- Tranquilo- se decía un chico a el mismo, mientras caminaba por su casa- que puede pasar? Nada malo, vos la queres, ella te quiere...O capaz que no este lista...pero que decís Tacio!!! Ella te ama, y ella sabe que ya no somos muy jóvenes, aparte nada malo puede pasar...Salvo que me diga que no...No, no, no y no, TU Brutacio Thorson eres el optimista, hasta en  algunos lugares te conocen como "Tacio el optimista"- se escucho un cacareo en la casa- Gallina Junior, es verdad, en algún lugar del archipiélago me deben conocer así...Creo- susurro lo ultimo- Ahh- levanto a la gallina- a veces extraño a tu madre, pero la verdad es que estaba deliciosa...No te asuste, hasta que no te mueras no te voy a comer- el chico iba a seguir hablando con la gallina, cuando escucho que alguien llamo a la puerta- Pase esta abierto- dijo a quien sea que allá ido a visitarlo, mientras bajo a gallina, y se dirigía al comedor  

- Permiso- dijo un hombre 

- Jefe!!!- dijo un alegre Brutacio, mientras le extendía la mano- que lo trae por acá?-

- Quería saber si tenias todo preparado para esta noche- decía mientras estrechaban las manos 

- Si...eso creo- decía mientras tomaban asiento en los sillones- digo, tengo todo preparado, y estoy feliz, ansioso por pedírselo, pero la verdad es que tengo algo de miedo a su respuesta-

-¿Tu? Brutacio Thorson, con miedo? Vamos hombre que has echo cosas mas arriesgadas, hemos echo cosas mas arriesgadas-

- Si, Hipo... pero es diferente, que podía perder si fallaba?-

- ¿la vida?-

- Pero moriría  feliz, o creyendo que hice lo mejor que puede, pero si Liv me llega a decir que no, voy a ser infeliz toda mi vida...Hipo nunca creí llegar a amar a alguien mas que no sea mi familia, los jinetes que son como mis compañeros de la vida, Eructo y Guacara  y a gallina, pero todos ustedes son feliz, cada uno por su lado-

- pero seguimos siendo amigos-

- Lo somos, pero no es como antes, ahora cada uno tiene sus responsabilidades, sus hijos, y yo soy el único que sigue como siempre, por eso, veo en Liv una compañera de vida, la que va a estar conmigo en las buenas y en las malas, antes sentía mi vida muy monótona, sentía que después que vos te convertiste  en jefe, todo fue igual, las misma cosas, para mi, pero la vida de los otros cambio, se casaron, tuvieron hijos, y ¿yo? Y¿ yo que? Seguí en lo mismo, y me aburrí, ¿hacer bromas? De que servia, si no tenia a mi hermana a mi lado, aparte ya había crecido y tenia que dar el ejemplo- dijo haciéndose el serio, Hipo soltó una risa

- Brutacio vos y ser serio, no van de la mano-

- y lo se Hipo, lo se, y ¿sabes que? Ya no me molesta que me digan que parezco un nene de 5 años, prefiere ser un inmaduro, un anormal, antes que ser un tipo aburrido y infeliz, como lo son algunos de lo que me critican, al punto, capaz que no sea lo suficiente bueno para Liv-

- ¿Brutacio que dices?-

- Hipo, puedo parecer estúpido pero no lo soy, escucho lo que dicen los demás, como alguien tan bella como Liv, y con una personalidad que enamora, puede estar con alguien como yo, no la merezco- dijo deprimido 

- Brutacio, Liv no es de acá, en su tribu, la mayoría son como vos nombraste antes, Liv es una mujer que irradia juventud, en todo lo sentido, si ella te eligió es por algo, un día ella había venido a la casa para hablar con Astrid, y escuche decirle, que lo que mas le gustaba de vos, era ese humor único, que no te tires para bajo, cada uno tiene algo especial, que enamora a otras personas, aunque no nos creemos-

- Es increíble...nos enfrentamos a cazadores, criminales, dragones mortales, locos dementes, y le tenemos miedo a declarar a nuestras novias-

- porque es como vos dijiste Tacio, eso que nos puede pasar? Morirnos, perder una pierna- señalo su pierna de metal- pero esto- dijo sacando una cajita de su bolsillo, y entregándosela al rubio- nos marcan de por vida, porque es nuestra felicidad-

- Y a vos se te ve muy feliz- dijo agarrando la cajita- van mejor las cosas con Astrid-

Hipo sonrió como bobo- no sabes la mañana que tuve- dijo con picardia 

***

- ¿Tacio? ¿A donde me llevas?- pregunto una Liv con una venda en sus ojos , mientras caminaba por el bosque, con las manos de Tacio cubriendo sus ojos 

- Te tengo una sorpresa- le susurro 

***

- ¡Sorpresa!- dijo mientras le sacaba la venda 

- Tacio esto es...hermoso, gracias- dijo mientras se daba la vuelta y lo besaba-¿ y porque es?

- Solo quería tener un lindo detalle con vos,¿vamos?- dijo mientras le ofrecía el brazo, para caminar hacia la mesa, el con ayuda de sus amigos, habían preparado una mesa con dos sillas, bajo una carpa blanca, en la playa, se escuchaba el ruido de las olas, al chocar contra la arena, y con unas velas, haciendo un camino hacia ella

- Siempre me ha gustad el mar- hablo la muchacha mientras caminaban- de pequeña mi abuela me llevaba de noche a la orilla de este, para contemplar la noche llena de estrella, y escuchar el ruido del mar, siempre me sentí tranquila cuando escuchaba el mar, es al lugar donde voy cuando necesito paz, cuando necesito pensar-

- El mar para mi empezó a tomar mas significado, cuando empezamos a montar dragones, era increíble, es increíble volar sobre ellos- dijo mientras le corría la silla para que se sentara, y después la acomodo 

***

- ¿Hipo?- pregunto la rubia entrado a la habitación temporal de su marido

El levanto su vista de su libro- ¿Si?-

Se cruzo de brazo en el marco de la puerta- que se traen entre tu y los chicos, especialmente  con Tacio-

- Cosas de hombres- dijo mientras volvía a su libro 

La rubia odiaba que la ignoraran, de verdad lo odiaba, y el lo sabia, y eso era lo que mas le molestaba!!! Que lo hacia apropósito.

Se acerco a la cama, y le arranco el libro de sus manos 

- ¡Ey!- se quejo Hipo 

- Respondeme-

- No, tengo algo mejor- y sin que la rubia pueda reaccionar, el la tomo por la cintura, y la sentó a horcajadas de el- no viniste por lo de los chicos- dijo mientras sus manos recorrían todo su cuerpo, y rozaban las narices- eso te trae sin cuidado, viniste, porque tanto vos como yo, no puedes dormir, sin que estos fuertes brazos te abracen- dijo mientras la apretujaba mas a el 

Aunque lo habían echo en la mañana, hacia tiempo que no lo hacían, y tenían que recuperar el tiempo perdido  

***

- Entonces casi nos morimos todos- dijo Brutacio mientras intentaba no reírse para contar bien su historia

- entonces moraleja nunca te encariñes con un arma- dijo la castaño mientras se reía 

- Mercy era una gran arma, estará por siempre en mi corazón- dijo serio, para después soltar otra risa- ¿Que?- dijo ya que la chica lo miraba fijamente 

- Nada...sabes que lo que mas me enamora de vos, es tu humor, es imposible no reírme con vos, un hombre guapo atrae, pero un hombre que te haga reír enamora-

- ¿Eso quiere decir que te enamoro?-

- Creía que eso ya lo sabias- pregunto coqueta acercándose a el, el se acerco a ella, y le dio un tierno beso

- ¿Liv?- pregunto el al terminar el beso

- ¿Si?-

- Yo te quería preguntar algo- pregunto nervioso 

- Pregunta- dijo con una sonrisa 

 - Bueno yo...- dijo mientras sacaba algo de su pantalón, y se arrodilla enfrente de su novia- se que no hace mucho que nos conocemos, pero..- dijo mientras miraba la cajita- pero ya no somos jóvenes, va no tanto- dijo mientras la miraba fijamente- ademas no necesito mas tiempo para saber que quiero pasar mis días a tu lado, te amo Liv, eres a la única mujer que ame de otra manera, y se siente tan bien, por eso, te quiero preguntar, si quieres pasar el resto de tu vida a mi lado, Liv Lange, te casarías conmigo?- pregunto abriendo la cajita que contenía un anillo 

A la muchacha le empezaron a salir las lagrimas, y con la manos en boca susurro un  "Si"

- ¿Que?- pregunto temblado, la valentía se le estaba yendo 

- Que... ¡SI!- grito mientras abrazaba el chico, quien se paro, y la abrazo fuerte, mientras la levantaba un poco del suelo 

***

Dos meses después de la pedida de Tacio, todo el pueblo estaba feliz por la boda que se aproximaba, ya que a pesar de que el chico causo miles de problemas nadie olvidaba que fue uno de los primeros jinetes, y muchos lo admiraban, a parte era el único de los primeros jinetes que quedaba soltero, dando a entender que se cerraba una etapa, y se abría otra generación de jinetes.

- Solo falta una semana para la boda- le dijo Tacio a los jefes, con una bebida en mano 

- ¿Y?¿Estas emocionado?- le pregunto la rubia 

- Estoy asustado-

- ¿asustado? ¿porque?- pregunto el jefe

- Hoy viene los padres de Liv, y sus hermanos, tiene 3 ¡hermanos! Y para peor son mayores, me van hacer pedazos-

- ¿Quien te dijo eso?-

- Es obvio Astrid, todos son así, no le gustan que un hombre este con su "pequeña"-

- Estas generalizando, no todos son así, la mayoría quieren el bien para su "pequeña"-

-¿Entonces no me van a matar?-

- No... capaz que te lastimen, pero matarte no-

- Gracias, As... por tu apoyo incondicional, tu si sabes levantar el animo, y ayudar a las personas- dijo aterrado y enojado 

***

La noche llego con el barco de la familia de la novia, en este iban la familia de Liv que se conformaban por su madre y padre, y sus tres hermanos mayores que ella, y algunos otros familiares, y amigos y amigas, tanto de la novia, como de sus conocidos.

Al conocer a sus suegros, el pobre chico sudaba nervios, hasta que los conoció y se dio cuenta que no había nada que temer la familia de Liv era como ella, tranquila, amistosa, de un excelente sentido del humor, y les cayó muy bien, y estaba feliz porque su suegro le decía que parecía un buen chico, si "parecía" ya que lo acaba de conocer, y todavía la super hiper confianza no había, pero lo bueno era que había dado una primera buena impresión, a la familia de su enamorada, y la primera era la que contaba, o no?

La cena había terminado, la gente se iba retirando del gran salón, la noche iba pasando, de los  que para muchos seria una tranquila noche, o eso es lo que creían

- Un gusto conocerte muchacho- dijo el padre de Liv

- El gusto fue mio- dijo mientras estrechaban las manos-¿ya saben a donde van a dormir?-

- Nosotros en la casa de Liv, y los otros en unas cabañas que el Jefe les a dado-

 - me imagino que saben llegar, o no?-

- Si amor, si nos yo los guió, y ¿tu no te vas a dormir?- le dijo mientras le agarraba el brazo

- Si, pero primero tengo que hacer algo- dijo con la mirada fija en algo 

- ¿que cosa?...Tacio- lo llamo, ya que se quedado absorto- Brutacio- lo movió 

- ¿Que?- 

- Te pregunte algo y...- dirigió su vista a donde su prometido la había tenido hace unos segundo, y vio una cabellera rubia, casi blanca y ojos marrones, era Freya

Brutacio le dio un beso en la mejilla y se despidió de ella, y se dirigió al centro del salón, mientras las familia y los amigos de Liv se retiraban, dejando a la castaña con la palabra en la punta de la lengua 

***

El jefe llegaba cansado a su casa, solo, ya que su esposa y sus hijos, se habían retirado antes porque los pequeños estaban cansado, en este momento agradecía no tener que subir las escaleras, y si, Astrid le seguía impidiendo que duerma con ella, aunque eso no impedía que tuvieron algunas tardes o noches, especiales, pero siempre en el cuarto que estaba durmiendo el.

Hipo llego a su cuarto, y se sorprendió al ver la sabana levantada, se fue acercando, sin miedo, porque podía ser cualquiera de su familia, al llegar y ver un cabellera rubia se sorprendió, el esperaba alguno de los gemelos, a su esposa no, pero eso no importaba ahora, le encantaba dormir abrazado a ella, y aunque la cama no era para dos, eso era mejor ya que se podían acurrucar mas. Despacio se fue quitando la ropa, y poniéndose  un pantalón para dormir, sin camisa, se sentó en la cama, se saco su prótesis, y se tapo, mientras abrazaba a la rubia por la espalda.

- Hola- le dijo ella entre sueños, mientras tomando su mano, y le daba un dulce beso 

- Hola- le dijo el, y cerro sus ojos 

***

-¡HIPO!- se escucho que lo llaman al jefe, era su primo, que estaba golpeando la puerta de su entrada para que Hipo la abra 

- ¡calla a tu primo! - dijo Astrid con la almohada en la cabeza, mientras Hipo se ponía la prótesis- los niños duerme, y son...- Astrid miro el reloj, y se sentó rápido para ver por la ventana- ¿Hipo?- pregunto la rubia, con una mirada preocupada dándose la vuelta para ver a su marido, algo había pasado.

- Si lo se Astrid- dijo poniéndose otro pantalón, el frió a esas hora era atroz- son las 4:30 de la mañana, y ese que esta gritando como loco ¡es mi primo! y el nunca se levanta antes de  que salga el sol- dijo mientras se dirigía a la entrada, seguido de su esposa, al abrir la puerta vieron a Patan agitado,  como si hubiera corrido una maratón, igual la casa del Jefe estaba en la colina mas alta 

- Patan- lo tomo por los hombre- ¿que pasa?-

- No te lo puedo decir por que te vas a reír en mi cara, y te vas a volver a dormir- dijo serio, era extraño ver a Patan así, el había madurado, pero no tanto

Hipo y Astrid se miraron, la rubia se alejo de la puerta, y del perchero que estaba al lado de esta saco un abrigo, y se lo puso a Hipo 

- Amor, ve con Patan, yo voy arriba a abrigarme, y ver como están los niños, si no se despertaron,  voy- le dio un beso en los labios 

***

- ¡Loca yo no te toque un pelo!-

- ¿Ese es Tacio?- pregunto el Jefe, cuando bajaba de Chimuelo, y su primo atrás de el, ya que no había podido despertar a Colmillo, motivo por el cual tuvo que correr por todo el pueblo hasta llegar a la casa Haddock

- Si- respondió, se escuchaban gritos que venían del gran salón

- ¿Que paso?- pregunto preocupado 

- No trates de imaginarlo, porque jamas lo vas a sacar-

***

- ¡¿QUE PASA ACÁ?!- hablo el jefe con autoridad, mientras caminaba hacia el centro de la discusión

- HIPO- grito Freya, y lo abrazo, como una niña pequeña, buscando protección, el por inercia la abrazo 

- ¡HIPO ESA MINA ESTA LOCA!- grito Tacio rojo de la ira que estaba sintiendo, con un ojo morado, ¡esto era el colmo!, el se encontraba siendo sostenido por dos robustos vikingos, cada uno lo sostenía de un brazo, y su hermana delante de el, como protegiéndolo para que no le peguen mas, porque al principio cuando lo habían encontrado caminando hacia su casa a las 4 de las mañana, un hombre se le había tirado encima, y el se defendió, no permitía que nadie le pegara así porque si.

El alborto se había armado a unas casas de la de el, unos vikingos lo habían detenido, y le habían dado algunos golpes, para después llevarlo arrastra al gran salón, cuando caminaban rumbo al gran salón, habían parado a llamar al primo del jefe, ya que quedaba de pasada, para que este llamara al jefe, pero también se despertó la hermana del "detenido". Cuando ella pregunto porque lo tenían así a su hermano, un hombre le respondió "Ningún hombre se mete con una mujer y  sale ileso" para después pegarle en la boca del estomago, Brutilda lo miro como preguntándole "¿Que mierda paso?", el solo le respondió con la mirada también " No tengo ni idea". Entonces la rubia sin dudarlo entro a su casa, y busco un maso, y se puso adelante de su hermano para protegerlo, y no hubo mas golpee en el resto del trayecto, no era bueno meterse con ella, ya que de una forma u otra te lo devolvía. Cuando habían llegado al gran salón, se habían encontrado a Freya con sus manos en sus ojos, llorando, rodeado de un grupo de mujeres, consolándola, y alrededor de estas sus maridos con armas, que vieron muy amenazante al chico Thorson, que no entendía nada.

Cuando uno de los hombre que iba con el, le había agarrado del cabello, y le susurro "Mira lo que provocaste", y había llevado su cabeza a donde Freya lloraba desconsoladamente, el le respondió "No tengo idea de porque llorar", el hombre le respondió " Ahh, ¿no?" mientras lo tiraba al piso, en un momento que su hermana se distrajo, y le propino un puñetazo en la cara, para después decir "bastardo"

- ¡¿Porque hiciste eso?!- le había reclamado Brutilda, mientras se arrodillaba al lado de su hermano, lo que le respondió el hombre, no lo iba a creer, su hermano era imposible de hacer eso, no lo creería jamas, jamas, antes muerta que creerlo, por eso se puso a la defensiva hasta que llegara el jefe, quien recién Patan había salido a buscarlo, quien le llegara poner una mano a su hermano, no salia vivo de ese salón, ella y su arma, lo harían realidad. 

- ¡ES VERDAD HIPO! ¡LO QUE DICE FREYA ES IMPOSIBLE! ¡EL ES IMPOSIBLE DE HACER ESO!-

-¡Brutacio!- grito su novia, mientras iba empujando a todos para llegar con el, y lo abrazo, su padres y hermanos, se habían quedado  en la ronda que los vikingos habían formado alrededor, de los hermanos, algunos vikingos y vikingas, el jefe y la ex-niñera, en ese momento casi todo Berk se encontrar en el recinto 

El chico no le podía responder el abrazo ya que lo tenían sostenido 

- ¿Que paso Amor?- le dijo con cariño mientras le acariciaba las mejilla- ¿Porque te hicieron esto?- al final junto sus frentes

- Solo es un malentendido, es una maldita mentira que creo esa  perra- le dijo tranquilo, ella lo tranquilizaba. Freya tenia que agradecer que era mujer, porque sino ya estaría en el camino de la vida y la muerte, aunque estaba seguro que su hermana se iba a encargar de eso, ya que veía como estaba roja de ira, y apretaba su arma, preparada para utilizarla 

Liv lo vio sorprendido- ¿Mentira?¿Perra?- le pregunto a su prometido, realmente confundida como el jefe lo estaba- ¿Que paso?- pregunto esta vez al aire, mientras se daba la vuelta, y encontraba a Freya abrazada al Jefe, llorando desconsoladamente- Alguien que me explique que paso- exigió Liv 

- Tu prometido abuso sexualmente de mi, me violo- dijo Freya entrecortada, mientras caían mas lagrimas, y se abrazaba con mas fuerza al jefe, este otra vez por inercia le devolvió el abrazo 

- ¿Que?- se preguntaron Liv, Hipo, Astrid y Eret, estos dos acababan de llegar, sorprendidos, y sin poder creer lo que había dicho Freya.