Capítulo XII (1-2). La última De Arcángel.
¡Advertencia: El primer y segundo acto de este capítulo lo hacen el más largo de todos!
Archivo de Juzgado - La Fuente Existencial (Submundo).
A veces considerado el 4to Mundo existencial (Mundo Vivo no cuenta); de este mundo se origina todo poder álmico y es el destino de los pensamientos que las Almas y seres olvidan (sin importar si sin negativos o positivos).
Creado por Dios para concentrar todo el poder en sus aguas infinitas, su estado es directamente proporcional al sistema existencial de Juzgado; y cuando sufre de fallos, geiseres se manifiestan en él. Y de esos geiseres se produce la saturación de sus aguas, y esos líquidos de convierten en Savialma si llega a salir de este mundo por la ejecución de una técnica prohibida.
El cuásar en su centro emana un poder infinito invisible de existencias, quemando a cualquiera en el lugar, por lo se requiere de una protección especial para las almas de Nivel 3 para no desintegrarse. Solo Almas superior del 3 pueden permanecer en allí sin necesitar una protección especial. Y hasta ellos pueden verse afectados.
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Mundo Vivo, Catacumbas bajo Pinus Nigra...
En la guarida de Nueva orden, algún tiempo atrás. En una sala especial, diseñada únicamente para la experimentación de almas enemigas más poderosas o volátiles, la segunda al mando de la orden realizaba cierta torturaba especial a su enemigo personal. Teniéndolo crucificado en una gran cruz de metal boca abajo, posicionado sobre una gran piscina de savia.
—En verdad que sois fuerte, y eso que eráis el Arcángel más débil de los 7 originales —dijo mientras le veía vomitar la desertora de la entidad supervisora, encubierta bajo su deformación de cristal.
Haciendo un gesto de ascenso con su dedo índice, y debido a eso la malvada, Ánima segunda al mando y agente doble, accionó remotamente la tortura de su hermano menor, que había regresado a su deformación anterior a causa de su débil estado mental. Sumergiendo la cruz en que estaba clavado en el tanque blanco, y sacándolo en una serie de tres veces; escupiendo el adolescente mayor tras su expulsión de la tortura, por ahora pausada.
—Cof, cof... —Tosiendo y llorando (involuntariamente) por su ahogamiento consecutivo, comentando a su hermana traidora sin verle la cara—. Aww... Realmente nos traicionaste para ser la Jueza y por nunca haber sido una Arcángel... La Savialma os enloqueció como a Uriel...
Su comentario con ira retenida causó risas frías en la villana de porcelana caminando hasta donde estaba el crucificado. Apretando los cachetes de su hermano, poniendo sus dedos debajo de sus Zetas marcadas.
—Jeje, admito que en nuestra última pelea se me pudo haber salido algunos recelos por el calor, pero... —De estar dulce y fraternal, pasó a usar una fría y maligna voz—. ¡¿De verdad creeos que yo sigo obsesionada con esas cosas?!
Presionando con más fuerza la mejilla izquierda del arcángel.
—Entonces... —Respirando exhausto el torturado, tanto por la tortura como por el pellizco—. ...Solo sois un peón más en el juego de Caballero blanco.
—¿Eso pensáis...? —preguntó absurdamente viéndole con enojo—. Es evidente que vuestro contacto con el Savialmado negro os ha ensuciado.
A continuación, la mujer rompió con un fuerte jalón el cachete izquierdo del ángel ensuciado. Quedando él con el rostro parecido al muchacho Savialmado negro mencionado.
—Auchh... —gimió brevemente por el arranque de piel, intentando no armar tanto escándalo del sufrimiento; a pesar que no podía evitar expresar muecas—. ¿Haceos todo esto por vuestro odio contra Ejecutor...? Pero si fuisteis una de las agentes que quería que él fuese el nuevo Ejecutor.
—Piff... —Soplando y bufando—. La única razón por la acepté que el fuese el reemplazo de Defunción en ese momento, era porque me convenía en ese entonces. Hasta creéis que en verdad quería a un Alma impura en Juzgado realmente.
—¿Impuro...? ¿Decís que Ejecutor es un Alma impura? —interrogó con una repentina expresión neutral; la cual guardaba una rabia latente.
—No solo él. ¡Los Demonios, los Practicantes, los Aprendices, los Savialmados y hasta los Recién fallecidos son impuros! ¡Toda existencia que no tiene la capacidad de evitar enloquecer a algo tan simple como la Savialma debe ir al Infierno y servir a los verdaderos ángeles! Como yo —dictando a todo pulmón su verdadera y única motivación.
Juramento dictado que dejó el rostro del prisionero en experimentación con una expresión fría y neutral. Que hasta él le costaba retener.
—¿Y tú eres pura? —preguntó mirándola fríamente.
—Yo, jeje. —Riendo de forma tímida—. Tal vez os suene presumido, pero cualquier Alma que logre dominar la técnica prohibida lo es. Así que sí, merezco ser pura.
—¿Y solo las que obtengan un dominio sobre la Savia cómo tú, pueden ser puras? —preguntó guardando la furia que en él había, originada por los actos de su hermana.
—El señor G, intentó crear a Recién Savialmados que lograran esa capacidad. A pesar que esa niñata de Valencia ha sido la única que logro obtener un cierto éxito; lástima que se rindió gracias a la Demonia esa, jiji. —Sonriendo Sam vanidosamente de su gran capacidad de resiliencia que presumía poseer—. Es la supervivencia del más fuerte, y solo Almas como yo pueden serlo.
Cerrando su ególatra boca tras la repentina transformación de su hermano en su forma adulta, viéndole en su forcejeo y liberación de la rabia que había retenido mientras ella discutía.
—¡¡¡¿QUIÉN OS CREÉIS QUE SOIS PARA DECIR QUIÉN ES MEJOR QUE OTRO?!!! —gritando de ira ante la vanidad que escuchaba.
Su repentina ira hasta fue una sorpresa para la villana de cristal, dando unos pasos en retroceso. Puesto que cuando adquirió su nueva forma de adulto comenzó a forcejear bruscamente, y produciendo pequeños signos blancos a su alrededor; cuales disparaban pequeños arpones a todos lados.
—¡¡¡YO SIEMPRE OS DEFENDÍ, A PESAR DE VUESTRA MALA ACTITUD!!! ¡¡¡PORQUE CREÍ QUE TAMBIÉN ESTABAIS AFLIGIDA POR LA PERDIDA DE NUESTROS HERMANOS!!! —Mirándole de reojo y furia, hablándole como una persona diferente—. ¡¡¡PERO POR VUESTRO DESACATO OS ARRANCARÉ ESA CARCASA DE CRISTAL DE LA CARA!!!
Tras su amenaza todos los pequeños portales blancos se fijaron en la villana, comenzando arrojar sus mini arpones. Salvo que la mujer se cubrió con sus antebrazos. Sin embargo, los arpones creaban grietas en ellos, arrancándoles pedazos de su caparazón poco a poco.
—¡BASTA! —Harta de la resistencia de su hermano, chasqueó sus manos desprotegidas del carapacho de cristal.
Reactivando remotamente ella la tortura y experimento, zambullendo la cruz que sostenía al sujeto de prueba en el tanque de savia. Reduciendo el número de los signos blancos y arpones que atacaban a la In. Sin embargo, un arpón logró rasgarle parte de su cara, develando sus iris de oro y mejilla izquierda Arcaniana (marcada con una Z en horizontal).
—¡¡¡SAMAELA, TAL VEZ YO NO HAYA...!!! ¡¡PODIDO CONTIGO...!! ¡PERO SÉ QUIÉN SÍ...! —gritándole en partes mientras perdía poder, debido a las repetitivas sumersiones que sufría.
Con los signos desapareciendo la traidora sonreía su triunfo al cruzar los brazos, pese a tener múltiples huecos en su protección de cristal.
—¡Dudo mucho que vuestro amiguito logre impedir mi ascenso a Jueza y el futuro renacimiento de Juzgado, guía jajaja! —monologó confiada de su plan, viendo a su hermano perder.
Chasqueando de la izquierda para volver activar la sumersión del segundo "Angel caído". Pensando en otra cosa al darse la vuelta, con la ausencia de su hermano.
—¿No recuerdo la última vez que vi a mi hermano así de enojado? —Pensaba tras verse los brazos y notar perpleja su carapacho de porcelana roto—. Si Anabel no le hubiese agotado y yo no le hubiese sometido a esta experimentación con la Savia... ¿Habría tenido oportunidad contra él?
Dudando de sus propias capacidades tocaba su mejilla expuesta, pero tras una sacudida recuperó la compostura con un nuevo pensar decidido.
—¡Contrólate Samaela, no podeos pensar en lo que hubiera sido, sois la Indiscutible última De Arcángel! —hablándose duramente a sí misma en la mente—. Gabriel era la amenaza más peligrosa, cuando seas la nueva jefa hasta el Ejecutor os seguirá por las malas. Y luego las demás regiones de Paraíso, jajajá.
Moviendo lentamente sus alas de cristal agrietado volaba para abandonar la sala, rumbo a un signo azul surgido sobre el camino que seguía. Dejando a su excusa de hermano atrás, teniendo ella una pequeña sonrisa de victoria en sus labios.
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Presente, Paraíso Europal...
Todo el personal de la región se encontraba presenciando las palabras de la indiscutible Samaela De arcángel, donde narraba las antiguas hazañas de la original entidad supervisora de almas. A muchos les parecían extrañas palabras, pero otros creían con preocupación que ese sería el nuevo rumbo de Juzgado, principalmente porque quién lo decía era la dama a la que nada se le podía discutir.
—Ahora debemos hablar de un asunto más importante, los Supervisores de clase Demonio... —decía la indiscutible con su voz seria, amplificada en eco a toda la audiencia por una Ejecución auditiva en proceso.
Aquellas palabras llamaron la atención de todos, especialmente una Aprendiza gatuna, una Técnica ángelina de oscura vestidura y un técnico ángel zorro de pelaje azul que estaban sentados en fila.
—Vosotros han trabajado muy bien para redimir vuestro pasado de traición y rebelión —hablando con tono triste para la audiencia, a pesar de que en verdad no lo estaba.
Crítica que comenzó a molestar a todo el personal dentro de ese grupo de agentes, especialmente a la gata que fue liberada de su sellamiento hace poco.
—¡¿Qué le pasa a esa In...?! —Parándose a quejarse como lo hacía su misma clase de agente; cuando de la nada cerró la boca y encorvó tras un extraño dolor.
Instantáneamente todos los agentes que diferenciaban su vestimenta angelical por demoníaca sufrieron de diversos dolores estomacales, incluso comenzaban a llorar. Solo algunos pocos sabían que ese acontecimiento se debía al poder de la "In" amplificado.
—Ahh... disculpe señorita, pero se encuentra bien. —Acercando la joven Vargas su mano a la Demoniza, a punto de llamar su atención.
—Los agentes de clase demonio han caído bajo el nuevo poder de Sam —dijo la muchacha oculta bajo la capa y capucha gris, frenando a la gótica—. Esta demoniza estará bien, pero si llamáis la atención, Sam; ella no dudará en hacer caeros a ti también bajo el mismo efecto. Por lo que, por vuestro bien, actuad casual.
La apellidada Vargas no sabía por qué, pero sentía que las sugerencias de la desconocida eran correctas. Así que decidió cerrar la boca y obedecer, sentándose e ignorando a la demoniza a su lado, mientras pensaba en la encapuchada.
—Creo que no es de esta región, se nota que está forzando ese acento, pero... ¿Por qué? —Pensaba ignorando el discurso de en frente—. ¿No creo que sea una simple Supervisora, ni menos de esta región?
—Relajaos. —Moviendo las manos de arriba abajo, pedía calma a sus espectadores confundidos que sufrían bajo su poder—. Lo que está sucediendo ahora con los agentes de ese tipo es debido a sus dudas, yo os explicaré lo que sucederá con los demonios bajo mi nueva dirección.
Aquella breve explicación no había sido la primera vez que la había utilizado, y un espectador lo sabía. Un Técnico zorro humanizado de pelajes azules que había sido destituido de su puesto de Supervisor, estaba teniendo imágenes confusas de un pasado que aún no podía recordar claramente, cuyas imágenes llegaron cuando escuchó las palabras de las mejillas marcadas.
—"Yo os explicaré lo que sucederá con los demonios bajo mi nueva dirección". —Recordando y citando las palabras tal cual la voz de la empoderada—. ¿Por qué esas palabras me atormentan de este modo? Y justo ahora.
Captando su frustración mental la Técnica de negro sentada al lado, pensando si debería auxiliarle. Pero frenando sus intenciones cuando se dio cuenta que la fría mirada de la nueva Jueza se había puesto en ella, teniendo que fingir ignorancia, puesto no quería sufrir lo mismo que la demoniza felina.
—Tal vez no sea de vuestro agrado, pero hay ciertas Almas que no pueden ser comparados con el prestigio de un ángel —opinaba la dama de alto ego y altura con pesar y los ojos cerrados, escuchando las dudas del público de dudosa fidelidad para su creer.
Y las hubo, pero no por parte de los Supervisores oscuros, porque se encontraban incapaces de siquiera poder hablar. No, Los desacuerdos vinieron de los claros, que no aceptaban tal discriminación ante sus compañeros de otra vestidura; ni, aunque viniera de una de las Supervisoras más veneradas por algunos. Porque a ninguno nunca le importó.
—Entiendo que lo nuevo puede asustaros, pero en la resurrección de Juzgado cualquier Alma podrá ser un ángel... —Con los ojos cerrados y cabizbaja hablaba.
Y durante su hablar varios altos personajes con armadura blanca, y con el rostro cubierto llegaron, posándose detrás de su ama. La llegada de aquellos seres era tan perturbadora que calló a los ángeles en desacuerdo, mientras la maligna mujer sonreía del silencio que ocupaba ahora el foro.
—Pero, esas Almas solo podrán ser ángeles si son fuertes; y estos Paladines de Juzgado han de encargarse de hallarles. Aunque sean por las malas. —Con un frío tono de hablar les decía, ahora abriendo los ojos con suma lentitud.
A continuación, todos los paladines de 2 metros tomaron posición de batalla, sacando dos cuchillas ocultas de sus muñecas.
No habrá Cielo, ni Infierno; todas las Almas, Ánimas y demás entes de otros niveles obedecerán a Juzgado en Inframundo. —Expresando su determinación con una siniestra sonrisa—. ¡Acabaremos primero con Nueva orden, y luego con cualquier enemigo que se nos oponga!
Para sorpresa de todos, un gran panel álmico del tamaño de una pantalla de cine apareció en el aire sobre las gradas, mostrando a todos, una presentación donde se revelaban los diferentes hechos que implicaban a Samaela De Arcángel como Supervisora, la segunda al mando de Nueva orden. Y todos podían por confirmar que ella era la razón de las fallas en el sistema, debido a su posición, y escuchar la grabación de audio de uno de los Sacerdotes de la orden y enemigo jurado del Ángel de la Muerte.
—¡NOOO, SAMAELA Y EL CABALLERO, OMEGA, ME DIJERON QUE OBTENDRÍA MI REVANCHA CONTRA ALFIL! YO SEPARARÍA AL DÚO MONOCROMÁTICO, PARA QUE SAM SE APODERA DE JUZGADO Y CUMPLIERA LA FASE 4 DEL PLAN —gritando la voz errática y conocida de Gamma, la tercera Alma experimental, en él sonido grabado.
Audio que levantó la incertidumbre en el público, especialmente dos Técnicos asombrados. Salvo una jovencita encapuchada que sonreía secretamente por la sorpresa.
—¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO!? —Molesta y enojada Sam, sorprendida por la interrupción.
Recibiendo la respuesta de un pequeñín de oscuros ropajes teleportado al escenario.
—¡Samaela De Arcángel no solo ha sido la traidora responsable a nuestras fallas, el regreso de la técnica prohibida, las revoluciones en las otras regiones y la usurpación del puesto de Juez! —Informando con su ecualizada voz al público, gracias a una Ejecución similar a la de ella.
Obviamente, la impertinencia del crío fue de desagrado para la mujer vil, queriendo chasquear sus dedos para una misteriosa acción. Pero se detuvo al darse cuenta que la mira láser de un francotirador se había puesto en su cabeza, viendo la villana develada que su cabeza estaba en la mira de una arquera con halo verde tras bambalinas.
—¡Samaela me dejó en Inframundo para hacerse cargo de su propio hermano, y ser la nueva Jueza! —contó con furia, mientras le señalaba con el dedo índice derecho para todo el público.
Acusaciones que despertaron a los ángeles de su intriga, viendo el verdadero rostro de la conocida como In por su propio ego. Entrando todos los agentes del público en modo ataque al invocar sus herramientas.
—Je, tal parece que vuestro presumido hermano no ha sabido cerrar la boca. —Sonriendo vanidosamente le hablaba al crío con rostro funesto—. Más tarde me ocuparé de él, porque seguramente no pudisteis enviarlo al infierno, jeje.
Las palabras de la presumida levantaron el enojo del muchacho, siendo visto por la savia negra que lloraban sus párpado furiosos. Invocando su guadaña con un rápido chasquido, levitando a toda prisa para cortarle la cabeza. Pero frenándole dos de esos denominados Paladines, que protegían a su señora con sus propias cuchillas salidas de sus mangas.
—Esa revelación vuestra pudo haber servido, claro. ¿Sí hubieseis llegado antes? —Sugirió la villana revelada con soberbia y viéndole en reojo, observando los dedos enguantados de su mano derecha.
Chasqueando la insuperable con la mano que miraba, y que pareció no realizar nada, más su nueva orden lo explicó en parte después.
—¡A todos mis agentes renegados, obedezcan a su nueva Jueza! —dictó en eco a todos, revelando así su nuevo puesto.
Revelación que ya todos sabían, pero habían olvidado por los anteriores hechos presentados. Pero por supuesto, el que no lo sabía era él jovencillo recién llegado; observando su ignorancia cuando todos los agentes rebeldes, de todas las clases y rangos cayeron al suelo y se postraron forzosamente.
—¡¿No, no puede ser...?! —se decía así mismo, atónito frente a lo que sucedía; cerrando la boca al sentir la misma fuerza que le obligaba a postrarse—. ¡N-no es posible que seáis l-la nueva Jueza Europal! ¡¿La elección para un nuevo Juez requiere de la supervisión de todos los Fiscales de Juzgado?!
Caminando lentamente la malvada hacía al joven que se esforzaba en insistir.
—Niñito tonto, yo soy la Jueza de respaldo por si San Gabriel desaparece —hablándole como una adulta a un niño, le explicaba—. Yo no requiero de esas frivolidades; solo necesitaba que nadie supiese la verdad antes.
—¿E-entoces yo...? —decía nervioso de aceptar la verdad, mientras perdía su guadaña que se desintegraba.
—Perdiste. Por haber llegado tarde, jiji. —Sonriendo dulcemente por la indiscutible e insuperable verdad, poniéndolo de cara contra el suelo a fuerza bruta al empujarlo con la mano sobre su cabello negro—. ¡Ahora postraros ante mí, recordad que como Ejecutor debéis servir al Juez de la región donde estés!
Tras lanzarlo al suelo, el Ejecutor de la Muerte perdió sus fuerzas, obligado a obedecer las órdenes directas de la Jueza actual; ya sea que quisiera o no.
Presenciando aquella humillación la hija adoptada del pequeño, que claramente se encontraba en una posición similar que él.
—El poder de mí papá... es solo superable ante una Deidad —decía viéndolos en reojo boca abajo y arrodillada a fuerzas—. ¡¿Cómo es posible que se postre ante una traidora como esa?!
Cuando de la nada, escuchó las palabras de la fémina encapuchada de antes.
—Él es duro, sí, el segundo Ejecutor más duro. Pero una cosa es poder y otra es autoridad, los Ejecutores tienen que seguir obligatoriamente los mandatos del Juez de la región donde están —dijo la chica cubierta y de aparentes 14, con mucho relajo y una jerga distinta—. ¿No sé por qué el "Man" del Gabriel nunca arregló eso?
Mirando de reojo la tirada en el suelo a la misteriosa sentada como sí nada, además de que hace poco habló con una jerga diferente a la anterior. Poniéndose de pie y estirando los brazos.
—Bien, ¿A ver cómo me va? —Relajada mientras se estiraba y opinaba, dando un gran salto tras un impulso que dejó un gran viento, redactando una orden a la que seguía contra el césped—. ¡Por cierto, cuando te puedas mover vas inmediatamente a la Plaza archival y traes toda la información técnica sobre el Sistema existencial!
El último comentario de la encapuchada a la técnica era raro. Pero en el escenario, la Jueza disfrutaba restregar la cara del chico en el suelo y demostrarle quien mandaba.
—¡He estado esperando mucho tiempo esto, je! —Restregando duramente el rostro del supuesto chico en el suelo, comentaba.
Cuando aterrizó la misteriosa en el escenario, creando cierto temblor y dramatismo durante su llegada. De prisa, elevó sus brazos posicionados a la traidora, saliendo de sus anchas mangas unos tentáculos que empujaron a la supuesta jefa.
—¡¿A qué no te la esperabas, verdaaad?! —Retrayendo sus tentáculos celestes y marinos dentro de su atuendo.
Frenando su lanzada al derrapar la usuaria de botas entaconadas.
Desconociendo a la intrusa la nueva Jueza vil.
—¡¿Quién se ha atrevido a...?! —Expresando su intolerancia, viendo a la fémina desconocida que estaba de pie de alguna forma.
Concentrándose la alegre y cómica argentina en el ejecutor a sus pies.
—Che, sos un atrevido señorito —regañándole con un tono extraño al jovencito, viéndole con repelús—. Gabrielazo desaparece y vos te ponés a lamerle los pies a cualquiera.
Las confusas palabras de aquella "chava" confundían hasta el Savialmado oscuro, pero logrando levantar la mirada para ver a la desconocida e inmune a los efectos de una autoridad mayor.
—¡¿Co-como puedes moverte..?! —preguntó con mucha dificultad el ejecutor.
—Tás tan metido en tus rollos, que no ves a quién tenés en frente de ti, je. —Con una sonrisa bajo la capucha aclaró de forma extraña, luciendo todo su vestuario al pasar sus manos por su cuerpo de arriba abajo—. Hasta preparé el conjunto y todo, boludo.
—¿Rollos, tenés, boludo? —Confundido él citaba las palabras de la encapuchada.
Hasta recordar a otra persona que también hablaba así. Comprendiendo cómo era posible que aquella chica fuese capaz de anteponerse a las órdenes de un Juez existencial.
—Ja, ya era hora, de que comprendieras cómo funciona la cosa —comentó la muchacha al ver la expresión que daba el gótico.
Consiguiendo la fuerza para levantarse el chico caído, recuperándose misteriosamente. Observando el evento la mujer anonadada ante tal posibilidad.
—¡¿Cómo...?! —Molesta por lo visto, volando con el puño levantado para golpear a los dos chavales. —¡Nadie puede discutir mi autoridad!
Cepillando con sus manos sus ropajes el jovencito, cuando la anónima le tocó el hombro.
—¿Che, podes hacerte cargo tú? No soy tan buena en dar broncas como parezco, jeje. —Pidió tras tocarle y señalarle a su trabajador de capa negra quien venía.
Elevando los hombros el chiquillo sin importarle la molestia, llorando levemente aún por los efectos de la In fúrica. Chasqueando para re invocar su herramienta, recibiendo a la Indetenible. Que con solo él teleportándose dos veces puso a la villana contra el suelo, para que viera a la encubierta de gris que reía.
—¿Sabías que, cuando hay dos Jueces en una misma región los Ejecutores pueden decidir libremente a cuál seguir? —preguntó repentinamente el muchacho, teniendo su cuchilla curva bajo el cuello de la traidora.
—Claro que lo sé, por eso no he permitido que nadie acceda esta región a través de los signos —contestó molesta, mirando de reojo al crio sobre las alas de su espalda.
—Qué bueno que el Gabo me pidió que viniera caminando —opinó sonriente la muchacha precoz con humo, y la mano en su cintura.
Con el doble chasquido de ambas manos de la sonriente, un manto de hielo cubrió su ser, congelándose al instante. De pronto unas grietas se formaron en la crisálida gélida, y al destruirse el capullo rayos azules brotaron a todos lados, revelando al disiparse, la figura de una chica de catorce, con colores árticos: muy abrigada, piel azul, algunos tentáculos celestes saliendo de sus grandes mangas y debajo de sus manos azules, una Umbrela de medusa con forma de cabello largo en su cabeza, y sin tener una nariz en la cara.
—¡¿Jueza Artial, Marina Marez?! —Estupefacta por la extranjera entrometida, la nombró Sam—. ¡¿Imposible, cómo pudisteis haber llegado sin que me diese cuenta?!
Cuestionamiento que dejó atontada a la chica medusa, encorvando su espalda con su peso en sus brazos.
—¡¿Me la estás hinchando, sabes?! —Bajando los puños la nueva Jueza con fuerza hacía abajo—. ¡Te acabo de decir que me vine por la trocha desde mi región! Como Artial es la región o sector vecina de Europal, no tardé tanto.
—¡No importa que Ejecutor ya no me haga caso, todavía tengo mi región! —alardeaba enojada—. ¡SUPERVISORES EUROPALES, ID CONTRA LA PESCADA!
En ese instante, todos los Supervisores de la audiencia alzaron alas y se preparaban a auxiliar a su jefa, sin poder resistir la orden. Teleportándose el chico para reaparecer frente de su otra jefa y protegerla de cualquiera.
—¡NO-O! —negando con su palma abierta la chica de los mares—. ¡Gabo, no solo me pidió que viniera! ¡Si no que me dio permiso para buscar a uno de los Fiscales Europales, y me volviera la Jueza interina de este sector!
—¡No te creo! —Crujiendo sus dientes indispuesta a perder negaba sus palabras; a pasear que sabía que los muertos no mienten—. ¡Yo envié a mis paladines para que fueran a sellar a cada uno de los cinco Fiscales del sector!
—¿Hasta crees? Jeje... —Cuestionándole con presunción e inmune a sus efectos de llorar, llamando a un tercero con un canto—. ¡JAA-IMITO VEEN!
Su llamado llamó a un joven 17 apático de cabello emo blanco, piel blanca con partes gris y una aleta dorsal de delfín en la espalda. El cuál se había ocultado aparentemente en un árbol del campo hasta ser llamado, llegando volando.
—¡Que pedo, si te pedí que me llamarás por mi nombre normal, Jaime! —Con un habla mexicana decía con los brazos cruzados el llamado.
—Sí, sí, sí. Vos, dile a todos lo que pasó; yo amplificaré tú voz con una Ejecución. —Apurándole a palmazos en la espalda ordenó.
Suspirando el agente más joven de ese rango importante, pero obedeciéndole al abrir sus ojos.
—¡B-buenas! —Saludando a todos con ciertos nervios, y comprobando que su voz era escuchada por todos—. ¡S-soy el quinto Fiscal Europal, y sí! ¡Marina Marez es la Jueza Europal interina, consolidé su acuerdo antes que se oficializará el título de Sam! ¡Porque ella selló a los demás Fiscales, y si no fuese por la Jueza Marez que me salvó en los pasillos fronteras de la Región me habrían engatusado a mí también!
Con un chasquido del Fiscal tres grandes paneles aparecieron en las alturas del estrado, mostrando ellos: El conflicto en las fronteras Europal-Artial, la oficialización de Marez con el tiempo exacto y la desaparición de los demás Fiscales. Presentación que dejó en claro a todos los Europales quien era la jefa oficial a seguir, liberándose la audiencia de la opresión autoritaria de la traidora.
—No puede ser... —Perpleja ante la indiscutible verdad—. Mi plan ha fracasado.
Cayendo al suelo la planificadora cabizbaja con la mente en blanco. Levitando hacía ella el muchacho con mirada seria.
—Se acabó Samaela, tu plan falló e irás al Infierno—. Con su guadaña en la mano izquierda se acercaba a la supuesta vencida—. Pero podemos enviarte a un sótano medio del infierno, si arreglas tu desastre con el sistema y nos dices a que se debía tu presencia en la fase 4 del plan de Nueva orden.
Levitando a ella en calma cuando comenzó a reír siniestramente.
—Jie jejejeje... —Riendo fríamente, hablando luego sin verle la cara al ejecutor—. Una de mis antiguas aliadas me había dicho que necesitaría más de un plan para venceros, y es bueno que siempre tengo un plan B.
Aquel segundo comentario alertó al levitante, teleportándose para aparecer cerca de la traidora y cortarle la cabeza; antes que hiciera algo que peligroso.
Sorpresivamente, antes que él ejecutara su Ejecución personal 1 Samaela, la Impávida, alzó sus palmas en dirección hacia el crío, destruyéndose ambos guantes de látex que siempre tenía puesto. Revelando que sus grandes guantes ocultaban sus antebrazos bañados en savia, creando un destello que cegó y canceló temporalmente la utilización de las Ejecuciones personales del jovencito.
—¡¿Pero qué Ejecuciones?! —Observando sus manos y oyendo el sonido de cancelación fallida, debido a que ya gastó sus tres intentos de teleportarse.
—¡Ajajá! —Riendo se burlaba la villana aún no vencida—. ¡¿Os ha gustado la Ejecución personal que desarrollé tras convertirme en Sacerdotisa de la Savia?! Inhabilitación, inhabilita momentáneamente cualquier ejecución de mis enemigos, a mi elección.
—¡SUPERVISORES, AGARRENLA! —gritó la fémina medusina y ordenó mientras señalaba con su dedo a la traidora.
Orden que despertó a todos los agentes (Ángeles y Demonios), invocando ellos sus respectivas herramientas y tomando vuelo para ir en una sola oleada.
Mientras un Ejecutor no podía creer el poder que ahora poseía la embustera.
—¡¿Eres una Sacerdotisa y desarrollasteis una Ejecución personal?! —Perplejo de las capacidades de la traidora aclaraba—. ¡¿Pero cómo es posible que poseas tal dominio de la Savialma, y no hayas enloquecido o mostrado las manifestaciones hasta ahora?!
—Ay, Alfita. Pero si fuisteis tú quién me enseñó que el verdadero poder no es la locura que trae; sino la astucia para controlarla—. Presumiendo mientras su cuerpo se blanqueaba y en sus ojos surgían iris verticales, diciendo un sonido de presentación—. ¡VABANNN!
Cuando chasqueó con la diestra, la serena, activó a su nuevo ejército personal paralizado, cuyos ojos parpadearon su luz rojiza; rompiéndose su máscara y mostrando su cara esquelética. Revelando que se trataban de un nuevo tipo de Deses personal, entrando a la batalla contra los agentes que se oponían a su señora. Teniendo que enfrentarla solo el chaval al levitar, chocando la hoja de su herramienta con los brazos desnudos; pero cubiertos de savia de la antagonista.
—¡No importa el poder que hayas obtenido, Sam! —Mientras la confrontaba Alfa le discutía—. ¡Somos más que tú y tus nuevos lacayos!
Sonriendo la megalómana al surgir las pupilas de diamante en sus irises verticales. Creando de una forma una explosión de savia, lanzando al crío en dirección contaría.
—¿Puede que tengáis razón?, son más aquí —opinando en voz alta ante el lanzado y un poco mareado.
Recuperando la visibilidad el joven de negro, mirando a la traidora y sintiendo que ya podía volver a teleportarse. Por lo que no dudó y se teleportó a la espalda de la Savialmada, en proceso de transformación, pero fallando su estrategia sorpresivamente; cuando las mejillas arcanianas (las zetas similares a San Gabriel) de ella se iluminaron de morado. Ya que ella de alguna forma se teletransportó a varios metros adelante, evitando el corte capital del chico.
—Aww... —Suspirando de la decepción la Ángelina, mientras negaba lentamente con la cabeza—. Siempre utilizáis el mismo truquillo.
—¡¿Acaso usasteis una segunda ejecución personal?! ¡No sabía que hasta eso podía hacer un Sacerdote! —Atónito ante otra imposibilidad la miraba boquiabierto e impresionado Alfa.
—No quería que me vierais usar este poder... —Dialogando ególatramente de sí misma, con sus dedos diestros blancos en su escote—. Pero cómo decía mi vieja compañera, a mal paso darle prisa.
El joven dejó su asombro para levantar su herramienta a dos manos, mirándola con furia. Pero para sorpresa de ambos, más para el chico que la para mujer, una Técnica rubia de cabello largo aterrizó cerca de la Sacerdotisa.
—Mi señora, he logrado avisarles a vuestros seguidores en las otras regiones de Paraíso. —Bajando la cabeza y la parte superior de su cuerpo aquella mujer de 19 años que daba su respeto, una Técnica de pelo amarillo y piel blanca—. Solo falta que usted les convierta en savialmados, y toda la entidad será vuestra.
—Nada mal Clara, cuando sea la Jueza absoluta sacaré a vuestro amado del Infierno. —Con una sonrisa fría agradecía a su sirvienta mientras le frotaba el cabello dorado.
Entendiendo quién era esa desconocida el joven.
—¡Te atreviste también a traicionarnos! —Apuntando con su hoja a la rubita confabuladora, decretaba con rabia.
—¡Estoy cansada de esperar a que termine su sentencia, cuando Samaela sea la Sacerdotisa absoluta de todo, eliminará el Infierno para siempre! ¡Nadie merece ir al Infierno, y cuando mi señora haya tomado a fuerzas la Fuente existencial todos lo verán! —Revelando sus perversas intenciones encaraba al crio de negro.
—¿Sin Infierno?! ¡Están locas! —Comenzando a llorar su savia de la rabia que guardaba frente a la estupidez de ambas—. ¡Aunque ustedes sean más, soy un Ejecutor, y solo requiero frenar a Sam para terminar su plan!
—Mmm... —Pensando Sam con los brazos cruzados, comentando su pensar enseguida—. Puede que tengáis razón, Alfa.
Aquella afirmación dejó confundidos a la secuaz de la traidora y hasta al chico, inclusive su incertidumbre fue tal que inclinó la cabeza mientras la savia que segregaba desaparecía.
—Clara... —Llamando la atención de su fiel sirvienta—. Me gustaría usar otro método, pero no hay de otra. Teneos que usar el máximo poder de un Savialmado para distraerlo, necesito tiempo para conseguir la obtención definitiva del sistema.
Arrodillándose la rubia ante su señora, demostrando que no le importaba tener que ser sometida a la auténtica locura.
—Mis motivaciones son vuestras motivaciones, mi verdadera Jueza. Soy vuestra seguidora, cumplo y obedezco—. Con los ojos cerrados mostraba la rubita agachada su completa servidumbre.
—¡Excelente! —Sonriendo con frialdad.
Por supuesto, el jovencito indispuesto a ver lo que tramaban levitó con la hoja levantada a la espalda, agarrada de manos. Con sus ojos puestos principalmente en la mujer maligna. Pero con un chasquido de ella bastó para que fuese detenido por una gran mano que lo agarró desde abajo; compuesta de Savia.
—¿? —Confundido llevaba su vista a la mano.
Mirando él la mano blanca y llena de savia que le sostenía, la cual provenía
de la sirviente todavía agachada. Cuando de pronto, aquella cabizbaja le rodeó la savia que surgía de todo su cuerpo, agigantándola para convertirse en la forma suprema de un savialmado: Un gigante ser amorfo de un solo ojo con iris vertical y agujas en su cara con cuatro extremidades; una Sucumbida de cuatro brazos.
—¡¿SUCUMBIÓ?! —Boquiabierto la describió el muchacho.
La criatura inició un combate contra el chicuelo, el cual tras varios golpes
adquirió su segunda deformación. Pero aun así la giganta podía estar a la par con el adolescente, agarrándolo y vomitando savia contra él. Dejándolo de boca contra el césped, a pocos metros de la sacerdotisa.
—Os daré puntos por vuestra rápida transformación, Ejecutor. Je. —Comentó sin verle la cara, pero sabiendo que estaba en el suelo.
Mientras ella realizaba ciertos comandos al tocar áreas de su brazo derecho con la otra mano. Un nuevo signo existencial apareció cerca de ella, de forma vertical. El cual destacaba por estar compuesto de Savia blanca.
—Nos veremos después, tengo un sistema de que adueñarme, jaja. —Caminando para irse y atravesar el portal, salvo unos ruidos que le detuvieron.
—Di-dime... —Levantando su rostro descubierto con dos cachetes rotos, aquel Ejecutor mayor—. ¡¿Cómo has podido hacer que tu seguidor se transformará en Sucumbido tan rápidamente?!
—Je —Sonriendo ante el desconocimiento del gótico crecido—. No os voy a decir.
Con toda descortesía lo ignoró, y ella prosiguió su camino al portal. Dejando a un crecido Alfa celoso de la arrogancia e inteligencia de la villana. Olvidando por un momento a la Sucumbida en la pelea, pero recordándola cuando él fue sujeto por ella, soltando su herramienta por la sorpresa.
—¡¡NO OS METERÉIS EN EL CAMINO DE MI SEÑORA!! —gritó con furia la bestia de Savia, con mucha fuerza y una notable capacidad mental.
—¡Espera! ¡¿Hablaste?! ¡¿Cómo es que aún posees raciocinio?! —preguntó mientras estaba en el puño de la criatura—. ¡Se supone que los Sucumbidos son dementes con el fin de cumplir sus motivaciones!
—¡¡MI SEÑORA HA SABIDO IR MÁS ALLÁ DE LAS LIMITACIONES DE LA TÉCNICA PROHIBIDA!! —aclaró a gritos y escupidas, la Sucumbida—. ¡AHORASUFRID!
Abriendo la boca para arrojar una vomitada cargada de savia. Teniendo el joven que cerrar los ojos para aguantarse del ataque que no podría evitar. Hasta que otra orden se escuchó.
—¡SUPERVISORES, ENTRENLE BRONCA CON LA GRANDOTA! —ordenó a gritos sorpresivos la marina, con su peculiar dialecto, además.
Llegaron varios agentes que se abalanzaron sobre la Sucumbida, ya fuese con ataques directos o a larga distancia. Desequilibrando a la giganta, que alzaba la mano con la que tenía sujeto al Alfa crecido y desarmado; quedando libre cuando un disparo cargado separó el muñeco de "La cosa".
Cayendo el joven al suelo a unos metros de la pelea. Llegando a él le Jueza interina.
—Parate, hay que buscar a Sam. —Con su pulgar señalando atrás de su espalda, le indicaba una dirección.
Parándose el joven de cara seria con piel fría, cuando la mano cortada se desintegró.
—Creo que el objetivo de Samaela es apoderarse del sistema existencial a fuerzas, para así asegurar su futuro dominio —dijo serio al ponerse de pie el joven con una espalda dolida—. Arg... Pero no tengo idea de adonde se fue.
—¡¿Cómo?! —Anonadada tras el hecho descubierto—. A penas si pude entender que ella es la razón de las fallas en el sistema, y ahora me decís que quiere chuparse la entidad entera. ¡¿Cómo ha podido hacer todo esto una No Arcángel?!
En ese momento, una nueva voz varonil se escuchó venir de atrás de ambos.
—Caballero descubrió que la savia causaba ciertas interferencias en la Fuente existencial, y como las defensas solo estaban diseñadas para ser activadas en caso de que hubiera Verosen allí, nadie podía saberlo —informó el técnico zorro azul al llegar—. Solo ha tenido que contaminar la fuente poco a poco para lograr producir las primeras fallas, y claro; conseguir secuaces que le permitiesen esconderse.
Con la información recibida por el técnico de habla castellana y que logró recuperar sus recuerdos, la Jueza interina y el Ejecutor mayor sabían a donde dirigirse. Pero había algo que no quedaba del todo en la mente de la acuática.
—¿Y vos cómo sabés eso? —preguntó acercándose y viéndole desde su baja estatura.
—Porque yo... —hablando lento por su confesión a seguir—. Yo era uno de sus secuaces, le ayudaba para que consiguiese el tiempo necesario para la contaminación de la fuente.
Actos que no tomó nada bien la extranjera.
—¡¡Serás la concha de tu alma!! —blasfemando de cierta forma al sujetarlo del estrangulamiento de su brazo derecho, pese a su pequeña estatura.
De la manga abierta derecha de la jovencita emergían tentáculos electrificados azules, con la pura intención de meterse en la boca y ojos del zorro. Pero frenando su tortura por el Ejecutor que empezó a hablar.
—¡Marina espera! —Deteniéndola en voz baja, pero con cuidado por lo enojada que ella estaba—. Ya sentencié a este Técnico al degradarlo de Supervisor a Técnico, y mi hija se encargó de domesticarlo al servicio de Juzgado nuevamente.
—¡ME VALE UN CARAJO, VOY A PRENDERLO CÓMO UNA ANGUILA ELÉCTRICA POR SU TRAICIÓN! —Enfurruñada amenazaba con más tentáculos electrificados saliendo de su otra manga alzada también—. ¡Además, de que podría servimos un Zorro dos caras como este!
—¡¡Por... qué!! —hablando mientras era estrangulado el marsupial—. ¡¡S-sé cómo podeos entrar al sistema sin que Samaela s-se entere!!
Verdad que provocaba que la Artial lo estrangulara con más fuerza, pese a que no quería admitir que él de verdad le podía servir. Pero la segunda opinión de otro agente de alto rango lo confirmó; y no cualquier agente, el último fiscal del sector.
—No es por protegerlo ni nada, Jueza Marina. Pero este animal puede que sea nuestro único chance para encontrarla. —Caminando al lado de la recién con halo verde comentaba el Fiscal Jaime—. He intentado localizar a Sam, contactar con otros sectores de Paraíso e incluso con el resto de los agentes en nuestra sede. Pero me temo que su control de la fuente es tan grande, que ni usted, Jueza, puede atravesar sus defensas.
Tras la información la joven no tuvo más de otra que soltar al Zorro, sabiendo que era la decisión más acertada. Pero cruzando los brazos y viendo con repelús al peli azulino que tosía.
—Bueno azulino. —Con una mirada seria, Vargas miraba al traidor que no paraba de toser—. ¿Dónde está Sam? No reconocí la dirección del signo que
utilizó.
—Ahh... Cof, cof... —Tosiendo e inhalando fuerte por el estrangulamiento anterior—. Se ha ido... al Mundo de la Fuente existencial. Debe estar allí para el tener el control total. Con el Permiso de la Jueza; si añado ciertos comandos y utilizo los Medios Ex, podrán esquivar los bloqueos de Samaela y acceder allí.
Tras lo dicho todos fijaron su atención a la chica que vestía varios abrigos de invierno azules, poniéndola incomoda y enojada.
—¿Por qué todos me miran como mamá sustituta? —preguntó incomodada y extrañada de brazos aún cruzados.
—Pose res la Jueza, tienes que darnos permisos. Sin tu autorización, no funcionan los medios EX —aclarando el Fiscal con la misma expresión confusa que el resto.
—¡¿Qué no ven que el sistema se apolilló?! ¡Solo vayan! —Mandó con los cachetes azulados de la pena ella.
Alzando las alas todos los obedientes agentes tras el mandato de su pequeña dama, volando primero los cuatro en dirección a la llamada Sala Ex, siguiéndoles la medusa humanizada por su falta de desconocimiento del lugar.
Sin saber ellos que una Aprendiza gatuna de piel oscura y cabello anaranjado los veía volar, y sabía que iban a encarar a su antigua Guía.
Una parte de ella quería ir, confrontar a la In y averiguar porque nunca la ascendió a Supervisora; pero otra sentía que debía quedarse y luchar contra la Sucumbida que estaba atrás. ¿Cuál debía elegir?
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Sala Ex, minutos después...
El Fiscal y el Técnico en redención preparaban el signo Ex con la manipulación de diversos paneles, mientras la Jueza interina y el Ejecutor 2 hablaban con la Asistente del desaparecido último Juez. La cual estaba en la deformación estándar de las Almas, es decir sin vestuario y solo con alas; como desnuda, pero sin tener genitales, ombligo, posaderas, uñas o dedos en los pies.
—Porque he de ir yo también, no soy lo bastante fuerte como para pelear con la Santa Samaela —Sugirió con timidez una Verónica metida a la fuerza en el interludio.
—¡No voy a mandar al Alfita solo! Además, nos la debes por quedarte escondida cuando Samaela reveló su traición —discutiendo con la novata la Artial, con sus puños a la cadera.
—Os he dicho que no me escondía, la Técnica rubita antes de Sucumbir me electrificó y noqueó con una Vara de Verosen —discutió también la canosa, pero sin ser tan mala al hablar.
Apunto de volver a encararla la chica con umbrela como cabello, hasta que sintió el brazo sano izquierdo del gótico.
—¿Me dejas hablar con ella? —Sugirió con su voz diferente a su versión joven, y luciendo su madurez.
Palabras que bastaron para que la jefecita cerrará la boca y se fuera hablar con los genios de la computación, ocultando su cara por la vergüenza que sentía hablarle al chico crecido. Quedando el joven de 17 con la joven de 16.
—Verónica, sé que no eres fuerte, pero eres lista. Requiero toda la ayuda posible para enfrentar a Samaela —hablándole seriamente y mirándole de frente.
—Pero si queréis aliados inteligentes, porque no lleváis a Diego o al Fiscal Jaime; ellos incluso son más férreos y habilidosos que yo —decía como excusa, ya que sentía que no sería de mucha ventaja en la batalla.
—Ellos no pueden venir, porque son los que nos sacarán si la cosa en ese Mundo se pone muy fea —dijo indiferente.
—¡¿Más fea?! —exclamó por la sorpresa.
Exclamación que llamó brevemente la atención de todos, pero tras la notificación de la chica de invierno los técnicos prosiguieron con su trabajo. Mientras suspiraba el adolescente apático por sus palabras no pensadas.
—Mira, no quería decirte esto, pero... —Cerrando sus ojos y pellizcándose entre las cejas.
Para luego mirarla de frente al sostenerla de sus hombros desnudos.
—Es que no quiero ir solo, y la Jueza Artial lo sabe —confesó como última opción.
Confesión que dejó atónita a la mujer sin vestimenta.
—¡¿Tenéis Miedo?! —asumió con ojos incrédulos.
—¿Noo...? —Desmintió confundido, pero mirándola para explicarle de una mejor forma—. El miedo es una reacción natural ante lo desconocido, y yo sé lo que podría tocarme allá.
—¿Y entonces? —Curiosa por la defensa del mejillas rota, pero sabiendo que no estaba mintiendo de ninguna forma.
—Aww... Ya que; te lo voy a decir, vale. —Suspirando por sentirse contra la pared—. No es la primera vez que peleo contra un Arcángel que se hizo malo, y aunque Samaela no es una auténtica guerrera celestial como tal, si es una de esas almas de mentalidad Arcaniana. Y necesito un compañero, porque a pesar que estoy en esta deformación no soy invencible, si ella llega sellarme nada le impedirá tomar el sistema.
La forma con la que él habló no es la que esperaba la princesa, pero fue tan sincera, directa y sin súplicas, que entendía que esta podría ser la primera vez en que El Ejecutor de la Muerte, cuyo nombre no lo tenía claro aún, estaba confiando en ella.
—Vale, haré lo que pueda. —Bajando sus puños de arriba abajo y con seria expresión confirmó con determinación.
Dando una mueca de satisfacción el adolescente de nueva dentadura normal en vez de la de estilo sierra que cargaba de niño.
—Me alegra saber que puedo contar contigo. —Poniendo su mano en el hombro derecho de ella mostraba su agradecimiento y respeto.
Asombrada pero alegre la Recién.
—Ahora coloca este emblema sobre tu escote para ponerte tu traje protector ante los efectos de estar en la Fuente —decía lanzando lentamente un extraño emblema a la joven prácticamente desnuda.
Atrapándolo ella de forma tonta por la sorpresa, pero obedeciéndole sin una sola palabra. Al colocarse el emblema piramidal invertido sobre sus senos, una luz gris la cubrió. Luciendo ella un traje aislante de clase militar álmico de color gris: con una ventanilla blanca en su casco para que pudiera ver. Dejándole la armadura lucir su cabello decolorado a negro y hasta protegiendo sus grandes alas con una cobertura gris.
Observando su armadura ella al ver todo su cuerpo, mientras el ejecutor le comentaba otras cosas.
—Así te ves mejor. No es que yo sea como los vivos con su mala definición de Desnudez, pero si estás fuera del cielo y luces tu cuerpo descubierto; significa que eres un presumido que se cree perfecto e invencible. Y créeme, esos hasta yo los aborrezco —comentó mientras recordaba a un Ánima musculosa que enfrentó.
—Más vale que ya estén listos, el Fiscal y el zorro ya tienen listo el signo —avisando desde su posición cerca de los informáticos fantasmales la Jueza temporal.
Tras su llamado Ejecutor se encapuchó para la batalla, llamando a la Vero de nuevo traje con un adaman al mover su cabeza hacia arriba. Caminando ellos al suelo de cristal pálido de la habitación, mientras él se encapuchaba.
Observándoles una extranjera con los brazos cruzados.
—Hubiera preferido que fueras con alguien más fuerte a tu lado, Alfa. Pero no tenemos más tiempo —añadió seria la marina.
A punto de dar la señal de activación del Signo. Pero una pregunta detuvo a la Artial antes de dar la orden.
—¿PUEDO IR YO TAMBIÉN? —preguntó la voz de una nueva mujer castellana.
Grito que llamó la atención de todos al mirar a la mujer felina bajita de insignia negra.
—¿Minián? —Nombrándola al reconocerla, pero sin abandonar su posición.
Aunque no tuvo que ir a ella, pues la hasta llego a Valencia llegó al instante para ver si traje
—¡Guau, ese es uno de los trajes aislantes de Juzgado! —Se acercó volando bajo por la impresión—. ¡Está súper guay!
—¿Se puede saber quién rayos sois vos, Aprendiza? —preguntó sospechando de la Aprendiza que, destacada por el color de su medalla, además de su aspecto casual.
Recordando en ese entonces la gata lo que quería hacer allí, debido por su emoción dada ante su amiga, que debía dar su respeto a la Jueza y al Fiscal de la entidad.
—¡Ay, perdón me he pasado por la emoción...! —Nerviosa y dejando de hablar la metida.
Tomando postura firme con los brazos bajo y puestos a la cadera, enseñando todo su semblante y con la frente en alto, se presentaba a la Jueza de su misma altura con un pisotón. Ignorando al Ejecutor encapuchado que admiraba, pero solo porque olvidaba como él lucía con el gorro puesto y estando en su segunda deformación.
—Minián Suárez, Aprendiza demoniza de Supervisor. Mi Supervisora Guía era Samaela de Arcángel, le pido que me permita ir al a la Fuente para enfrentar a la traidora; debido a que si me no hubieran sellado tal vez podría haber descubierto la maldad de mi guía —diciendo su ficha de agente al presentarse y explicando sus motivos para ir, aunque se guardó su otro motivo personal.
—Bajo otras circunstancias, claro que te lo permitiría; pero... —negando y explicando porque la acuática, hasta la interrupción del encapuchado.
—Espera, Marina. —Desencapuchándose y captando su atención—. Conozco a esta Aprendiza y confirmo que su poder es grande, incluso para ser solo una Aprendiza. Su ayuda sería vital.
—Bájales Alfa, la razón por la que ella no puede ir... —Queriendo explicar, pero otra interrupción no se lo permitió.
—¡S-SOIS EL EJECUTOR DE LA MUERTE! ¡Y ESTÁS EN VUESTRA SEGUNDA DEFORMACIÓN! —Emocionada al reconocer el rostro frío de su ídolo por disque primera vez—. ¡SOY VUESTRA ADMIRADORA!
A punto de volver hablar la medusa, pero otra interrupción le detuvo.
—Sí, lo sé. Nos conocimos como hace dos semanas cuando peleamos contra "El rey" ese, ¿Qué no te acuerdas? —Opinó con intriga el adolescente.
—¿En serio? —preguntó decepcionada ante la confesión—. No, he estado sellada desde hace un buen tiempo y creo que sufrí de una perdida de memorias, hasta que mi ex guía halló el momento para liberarme. Bueno, así lo dijo ella, pero no le entendí.
—¿El momento para liberarte? —Citándola con sospechas—. Me parece que Sam quería que perdieras la memoria a propósito.
—¿Hace como dos semanas? —discutió Verónica interviniendo—. Ya sé que en estos mundos no existe el tiempo como tal, pero... ¿Cuánto ha pasado en el mundo vivo desde que falle...?
Pero esa intervención fue la gota que colmó el vaso de paciencia de Marina, que ya no aguantó más.
—¡Ay, ya cállense, cállense, que me desesperan! —Alzando la voz para frenar la interminable conversación.
Cerrando la boca los tres parlanchines.
—¿Es que no nos tienes paciencia, o qué?, jaja —riendo el Ejecutor por el claro estrés de la jefa.
—¡No! —Aclarando con los puños puestos abajo—. ¡Y antes que me vuelvan a interrumpir, ella no puede ir porque es un alma de nivel 2 y solo los de Nivel 3 o superior pueden acceder a la fuente sin desintegrarse en el intento!
—Pero mi guía traicionó a la entidad. ¿No podría volverme Supervisora usted, después de todo es la Jueza de la región? —pidió y excusó.
—No funciona así —negando con la cabeza—. Aunque fuera la verdadera jefa de esta región solo podría haceros una oficial parcial, como tu amigaza pálida de aquí al lado. Por lo que volvés a ser Practicante, hasta ser elegida por un Supervisor y que ese te ascienda.
Bajando la cabeza la molesta consigo misma esa la gata. Mientras resoplaba por la nariz un fastidiado inmaduro de apariencia crmayor.
—Bueno... —dijo el adolescente pálido y negro de forma inesperada y con tono agobiante.
Tomando la mano morena de la gata, y mechones naranjas en el dorso.
—Minian quiero ser tu Guía, ¿Aceptas? —Frío y con prisa le preguntó a la usuaria de la mano que sostenía.
Asintiendo la morena de cabellos naranjas de forma automatizada, sin poder creer lo que estaba pasando.
—Ahora te asiendo a Supervisora clase demonio. —Tocando la cara de su Aprendiza para emular el inicio de una oración.
Concentrando su vista en la pequeña eléctrica de acento argentino.
—¿¡Ya, feliz!? —interrogó con sus puños en la cadera un Alfa muy apurado, y agachando su cara para verla de frente.
—¿Que gaucho? Jiji —riendo Marez con los ojos cerrados por la deprisa del adolescente gótico, caminado hacía la boquiabierta recién asignada—. No debería de hacer esto, pero por la troncha de toro que tenemos haré una excepción.
Caminando la soberbia invernal para estar de frente a la gatuna. Sacando de sus bolsillos una especie de sello, y con ello marcó la frente achocolatada de la Aprendiza con un símbolo de Juzgado color gris número tres.
—¿Soy una Supervisora? —Se preguntó Suárez a si misma asombrada y pasmada, mientras veía sus manos.
—¿Así de fácil? -cuestionando la simple conmemoración la confusa Ángelina de halo verde.
—Ahora es una Supervisora temporal, pero eso debería bastar para que ella pueda entrar a la Fuente con ustedes —Respondió Marez de espaldas y caminando al área técnica—. ¡Ahora, Alfa ponle ganas y apura a tu nueva niña!
Arrojando a las manos del crecido, y un poco más fornido Alfa, otro de esas
medallas que producían el traje especial.
—¡Minián, quítate el uniforme ya! —ordenó apurado, pero no molesto.
Despertando la muchacha de su coma ante lo que antes creía imposible.
Asintiendo ella, y con un chasquido hizo desaparecer todo su uniforme de un parpadeo, mostrando su cuerpo pequeño femenino, moderadamente ejercitado: con cola sobre sus posaderas, alas demoníacas de tamaño medio, cabello corto naranja, cuernos sobre el cabello, manos con mechones en los dorsos y mejillas tatuadas con bigotes.
—Ahora toma esto, y póntelo sobre tu escote —pidiendo con la misma prisa, pero bajando la voz, y entregándole el medallón.
Mientras ella asentía con determinación, dispuesta a usar el traje especial y servir como una Supervisora a medias.
................................................
Continuará...
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