias en pequeñas tablillas que a su vez fueron selladas en una isla, bajo un sello de la barrera de hielo, igual al que contuvo a los tres dragones en su debido tiempo.

Para resolver el problema de que el planeta ahora era un bloque de hielo,  los dragones se fusionaron en uno solo: Trishula zero, que con todo el poder que tenía, hizo que el planeta volviera a ser como antes, devolviendo la vida una buena parte de los caídos en batalla. Como consecuencia de su acción, Zero se dividió en los tres que lo conformaban originalmente, y estos comenzaron a volverse estatuas de hielo poco a poco. 

Los tres dragones con la poca fuerza que les quedaba, fueron al lugar donde actualmente estaría el polo norte, congelándolo y quedando en aquel lugar, siendo sepultados con el pasar de los años, pero nadie nunca jamás olvidó lo que pasó aquella ocasión. Lastimosamente, con el pasar del tiempo, en lugar de convertirse en historia, se convirtió en leyenda: esto pasó gracias a que los humanos que quedaban, decidieron encubrirlo y pintarlo como un relato ficticio, para que el poder que alguna vez hubo en la antigua era no volviese a ser liberado jamás.

Se dice que si las bestias llegasen a despertar un día, los dragones estarían allí para frenarlas y sellarlas una vez más.

Fin narración pegasus.

Pegasus: Musashi, los dragones que ahora posees son versiones incompletas a excepción de Zero. Cuando llegue el momento, evolucionarán a su forma completa. Por ahora intenta usarlos lo menos posible para evitar agotar su fuerza.

Musashi: No puedo asegurar que no los use en determinados momentos, pero haré lo posible por evitarlo.

Pegasus: Con eso me basta y sobra. Permíteme algunas cartas más, las creé después del sellado de las bestias sagradas, úsalas sabiamente (le tiende un pequeño estuche de madera)

Musashi: Gracias señor Pegasus. Me retiro ahora.

Pegasus: Buena suerte.

Fin de Flashback.

Musashi: Y esa es la historia, o al menos lo que sé, ya que me dijo que había otras tablillas que no tenían sentido aparente, pero se sabía que estaban relacionadas con los dragones. Una de esas fue convertida en una carta, se muestra a Trishula combatiendo con otro dragón, pero nunca se descubrió su nombre mira:

Alexis: Bueno, creo que tarde o temprano lo sabrás.

Musashi: Eso espero, ¿por ahora te parece si vamos a dormir?

Alexis: Está bien. Hasta mañana Musashi

Musashi: Hasta mañana Alexis.

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Fin de capítulo 5