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Capítulo Final (3-3). 10ma Ánima.

Omega, Rey Sucumbido Negro de la Orden.

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-¡¡¡ERÁSELEXPERIMENTOPERFECTO, PEROCOMONOACEPTASTUDEBER, TODOSSUFRIRÁNHASTAEXTINGUIRSE, TODOOSSS!!! -gritando y hablando de forma neutral sin necesidad de mover su boca/ojo, con una excesiva rapidez como cualquier Sucumbido, expresaba su desenfreno/desesperación/rabia y frialdad contra el muchacho de mentalidad adulta.

Pero a pesar de la rapidez y desenfreno con que hablaba, el joven desencapuchado pudo entenderle. Armándose con sus dos guadañas, y tomando postura de batalla.

-... -Serio y callado ante la criatura que presenciaba ahora, sin palabras por no saber lo que "su papá" podría hacer.

Entonces, el Sucumbido al mover sus gigantes manos hizo aparecer dos espadas: ambas oscuras, pero cada hoja terminaba con la punta en forma de flecha o pirámide con un color opuesto; la espada izquierda tenía la punta de color roja y la otra con punta azul.

Comenzando a dar tajos con la intención de atacar al Ejecutor. Recibiendo él, un corte de la espada azul.

-¡¡¡¿DAAHH...?!!! -gimiendo de dolor por su brazo izquierdo cortado, sintiendo un dolor mucho mayor a la que hubiera sufrido de los discos de Gabriel, y perdiendo una de sus guadañas; mientras pensaba por sus intentos fallidos de restaurar la extremidad perdida-. ¡¿NO PUEDO RESTAURAR ESTE BRAZO?! ¡PERO YA NO ESTAMOS EN UNA CITA! ¡¿ACASO YA NO PUEDO LAS USAR HABILIDADES DE UN ALMA NORMAL, Y ESTE ES EL SUFRIMIENTO QUE QUIERE IMPARTIR A TODOS?! ¡DEBO DETENERLE COMO A DE LUGAR!

Ahora el Sucumbido, colocando su espada derecha (Azul) en su espalda, y abriendo la palma de esa misma mano, la movió lentamente; creando una fila de letras X álmicas a su paso (posicionadas al joven manqueado). Produciendo aquellas Equis varios rayos Vectoriales azules (podría decirse que simulaban un poder algo similar a una Ejecución Vectorial). Intentando esquivarlas el chico con una teleportación, pero en su lugar escuchó el sonido de Ejecución fallida.

-¡¿CÓMO...?! -boquiabierta tras darse cuenta de su nuevo impedimento; aunque era algo que podría esperarse.

Cubriéndose con su única guadaña del brazo derecho de los rayos, ya que no le quedaba de otra. Logrando resistir a duras penas, aunque era arrastrado por la fuerza de las Ejecuciones azules, y al detenerse ellas el joven verificó el estado de su herramienta. Notando por el efecto reflectante de esta, un detalle importante en sus ojos.

-¡¿Mis ojos están azules?! -Perplejo ante la imposibilidad que dictaba, desintegrándose a continuación la herramienta por su estado debilitado.

Pero fue allí cuando descubrió el porqué de su deficiencia, su padre sucumbido de alguna forma había absorbido su propia Savialma, tal como él lo hizo mismo antes (Ejecutor); pero a diferencia que su padre lo acaba de hacer a una escala total.

-¡Grirr, pudo replicar mi movimiento con solo verlo una vez...! -Veredicto que dijo en voz baja para sí mismo, Alfa, comparando en su mente la vez que él la usó contra su padre cuando estaba en su primera fase.

Viendo como el amorfo ser negro extraía su espada X (Azul) de su espalda, rugiendo/gritando.

-¡¡¡GROARRAAAHHH!!! -aullando de la ira, cruzando sus espadas "Equis" y "Ye" para teletransportarse.

Apareciendo frente al pequeño adolescente, y realizando tajos con la pura intención de atacarle. Saltando y esquivando un preocupado joven, temiendo de ser sellado; porque si él no lo detenía ahora, "eso" podría causar un terror de extinciones a todos.

-¡Debo invocar una de mis guadañas! ¡Pero necesito tiempo! -Pensó apurado y cansado de tanto correr y saltar.

Alzando su mano derecha para invocar una guadaña, más todavía requería tiempo.

-¡¡¡¿SUFRID, DEESTO?!!! -informó el Rey Omega antes de teletransportarse.

Llevando sus espadas a su espalda, y con sus manos libre Omega expulsó savia negra a las alturas; ordenándolas telepáticamente en unos cuadros que conformaban un tablero de cuadriculas con algunas separaciones, alternando cada una de negras a blancas a mucha prisa con un chasquido de ambas manos; dejando algunos cuadros vacíos en esa gran cuadricula savialmática. Moviendo sus gigante manos al suelo, e imitando la pantomima de estar aplanando algo con sus manos.

-¡¿Me va aplastar?! -dedujo inmediatamente el joven avispado.

Y sin pensarlo dio un salto hacia delante el sagaz jovenzuelo, y tomó carrera, pasando a estar debajo de uno de los cuadros vacíos del gran tablero que había formado en sobre él, su padre transformado. Logrando así, por una rápida deducción, evadir el ataque masivo.

-¡Está distraído, solo necesito un poco de tiempo! -Pensó tras ver que el Sucumbido y Sacerdote máximo se estaba tomando su tiempo luego de ejecutar su Ejecución de alta escala.

En ese pequeño momento, el protagonista de esta historia alzó la mano derecha y con un chasquido logró reunir un escaso poder que le quedaba para invocar una sola guadaña con un rápido chasquido. Lamentablemente, por el sonido del chasquido la gran criatura negra entró en acción.

-¡¡¡GAAARRRRR!!! -rugía con sus espadas agarradas en las manos, que las cruzaba para teletransportarse.

Apareciendo frente a un Alfa no preparado y mucho más cerca suyo, comenzando a atacar con ellas. Esquivando el no preparado en apuro, recibiendo un corte en sus alas (que de todos modos ni podía usar ahora mismo), derramando unas lágrimas del dolor que aguantaba, pero aun así corría para evitar los enormes cuchillos.

-¡¡¡NOMERECESSERMÍRCREACIÓN, YOMISMO, YOMISMOMEHECREADO!!! -gritó a toda velocidad y furia, preparando un ataque doble con ambas espadas.

Ataque que logró esquivar el joven con una voltereta invertida, aunque cayendo de cara por el intenso dolor que aguantaba. Pero recomponiéndose Vargas en seguida al ver que el Rey sucumbido no podía extraer sus espadas incrustadas en el piso monocromático, usándolas el chico como escaleras, saltando al llegar a las manos levitantes del gigante; y ejecutando con su único brazo que le quedaba un corte en el gran ojo/boca de la bestia.

-¡¡¡¿DAAARRRRRG?!!! -gritaba con sus manos que cubrían su único ojo, expulsando savia negra al aire de su ojo lastimado que simulaba su llanto o sangre; mientras sus espadas se desintegraban.

Pero la Savia negra, la cual salió expelida de Omega, de la nada fue rápidamente de regreso al adolescente manqueado, devolviéndole sus ojos rojos, así como restauraba sus alas y brazo perdido.

Observando su poder devuelta el adolescente; bueno a medias, puesto que aún no podía volar, teleportarse u otras cosas.

-¡¡¡¿GROARRAAAHHH?!!! -rugiendo luego tras haberse recuperado y con sed de venganza. Abriendo su ojo por completo de la furia, pudiendo verse unas tres franjas negras que aparecían en su ojo.

Viendo esa aparición de franjas el joven curioso, que sospechaba que podía ser una especie de protección ante los ataques en su punto débil.

-Creo que solo me queda un ataque por ejecutar; irónicamente es el que no gusta usar -hablando solo en voz baja mientras miraba las franjas del que rugía, levemente decepcionado por tener que depender de un ataque.

Enseñando la palma izquierda el gigante y realizando el mismo movimiento vectorial masivo que antes había hecho, pero esta vez dejando letras Y rojas álmicas gigantes a su paso. Ejecutando esos nuevos símbolos rayos Vectoriales rojos, cuales perseguían al corredor.

Pero deteniéndose luego de casarse inesperadamente el enemigo, y terminando con un parpadeo de su único gran ojo.

-¡Bien, ya se detuvo! -dijo el joven al escapar del ataque y también exhausto, dejando de correr.

Pero corriendo otra vez a más no poder, y teniendo como nuevo objetivo el gran ojo del Sucumbido, invocando su segunda guadaña al correr nuevamente e invocando bajo sus botas con púas blancas sus Agujas de oscuridad en cada paso; formando así una escalera.

Saltando al alcanzar cierta distancia y trayectoria, y realizando un corte cruzado con sus dos guadañas, cuales produjo un tajo X; muy similar a uno Vectorial, pero este dejaba un corte negro en vez de azul.

-¡¡¡¿DAAARRRRRG?!!! -gritando no por una Ejecución vectorial que antes pudo creer, sino la tercera Ejecución personal del Ejecutor de la Muerte, Extinción Álmica; cual destruyó una de sus franjas negras en el ojo.

Tras el ataque que destruyó una de sus franjas de protección, la criatura enfurecida con ambas manos realizó un doble chasquido. Creando un pulso sombrío que; al llegar al adolescente, lo atacó de una forma indolora, extrajo su savia negra otra vez y que hace poco había recobrado. Siendo absorbida la sustancia por el Sucumbido y regresando a él sus espadas Equis (de hoja azul) y Ye (de hoja roja).

-¡¡¡¿GROARRAAAHHH?!!! -rugiendo y abriendo su ojo completamente.

Comenzando el Sacerdote supremo con forma de recién fallecido primigenio, o Alma en pena, a realizar tajos de forma descontrolada en el aire. Ejecutando vientos cortantes sombríos, cuales iban al ojirojo; convertido en ojiazul nuevamente.

-! -Alertándose ese, ahora ojiazul, de los vendavales que venían en su dirección.

Tomando diferentes figuras y posiciones con su cuerpo según los vientos cortantes que venían (casi como bailando con el peligro); no obstante, uno de ellos cortó la parte inferior de su capa. Causándole el mismo sufrimiento que si hubiera sido cortado por directamente por los filos de las espadas, y eso era porque sus vestiduras también eran parte de su alma (ósea como si fuesen otro órgano del cuerpo de un vivo).

-¡¡¡Ahh...!!! ¡No! ¡Debes aguantar! ¡Tal vez todos dependan de ti ahora! -regañándose en voz baja así mismo para intentar mitigar el dolor mental, mientras sacaba lágrimas azules de sus ojos.

Frenando su ataque la criatura tras ver que fallaba, enterrando sus espadas en el suelo monocromático. Y mientras apretaba sus puños, una luz roja se generaba en el ojo del Rey sacerdote, disparando un gran rayo ocular rojizo.

Comenzando a correr otra vez el adolescente que emulaba a un ser vivo cojo o muy herido, al notar que su monstruo padre estaba ejecutando un nuevo ataque. En reojo mientras huía pudo notar que su padre estaba haciendo otra cosa.

-¡¿Aho-ra qué...?! -Nervioso presionado dijo mientras corría manqueado-. ¡¿Está, haciendo malabares?!

Y en efecto su padre transformado estaba haciendo malabares con unos cúmulos de savia negra que había creado. Y durante el vuelo, de esos cúmulos de masa oscura, se convirtieron en Des-Caballeros negros, siendo enviados por su creador mientras seguía disparando su visión de rayos.

-¡¿Tenía que ser...?! -comentando en la mente con mucha frustración, nada extrañado por ver ese ataque combinado, debido a su mala suerte de toparse con enemigos modos; y preparándose con una postura de bateo para atacar a los esbirros que a él venían.

Sin embargo, antes que el joven bateador diera el primer batazo al Des que venía hacía él, se dio cuenta de algo.

-¡¿Son de tipo Kamikaze?! -exclamando en voz alta cuando se dio cuenta como volaban a él, además de que su aspecto parpadeaba en negro repetidamente.

En ese punto el joven no sabía que más hacer además de correr; en poco tiempo se terminaría agotando por correr, y si se detenía, tanto el rayo ocular y/o los Deses terminarían por golpearle. Observando al Sucumbido girando lentamente, siguiéndole con su rayo láser y haciendo malabares; ocurriéndole una idea, un poco inocente, pero no tenía más de otra.

-¡¿No puedo creer... que vaya hacer... esto?! -hablándose así mismo entre exhalaciones.

Mientras corría se acercaba más al centro de la misteriosa sala negra de batalla, teniendo que acelerar el paso y no perder el ritmo, acelerando su rotación alrededor del ente; y a la vez que era seguido por los detonantes algo lentos. A su vez que el Rey aumentaba su velocidad de persecución con su rayo láser; y a causa de tantos giros terminó por marearse ese mismo "ojón" por su intento de seguir el paso del mocoso, deteniendo su rayo.

-¡¿ALLÍ...?! -Hallando su oportunidad en ese momento, tras ver a su padre mareado por tanto haber girado.

Girando el chico cual imitaba a los atletas olímpicos de un futuro que lanzaban una bola de peso al girar sobre sí mismo, arrojando una de sus guadañas al ojo del enemigo. Destacando que la herramienta no se desintegraba en el aire, muy posiblemente a causa del lugar donde estaban o porque un lanzamiento de ese estilo cuenta como ataque hasta cumplir su objetivo.

-¿ARRRWUUU...? -Sobándose la herida en el ojo, volviendo abrirlo con ira y mostrando las dos franjas negras que lo habían protegido.

-¡Awww...! -Suspirado el joven exhausto por sus esfuerzos arruinados, abalanzándose sobre él los Des-Caballeros que quedaban, y que dejaron su vuelo y parpadeo tras el ataque de su invocador; los cuales no explotaron por ese mismo motivo.

Dando un aplauso el Sucumbido por ello, y abriendo su ojo como una gran boca/ojo con púas en su interior, cuales hacían de dientes, creando dentro del interior de su boca un vórtice oscuro que absorbía todo lo que estaba delante a su paso.

Comenzando atraer al joven que estaba siendo masticado sin piedad por los caníbales secuaces.

-¡¿Y ahora...?! -Agarrándose con su único brazo no comido, cual sostenía su última guadaña incrustada en el suelo de blanco y negro, mirando como el Rey Sucumbido se tragaba a sus propias creaciones. Discutiendo una última aclaración para su propia persona-. ¡¿Parece que tiene que ser un corte directo de mis guadañas?!

Tras su dicho observó la herramienta que le quedaba y sostenía, tomando una segura decisión; aunque muy precipitada. Jalando su herramienta con su único brazo hacía arriba, además de usar sus dientes. Siendo succionado por el vórtice, realizando un corte con un solo brazo izquierdo al estar a centímetros de su boca.

-¡¡¡¿DAAARRRRRG?!!! -gritando por el corte recibido adentro de su boca/ojo, vomitando al joven con pocas extremidades, y la savia negra que se dirigía al escupido.

Tras ser escupido aterrizó en el suelo el joven sin el brazo derecho ni piernas, pero al menos aun conservando una de sus cuchillas en el brazo que le quedaba; recibiendo la savia negra que le perseguía detrás, regresando a él sus ojos rojos y pudiendo restaurar los miembros perdidos. Y re invocando su segunda guadaña.

-¡¿Las tengo en la mente...?! ¿Cómo es posible...? -Pensaba al tener en su mente otras herramientas además de sus guadañas, a pesar de que tenía en sus manos sus herramientas habituales; siendo sacado de su pensar por el rugido del villano pero pudiendo tener otra idea él-. Parece que pude imitar sus herramientas tras haber recibido un golpe de ellas, su Savia está limitada, no sabía eso.

-¡¡¡¿GROARRAAAHHH?!!! -Rrugiendo, otra vez, y mostrando sus garras de metal sombrío.

En ese momento, alzándolas la bestia gigante, estaba a punto de atacar con ellas al muchacho que no podía teleportarse, levitar o volar, y correr no le ayudaría esta vez, por lo que no tenía escapatoria. Pero sí un poder que había recuperado.

-¡! -Frunciendo la vista mientras echaba atrás sus herramientas, descartándolas, y desintegrándose en el aire. Alfa invocó, de forma fugaz, las mismas espadas gigantes que antes tenía el Omega sucumbido. Las cuales había copiado gracias a su Ejecución personal 2, Imitación álmica, comenzando los dos enemigos un choque de cuchillos gigantes a zarpas gigantes; (a pesar que nuestro protagonista seguía siendo un adolescente de menor tamaño en comparación). Llegando a entrecruzar sus espadas y garras, forcejeando y viendo quien tenía más fuerza y resistencia.

-¡¿No creo poder aguantar mucho más...?! -Pensó el espadachín doble mientras forcejeaba, perdiendo sus fuerzas por la enorme diferencia de tamaño. Pero encontrando una solución a su frente.

Exactamente, a su frente había un gran espacio por la diferencia de tamaño de ambos. Des invocando sus espadas imitadas y deslizándose por el suelo de el ajedrecista transformado, evitando las garras gigantes de la bestia; cuales se clavaron al suelo atrás de él, en su antigua posición, y que ya no podría sacar el villano a causa de la incrustación de ellas.

-¡! -Determinado el muchacho se dio cuenta de que ahora tenía la oportunidad de encestar en su gran blanco, el ojo de la bestia, el cual seguía intentando sacar sus garras enterradas.

Sin tiempo que perder Vargas movió sus brazos y chasqueó, teniendo ahora a la mano sus guadañas, saltando con ellas para ejecutar su tajo X negro; realizando así su Extinción una vez más en el ojo del Sucumbido. Corte que destruyó la segunda de sus franjas negras.

-¡¡¡¿DAAAARRRRWRUUUU?!!! -Agonizando por el ataque, sacando sus garras del piso y alzándolas al aire.

Teletransportándose "Ese Omega" a otra área del gran tablero de juego, y teniendo en su ojo una sola franja de protección. Y nuevamente con el chasquido de sus dos manos, generó el pulso oscuro que extrajo la savia negra de la parca de ojos rojos, ahora azules por inhabilitación.

-¡¿Otra vez...?! -dijo para sí mismo tras sentir la onda que lo dejó vacio otra vez, suspirando en decepción por lo que ya se hacía una mala costumbre-. Al menos conservo mis Acaba Almas...

Retomando su seriedad tras ver a su enemigo a lo lejos, cual movía sus palmas abiertas. Pero esta vez ambas al mismo tiempo, haciendo con ellas la silueta de una gran letra Z purpura, la cual tras brillar su color predeterminado arrojó un gigante rayo púrpura Vectorial hacía adelante. Esquivando el ataque el adolescente tras arrojarse de forma recta y de espalda contra el suelo.

-¡¿HASTA UNA RÉPLICA DE UNA EJECUCIÓN VECTORIAL ZETA?! -pensó espantado mientras veía el rayo pasar encima de su cara, perdiendo sus herramientas tras haberlas soltado por accidente cuando se tiró al suelo.

Abriendo los ojos el joven echado en el suelo, tras la aparición del Sucumbido en el aire y sobre él.

-¡! -Boquiabierto y perplejo por la aparición de su creador original, dándose la vuelta para levantarse y huir como vivo por el miedo.

Sin embargo, Omega enterró sus garras en la espalda del adolescente, jalándolas hasta separar el cuerpo por completo del chico; arrojando sus dos mitades al aire. Mitades que al estar separadas de alguna forma se deformaron y adquirieron las formas femeninas "Particionadas" del Ejecutor. Las mismas féminas que él se convertía al usar la extraña Ejecución conocida como "Partición Álmica".

-¡¿...?! -Estupefactas las muchachas, ambas particiones de alma del mismo muchacho, volando con sus alas ambas con cara de estúpidas y sin guadañas.

Evento que también fue inesperado para el quien lo provocó originalmente, recordando allí que debía atacar solo con sus espadas si quería hacerle sufrir. Invocándolas y comenzando a dar tajos a lo loco, dificultándole atacar ahora por tener dos objetivos en vez de solo uno; hasta que logró cortarle un brazo a la fémina gótica que cubría su ojo derecho con su cabello largo negro (llamada Asque por ser la representación alegre, amorosa, ingenua, física y algo Asquerosa de actitud de la Alfa Vargas), siendo rescatada por su otra mitad con el ojo izquierdo cubierto (llamada Ama por ser la representación seria, inteligente, introvertida, elegante y algo Amargada de la actitud de Alfa Vargas).

Teletransportándose el villano para largarse y pensar en otro plan.

-¡¿...?! -La amargada sin decir nada pensaba en la huida del amorfo, tras dejar en el suelo a su compañera y antítesis.

-... -Sonriendo la animada y bobita destinos desinteresada en la huida del padre de ambas, y elevando hombros (con el izquierdo desmembrado) por su mala suerte.

Pegándose la frente la amargada con la mano. Pero regresando su atención por ser tocada en su seno derecho por su copia, provocando su ira hasta que entendió que solo le estaba avisando del siguiente ataque del padre de ambas. El cual se teletransportó a lo lejos, moviendo sus palmas abiertas lentamente, produciendo muchas Equis y Yes álmicas a su paso, las cuales ejecutaban rayos vectoriales azules y rojos a las pseudo hermanas o copias.

-¡! -Perplejas ambas ante el masivo ataque que se les avecinaba, corriendo y saltando como cucarachas al prender la luz.

Deteniendo su ataque la criatura al chasquear, volviendo hacer malabares y enviar a sus Deses (no Kamikazes) a pelear físicamente contra las gemelas adolescentes, físicamente parecidas pero opuestas de personalidad. Juntando sus manos el Sucumbido al cerrar su gran ojo, manifestándose un Signo de savia negra a su espalda, siendo absorbido por ello.

Transportación que confundía a las chicas, rascando su cabeza con su dedo derecho la chica lista. Y estresándose después al ver que la no lista parecía desinteresada, porque se estaba metiendo el dedo índice en la nariz por su falta de interés.

-¿¡...!? -Levantando el puño con intención de pegarle a la que se hacía la tonta, y lo era, hasta que escuchó múltiples gritos a su espalda.

Llegando por fin los Deses para confrontar a las muchachas, cuales se disponían a pelear; la inteligente, pero amargada a patadas, mientras que la asquerosa, pero positiva a puños. Sin embargo, todo no más era una distracción de la décima Ánima para conseguir tiempo. Ya que muchos signos sombríos se manifestaron por doquier, volando y surcando entre ellos un Sucumbido que cargaba sus espadas; con la pura intención de acabar con su hijo que había "Trascendido" a dos chicas.

-¿...? ¡...! ¡¿...?! -Sorprendiéndose, asombradas y haciendo más gestos las chicas mientras saltaban, corrían de un lugar a otro, puesto no tenían idea de donde aparecería su creador transformado en su fase final; mientras los Deses señuelo se desintegraban.

Frenando la emo a su copia animosa, al cogerle de sus hombros.

Lanzándola al aire, quedando expuesta una Ama seria a la criatura cuando apareció y con un corte de sus espadas la aniquiló por completo, esparciendo su ser en oscuridad. Sorprendiendo a su copia u otra mitad, pero sabiendo el verdadero objetivo del plan de su ¿Hermana-copia?

Y alzando la muchacha reunió la esencia de la acabada en su mano; consiguiendo los restos de Savia suficiente para crear una guadaña.

-GRIIIRRRR... -gruñendo el padre sádico, mirando de izquierda a derecha, en su intento de hallar a la otra partición de su hijo.

Cuando un silbido desde las alturas llamó su atención.

-¡¿?! -Perplejo ante la chica que caía en picada directo hacía él, cargando en su mano derecha la guadaña que invocó al utilizar a su otra mitad como la fuente de savia para la fabricación.

Pensaba en teletransportarse aquel ciclope negro, pero no podía hacerlo debido a los portales que aún estaban presentes. Chasqueando para desaparecerlos, aunque a causa de ese tiempo desperdiciado la mocosa con un solo brazo llegó a su ojo, realizando el corte con una cara de alegría.

-¡¿QUIAAAAANOU...?! -gritando o rugiendo por haber sido engañado por la mentalidad ingenua del esperimento Alfa.

Derrochando savia negra de su ojo lastimado la criatura, perdiendo sus espadas gigantes. Absorbiendo esa savia secretada la adolescente de ojos azules que volvían hacer rojos, recuperando su segundo brazo y su habilidad de vuelo con las alas.

-¡! -Alegre de su poder regresado, cerró sus ojos y se concentró para restaurar su poder por completo; o al menos lo suficiente para ella.

Y al mover la palma abierta libre la chica de una sola guadaña, se dividió en dos. Trayendo así de regreso a su otra mitad de actitud fría, con ojos también de color rojo, alegrándose tanto que incluso iba abrazarla. Siendo retenida y rechazada por la mano con repelús de la quien había regresado, equipada también con la segunda herramienta.

-¿...? -Frenando con una frialdad que hacía la amargada que honor a su nombre, señalando al villano bajo sus pies.

-¡...! -Siendo alejada la animada, mientras sonreía, por la fría que la empujaba al poner ella su mano en su seno.

Asintiendo ambas y alzando sus herramientas propias contra el Sucumbido, el cual ya se estaba recuperando y las miraba con ira. Recibiendo en ese momento el corte diagonal de las gemelas, que por ser un ataque en conjunto dio como resultado la Ejecución personal tres del Ejecutor de la Muerte.

-¡¡¡¿NAAAAARRRRGG?!!! -gritando finalmente de la agonía y el sufrimiento, destruyéndose su tercera franja de protección.

Emergiendo de él, el último cúmulo de Savialma negra de Alfa, siendo absorbidas por las chicas; que chocaban su mano libre tras ya haber recuperado su última y más usada Ejecución restante. Pudiendo escuchar el balbuceo del creador de ambas

-¡¡¡¿ESTONOHATERMINADO, DESGRACIADAS?!!! -gritando y hablando como el Sucumbido que era, enseñando sus garras para demostrar que son no había sido derrotado.

Observándose ellas mismas con una mirada determinada y asintiendo al mismo tiempo por saber que iban hacer, encapuchándose ellas y teleportándose para su ataque final. Teletransportándose el Sucumbido también.

El silencio circulaba por el ambiente, desconociendo el supuesto ataque final.

Fue entonces que los tres sujetos aparecían por doquier en una secuencia de tres, generando agujas de oscuridad y enredaderas de espinas negras por donde iban: 1era aparición), Ama logró darle un tajo en su ojo, mientras Asque retenía las garras; 2da aparición), Los papeles se invirtieron, ahora Asque ejecutaba el tajo en el ojo mientras Ama la cubría de las garras; 3era Aparición), Esta vez las mitades encapuchadas del ángel de la Muerte forcejeaban las garras de su padre.

-¡¡¡DESAPARECEDDEUNAVEZZZ, ALMAEXPERIMENTALALFIL!!! -gritando mientras forcejeaba, a su vez que el color negro de su ser perdía saturación.

En ese entonces ambas féminas se miraron a los ojos y supieron que ninguna de las dos por separada podría contra él, por lo que tras asentir nuevamente compartieron una misma idea. Entre juntando los dedos de su mano libre, y reunificándose en un solo ser, volviendo a ser ellas el mismo chico con capucha de antes.

-¡¡¡QUE TE QUEDE CLARO, MÍ NOMBRE ES ALFA VARGAS...!!! -Gritando mientras aumentaba su fuerza por recuperar todo su poder, y dejando la frase inconclusa.

Logrando el adolescente serio y con el rostro sumido en las sombras destruir las garras pálidas del Sucumbido, ejecutando una vez más su ataque más poderoso: Extinción Álmica. Atravesando al semi oscuro con su corte X negro.

-¡...El Ejecutor de la Muerte! -Culminando su oración anterior incompleta dijo tras su ataque que atravesó a Omega, mientras le tenía de espaldas-. ¡Y esto sería un Jaque mate!

Tras su comentario el Sucumbido casi gris a su espalda comenzó a sufrir una especie de difuminación entre negro y gris, expulsando rayos de oscuridad de su gigante cuerpo que se separaba en cuatro mitades. Provocando una explosión que oscurecía todo hasta donde alcanzaba la vista.

-¡¡¡CHIIIIEEEEEEAAAA!!! -Gimiendo de sufrimiento ante el corte del ejecutor, mientras su visión se la llevaba la oscuridad.

Quedando un ambiente de oscuridad total que ningún alma podría sentir o ver nada.

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Segundos después, al recuperar la visión...

Cuando la luz regresó de repente, un ojo extirpado debilitado miraba a todos lados en su desconocimiento, cuando pudo ver dos cuchillas que lo atraparon en X. Fijándose la pupila gris en el adolescente encapuchado

-¿Por qué... no me extinguiste? -preguntó el resto del Savialmado negro villano, con tono apagado y hablando sin necesidad de tener labios; sintiéndose a leguas su tono de desprecio y neutralidad.

-¿Por qué dices eso? -Retrayendo sus guadañas de él, y poniéndose de pie-. Ni yo soy capaz de acabar con la existencia de mi propio padre; aunque no lo nunca lo seas realmente.

Fue entonces que dándole la espalda el joven de Nivel 4 con los codos levantado atrás, comenzó a caminar para irse; moviendo la cabeza para sacar su capucha por la inercia de la acción. Y añadiendo más palabras a lo antes dicho.

-A pesar de que nunca fuiste tan bueno conmigo, como con Beta, y por supuesto menos como Gamma, tus maltratos me enseñaron a no ser como tú. Y eso es lo único que aprendí de ti -contó con los ojos cerrados y sonriendo, caminando mientras pensaba en lo bien que se sentía en por fin decirle esas palabras.

Palabras interpersonales que molestaban al ojo mientras se desinflaba, debido al poco de poder que tenía y perdía constantemente.

-¡Cobarde...! ¡Nunca mereciste ese poder...! ¡Me vas a dejar libre por tercera vez...! -gritando débilmente al aire, desesperado por recibir la atención del chico que consideraba como un desagradecido.

Por supuesto aquellos intentos desesperados hacían carcajear al des encapuchado que caminaba con los ojos cerrados. Y le explicaba de su actuar al desgraciado.

-¡¿Dejarte libre, jeje...?! -riendo y abriendo los ojos, ojeando al desesperado-. No, estás tan cansado que toda la Savia en tu ser se apagó y pronto te auto extinguirás, solo te estoy ofreciendo unos segundos más de existencia. ¿Por qué ni siquiera puedes aceptar ese regalo de mí?

Y era cierto, del villano ya no quedaba mucho, con el pasar de los segundos se auto desintegraría por su propio despecho de no haber ganado. Más en su interior quedaba algo de su propio orgullo, solo debía revivirlo con un poco de soberbia.

-¡¿Se... suponía que desatarías tu furia, con todos... cuando extinguieras al Arcángel con tus propias manos, cuando lo hice un malo?! -Hablando cuando solo le quedaba unos segundos para desaparecer.

-¡Je, si ese era tu as bajo la manga! -Haciendo un reojo con sus irises ante la revelación-. Debiste buscar a alguien más en vez de a él.

-¡Tienes razón... tal vez debí buscar a mi sobrina en primer lugar?! -hablando para sí solo cuando ya solo quedaba de él su pupila por desaparecer, mirando el techo de las catatumbas por última vez.

Sin embargo, lo último que dijo sí lo escuchó el que se estaba retirando, deteniendo sus pasos tras sentir su ira crecer en su interior.

-¡¿Yo me gané el derecho de ser su papá?! Ella ni sabe de tu existencia -Conteniendo su rabia decía bajando sus manos a la cintura, apretando las agarraderas de sus guadañas.

Notando su ira el villano, que sentía que esa última podría ser su última esperanza de seguir existiendo.

-¡¿En serio... no le has dicho nada de mí?! -hablando con pocos ánimos, con su poder que empezaba a su subir-. ¡¿Temes que ella te deje al saber tu patético origen, jajaja?!

Palabras que golpeaban el orgullo del joven, que cerraba los ojos por no querer admitir que eran ciertas. Dándose la vuelta y respondiéndole de una forma que no era la suya.

-¡¡¡MIRA MALDITO GÜEVONEADO, SI TOCAS A MI HIJA TE METERÉ MI CUCHILLA EN TU JODIDO CU...!!! -blasfemando con groserías que nunca diría, y cuales decía por dejarse llevar por la ira que no le dejaba pensar.

Tapando su boca por el descalabro de palabras que había dicho, azulando sus cachetes y comenzando a lagrimar de la pena; pues creía que había traicionado a quien le enseñó sus valores. Sin embargo, esa lástima reavivó la malicia del villano.

-¡¡¡SÍ, ESO ES LO QUE QUERÍA!!! -gritó tras el descalabro del bien portado.

Bajando las manos el arrepentido por dejarse llevar por sus arrebatos, mientras su padre restauraba un moderado porcentaje de su antiguo ser.

Logrando volver como un alma de Nivel 1 cíclope, levitando a toda prisa y desesperado para atacar a su hijo con valores quebrantados.

-¡¿Tenía que ser...?! -Con los puños apretando sus herramientas se quejaba de sí mismo, mirando de forma triste al revitalizado de su padre.

-¡¡¡¿ESTÚPIDO?!!!, ¡¡¡AHORA TE MANEJARÉ COMO A CRUZ Y YO SERÉ EL EJECUTOR PERFECTOOO!!! -dictando su añorado futuro mantenía sus garras creadas y puestas en el aire, en dirección al deprimido adolescente.

-Pero ya no puedes -comentando ante la oración para sí mismo el muchacho deprimido, en voz baja y con tristeza.

Entonces el adolescente auto decepcionado con la mirada baja, agarró fuerte sus herramientas, flexionando sus rodillas para una teleportación. Atravesando al Omega entusiasmado, dejándolo estático en el aire. A pesar que al reaparecer ese gótico sin la capucha puesta en el otro lado seguía con su actitud apática.

-Un Ejecutor como yo, no debe dejarse llevar por unos sentimientos tan frívolos como la locura o la ira descontrolada... -hablando decepcionado de sí mismo-. Y yo le prometí a mamá que nunca sería como Defunción, y menos diría groserías como mi hermano.

Fue allí, cuando se hizo presente el corte X negro en el único ojo del Savialmado restaurado. Reaccionando la Extinción de Alma en el ojo del desgraciado, haciendo que todo ese globo ocular se oscureciera y extinguiera.

-¡¡¡¿GROARRAAAHHHUUUuuuu...?!!! -gritando sus últimos alaridos de existencia, mientras su ojo se desintegraba, extinguiéndose su pequeño cuerpo por completo cuando el ojo desapareció.

Quedando solo un Alfa Vargas en su deformación 2, suspirando por el esperado final. Aunque no pensó que las cosas se sentirían así de mal.

-... -Sin nada que decir en ese momento el Ejecutor, pensando en que haría mientras esperaba a que lo vinieran a buscar.

Mientras no podía evitar pensar que pudo haber decepcionado a su madre por haber hablado antes de una forma muy desagradable.

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Pasada algunas horas, en otro lugar de las catacumbas...

Alfa se encontraba sentado en el suelo con las piernas cruzadas, mirando un aparente esqueleto de un niño medio convertido en polvo. Solo esperando que lo vinieran a buscar, puesto no tenía idea cuando iban arreglar los fallos del sistema y no tenía nada más que hacer, cuando varios signos azules provenientes de Paraíso se manifestaron, trayendo consigo a un montón de Supervisores (Ángeles y Demonios).

-Ya era hora... -habló en apatía el Ejecutor tras escuchar los portales aparecer y la llegada de múltiples agentes, hablándole a quien sea que se puso cerca de él al ponerse de pie; su primita y una de sus jefas-. Llevo bastante esperándolos.

De inmediato, Marina Marez, notó la actitud de su primo crecido; y como sabía lo que era para él estar específicamente en esas catacumbas, decidió intentar animarlo.

-Dah... ¿Creo que, como unas nueve horitas? En el tiempo de los cholos de este mundo vivo, claro -hablando con su tono sarcástico habitual.

Levantando la mirada el adolescente y viendo a su Jueza interina, al lado de su mejor amigo y Santo con expresión confusa.

-De todos modos, a nosotros no nos afecta el tiempo como tal... -opinando relajado y de forma tranquila Gabriel.

Opinión que levantó los humos del gótico con rostro descubierto, parándose para hablar de frente.

-Tal vez, pero sí los esperé por un largo rato -opinando ante lo dicho por su amigo.

-¡Bueno, pudiste ir a buscar un Signo permanente en vez de hacértelas de ermitaño aquí, jiji! -discutiendo en contra, de la nada, la Amerial con un chiste para levantarle el ánimo.

-... -Haciéndole la ley del hielo el joven sombrío por su chiste nada gracioso, y comentando para acabar con los intentos-. Mejor no intentes animarme, ya se me pasará esta apatía.

Incomodándose la prima descubierta, dejando de hablar por ya no tener ideas. Cambiando de tema el Gabriel que sentía la presión en el aire.

-De todos modos... ¿Sellasteis al líder de Nueva orden? No lo veo por ningún lado -preguntando para cambiar de tema.

-Eso es porque lo extinguí -hablando de forma abierta, sin resentimiento o emoción alguna.

Impresionando a los dos que no esperaban que él gótico pudiera extinguir tan fácilmente a su propio padre, expresando sorpresa en sus rostros.

-Oigan, la duda ofende. No puedo creer que piensen que yo no podría extinguirlo -hablando tras los segundos de silencio. Despertando a los mudos que dudaban del Ejecutor.

-Uy perdón; fue sin querer queriendo... -hablando la Artial tras salir del coma-. Es que pensamos que tal vez te podrías dejarte llevar por unas emociones y lástimas encontradas, al fin de cuentas, es tu padre de quien hablamos.

-Bueno, entendí que ya le había dado muchas oportunidades de mejorar. Y si no le frenaba ahora, su desenfreno con la Savialma lo hubiera llevado a volverse una amenaza potencial para todos. -Con las manos en la espalda hablaba recordando las amenazas de su padre antes de ser extinguido.

Discurso que emocionó repentinamente al Supervisor de cabello plateado. Aunque de una extraña forma, como la de un antiguo Arcángel de un pasado perdido.

-¡Vale, está decidido! -Emocionado alzaba la voz el Arcángel, apuntando con su dedo índice al Ejecutor de la muerte-. ¡Ejecutor de la Muerte, quiero acordarme de ti y para acelerar la cosa, tengamos una cita de combate justo aquí y ahora!

Sorprendiendo al que retaba y a la joven chica medusa, boquiabiertos por la inesperada exigencia.

-¡¿Qué le picó a este...?! -comentó un extrañado y confundido Alfa, por desconocer esa actitud anormal de su amigo.

-¡¿Ándale vamos?! -continuando con su exigencia.

Pero la llegada de otro agente de muy alto nivel fue una sorpresa para todos, especialmente porque ese otro sabía lo que estaba sucediendo.

-Disculpen mis camaradas, pero requiero de un ratico para hablar con Alfa; mi compañero Ejecutor -hablando el nuevo al llegar.

Luciendo ese Ejecutor un nuevo uniforme, más o menos distinto al habitual: lentes negros, bata blanca de laboratorio, sombrero negro, y la palabra Tiempo escrita en cada manga, pantalón negro largo y su característico bigote.

-¡Hola Alfita, tiempo sin verte! -saludando a su compinche de Nivel 4, mientras acomodaba sus lentes de doctor, tocando levemente sus lentes con sus dedos.

-Neh... No tanto, Doctor Tiempo -hablando con los brazos cruzados, aún un poco resentido por su conversación anterior-. Ya deberías saberlo.

Carcajeando el doctor de acento venezolano por el chiste del joven vestido de negro. Siendo la conversación interrumpida por los alegatos del ignorante Arcángel.

-¡¿Un momento, yo iba a combatir con este majo...?! -Encarando de frente al supuesto doctor, notando ciertas características en él al verlo de cerca-. ¿Espera tu no eráis el tío que servía a Defun...?

Siendo agarrado de la capa por la apenada hija adoptiva del Ejecutor proclamado como un doctor, cual se lo jalaba con prisas por la vergüenza de que su padre viera esa falta de respeto. Dejando a los Ejecutores discutiendo en privado; mientras los agentes al fondo examinaban la escena a fondo.

-Entonces, si es cierto que San Gabriel sufrió de un bloqueo de sus memorias -habló el médico curioso tras diagnosticar la actitud del antes Juez Europal.

-Seguramente se le pasará rápido, recuerda que es un Arcángel y ellos por ser Almas de Nivel 0, son las más poderosas de todas -dijo Alfa mientras tenía sus ojos puestos en el cadáver, cual ya era casi polvo en el suelo.

Notando ese comportamiento el señor con mostacho y sombrero.

-¿Y tú qué? -Examinando la falta de atención del joven.

-¿A qué te refieres? -Confundido ante la pregunta, pero parándose a prisas frente al doctor tras sospechar lo que pasaba-. ¡No, si estoy bien, jiji! ¡Solo estoy aceptando por fin que superé mi tiempo en este lugar, je!

Creando sospechas de inmediato en el hombre sin doctorado oficial. Especialmente por oír su repentina exclamación forzosa.

-¿En serio?..? Te veo muy concentrado en los restos del cadáver que eras antes de estar totalmente muerto -sugería tras ver la rápida huida del chico, sabiendo que decía la verdad, pero estando seguro que él podía estar afligido.

-Ya te lo dije, no estoy molesto ni triste, jeje -caminado de espaldas, con una risa algo forzada-. Tengo que irme, debo hacer mi reporte sobre la misión cumplida.

Viendo cómo se iba volando el joven que aparentaba unos 17 años. Pero a pesar de todo, El Ejecutor del Tiempo, José Gregorio Marez, diagnosticaba que en ese muchacho aún quedaban asuntos que él mismo debía resolver. De todos modos; era cierto que ese muchacho y él mismo tenían un Informe que hacer. Pero antes, debía acabar con su inspección en esas Catacumbas; donde una vez trabajó para el Ejecutor de la Defunción.

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Fin del Capítulo

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