Mi pensar sobre la nueva orden existencial, Caballero:

Todas las fases han transcurrido, y pronto toda la existencia verá el nuevo orden del caos que invocaré. Admitiré que la traición de Luis fue inesperada, y no imaginé que Samaela llegaría tan cerca de completar su propio cometido; aunque, ya sabía que hallaría piedras en mi camino.

Pero ahora ya no hay nadie quien me estorbe, y Sam me ha enviado los códigos álmicos para la invocación del signo e impedir el acceso de ellos al Averno como prometió. Es momento de liberar a Gasoí de su sellamiento, y que active sus bombas de Verosén, con San Gabriel en mi tablero, ejecutaré mi última jugada.

Y mientras aún esté dentro de esta Alma títere, Alfa no podrá cortarme la cabeza ni enviarme al Infierno.

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Mundo vivo, Catacumbas de Pinus Nigra ...

Dos Des-Caballeros caminaban por un pasillo de esas catacumbas, llevando al derrotado y experimentado Arcángel de la dirección; al agarrarle cada uno por el hombro. Lanzándolo como si la basura se tratara, a una habitación de piedra, tras abrirse la puerta de roca elevadiza.

—Cof, cof... —Tosiendo y vomitando el adulto peliblanco maltratado—. Buarg... ¡Vais... A ver!

A punto de atacarles el hombre mal herido y exhausto, pero la puerta terminó por cerrarse justo antes que pudiera llegar a ellos. Golpeando la piedra el blancuzco por la ira.

—¡¿Ca-ballero si cre-creéis que esto me detendrá?! —Exhausto hablaba furioso al techo, pues sabía perfectamente que era vigilado—. ¡¿Est-estáis muy equi-equivocado?!

A punto de arrojar un disparo de su mano a donde se encontraba, cuando una voz peculiar pero conocida le detuvo.

—No, funcionará, Estamos en el Mundo vivo, recuerdas —dijo con voz apagada y débil un traidor de la orden enemiga.

Dando la vuelta el arcángel debilitado, viendo al rubito que una vez invadió su sector de Juzgado.

—Para que cualquier Alma pueda interactuar de alguna forma en este mundo, debe estar en buena condición. —Con la misma actitud aclaró aquel joven adulto rubio magullado.

—¿Luis? —dijo tras recordar el nombre de ese personaje, sorprendido de verlo cautivo—. No pens-pensé que Caballero os enceraría también... O experimentaría contigo.

—¿Y qué esperabas? Lo traicioné y por eso intentaron someterme con la savia para ver si volvía a trabajar con ellos, je—. Con una risita sobre sí mismo por su mal estado actual comentaba.

—¿Y lograron someterte, Luis? —preguntó con dudas mientras veía el aspecto pálido que tenía el rubio, incluso su indumentaria se blanqueó.

—Je, ya quisieras. —Bromeando, estando sentado en el suelo—. Por desgracia, esos experimentos con la savia dañaron mi mente, ya ni recuerdo muy bien la persona quien era antes. Por eso, decidí en ser yo mismo, Luís. Estoy cansado de querer ser alguien más; osea, el Luis que antes era.

—¿Eso quiere decir que ya no intentarás vengaros de Alfa? —preguntó mientras se acercaba caminando al sentado, agujerado y chamuscado.

Tras esa pregunta con todas sus fuerzas se puso de pie aquel disparador con cañón dañado.

—Esa obsesión solo me ha causado problemas. —Contándole cabizbajo con un tono serio—. Una vez alguien me preguntó si me gustaría ser algo más que un Ánima; ojalá pudiera viajar en el tiempo y acompañarle. Y aunque esa sola sea una de las tonterías que creen los Vivos, es una de las pocas cosas que aún recuerdo, y resulta que fue la estupidez más grande que cometí.

—No se-seáis tan duro contigo mismo, todos comete-mos estupideces de vez en cuando —dijo el ojidorado sin poder evitar empatizar con él-. Mi estupidez fue creer que mi hermana estal, estaba confundida, nu-nunca quise aceptar que ella podría ser igual a San Uriel De Arcángel; y al final resultó ser peor.

—¿Tu hermana es la que se auto proclama la verdadera última Arcángeleza, verdad? —preguntó suponiéndolo por ver las Zetas marcadas en los cachetes del auténtico Arcángel.

—Re-recuerda, fu-fuisteis tú el quien me reveló su traición durante nuestro último encuentro en Inframundo —platicando con él, con su palma izquierda tapando sus ojos—. Aww... So-solo espero que Marez logre impedir su nombramiento como nueva Ju-jueza, a tiempo.

—Da igual, ella nunca va a tener éxito de todos modos. Caballero se aseguró de preparar métodos, Porsiacaso, en caso de que ella logrará tener éxito —comentó en relajo y desinterés amargada, para calmar a su compañero de prisión.

—¿Qué di-dijisteis? —preguntó en voz baja sin verle, y alejando su mano de su propia cara.

—Ah, nada importante. Es solo una palabra tonta que dicen por ahí en Inframundo para decir que un sujeto se preparó ante acontecimientos imprevisto; solo es la frase "Por si acaso" pegada —explicando tranquilo el rubio y despeinado, con los ojos cerrados y ondeando la mano.

Cuando de repente el blanco reaccionando, agarró de los hombros del relajado, abriendo él último los ojos de la impresión.

—¡Y-ya se eso, y no me interesa! —hablándole de una forma directa que daba hasta miedo, por su interés en saber esa información—. Lo que quiero que me di-digas es... ¿Co-cómo es que Caballero se ha precavido de ella?

Moviendo sus manos el rubio para empujar suavemente al arcángel, y lograr zafarse de su agarre.

—No hagas eso... —dijo con amargura mientras se sacudía, y tocía por sin saber qué—. Cof, cof... Caballero sabía que Samaela lo traicionaría, así que tenía muchos movimientos en caso de que fuera la nueva Jueza Europal: agentes dobles en sus filas, informar a Juzgado de como burlar sus defensas y entrar a la Fuente, o incluso utilizar a Gasoí.

—Un momento, ¿Quién es Ga-Gasoí? —preguntó pellizcando su mentón.

—Es uno de los líderes de Nueva orden, más poderosos; un loco ingeniero fumador que habla raro. Además de su alto intelecto y creatividad, posee la rara capacidad de controlar el Verosen —hablaba el cazador no muy seguro de sus conocimientos, rascando su cabeza mientras balbuceaba—. ¿Qué, no te lo había dicho antes?

—No —respondió directamente, analizando e imitando la misma pose pensativa de su amigo precoz después—. Nunca he visto a un Ánima con esa capacidad; si Caballero lo enviará ahora, se-sería peligroso.

—Pero él ya lo envió a Averno y fue sellado por Sam, de eso estoy seguro -informó calmado y confuso Luís, aunque luego se auto interrogó—. ¿No sé por qué lo sé, si estoy seguro de que yo nunca he estado en ese mundo?

—¡¿Espera, S-sam lo selló?! ¿No sé su-suponía que eran del mismo equipo? —Preguntas que surgían en su mente tras escuchar que su hermana estaba implicada.

—¿Tal vez pensó que Gasoí podría ser muy peligroso para todos y nos hizo un favor al sellarlo? —Teorizó con los brazos sueltos.

—Lo du-dudo, la conozco y ella no hace nada por los de-demás; salvó que la beneficié de alguna forma. Lo más se-seguro, es que hizo eso porque era parte del plan de vosotros, t-tu sabes, guardar las apariencia —explicó con la mirada baja.

—Ahora que recuerdo, la fase final del plan de Nueva Orden consistía en eso, Gasoí activaría las minas de Verosen en Averno; solo daría resultado si Sam culminara la fase 4 y obtuviera los códigos álmicos del Sistema —Revelando la información que llegaba a su mente, comentando con entusiasmo luego lo que se acaba de acordar—. ¡Mira, lo que acabo de acordarme!

Revelación que dejó pasmado al canoso, y a la vez le frustraba, apretando sus puños con fuerzas.

—¡¿Pero...?! ¡Argh, no tengo otra opción más que tomar! ¡Tendrás tú que decirle esto a, a Marina...! —Se auto sugería por lo iba hacer a continuación, mostrando que cada vez se cagaba más y más.

Con la poca concentración que aún mantenía realizó un chasquido para invocar un Signo blanco, el cual carecía de su blancura habitual y lucía poca estabilidad.

—¡¿Espera, pudisteis largarte todo este tiempo?! —interrogó catatónico, el de la cicatriz.

—A-ahora mismo, so-solo pu-puedo transportar a otro. Di-diles a Juzgado lo que me has dicho —hablando débilmente el Arcángel, con la mirada seria en el presunto desertor de los malos.

—¿Realmente confiarás en mí, soy un Ánima que pertenecía a este grupo malvado? —preguntó recordando parte de lo que era antes, hablando de más sin darse cuenta.

—Pe-pero cualquiera pu-puede dejar de serlo, sí ha de poseer la determinación necesaria para hacer el esfuerzo. Y en t-ti, veo el fuego de vuestra determinación —Dictando sus propias creencias, comentando un chiste al final—. Ademá-más, ahora mismo no es que tenga muchas opciones.

Tras lo dicho, el rubio de cañón explotado comenzó a tener diversas imágenes de un pasado que no recordaba con exactitud, uno del cual nunca estuvo seguro de sí lo que hacía era lo correcto o lo incorrecto; ni menos si era de verdad su elección o porque estaba obligado en hacerlo.

—No sé, si estás consciente de que no tienes garantía absoluta de que haré lo que me pides. —Con la mirada baja hablaba lo que en verdad pensaba de esa situación—. Por lo que yo te daré esa garantía: Sacadme de aquí con el poco poder que tienes, y te juro que yo haré todo lo posible para decirles sobre la fase final de la orden.

Palabras que lograron crear una sonrisa de calma en el ser de mentalidad Arcaniana, teniendo asegurado que ese personaje daría todo su esfuerzo en decirles a sus camaradas. Pero los ruidos que provenían del pasillo le recordaron que no había mucho tiempo.

—Non-on, no nos queda mucho tiempo. Mi poder álmico actual no me permite transportaros directamente, ni menos si Sam ha realizado estragos en la Fuente. Pero podré hacer que permanezcáis en proceso de transportación; y cuando la Jueza Artial tome el control total del Sistema aparecerás en mi oficina —explicó con apuro, dando un pequeño giro con su dedo índice derecho—. Por cierto, u-usad esto.

San Gabriel produjo con su dedo una marca de color blanco con el símbolo de Juzgado, y con un movimiento de ese mismo dedo. Enseguida el símbolo golpeó la frente del curioso Luis, marcándolo a quemarropa.

—Auch... —gimió leve el Luís Miguel por el ardor.

—Lo si-siento, hacemos otra cosa para entregar marcas, pe-pero no tenemos tiempo para eso ahora. Con eso te creerán, so-solo di que yo os envié, ahora quedaos quieto para transportaros —explicó sin retrasos.

Tras su orden tomó postura firme el güero, decidido en cumplir su objetivo. Pero no se esperó el último comentario del Arcángel.

—Y una cosa más. No es que a-afloré la venganza, ante todo, pero detesto que las Ánimas n-no paguen sus pecados... —añadió con cierta inocencia, cambiando bruscamente su forma de hablar—. ¡Esto es por haber invadido mi sector, bajo mis narices!

Con otro chasquido del vengativo ángel de la amabilidad varios arpones emergieron del portal, incrustándose en la cara del rubio y otras partes. Jalándolo a fuerza bruta hacía signo blanco, absorbiéndolo y transportándolo.

Cayendo al suelo un Gabriel sumamente agotado, escupiendo su esencia dorada. Mirando de reojo la entrada elevadiza abriéndose y las botas metálicas de un ser pálido con capa blanca entrando por ella.

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Paraíso, oficina del Juez. Presente...

Regresando al presente, luego de la derrota de la indiscutible traidora; lo primordial hubiera sido acabar con la traición de muchos más agentes seguidores de Samaela. Pero el inesperado regreso de un antiguo invasor, y ex miembro de la orden de Ánimas, era algo que debían atender algunos de los personajes que estaban en la Sala EX (Ejecutor, Marina, Minián, Verónica y otros dos Supervisores que servían como guardias), entrevistando al sujeto en cuestión en la oficina de un desaparecido y verdadero Juez de esa región.

—Y eso es lo que pasó... —dijo Luís tras contar lo sucedido y cómo fue que apareció en el lugar, mientras era vigilado por dos Supervisores de clase demonio en ambos lados.

—¿Me estás diciendo que San Gabriel De arcángel, uno de los siete Jueces existenciales, te tiró acá por piedad?! —Enfatizando la muchachita medusa al otro lado de la mesa—. Tu charla no tiene mucha lógica. ¡Porque vos estabas con la orden para entrar en la bronca con Alfa!, ¡¿Recuerdas?!

—Sé que no he ido por el buen camino. Pero estoy cansado de siempre seguir un rumbo, y luego descubrir que es malo; solo quiero ayudarles porque Gabriel me ayudó a salir de Nueva Orden, después aceptaré cualquier condena que tengan para mí en el Infierno —explicando sus más sinceras motivaciones, con la mirada baja por su pasado difuminado.

Pudiendo escucharle con atención el adolescente implicado con él.

—Bueno, la parte en que Gabriel se venga de este, suena bastante creíble para mí, jeje —dijo el adolescente pelinegro risueño de ojos rojos mientras levantaba los hombros y cerraba los ojos, ya que conocía bastante bien al Arcángel.

—¿Tal vez...? Pero la parte de que hay un Ánima con la capacidad de jugar con el Verosén suena irreal. ¿En qué mundo un Alma puede resistirse al Verosén? —Cruzando los brazos negaba rotundamente la Jueza interina paranoica.

—¡Es cierto, no estoy confundido ni nada! —Con las manos en la mesa llamaba la atención el sospechoso—. ¡Es un sociópata fumador de verde con complejo de...!

Cerrando él la boca tras recibir una fuerte mirada de los Supervisores guardaespaldas a su lado que le veían severamente. Teniendo que calmarse al saber que se estaba propasando en sus palabras.

—Alfa, te la viste con todas las Ánimas que servían a Caballero. ¿Vistes a un "Man" con la descripción que da este loco? –preguntó la chica al ignorar las atenciones del disparador sin un cañón en sus brazos, pues habían regresado a la normalidad.

Dudando brevemente el Ejecutor, pero negando con la cabeza a pesar que quería ayudar al rubio que tal vez intentaba redimirse.

—Presta atención Luís, o como sea que te llames ahora —Mirando una apellidada Marez seria al supuesto desertor—. Puede que ahora quieras ser bueno, o algo así. Pero no puedes venir así, y creer que todos te apoyaremos sin tener una prueba a la mano.

—¡¿A la mano, que no vez que su marca en la frente?! Es obvio que estuvo con Gabriel —objetó el Vargas mayor tras las anotaciones de su jefa.

—Y por eso dejé que hablara, pero seguramente tú también sientes la savia que él emana. —Notificó seria.

Notificación que calló al adolescente, y alertó las otras dos chicas un poco cerca del rubio. No obstante, la gata no decía nada porque creía estar recordando un hecho importante de cierto encuentro que tuvo antes en Averno.

—Como dije, puede que este pibe ya no siga en Nueva orden. Pero también, puede, que su milagroso escape haya sido parte sea otra triquiñuela de Caballero; y que además de bloquear las memorias de Luis, también lo haya preparado para esto —dijo con las manos sobre la mesa de la oficina la chica, tendiendo una postura seria y autoritaria por la seriedad del asunto.

Bajando la mirada el adolescente masculino por no poder ayudar a sus dos amigos, junto a la adolescente femenina canosa que no podía hacer nada por rescatar al ángel de la dirección; porque sin estaba enamorada de él. Sin embargo, la gatita adulta, logró al fin recordar a una Ánima similar a la descripción dicha por el desenmascarado; gracias a cierta confesión que hizo aquel Gasoí que concordaba con lo que escuchó una vez.

—¡Grría ajá! ¿Qué tú crrees?! Toda esta invasión de Deses fue parra implantar las minas de la sustancia Verrosen que estallarrán parra la fase final, ahorra solo falta que nuestrra Superrvisorra se apoderre de Juzgado y el sistema existencial —recordando esas palabras, a la vez el aspecto que lucía el villano.

—¡YA ME HE ACORDADO...! —gritó al recordar al sujeto mencionado en su cabeza, tapándose la boca por el bullicio hecho involuntariamente.

Pero de nada sirvió callarse, si recibió toda la atención.

—¿Algo que quieras convidarnos, Suárez? -preguntó con desinterés la pequeña azulina.

Sonrojándose la morena por la pena, pero tras unos tosidos se dispuso a aclarar.

—Disculpadme por eso, pero... —Respirando antes de hablar y explicar—. Este tío rubito tiene razón, si hay un Ánima con esa capacidad. Tuve una cita con él en Averno durante la Invasión, pero fui sellada, y creo que Samaela lo selló y se aseguró de que no supiesen nada.

Levantando la vista la Jueza, la Asistenta del Juez desaparecido y el Ejecutor por la impresión.

—Creo, que toda esa invasión fue para implantar unas supuestas minas de Verosen en Averno; la utilizarán para la fase final del plan de Caballero. De seguro utilizaron el tiempo del Ejecutor y Gabriel en Inframundo para realizar esa estrategia— hablando con la sabiduría que algunas veces sacaba a relucir.

—¿Qué raro?, Le he echado los ojos a los expedientes de Ánimas condenadas por esta región. Y no mencionaba a nadie con ese poder. —Con su mano en su mentón opinaba Marez al disentir—. Salvo en el Averno con un Ánima no registrada, y conservada en cautiverio que no podía ser inspeccionada o tocada por ser expuesta al Verosén; órdenes dadas por Samanta De arcángel.

—Posiblemente Sam lo ha tenido allí todo este tiempo para esto, y no iba a liberarlo porque creía que se iba apoderar de Juzgado. Pero como ya había perdido, y no quiso admitirlo, terminó por liberarlo de alguna forma desde aquí —contando su propia teoría la felina.

—¡¿Eso significa que Luís tenía razón?! —preguntó Alfa mirando de frente a la chiquilla, y autoridad temporalmente mayor.

—¡Ay sí, ya que! Me choca tanto ajetreo —dijo con ojos fastidiados la joven de 14, mirando los ojos del joven de 17.

—Bueno, entonces me iré al puerto de transportación B para ir al Aver... —Adelantándose a los hechos se daba la vuelta y alzaba sus alas en la espalda, hechas de una energía oscura, para volar el joven.

Salvo las palabras de su prima que le pararon.

—Mi veredicto no cambia. Primo, no vas a ir —contestó con voz neutral.

Sorprendiendo al gótico, cual se quedó sin palabras. Momento en que discrepó la otra relacionada con el canoso a rescatar, y aún novata.

—No lo entiendo, sabemos que Caballero ejecutará su plan en Averno. Debemos ir allá a detenerlo, y averiguar donde mantiene al señor Gabriel. Somos Juzgado, detenemos a las Ánimas —respondiendo segura de sí misma, pero denotando su inexperiencia.

—Concuerdo con ella —alegó el recién detenido en apoyo personal.

Palabras que hicieron que la muchachita de muchos ropajes cerrara los ojos, y expulsara aire frío por la boca al suspirar. Tal vez pudo haberlo hecho por la nariz; pero como no tenía, lo hizo por la boca.

—Puedo entender que esta niña diga eso, porque se nota a leguas que está re engatusada por el Gabriel —Abriendo los ojos para ver al crecido con una mirada fría—. ¡Pero de ti Alfa! Tas dejando que tu apego con el De Arcángel varón te ciegue los ojos.

—Sí, pero... —A punto de cuestionarla, pero bajando la voz al no tener ideas.

—¿Y por si me vas meter eso de que "debemos acabar con las Ánimas"? Solo te diré que, sí lo hacemos. Pero ante todo debemos mantener a salvo el Cielo; no podemos dejarlo desprotegido. Ni menos en las circunstancias actuales. —Con un severo regaño dictó.

—Pero que no ves que, sí Caballero está en Averno, con un tipo con poderes para controlar la sustancia que quema Almas. El Infierno podría verse implicado también —objetó en contra, aunque de una forma de la cual podría mal entenderse.

—¿Estás diciendo que debemos proteger a los condenados? —interrogó cerrando sus ojos.

A punto de ser contestada por el chico de fuertes ideales, el cual ya comenzaba a sacar su frustración, y gotas de su savia por los ojos. Pero la Recién lo calló al darse cuenta de su enojo creciente.

—Jeje, lo que creo que quiere decir es... —carcajeando como tonta la morena por hacerse la intermediaria de la fuerte discusión—. Es que, si Caballero logrará poner sus manos en el Infierno y reclutará a los condenados, podríamos enfrentarnos a un ejército paranormal.

Palabras que puso en que pensar a la jovencita precoz, poniendo su mano, cubierta por una larga manga azul, en su mentón.

—Tengo que admitir que eso sí sería un problema, hasta el posible preludio de una nueva guerra existencial sería posible. —Dudando la chiquilla admitió, pero con una mirada firme mantuvo su orden anterior—. Pero estoy segura que nosotros podríamos lidiar con esa situación, una vez que nos hayamos recuperado completamente.

—¡¿Y no sería mejor prevenir que lamentar?! —cuestionó todavía Alfa, enfatizando la importancia.

—Me gustaría prevenir, pero tú no ves como estamos como entidad, ahorita mismo. Acabamos con la raíz de los fallos de la fuente, pero todavía no poseemos control absoluto. Y las fechorías de Samaela ensuciaron nuestra propia "cancha de juego", no podemos andar de locos y lanzarnos de una al partido. —Con una forma de hablar más relajada, y medio rara, explicaba—. Primero debemos recuperarnos y crecer, no importa si en nuestra ausencia nuestros enemigos crecen también.

Su discurso de jefa mayor dejó mudo al adolescente de piel fría, bajando la mirada por saber que estaba equivocado. Y con ver esa mirada de decepción, la jefecita que también era su amiga; al menos cuando no tenía que ser su jefa directamente, no pudo evitar empatizar con él.

—Lo siento, Alfa. Si fuera por mí te enviaría, pero tenemos la fuente en limpias por ahora, y aún los signos normales siguen deshabilitados. —Concluyó con pena.

Cuando llegó volando una de las técnicas más astutas y de oscuras vestimentas a la oficina, dirigiéndose a la Jueza interina.

—Jueza Marina, le informo que la limpieza de la Fuente corre mejor de lo esperado. Cuando Sam absorbió casi toda la savia en ese mundo y la asimiló no solo detuvo su contaminación, sino que la mayoría de los fallos anteriores fueron corregidos. —Con la frente en alto y una mirada firmé informó la Vargas menor.

—Que chévere. —Expresando calma comentó con una sonrisa la informada, pero reemplazándola por una mirada seria al instante—. ¿Pero y las malas?

—De acuerdo, las malas son que, a pesar de su derrota, la rebelión de Samaela, aún persiste y eso que ya no poseen el poder de la savia —informó otra vez, pero con una mirada está vez.

—¿Y ya tenemos contacto con el resto de las regiones? —preguntó con una indiferente ante lo que antes dijo.

—El Fiscal Jaime consiguió restablecer las comunicaciones, y verificó el estado actual de los demás Sectores de la entidad —Regresando su actitud anterior hablaba con más ánimo—. La in-subordinación ha sido contenida en todos ellos, lo lograron con facilidad cuando Samaela fue derrotada.

Palabras que calmaron a todos los presentes. No obstante, eso cambió con otro anuncio de esa Técnica de Ejecutor.

—No obstante, parece que en Averno están ocurriendo problemas más graves. Incluso el Juez Matías Gutiérrez y el Juez Liu Chan enviaron tropas de sus supervisores para el asunto. —Con una seria expresión les contaba-. Desconozco el asunto, pero debe ser muy fuerte porque mandaron a los dos Ejecutores que estaban bajo su mando.

—¡¿Tan fuerte es que tuvieron que enviar al Doctor tiempo y a Adora Villanueva?! —preguntó el Ejecutor presente asombrado, a pesar de estar con los brazos entrecruzados.

—No solo eso, también recibí peticiones del doctor; de que Alfa fuese enviado allá también lo antes posible. —Informando con una voz pasiva y clara.

—¡Ya fue...! —declarando de forma extraña alguna participación la hija adoptada del doctor mencionado.

Chasqueando sus dedos para hacer desintegrar el mesón de cristal, fijarse en el Ejecutor presente.

—¡Che, hay que echarte en Averno! —Mandó de forma directa y apresurada mientras le apuntaba con su dedo índice.

—¿Qué, pero si dijiste que no, porque estábamos en crisis y esa cosa...?! —patidifuso cuestionó la repentina decisión de la jefa interina con cara y cuerpo de chavala.

—Déjate de broncas, que si mi padre es quien lo dice debe ser serio. No hay nadie más astuto que él. —Defendiendo a su padre se excusaba ante su repentino cambio de opinión—. Ahora usemos un Signo EX para lanzarte ahí.

—El acceso a ese mundo se bloqueó con permisos EX, luego de la entrada del Doctor tiempo y Adora. Es posible que Caballero haya obligado a mi tío que lo hiciera, para no ver complicaciones durante su altercado —informó con apuro Oscuria con voz neutral.

Frenando el posible caminar de la regresada y alzada preadolescente.

—¡Hasta eso no funciona, pero si vos fuiste la monja que sacó al Alfa, sus amigas y a la In-sufrible de la Fuente existencial! —indignada le contestaba.

—Lo siento, pero la información que conseguí en Plaza archival era sobre limpiar la Fuente existencial, y solo era para extraer a todos las Almas presentes allí. No sé si existe alguna forma de saltarse la barrera Cortafuegos de Almas dado por un Juez —informó de forma respetuosa, a pesar de la forma con la cual fue mencionada por la medusa humanizada.

Poniendo a pensar a la medusa sobre aquel asunto, pero la llegada de otro técnico la salvó.

—Ahh, disculpen... —dijo Diego al llegar volando con timidez—. ¿Creo que he pensado en una alternativa viable?

—¡¿Arg, es en serio?! —Sacando chispas y pequeños tentáculos de sus mangas mostraba su estrés por ese personaje—. ¡Sé que estamos en crisis, pero por favor respeten la oficina del Juez!

Su claro llamado de atención dado por la llegada del técnico con detalles de zorro era por su desagrado, algo que todos notaron y hasta aquel peliazúl arrepentido bajó la mirada por decepción. Captando esa depresión la Angelina de nivel 3 Verónica, pero de cargo aún en discusión.

—Jueza Marina Marez, ¿Sí me permite vuestra atención? —Llamándola con su estilo educado de hablar—. Estoy clara de que la confianza de Diego podría seguir en duda para usted, pero nos ha demostrado que su participación puede sernos útil. ¿Creo que deberíamos escucharle al menos?

Palabras que hicieron pensar a la agente invernal, moviendo sus ojos en desinterés. E inclusive el comentario de la princesa llamó la atención de aquel zorro, mirándola con curiosidad.

—De acuerdo... —Aceptando de mala gana, observando entonces al defendido—. Muy bien "Caretas", ¿Qué es eso de que tenés una alternativa?

—¿Caretas...? —Repitiendo en voz baja el sustantivo que ella dijo, por la duda.

Pero al darse cuenta de la pregunta iba para ya, sacudió la cabeza para ponerse a explicar.

—Di, digo... —Poniendo cara seria para lo que iba a decir—. Creo que, si utilizamos los comandos con que saltamos las defensas de Samaela para poder meter a Ejecutor y las otras féminas en la Fuente, junto a los códigos que implementó la Técnica Oscuria para poder extraer a las Almas de ese mundo. Existe la posibilidad de que alteráremos la frecuencia existencial de un signo EX para que Ejecutor, y otra Alma, puedan acceder al Averno y poder saltarse las barreras álmicas más fuertes, hasta las de venidas de un propio Juez.

Creando incógnitas en la mitad del personal, aunque la Artial ocultaba suya con la expresión desinteresada que tenía su cara. Fijando su vista únicamente en la Técnica medio "Emo"; pues entendía a qué se refería.

—¿Podés hacer lo que sea que dijo él? —preguntó la niña de alto mando con los brazos cruzados a la chica de su primo, y señalando al parlanchín de hace rato con su pulgar saliente.

—Parece posible, a pesar que nunca se me ocurrió —dijo de forma seca al diagnosticar, llevando su vista al astuto y anteriormente dos caras—. ¿Pero eso no podría variar según el compañero que sea transportado junto a mi papá?

—Precisamente; Ejecutor ha de ir con alguien de actitud férrea para ocultar sus claras señales de su propia savia oscura. Pero tampoco ha de ir con alguien más agresivo que él, o si no Caballero podría darse cuenta —contó de forma simple para que todos pudieran entenderle, o al menos eso creía él.

—Paráte ahí... ¿Estás pidiendo que Alfa vaya con alguien exactamente igual a él? —interrogándolo la de jerga Argentina con los puños en su cadera-. Sabes, que existan dos Almas completamente iguales es imposible.

—Lo sé, pero mientras más parecidos sean de mentalidad, habrá más posibilidades de que la protección corta Almas de Nueva orden no sea activada. Recuerdo un poco de como Sam junto a Caballero hacían prototipos de esas protecciones; y así funcionan —excusándose en defensa el joven con orejas sobre su cabeza.

Revelación oída por las dos compañeras de diferentes tamaños, clase y apariencias humanas.

—¿Podría ir yo? —sugirió Verónica de forma inocente—. Algunos dicen que Ejecutor y yo nos parecemos de cierta forma.

Enfocándose en ella Marina, aún con los brazos cruzados.

—Puedo notar que sos lista. Pero para una misión como esta, Ejecutor necesita a un compañero fuerte —respondiendo de forma directa y sin altibajos la aguamarina.

—¡Entonces iré yo! —Levantando sus puños Minian lista para la acción, cuales envolvían pequeñas auras naranjas álmicas—. Tengo asuntos pendientes con "El Gasoí".

—¡¿Tú...?! Moviendo la cabeza atrás por la sorpresa al verla con mucha duda—. Claramente sos fuerte, pero no te pareces en nada a él; salvo que ambos poseen unos dientes raros.

—¡¿Entonces quién, sabionda?! —respondiendo con los puños en su cadera por la descortesía anterior.

Duda que hasta puso incomoda a la joven Jueza, porque ella tampoco lo había pensado detalladamente, tartamudeando y hallando su respuesta en la jovencita gótica.

—Pos, ella... —Señalándola con el dedo índice.

Reaccionando al instante el padre de ella.

—¡Nooo, es muy peligroso! —dijo oponiéndose seriamente sin siquiera pensarlo.

Oposición que elevó los humos de la chica azulina que creía que esa era la mejor opción.

—¡¿Qué cara...?! —encarando de frente al adolescente sombrío y des encapuchado—. ¡Es la opción más lógica! ¡A pesar de ser adoptada, es tan igualita a ti que podría ser tu hermana!

–¡En primera; lo más lógico es que se quedará ayudarte con la recuperación del Sistema! ¡Y en segunda, ella jamás se parecería a mi hermana gemela! –discutiendo con ella mientras defendía a su hija.

—¡Decís eso, pero confiad en ella y deja que demuestre su verdadero potencial! —comentando para ganar a su crecido primo.

—¡¿Eso crees?! —Cuestionándola mientras se giraba para ver a su hija—. ¡¿Oscuria, realmente crees que puedas ir al Averno y enfrentar a golpes sucios y sádicos contra Caballero y sus Deseos caballeros?!

—¡No, soy solo una Técnica! —respondiendo con preocupación, y un poco de miedo por la pregunta tan repentina de su papá.

—¡Vez...! —comentando a su terca jefecita, mientras señalaba a la oscura chica.

—¡Arg...! —Alzando las manos en su desagrado su prima-. ¡Cualquiera se pone así si le lanzas al caño de un solo golpe!

Su discusión parecía que iba durar un rato, más parecían los propios niños peleando. Extrañando a todos, salvo un Ánima rubia rebelde que estaba pensando en una solución.

—¿Y qué tal si yo le acompaño? —propuso de forma seca y con sentimientos neutrales el dudoso nuevo aliado.

Proposición que llamó la atención de todos los presentes, e igual frenó la discusión inmadura.

—¿Si eres tú u Oscuria? Prefirió que seas tú —confirmándolo de forma rápida y desinteresada el tutor de la amenazada.

—¡¿Aguantense me ahí?! —Deteniendo la conversación la exodus excluida del asunto—. ¡Yo no permitiré que uno de los tres Ejecutores existenciales se vaya a una misión con una presunta Ánima que se pasó de lado!

—No pido que confíen en mí. Pero como antes yo era de la orden tal vez tengamos más chances de que el Cortafuegos álmico de Caballero no nos detecte —explicando su idea con un rostro de preocupación.

—¿Si claro? —Moviendo sus iris en reojo mientras cruzaba sus brazos, demostrando su claro desinterés—. Prefiero mandar a una de las Turpiales que vinieron por órdenes de la Jueza Amerial...

—¿Pero no que ellas están ocupadas cargándose a la Sucumbida esa que salió luego de que Samaela se revelará que era la Jueza interina? —opinando con dudas la chica Vargas.

Opinión que avergonzó a la venida de los mares, azulando sus cachetes de la pena.

—¡¿Bueno a quién sea?! —Alzando la voz a la vestida de negro, pues no quería admitir que se dejó llevar—. Y además no creo que su truquillo funcione.

—De hecho, puede que sí... —habló Álvarez al teorizar unos cálculos en el panel que invocó, teniendo un poco de vergüenza por las miradas puestas en él—. Digo, seguramente que sí. He revisado el tiempo que Caballero recibió los códigos de Sam y la implementación de la barrera del Juez Gabriel, y sería imposible que Caballero haya obtenido el tiempo necesario para reconfigurar a Luis de Aliado a enemigo en su barrera antes de que San Gabriel la pusiera, por lo muy complicado que es el proceso. Resumiendo, su teoría tiene altas posibilidades de que funcione.

Bajando las manos la joven de catorce en rendición, aceptando que no tenía excusa alguna frente a la respuesta lógica. Pero le costaba aceptarlo.

—¡No me jo...! ¡Vale, ya que, vayan ustedes dos! —confirmando el pedido de mala gana la jefa, mientras restregaba su mano azul salida de su manga larga por la cara.

Comenzando a preparar el Signo EX la Oscuria Vargas sonriente y el Diego Álvarez serio, a pesar que la gata estaba decepcionada por no ser ella la escogida.

—Nah, yo quería ir —quejándose Suárez como como cría al dejarse caer por el peso de sus brazos.

—Creo que ya hemos hecho suficiente por ahora, Minian —dijo la princesa con una sonrisa y siendo condescendiente.

Recibiendo la vista seria del adolescente oscuro.

—Eso es correcto, id a descansar a sus Aulas de confort en Paraíso. Ya debieron haber habilitado esa zona —ordenó con voz tranquila pero firme.

Asintiendo con la cabeza mientras cerraba los ojos la muchacha que agradecía la orden y cumplía, retirándose y llevándose en sus brazos a la pequeña mujer apática. Sonriendo el Ángel de la Muerte por la madurez que tenía la princesita que antes le caía mal, pero retomando su mirada seria al ver de frente al rubio.

—Luis... —Llamándole y pronunciando su nombre de forma inglés.

—Por favor, dime Luís —pidió con calma y seguro de su nueva identidad.

—Bien, Luís... —Asintiendo y aceptando la nueva identidad del cazador—. ¿Puedes recordar si alguna vez Caballero parecía tener dos personalidades, o una especie de protección especial?

—Francamente, todo lo referente a Caballero desapareció de mi mente —dijo lentamente el güero, imitando la pose pensativa del corta cabezas, sin guadaña por ahora—. ¿Por qué la pregunta?

—Tal vez no lo recuerdes, pero ya habíamos peleado contra él: Gabriel, tu y yo. Desafortunadamente fui incapaz de cortarle el cuello, y enviarlo al Infierno— contaba mientras tenía en la mente el suceso pasado.

—¿Creía que cualquier Alma que caía ante tu Ejecución capital? —comentó con intriga el adulto joven.

A punto de responderle el adolescente, hasta ser interrumpido por su jefa metiche y salida de la nada.

—Bueno existen tres excepciones a la regla, y no estamos seguros de cómo Caballero adquirió ese poder —respondió al entrometerse de sorpresa, asustando brevemente al Ejecutor—. ¿Y aun así le enfrentarás, Alfa? ¿No sería mejor buscar solo buscar a Gabriel y descubrir lo que planea Nueva orden en Averno?

—Tal vez... —Bajando la mirada y pensando en sucesos pasados Alfa—. Pero en la pelea contra Samaela descubrí mi tercer impedimento para ejecutar Almas, por lo que creo que tengo una solución si llego a enfrentarme a Caballero. Si Samaela consiguió tanto poder por la Savia, no imaginó lo que lograría Caballero si lograra cumplir su Plan de crear una Nueva orden existencial.

—De acuerdo, dejaré eso en tus manos. Pero acordate que estás en tu segunda deformación por el peligro actual, y no sabemos si lograremos restaurar todos los sectores de Paraíso antes de que él ejecute su fase final —añadió seria con sus codos elevados atrás de su nuca.

Quedando un ambiente de quietud y seriedad, mientras el güero intentaba recordar una cosa. Espabilando en el ambiente él último nombrado, al recordar un dato importante.

—¡Esperen, acabo de recordar algo! —comentó bruscamente el acordado.

Recibiendo las miradas de los dos agentes. Y sonriendo él tontamente por la pena, poniendo su mano detrás de su cabeza.

—Solo suelta la sopa —dijo desinteresadamente Marez mientras cruzaba sus brazos—. Y no me refiero a que invoques una sopa y la tires por ahí; por favor.

—Okey; aunque no iba hacer eso... —Asintiendo con la cabeza por los apuros—. Es algo difuso, pero creo recordar mucho antes que se formará Nueva orden. Que cuando Caballero y Samaela me buscaron para que cazara a las Ánimas que odiaran a Ejecutor y a Juzgado con mucho fervor, Caballero actuaba de forma extraña; como si intentará controlar o adaptarse a su cuerpo. Incluso una vez perdió su casco e intentó quitarse su armadura mientras lucía una actitud totalmente atemorizada. Si no me hubiera pedido que lo ayudara a volverse a poner su armadura con fuerza bruta no sé qué hubiera pasado después. ¿Y creo que caballero me dijo eso desde su casco arrojado?

Su cuento era misterioso, aunque no causaba tanta impresión en la chica Medusina. Por supuesto, si un gran interés en el joven que lucía su pose pensativa.

—¿Les sirve esa información? —preguntó desconfiado de su propio acontecimiento experimentado.

—Francamente, cualquier opinión mía sobre esa información sería chupada por el diablo. Así que mejor pregúntaselo al virrey negro de acá —opinando la jefa interina otra vez de forma desinteresada mientras señalaba al joven de capa negra con el pulgar.

—Gracias por el dato, Luís —comentó en agradecimiento tras ver la mirada del ex cazador, asintiendo con la cabeza mientras seguía en su pose pensativa-. Creo que ya tengo una idea para exponer la verdadera identidad de Caballero.

Escuchando el trío el aviso del zorro informático luego.

—¡Escuchad, ya está listo el Signo EX! —Llamándolos desde su posición.

—Ve tu primero, Luisito rey, Oscuria te va a dar algo que puede serles de utilidad. Yo tengo que hablar con Alfa, primero. —Mandó la Mari aburrida de tanta charla, sin dejar su postura de brazos cruzados.

Caminando entonces el rubio al área de invocación de Signo tipo EXistencial, mientras pensaba en silencio que se podría significar el apodo que le hizo; aunque seguramente solo hizo por chiste. Mientras la Jueza interina hablaría de un asunto importante con el Ejecutor 2, y con dos mejillas cortadas en su cara.

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Averno, Ahora mismo...

Manifestado el signo gris junto al destello del mismo color, cayeron los antiguos enemigos tras haberse recompuesto de las partículas triangulares que formaban sus propios seres. Descendiendo en un lento vuelo el chico oscuro cómo si nada, mientras que el otro de un tropiezo casi se cae, a espaldas de la ciudadela industrial en llamas y con una guerra entre Ángeles y Demonios contra Deses y Ánimas presidiarias. Mientras explosiones de Verosén con forma de explosión atómica verde se creaban por doquier.

—¿Estás bien Luís? —Curioso por el aterrizaje de su compinche—. ¿Uno diría que sabrías aterrizar luego del uso de un signo?

—¡Sí, pero estoy seguro de nunca había usado un signo EX! —decía con enojo el acusado, pero calmando sus llamas al respirar tres veces y hablando en una mejor actitud—. Perdón, creo que aún tengo que trabajar en mi actitud.

—Nah, al menos no usaste groserías estúpidas para demostrar tu furia. ¡Me choca que la gente las use sin algún pretexto! —contestó mientras sacaba también un enojo personal.

—Descuida, tampoco me gusta decirlas; aunque no recuerdo por qué —comentó mientras bajaba la mirada, deteniéndose al tener una duda—. Por cierto, ¿de verdad vas a extinguir a San Gabriel si Caballero lo volvió malo con el poder de la Savialma?

—¡¿CÓMO SABES ESO?! —preguntó a gritos.

—Oí a la medusa esa, de habla rara, que extinguirás a San Gabriel de ser necesario. Lo siento si fui grosero, no sabía que era una conversación privada —dijo de forma relajada y disculpándose al final.

—¡En realidad, yo estoy impresionado de tu audición! ¡¿Cómo le hiciste para escucharnos tan lejos, si como estamos muertos no existen ondas sonoras, solo ondas álmicas?! Y esas solo funcionan si estamos concentrados en escuchar —interrogándole con asombro el chico.

—No lo sé. ¿Creo que lo aprendí cuando era un Cazador de Ánimas, o yo que sé? —hablando sin importancia—. ¿Pero de verdad vas a extinguirlo, no es tu amigo o algo?

—Créeme no me gustaría hacerlo. Pero si de verdad el último de los siete Arcángeles se volvió malo, no tengo más opción. Cuando eres de Juzgado, debes ser muy responsable —informó con pesar.

—¡Pero no estamos hablando de algo como la muerte cuando estás vivo! —Insistiendo con la voz calmada—. ¡Estamos hablando de la extinción de un alma, todo su ser desaparecería para siempre!; y eso es triste ¿No puedes persuadir esa orden?

Negando con la cabeza el encapuchado de ojos rojos, pues también tenía sus preferencias en el asunto.

—¿Crees que no me gustaría? Pero cuando te unes a Juzgado juras un código de honor para ser un oficial, y solo un desgraciado mentecato es infiel a ese tipo de compromiso —dialogó mientras miraba el suelo; pues romper esa regla era algo que afectaba el alma.

—Pues parece bastante sencillo de romper, puesto que muchos traicionaron a Juzgado por Sam —añadió Luís en repelús mientras tenía los brazos cruzados, aunque entendiendo al final lo que había dicho—. Uf, lo siento, no fue mi inten...

—No los culpes, fueron manipulados por la savia y las palabras de la Sacerdotisa. Lamentablemente, y aunque no era totalmente su intención, ellos fueron por el camino equivocado; y deben pagar por sus crímenes y pecados en el Infierno. Solo así sabremos de verdad llegan arrepentirse de haberlos cometido —opinando en su discurso sus ideales, mirando al rubio de frente.

Discurso de voluntad que dio que pensar al rubio, pensando lo mucho que quería tener esa misma determinación.

—Vaya... Pensaba que los Supervisores solo llevaban a las Ánimas al Infierno por los ideales de Dios, pero parece que implica más —dijo sincero y pensativo, sintiéndose un poco mal porque una vez pudo pensar más de ellos.

Viendo su mirada conflictiva el Ejecutor intrigado.

—Pero sabes, esa habilidad álmica auditiva que desarrollaste es muy útil. ¿La tienen todos los Cazadores? -dialogando al pensar en esa habilidad, y mostrando una leve sonrisa por el potencial de Luís—. Tal vez cuando todo esto termine, yo podría hablar con Juzgado para...

Pero siendo interrumpido por una explosión semi nuclear de Verosen no muy lejos; convirtiéndose eso ahora el punto de interés de los dos personajes.

—¡¿Y ESA MIÉR-COLES QUE ES?! —preguntó a gritos Alfa, algo dolido por la fuerza de impacto de la explosión recibida—. ¡¿ESA ES UNA DE LAS MINAS DE VEROSEN DEL GASOÍ?!

—¡SÍ! —respondió un sorprendido Luís, sintiendo también la energía que le quemaba el alma. Aunque no a la misma escala que el crecido chico—. ¡PERO NO CREÍ QUE SERÍAN TAN PODEROSAS!

Cuando de la nada un aviso sonoro ecualizado a todo ese mundo se escuchó por todos lados.

-ATENCIÓN A TODOS MIS NUEVOS Y VIEJOS SEGUIDORES —Hablando el conocido villano y líder supremo de la entidad enemiga, con una voz profunda y fría en su comunicado auditivo—. NUESTRO GRAN ADEPTO SAN GABRIEL HA CONSEGUIDO QUEBRANTAR UN 80% DEL CORTAFUEGOS ÁLMICO DEL INFIERNO, PRONTO LIBERAREMOS A LOS MILES DE CONDENADOS DE ESE SUBMUNDO PRISIÓN. SI QUEREMOS QUE SE UNAN A NUESTRA ORDEN DEBEMOS SELLAR A LOS SUPERVISORES ÁNGELES Y DEMONIO QUE AÚN QUEDAN AQUÍ, Y A CUALQUIERA QUE SE INTERPONGA.

Observando el protagonista encapuchado de negro a lo lejos una gran roja grieta álmica que se formaba en el panorama oscuro, de arriba abajo.

—¡Con que en verdad ese es su objetivo final, arg...! —Moviendo sus brazos acalambrados por el coraje que sentía—. ¡Está claro que esta es su Jugada final, los Supervisores no resistirán mucho contra sus nuevos Deses y Ánimas savialmadas!

—¿No están malo como creía...? —diciendo el joven adulto de pelo dorado lo que pensaba del nuevo atentado; y claro no pensó bien lo que dijo.

Recibiendo por su habladuría sin pensar la mirada funesta de la Parca a su lado.

—¡¿Cómo te atreves a decir eso?! —contradiciéndole con una furia leve.

—¡¿Qué...?! —Confuso por la pregunta—. Aunque sean miles de condenados y se vuelvan un ejército, ustedes son más fuerte. Cuando Juzgado se recupere, ¡Sí ellos vienen ustedes los matan y eso! Sabes lo que quiero decir.

—¡Estás viendo y no ves! —Moviendo la cabeza en decepción por la falta de inteligencia actual en el cambiado—. Son débiles ahora, pero si llegasen todos a jurar su lealtad ante Caballero, él se potenciará a tal nivel que ni siquiera los seis sectores de Juzgado juntos, no. Ni siquiera los tres Ejecutores juntos podríamos vencer. Y eso sin contar que el Infierno quedaría inhabilitado, tal vez para siempre.

Revelación que mostraba el verdadero peligro si Nueva orden tenía éxito. Provocando una mirada seria en el disparador, concentrándose en su nueva misión. Más aquellos de 17 y 21 años (en apariencia) no imaginaron que su habladuría sería captada por un grupo centinela de los malos, cuáles llegaban a ellos volando por detrás.

—¡Vaya, vaya, qué cositas más hermosas tenemos aquí! —decía mientras descendía de las alturas, una asistente aparente niña presidiaria.

Dándose la vuelta los dos sobre el suelo para ver el grupo de cuatro Ánimas que venía del cielo, liderados por una chica de 13 años devuelta, y envuelta con el poder de la Savia

—¡T-tenía razón, señorita Anabel, los gritos provenían de unas Almas bien fuerte! ¡Zum, zum! —halagándola un enano hiperactivo de rojo a su pequeña lideresa, mientras no paraba de correr muy rápido.

—¿Dudáis de mis poderes deductivos? —preguntando con una sonrisa presumida la Ánima que fue vencida por el mismísimo Arcángel de la Dirección, Anabel Máicolson. Observando de reojo a los bienhechores—. ¡Aunque nunca habría imaginado que se trataría del niñato de Ejecutor crecido, y el gusano traidor de LuÍs!

Acusándoles ella con su extraña habla de acentos combinados, pero más el castellano. Siendo el punto de interés del adolescente encapuchado, porque ella parecía conocer al ex cazador.

—¿La conoces? —preguntó el pelinegro a su compañero de peliamarillo mientras la señalaba con el pulgar izquierdo, no esquelético en esa deformación.

Elevando los hombros y los brazos aquel joven rubio en su desconocimiento.

—Pues parece que esa chamaca está comenzando a controlar la savia en su ser; y parece peligrosa —dialogó de nuevo el pelo pelinegro en voz baja mientras tenía su vista fijada en la menor y líder de ese grupo.

Mientras el grupo enemigo le observaba.

—Señorita... —llamándola otro de los compañeros de Ana, uno que destacaba por su altura, tras recibir una comunicación de sus superiores—. La destrucción del Cortafuegos álmico alcanzó el 85%. Caballero nos ha pedido sellar a estos dos inmediatamente sí lo viéramos.

—Por supuesto, y aunque odie más que nada al San Gabo ese. No permitiremos que lo toquen —opinando la rencorosa en voz baja mientras perdía de vista a los disque héroes, con una sonrisa de locura.

Espabilando al traidor vestido de rojo al escuchar aquello.

—¿Ya se enteró de nuestra presencia? Alfa, Ejecutor, o como sea que te llames... -llamándole en voz baja el Luís preocupado—. Sé que eres muy poderoso y todo eso, pero soy tu compañero y como me mandaron a llevar esta cosa verde no podré apoyarte si decides pelear con ellos. Propongo que nos retiremos.

Mirándole el adolescente con el gorro puesto, sabiendo que él decía la verdad, puesto le entregaron un objeto álmico que podría serviles en contra Caballero.

—Concuerdo contigo, Luís. Ni yo podría con tantos Savialmados 2 al mismo tiempo —concordando con él en voz baja.

Dándose la vuelta ambos para largarse ya que no estaban bajo la mirada de la preadolescente malvada de ese grupo de Ánimas. Pero deteniéndose en cuanto ella se dio cuenta.

—¡¿AWW, SE VAN TAN PRONTO?! -preguntó la preadolescente con una fingida risa y asombro—. ¿Y YO QUE PENSABA QUE RESCATARÍAS A TU AMIGO? PERO PARECE QUE EL MIEDO OS HA SUPERADO.

Provocación que fue un golpe bajo para el encapuchado, principalmente porque hubiera aceptado cualquier cosa frente a él, pero mencionar a su amigo, de una vez le hizo elevar los humos.

Y viéndole con preocupación el rubio, pues ya se esperaba más o menos eso.

—¿Qué le hicieron a San Gabriel? —preguntando desde lejos con la capucha que ocultaba su resentimiento.

Más podía sospecharlo por la niñata de coletas machadas de la técnica prohibida, sonriendo y anticipando una venganza anterior.

—Yo... —Auto señalándose la niña vengativa con su palma derecha en regocijo—. Acordaos que él es un Arcángel, y la Savialma siempre los afecta de forma diferente; ¿O me equivoco? Lo que nuestro caballero le hizo ha sido simplemente ingresarlo en una inyección constante de la savia. Y gracias a nuestro ingeniero personal, él se ha vuelto el Arcángel que debió ser antes de vuestra llegada, Alfa Vargas: Gabriel es El Arcángel de la Muerte.

Crujiendo sus dientes, normarles en esta deformación, el ejecutor, mientras lágrimas de savia negra brotaban de la oscuridad dentro de su capucha. Prestando atención a eso el desertor de la orden de Ánimas.

—¡¿Ejecutor, no le hagas caso?! ¡Solo quiere provocarte! —Advirtiéndole nervioso de que cayera en la obvia trampa de la mocosa que no podía recordar.

—... —Guardando silencio sin verle a la cara en reprimido, intentando analizar la situación. Más no podía dejar de pensar en las palabras de la infanta.

—¡Ja! ¡Si hubiese sido Miguel, Rafael o incluso Uriel no habrían sido controlados tan fácil! Gracias a Defunción, que Gabriel es el Arcángel más débil de mente y cuerpo, jajaja —burlándose ella cruelmente con intención, y orando ante un extinguido dictador del pasado.

Enojando más al mejor amigo del burlado, apretando y conteniendo sus puños de la ira por la sola mención de su predecesor.

—De hecho, existe la posibilidad de que sí San Gabriel habla directamente con alguien a quien valore mucho. Podría ponerse en contra nuestra —dijo otro de sus lacayos con lentes y cabello plateado a su jefecita, denotando que era uno de esos sujetos de siempre calcular.

Información escuchada por el joven resentido.

—¡Ya ves, él sí puede liberarse de su control álmico! —exclamando ante una posible esperanza el distraído con capucha.

—Tal vez, pero aun así tendrías que vencernos a nosotros. Y como ya estamos en el Averno su ejecución de cuellos no surtiría efecto, más que solo fastidiarnos claro —aclarando el grandullón de piel morena y último de los cuatro bajo las órdenes de la niña. Pues contradecía lo dicho por su compañero estudioso.

Palabras lentas del musculoso que sacaban de las casillas al ejecutor, invocando sus dos guadañas para el ataque. Teniendo claro el güero sin herramienta invocada que ese adolescente engatusado iba a pelear.

—¡Alfa, por favor! —Llamándole por su nombre, desesperado porque no hallaba forma de pararle—. ¡¿Qué no ves que eso es lo que quieren?! Aunque seas un Ejecutor, no vencerías a tantos Savialmados; tú mismo lo dijiste.

—¡HAZLE CASO ALFIL! ¡NI CON EL PODER DEL AMOR PODRÍAS RECUPERAR A VUESTRO AMIGUILLO, GUÍA AJAJÁ! —Insultándole a todo pulmón la pequeña lideresa, añadiendo por puro gusto el mote que más odiaba él, ella a su oración.

Quitándose la capucha el muchacho de ojos rojos, y listo para pelear de esa forma.

—¡¿CÓMO TE ATREVES A DECIRME ASÍ?! —gritó fúrico con su rostro expuesto.

Mientras el usuario de la gabardina roja movía sus ojos en rendición, sabiendo de antemano que ese apodo lo odiaba aquel Ejecutor.

—Ya valió... —dijo en voz baja el rubito decepcionado, sabiendo que ya no había esperanzas, aunque cambió de parecer tras darse cuenta del bastón que seguía en su chaqueta.

Mientras la Parca que comenzaba a volar iba contra hacía las cinco Ánimas, las cuales le imitaban con una sonrisa maligna, por la victoria asegurada. Alzando las manos y dos guadañas el chico que derramaba oscuridad de sus ojos y nariz, y cual estaba dispuesto a vengar a su mejor amigo y hermano de cariño. Pero justo antes de que la batalla diera inicio, en la cual no aparecería el Signo negro ni el indicador álmico por estar en ese mundo, aquel lagrimoso joven cegado por sus emisiones era electrocutado con chispas verdes por la espalda.

—¡¿...?! —Boquiabiertos Anabel y su escuadrón por el evento, callados y espabilados sin moverse de la sorpresa.

Observando las cinco Ánimas como el ejecutor cerraba los ojos del dolor, siendo absorbido después por el personaje que le selló.

Viendo al rubio que con una sonrisita tonta esclarecía que fue quien selló completamente a la Muerte en esa Vara de Verosén, que ocultaba tras su espalda por la pena.

—Eeeh... —Sin palabras ante lo que los malos vieron, diciendo lo único que llegaba a su mente y retrocediendo lentamente—. Ejem... ¿Qué tal si hacemos que aquí no pasó nada?

|Observando su retirada la pequeña que se sentía burlada.

—¡¡¡AGARRADLE!!! —ordenó con la poca furia de Sucumbida que aún permanecía en ella.

Tomando vuelo en levitación el escuadrón completo a él, quedando indefenso el disparador. No obstante, la presunta confrontación no inició porque unas especies de cápsulas metálicas llegaron de la nada, confundiendo a todos (El bueno y Los malos).

Pero todo cobró sentido cuando las cinco cápsulas se abrieron, y emitieron un sonido intermitente agudo. Que al sornar tres veces con velocidad comenzaron a estallar; esparciendo un humo álmico marrón por todos lados.

—Cof, cof... —Tosiendo y junto a los demás, ordenó una Ana furiosa al presentir lo que podría pasar por ese acontecimiento—. ¡NO PERMITAN QUE HUYA!

Pero sus tontos intentos de pegar sin control no servían de nada, puesto el Luis de misteriosas intenciones ya había escapado. O eso podía darse por implícito, puesto que unas manos de tez morena cerraban una alcantarilla puesta a un costado de la acera de la calle.

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Continuará...