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Capítulo IX (1-2). Nos volvemos a encontrar.

Archivos de Juzgado - Los Mundos existenciales (Esquema):

Los mundos existenciales son los planos de existencia donde solo el poder del almico (Almia) puede manifestarse; hay 4 Mundos existenciales y estándar:

Mundo Vivo: El mundo más insignificante e inútil para las Almas y Ánimas. Normalmente el único poder álmico que se encuentra aquí es Almas Nivel 1; Almas en pena. Sin embargo, algunos vivos tienen la capacidad de sentir un cierto grado del Almia de algunos entes.

Paraíso/Cielo: Mundo bajo la supervisión de Juzgado, tiene al Cielo como submundo donde las almas bienhechoras pueden gozar de una alegre paz.

Averno/Infierno: Mundo bajo la supervisión de Juzgado, tiene al Infierno como submundo donde las almas malhechoras son condenadas a sufrir.

Inframundo: El mundo más grande de todos. Es el único donde Juzgado no posee supervisión total, allí muchas Almas y Animas evaden a la entidad.

Existe otro, pero es el más pequeño y tiene una importancia fundamental para Juzgado.

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Inframundo, Selva de Lágrimas...

En esa pálida y tétrica jungla de penas y remordimientos, dos compañeros de Juzgado platicaban, discutiendo su siguiente paso a seguir.

—¿Crees que El Caballero mandará a las otras de sus 5 Ánimas asociadas? Al menos ese era su modus operandi al principio —preguntó el Ejecutor, estando con los pies en la tierra otra vez, pero no totalmente recuperado al estar en ese mundo.

—Con toda seguridad creo que su estrategia de que él y el cazador pudieran sellaros, iba a ser su jugada más fuerte. —Con la mano en él mentón informaba su análisis el Ángel—. Pero como no les ha funcionado, de seguro enviarán a la sexta Anima contra ti; ¿Quién quiera que sea?

Llevando sus brazos atrás el jovencito, compartiendo la misma teoría de su amigo; con las manos puestas en su nuca.

—¿Seguramente será mi hermano o Sam?, porque se me hace que Caballero será para el final. —Añadiendo su propia teoría le contestaba, observando el cielo nuboso sin precipitaciones encima de ellos.

—¿Y tenéis alguna salida en caso de que vuestro siguiente enemigo sea uno de los Yamirami? —preguntó sabiendo de una vez la trampa del ojirojo.

Tropezando un poco un estratega de las palabras descubierto enseguida, por su intento de que él no nombrará a esos dos.

—Por favor, siempre usáis ese truco psicológico de nombrar a ciertos sujetos para que yo ignoré a los otros. Esta vez no os funcionará —opinó directo y desinteresado en el tema, dando un leve reojo al cielo tormentoso.

Suspirando el derrotado y des encapuchado, pues no le quedaba de otra que contestar.

—Sinceramente, no quiero ni imaginarme el toparme con ellos; ya me cuesta conservar un reducido margen de mis emociones en este mundo. Pero si perdiera a Oscuria no lo soportaría —explicó triste y encorvándose con el peso de sus brazos.

—... —Viéndole y entendiendo lo difícil de aquel encuentro guardó silencio, pero no descartó el tema—. ¿Y aún ni le has dicho?

—Ella sabe muy bien que es adoptada y que antes era un Ánima, pero nunca le dije quiénes eran aquellos del grupo al que pertenecía. —Con una posición comentó cabizbajo—. Cada vez que quería decírselo siempre me llegaba a la mente la posibilidad de que se largue resentida por ocultarle ese secreto.

—Esa no es excusa —objetó serio en voz pasiva—. Sabes perfectamente que mientras no le digáis esa posibilidad se hará más propensa a ocurrir. Decidle de una vez.

—De acuerdo... —mirándole con más seguridad tras respirar—. Cuando volvamos le diré todo; de seguro se enojará conmigo. Pero prefiero ser yo el quien les diga en vez de esos dos raros.

—¿Eso sí volvemos? —dijo sin ninguna expresión.

—¿Por qué decís eso? —preguntó extrañado.

—Ahora que mi hermana se ha enterado que sabemos su traición, hará todo lo posible para que no volvamos y le jodamos su plan —habló con voz baja, pero se notaba su odio latente; ya que el hecho de que una palabra tan fuerte como esa lo hacía evidente.

—¡¿Oye...!? —opinando ante la palabrota de su amigo.

—... —Cerrando los ojos por su descalabro de furia—. Lo siento Alfa, sé que no os gustan las groserías; pero ella era la única hermana que me quedaba y usó ese fundamento por su propio beneficio.

Soplando hacía arriba el chiquillo al aceptar las palabras de su amigo en mala gana

—Bueno, creo que no te debo culpar; pues tampoco tengo una buena relación con mi hermano. —Llevando sus ojos al cielo para pensar que estarían haciendo su propia excusa de hermano en este momento llevaba mucho tiempo sin verlo.

Fue entonces que la nueva orden de su amigo le recordó lo que estaban haciendo.

Vale, hay que hallar una forma para que ambos salgamos de este mundo. No puedo dejar que Samaela siga en Juzgado ahora, y sois bastante inútil bajo esta atmósfera; no es por ofenderos.

Cruzando los brazos el chico con pucheros con repelús a su Juez.

—Jeje; chistosito, no —hablando en sentido figurado, sabiendo en parte que él tenía razón en humillarle—. Pero este inútil ya previno este acontecimiento y le dijo a su técniquita que abriera un signo Ex en su ubicación si no regresaba tras cierto tiempo.

Volteandose el joven adulto impresionado.

—Vaya, que guay. —Recuperando su calma se fijó en su coleguilla—. Me disculpo si por un momento os hice creer que erais absolutamente inútil, por no disponer totalmente de vuestros poderes.

—Está bien... —Riendo con un pequeño gesto de presunción el que parecía un chico—. Pero quedemos aquí, sino Oscuria no podrá detectar mi señal álmica.

Decidiendo ambos quedarse allí a esperar de pie. Tiempo pausado y aburrido que provocó a que un peliblanco comenzará a ser soplidos de aburrimiento.

—¿Querréis hablar de otra cosa? —sugirió con la mente en blanco el que no parecía un infante a él que si se veía como un verdadero infante.

—Bueno, es un momento perfecto para que me digáis porque convertisteis a una recién fallecida en Supervisora de un tiro —propuso con cierto resentir en sus palabras usando, un acento castellano a propósito.

Suspirando él mejillas marcadas por hablar de más.

—¿Creo que yo mismo me lo busqué, no? —preguntó de forma retórica—. Bueno, a mal paso darle prisa; o en vuestro caso, darle explicación.

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Paraíso, Sala EX. Hace un momento atrás...

La Técnica que había destacado en la Academia por sus habilidades y su conocimiento, se encontraba manejando tres paneles álmicos al mismo tiempo grises en busca de la señal de su Ejecutor asignado. Con la ayuda de su tío, de cariño, el Ejecutor del Tiempo, que servía como la fuente de poder para el uso de esos medios; al estar posando sus dos palmas sobre dos postes.

—Ayy, olvidé que su señal es más débil en ese mundo. —dialogó para sí misma mientras trabajaba, recordando que su tío podría estar pasándola peor por hacérsela de batería—. ¡¿Cómo te va tío José?!

—Tu... tranquila sobri-brina... P-puedo durar un rato más, pero apúrate —Electrificado y gestionando su energía informó al mismo tiempo.

Y tras escuchar el sofoco del Ejecutor con bigote se propuso, más determinada, en localizar al ejecutor de aspecto oscuro, manipulando a más prisa la tarea con los paneles a su disposición.

—Técnica Clara y Provisional Verónica ¿Hallaron la ubicación de Alfa Vargas? —Observando a sus asistentes atrás con sus propios paneles la gótica líder de la misión actual.

—Aún no, ese mundo sí que es grande —dijo la Recién fallecida y convertida en asistente del Juez del sector.

—Yo tampoco tengo nada —comentó fría la enemiga encubierta, porque secretamente no tenía la intención de encontrar al crío.

Comenzando a pensar la pelinegra si tal vez pudo haber presumido de más, creyendo que tal vez no tenía lo necesario para encontrarlo. Hasta la sugerencia u opinión de la reciente.

—¿Y qué tal si localizamos la señal álmica del señor Gabriel...? —dando su propia opinión inocente la inexperta de la habitación.

Alertando de inmediato a la secuaz de una Supervisora doble cara.

—Piff... —bufando como si no le interesara la rubia—. Recién, no estamos buscando al Juez sino al Ejecutor de la Muerte.

—Perdón, no ha sido mi intención —Avergonzada y nerviosa juntó sus manos rezando disculpas—. Es que yo he pensado en la posibilidad de que el señor Gabriel pudiera estar junto al Ejecutor.

—Pues esa suposición es... —discutiendo hasta la interrupción de la gótica que lideraba al grupo de tres.

—De he hecho esa idea tiene sentido —opinó imitando la pose pensativa de un ejecutor clave por ahora, pensando algunas cosas después—. ¿Cómo es que no se me ocurrió?

Ahh... Pero no tiene que... —Apurada y nerviosa intentaba pensar en una excusa viable la espía entre las tres.

Fallando drásticamente cuando en tan solo tres segundos la quinceañera de pelo negro localizó la señal de su tío. Teniendo la rubita que informárselo a su señora mediante una comunicación álmica, al tocar su sien izquierda.

—Señora Supervisora, señora Supervisora —Llamando a su ángel con toda prisa; y en voz baja, por cierto

¿Todo anda bien? —preguntó sin emociones ni preocupaciones; como siempre.

—Esto es malo, la bastarda del crío y la Recién fallecida están a punto de traer de regreso al dúo monocromático —informó preocupada en voz súper baja para no ser escuchada.

... —Guardando un silencio frío, la duquesa y Angelina con quién se comunicaba—. Vale, volveré pronto; solo teneos que seguir mis instrucciones para separar a ese dúo de una vez. Ahh, y volveré a usar la identidad de Samaela De Arcángel, así que no llaméis más por los otros dos nombres anteriores.

Tras ese comentario con una cara incrédula quedó la espía con la boca cerrada, pero recomponiéndose tras las indicaciones de su maestra; más que confiada en que sí seguía las instrucciones de su "Angelina de la Guardia" todo marcharía sobre ruedas. Mientras el proceso de inicialización del Signo especial daba su inicio.

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Y de vuelta en el bosque de penurias (Bosque de Lágrimas). Presente...

Otra vez, el dúo monocromático se encontraba discutiendo la razón de por qué el Juez decidió convertir a una Recién fallecida en una Asistente de Juez. Pero la respuesta no fue bien recibida por un jovencito ligeramente afectado.

—¡¿EN QUÉ MUNDO, ELLA SE PARECE A MÍ?! —Catatónico y molesto contestó tras la revelación de que era comparado con la Recién ex princesa.

—Shhhiii, no os aceleréis, que algún otro ente dentro de esta selva podría enterarse que estamos aquí, y por ahora sois vulnerable —exigió en voz baja el arcángel cauteloso.

Aceptando de malas el muchachito, aunque realmente era debido a que él mismo sabía que no podría pelear muy bien en sus condiciones actuales.

—Bien, pero respóndeme. —Cruzando los brazos y con una carita enfurruñada seguía—. ¡Y ay de ti si Adora Villanueva, o Marina Marez tienen algo que ver!

Dando una curva con sus irises doradas el peliblanco y con mejillas puestas con Zigzag.

—Al principio no quería creerlo, pero... —Resoplando exhausto de solo pensarlo—. La razón principal por la que subí su nivel de golpe fue a causa de que era una Recién Savialmada, y creí que si ampliaba su límite de poder álmico podría llegar ser una Savialmada negra como tú; y eso sí sería beneficioso para la entidad.

—¿Y funcionó? —cuestionó con una ceja levantada y manteniendo brazos cruzados.

—No realmente... —Respirando ahora en decepción—. Cuando la envié a una de las academias de Supervisores en Mundo vivo, tal vez la hice recapacitar sobre su condición actual, y terminó casi por enloquecer, como cualquier Savialmado.

—Je, je. —Riendo levemente el mocoso por ya suponer desde antes que eso pasaría—. Bueno ya era de esperarse, porque no puedes comparar mi pasado con el de ella...

Interrumpiéndole el blanco, con tal de quitarle su risueña cara.

—¡El punto es...! —exclamando y golpeando ligeramente el suelo con su pie para callarle—. Con la ayuda de una Practicante, ella superó y expulsó por completo toda la savia en su ser. Y a pesar que no podía enviarla al Cielo por las fallas, ella no exigió pleito o indignación alguna, a pesar que tal vez nunca volvería a tener una "vida diaria" como la que había tenido en vida cuando era de alta sociedad; o lo más cercano a normal estando muerta.

—No entiendo mucho lo que dices. ¿Acaso estás qué, enamorado de ella o solo quieres hacer tu trabajo? —Con los dedos derechos dentro de su mejilla rota preguntó.

—¿Qué no lo veis? Esa chiquilla ha pasado por varias etapas de desilusión, descubrimiento y esfuerzo; es igualita de resiliente que tú cuando eráis un Recién fallecido —aclaró finalmente.

Dejando perplejo, aunque también dudoso, al chico que creía sabérselas todas.

—Tal vez lo olvidasteis, pero no es fácil para los vivos descubrir cómo es todo cuando mueren y dejan su antigua vida atrás, prácticamente de forma obligatoria —comentó pensando como cualquier vivo al morir—. Y con toda franqueza, siempre buscabas a Almas con la misma fuerza mental que tú; pero no debes dudar el potencial que podría alcanzar cualquier ser con la motivación y dirección adecuada.

Palabras que hicieron pensar a la Muerte encarnada en un chaval precoz. Cruzando por su mente una gran variedad de conocidos y enemigos que cambiaban de dirección y mentalidad tras su motivación obtenida.

—Okey, Gabriel. No lo olvidaré la próxima vez —dijo seriamente, observando a su amigo.

Pausa incomoda que notó el arcángel, y que decidió detener de una vez.

—Jeje, en fin; no voy a seguir diciéndoos lo mal que estáis. —Dejando su burlada para retroceder unos pasos y discutir de un asunto más serio—. Aún me cuesta creer que un Sacerdote de la savia como Caballero, sea invulnerable a vuestra decapitación álmica. Se supone que es infalible tu corte capital.

—No realmente, sabes que mi herramienta, "Acaba almas", no puede acabar con más de un Alma al mismo tiempo, y en el caso de los Sucumbidos se requieren de muchos tajos y precisos en el ojote que siempre les sale. —Esclareció con experiencia, mientras pensaba en las veces que no pudo usar su herramienta mencionada.

—Sí, lo sé. Pero ninguno de los dos casos se presentó con él, al menos no en el momento que intentasteis acabarle. —Cruzando los brazos y mirándole intentaba armar el rompecabezas—. ¿Hay algo qué no estamos viendo?

Tomando su pose pensativa el antes experimento Alfa, se puso a analizar también.

—¡Espera! —Obteniendo una idea el chicuelo llamó su atención—. ¿Acaso Defunción no dijo una vez que solo había tres condiciones en las que el Ejecutor de la Muerte no podía acabar con un Alma? ¿Tal vez Caballero descubrió la tercera?

Comenzando a pensar también el blanquito, que esa podía ser la solución. Pero con otra idea disertó.

—Nah... —Expresando desinterés con la perdida de la idea—. Sí, pero Defunción nunca nos dijo las tres. Descubrimos las primeras dos por mala suerte, y no creo que esa Ánima de blanca armadura os vaya a dejar volver a que intentéis volver a cortarle la cabeza.

—Bueno, creo que lo único que nos queda es que yo extinga su alma de la faz de la existencia; aunque no me gusta del todo extinguir a las Almas, y que se libren de su castigo en el Infierno —sugirió como última medida en mala gana.

—No es que apoye totalmente esa medida, pero no creo que vaya a seros tan fácil, porque mientras él tenga la Técnica prohibida activada y estéis en vuestra deformación 1, no podrás extinguirle. Primero deberás retarle a un combate y cansarle para hacerlo, pero de veráis que me preocupa esa extra armadura que... —explicándole problema decía hasta una aparición instantánea.

Con un fulgor destellante gris y el fuerte sonido de la manifestación se hizo presente el signo EXistencial gris de forma paralela, con destino a Paraíso.

—Ya era hora —dijo apurado el muchacho, sin nada de asombro por el suceso ya planeado—. Mejor nos apuramos.

—Relajaos; se ve poco estable. Acerquémonos lentamente. —Dando el requisito evidente con solo verlo notificó.

Caminando los dos entes comenzaron a sentir como sus almas comenzaban a dispersarse, para luego ser absorbidas por el portal. No obstante, un rayo delgado de savia vino del otro lado del Signo. Impactando justamente en la frente del chico de oscuros colores y expulsándolo hacía atrás.

—¡¿Aaal...!? —diciendo la primera parte del nombre de su pequeño amigo, antes de que su alma (Gabriel) fuera desintegrada y absorbida por el portal.

Tras absorberlo el portal arrojó a otras dos almas en proceso de re integración. Chocando una de las dos Almas transportadas bienvenidas con el chaval disparado.

—¿Sekai estáis bi...? —preguntaba la novata mientras se levantaba del suelo con su cara golpeada, pero sus ojos se fijaron inevitablemente en la extraña pareja en su encuentro incómodo.

E incomodo sería lo de menos, porque la gótica baleada desde su nuca con savia blanca estaba sobre el pequeño cuerpo del chico, también baleado en su frente con savia.

—Ayy... ¿Qué...? —Confundida y atontada abría los ojos, sin saber que su cara y sus labios estaban cerca de un individuo muy importante para ella. ¡Pero solo cerca!; como en la frente de él.

—Oscuria... ¿Te puedes parar, o al menos moverte? Esto es raro... —Pidió con su cara lo más alejado posible del rostro de la chica que se parecía a él en apariencia.

Apenada y sonrojada se paró la joven a toda prisa.

—¡¿Ayy...!? —Asustada la renombrada se paró con las manos al aire, perdiendo todo su ánimo al estar de pie.

—Olvídalo, nada pasó. Auch... —dijo mientras se levantaba el menor, exhausto y más agotado.

Observando su encuentro otra chica con aureola y mayor que ellos, pensando meticulosamente sobre esos dos, "¿Serán esposos, novios o primos?". Sé preguntaba, según comenzaba a sospechar la Angelina de cabello largo.

—¿Oscuria que pasó...? —preguntó muy débil, casi al desmayo.

—Como me pedisteis antes... —Cansada, pero no tanto como el pre adolescente, se preparaba para hablar la nombrada—. Estábamos a punto de traerte a ti y a mi tío de regreso a Paraíso. Pero sin darnos cuenta, alguien comenzó a disparar Savia de la nada, y uno me dio justo por detrás y me cegó temporalmente. ¿Y creo que alguien me empujó?

—Yo os empujé. —Develó con los ojos hacia arriba mientras recordaba una inocente Verónica, pero rápidamente exclamó el porqué de su acto-. ¡Pero ha sido un accidente, estoy segura que alguien me empujo primero para así empujaros!

—Si es así... —Tambaleando ante el desmayo a por venir—. Debe haber más traidores además de Saa...

Cayendo desmayado el chico a los brazos de la adolescente gótica. Sosteniéndolo ella con todas sus fuerzas; aunque claramente pesaba demasiado para ella.

—¡¿Por todos los Arcángeles, sí que pesa...?! —Luchando por cargar al chico con los extremos de sus dedos.

Cayéndosele por ya no poder, agotada ahora por todo el esfuerzo dado.

—¡¿Dios...!? —Observando a la blanca callada, y hablando de sí misma en tercera persona—. Uno pensaría que yo, Oscuria Vargas, podría soportar todo el peso de este Ejecutor, Alfa Vargas. Pero no.

Así misma comentaba la mareada, empezando a tambalear y reír como tonta aquella muchacha fatigada. Sin embargo, una duda se formó en la otra fémina del trío, pero que sí era toda blanca.

—¿Os llamáis ahora Oscuria y usáis el mismo apellido que él? —Apuntándole con su dedo índice diestro al desmayado preguntaba con dudas.

—¿No lo sabes...? —Al borde del desmayo preguntó la chica de negro como si estuviera borracha—. El nombre Sekai es mi mote, o apodo de agente, y nos apellidamos igual porque él es mi... espoap... pad...

Saltando en dirección opuesta la Asistente para evitar el cuerpo de la gótica de dos nombres, asegurada de que ella misma no podría levantarla.

—Así que ambos se parecen, al menos en la indumentaria; pero no se parecen mucho en los rostros. —Se hablaba a sí mismo en voz baja mientras los miraba dormir muy juntos—. Pero tienen el mismo apellido... ¿Serán esposos con extraños gustos?

Dialogando sola analizaba los puntos de interés de esa joven pareja, totalmente ignorante de la verdad. Cuando un misterioso griterío de espanto, obtuvo toda su atención. Tanto que ella dio un brinquito e invocó su propia herramienta álmica que desarrolló en la academia.

—¡¿Qué hostias!? —Saltó tras su miedo, apuntando a todos lados en busca de algún enemigo—. ¡No puedo creer que pensará antes que ser una "Supervisora" era fácil!

Apuntando a todos lados con su arco y flecha álmicos celestes en busca de algún opresor en contra del trío, determinada en proteger a la rara pareja mientras se recuperaban.

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Continuará...

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